No fue en vano la lucha que ejerció Eddy Calderón contra la maldad de Fidel Castro y en sus series de presentaciones de comedia imitó al malvado dictador para desprestigiarlo porque nunca comulgó con la intimidación y ataques del gobierno comunista al sufrido pueblo cubano.

“Su obsesión siempre fue ayudar a finiquitar la dictadura en la isla”, dijo Arturo del Monte, quien lo acompañó durante casi toda su vida como comediante, la cual dedicó a luchar de frente, contra un sistema que aún sigue causando dolor entre los cubanos amantes de la democracia.

Por eso muchos de aquellos que fueron sus amigos, en las buenas y en las malas, asistieron al acto convocado por el comisionado Manolo Reyes, para nombrar una calle de la Pequeña Habana con el nombre de Calderón y así rendirle un sentido homenaje patriótico a este ilustre isleño.

“Fue un hombre de principios. Un ser increíble que con su humor nos dio los mejores momentos de felicidad y alegría en este exilio de Miami”, afirmó su entrañable amigo Ramón Companiani, quien habló en el acto. 

“Hoy estamos aquí para rendirle homenaje al mejor cómico de todos los tiempos”, sostuvo el comisionado Manolo Reyes, quien exaltó la vida y obra artística de Calderón, cuya familia también estuvo allí en el acto en el atardecer de aquel día.