Los asistentes a la re-inauguración del nuevo Museo de la Torre de la Libertad, en el downtown de Miami, coincidieron en que han comenzado a soplar nuevos vientos en momentos en que se aviva una llegada democrática a la isla y a otros países que viven bajo el yugo del comunismo.
“En esta torre comenzó hace varios años a darse el primer paso hacia la libertad cuando cientos de niños y otros refugiados llegaron a estas tierras en busca de un mejor futuro sin la necesidad de vivir bajo la opresión y la intimidación”, dijo el abogado Marcell Felipe, presidente del Museo Americano de la Diáspora Cubana.
En sus discursos Daniella Levine Cava, alcaldesa del Condado Miami-Dade, y Francis Suárez, alcalde de la ciudad de Miami, también exaltaron la lucha que se libra desde el exilio para asentar en un futuro la libertad en naciones que han caído bajo el imperio del comunismo.
“Con el favor de Dios vamos a lograr que en un futuro no muy lejano llegue de nuevo la libertad a la isla de Cuba porque ahora mismo el pueblo sufre demasiado los agobios de la falta de energía y de alimentos”, afirmó el padre José Luis Menéndez.
La presidente de Miami Dade College, Madeline Pumariega, destacó la importancia de la reapertura de la Torre de la Libertad convertida ahora en un museo que guarda todos los recuerdos de la lucha de los cubanos por la libertad y la democracia.
El edificio expone ampliamente todo el dolor y el sacrifico de miles de familias que llegaron aquí a Miami hace años para refugiarse y tratar de salir adelante huyendo del infame comunismo que impuso Fidel Castro a la isla junto con otros secuaces como su hermano Raúl.
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