Esta fue una conversación entre el presidente Donald Trump y su esposa cubana. Allá va eso:

Trump: “Mi amor, he decidido postularme de nuevo para presidente”… Melania de la Caridad: “Tu’tá loco ¿De nuevo te vas a meter en ese arroz con mango?”

“Chico, ya la otra vez te dije que nosotros estábamos muy bien y cómodos y a ti se te metió en la cabeza eso de la presidencia sabiendo perfectamente lo mal que siempre me ha caído el frío de Washington D.C.”

“Mi Trompito, yo estoy super feliz viviendo aquí en Mar-A-Lago acuérdate que yo me crié en Santa María Del Mar”…. Y Trump callado.

“Hasta la coronilla me tiene que aquí todo el mundo está barriendo el piso contigo, si fuera yo la Presidenta, como buena cubana, ya hubiera mandado a todos a freir espárragos”.

“Detesto la gente hipócrita, los mismos que me querían besar mis zapatos Prada, hoy me echan con el rayo”.

“Y te quiero advertir algo: si quieres mandar los Marines a algún lugar, mejor los envías para La Habana, pa’mí que hasta lo del 9/11 fue idea de ese barbudo degenerado que bien muerto está”.

“En este momento lo que debemos hacer es dar un paseo por Miami, en un final fueron mis compatriotas de la “sagüesera” los que te eligieron presidente, estoy segura de que cada vez que vayamos al “Palacio de los Jugos” todo el mundo se pone de pie a aplaudirte”.

Trump: “O.K. what do you want me to do now, mi Cachita linda…”

Melania: “Bueno, ahora llévame a un buen restaurante cubano donde hagan arroz con picadillo y yuca, vamos a Islas Canarias, me encantan las croquetas que hacen allí, y dile a la gente del “Secret Service” que nos dejen tranquilos por un rato, que ya me tienen hasta el último pelo, y no me dejan ni bañarme tranquila”.

“Y cuando ganes las elecciones de 2024 te pido que pongas las estaciones de televisión en cadena para decirles a los americanos que yo me pongo los zapatos de tacones y el sombrero, que me dé la gana”.