Mensaje Inspiracional. Tú puedes ser el número uno

Written by Libre Online

6 de octubre de 2021

Juan trabajaba en una empresa hace dos años. Siempre fue muy serio, dedicado y cumplidor de sus obligaciones.

Llegaba puntual y estaba orgulloso de que en dos años nunca recibió una amonestación cierto día buscó al Gerente para hacerle un reclamo: Señor, trabajo en la empresa hace dos años con bastante esmero y estoy a gusto con mi puesto, pero siento que he sido postergado.

Mire, Luis ingresó a un puesto igual al mío hace sólo seis meses y ya está siendo promovido a Supervisor.

El gerente encomienda a Juan de preguntar si hay naranja para el desayuno de los empleados, en lo que le puede dar su respuesta.

Juan se esmeró en cumplir con el encargo y en 5 minutos estaba de vuelta. Bueno Juan, ¿qué averiguaste? Señor, tienen naranja para la venta ¿Y cuánto cuesta? Ah, no pregunté por eso.

OK, pero viste si tenían suficientes naranjas para todo el personal (pregunta, algo serio) Tampoco pregunté por eso, Señor.

¿Hay alguna fruta que pueda sustituir la naranja?

No sé señor, pero creo… Bueno, siéntate un momento.

El Gerente tomó el teléfono y mandó llamar a Luis. Cuando se presentó, le dio las mismas instrucciones que le diera a Juan y en 10 minutos estaba de vuelta.

Cuando retornó el Gerente pregunta. Bien Luis, qué noticias me tienes?

Señor, tienen naranjas, lo suficiente para todo el personal y si prefiere también tiene plátano, papaya, melón y mango. La naranja está a 1,5 pesos el kilo, el plátano a 2,2 la mano, el mango a 0,9 el kilo, la papaya y el melón a 2,8 pesos el kilo.

Me dicen que si la compra es por cantidad nos darán un descuento de 8%. He dejado separada la naranja, pero si usted escoge otra fruta, debo regresar a confirmar el pedido.

Muchas gracias, Luis, pero espera un momento… Se dirige a Juan, que aún seguía esperando estupefacto y le dice: Juan, ¿qué me decías? Nada señor, eso es todo, con su permiso.

MORAJELA:

Es importante hacer nuestro mejor esfuerzo aún con las tareas más simples, ya que de otra forma nadie nos confiará tareas de mayor importancia, todas las veces que empleamos correctamente la información, tenemos la oportunidad de imprimir nuestra marca personal y destacar aún en las cosas más sencillas.

La zorra a la que se le llenó su vientre

Una zorra hambrienta encontró en el tronco de una encina unos pedazos de carne y de pan que unos pastores habían dejado escondidos en una cavidad. Y entrando en dicha cavidad, se los comió todos.

Pero tanto comió y se le agrandó tanto el vientre que no pudo salir. Empezó a gemir y a lamentarse del problema en que había caído.

Por casualidad pasó por allí otra zorra, y oyendo sus quejidos se le acercó y le preguntó que le ocurría. Cuando se enteró de lo acaecido, le dijo:

– ¡Pues quédate tranquila hermana hasta que vuelvas a tener la forma en que estabas, entonces de seguro podrás salir fácilmente sin problema!

 Con paciencia se resuelven muchas dificultades.

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