Mensaje Inspiracional. El camello que llora

Written by Libre Online

16 de marzo de 2022

Este artículo está dedicado a todas aquellas personas que quisieran ver a sus familias reunificadas, libres de rencores justificados o injustificados, malos entendidos, que han conducido al rechazo entre aquellos que se aman.

Hoy precisamente llegó a mí un video de una tribu nómada en Mongolia en el que ayudan a una camella a dar a luz. Este es un grupo de familias que viven en tiendas de campañas y se mueven en caravanas utilizando camellos con los que atraviesan el desierto mongol. El grupo cuida de varios animales que les proporcionan no solo transportación sino que además son su fuente de alimento. En este documental, algunos de los integrantes del grupo participan en el nacimiento de un camello que estaba por llegar. Cuando finalmente nace, como era blanco, la madre lo rechazó, no quiso amamantarlo y se alejó de el. Había que ver cómo el recién nacido lloraba por el rechazo de su madre.

La familia nómada ordeñaba a la madre camella acariciándola para luego darle la leche a su recién nacido usando un cuerno de búffalo. El grupo intentaba dar cariño al inconsolable animal, pero también pasaban la mano por el lomo a la madre que lo rechazaba. Ante el peligro de que el camellito muriera, una muchacha del grupo comenzó a cantar al tiempo que acariciaba la madre camella, mientras dejaban al hijito alejado y amarrado a cierta distancia para que no se acercara. Luego, buscaron a un violinista dentro del grupo para que como parte de un ritual, cambiarle la mente a la camella. Colgaron el violín en una de las jorobas de la madre por un buen rato. Luego tomaron el instrumento y se lo llevaron al violinista que empezó a tañir sus cuerdas. Al cabo de un tiempo escuchando el sonido del violín, una lágrima brotó de los ojos de la madre camella. Entonces le acercaron al camellito al que finalmente no rechazó más, permitiéndole además amamantar sus pechos, mientras aquellos ojos aparentemente duros derramaban muchísimas lágrimas. Una historia real muy conmovedora.

Hay veces que eso mismo pasa entre las familias y entre personas que uno ama. Cuando hay distanciamiento entre dos personas, ambas están heridas, a cada una les duele y las dos necesitan amor y compasión. Los nómadas fueron sabios transmitiéndole amor tanto al camellito como a su madre. Por algún motivo ella lo rechazó y era necesario que ella lo aceptara. Solo cuando ella recibió el cariño, la aceptación y cuando se le proporcionó lo que necesitaba para relajarse, como fue el caso de la música, aquel animal cedió. Si esto sucede con los animales, qué no podrá suceder con nosotros.

Los juicios que se emiten sobre alguno o más de los involucrados, los resentimientos, los comentarios parcializados, el orgullo, el egoísmo, la falta de entendimiento y la falta de agradecimiento forman barreras entre las personas que impiden la reunificación entre  los seres queridos que se rechazan. Cuando hay distanciamiento entre familias o personas que se aman y de una forma u otra nosotros estamos al corriente de lo que pasa, nuestra labor es transmitirles amor a ambos. Al igual que el camellito tuvo la presencia de otros seres que le proporcionaron cariño y el alimento necesario para vivir, así mismo el que es rechazado necesita de otras personas que le den amor y compañía genuinas. La madre camella fue tratada con respeto, comprensión y verdadero amor. Ella necesitaba liberar su espíritu de algo que impedía lo que debería ser algo normal en una madre: la aceptación de un hijo.

El que rechaza  a alguien está tan necesitado del cariño de los otros como aquel que es rechazado. Que este artículo sirva para llevarle luz a todos los que al igual que estos camelleros de Mongolia están sirviendo de intermediarios para lograr la reunificación entre aquellos que se han distanciado por conflictos entre ellos.

No son ni los juicios que se emitan sobre cada cual, ni las críticas, ni las indirectas para hacerlos entrar en razones y mucho menos los golpes, la manipulación o el chantaje, sino la aceptación, el entendimiento y el amor que les brindemos el que proporcionará la respuesta de lo que se necesita para que se pueda lograr el cambio.

En el caso de que no consiguiera la reconciliación entre aquellos enemistados, siga dándoles de su amor a cada cual por separado. Si alguno no deseara que usted se involucre o no quiere saber nada más de usted tampoco, aléjese y no lo juzgue, véalo con compasión y evite emitir opiniones o hacer comentarios destructivos. Y si usted tiene algo que agradecerle, piense en esa gratitud que le debe.  Puede que uno de los motivos por los que le haya rechazado también sea porque esté sufriendo una gran pena.

Eleve su plegaria al cielo y ámelo para que con el tiempo, el amor remiende y cure a aquel que tiene el corazón hecho pedazos y no sabe cómo enmendarlo.

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