Actuales campeones del mundo, Melani Linde y Antoni Mayo llevan la medalla como campeones del mundo de bachata desde justo antes de la pandemia. Bailan profesionalmente desde hace dos años y se preparan para defender su título en el próximo
certamen “que esperemos pueda celebrarse pronto”, comentan en una entrevista.
POR Oscar B. Gallardo.
Melani, natural de Elche (Alicante, España) se formó en baile clásico y en flamenco antes de emprender el aprendizaje del gran baile latino con el que lleva ya inmersa varios años.
Antoni vive también en España pero es natural de Venezuela donde «aprendí baile gracias a pegarme a las faldas de mi mamá».
La pareja lleva más de dos años junta, aunque no son pareja sentimental, y se conocieron en la capital de España donde, tras un congreso de bachata, decidieron convertirse en pareja profesional.
Antoni Mayo y Melani Linde ostentan actualmente el título de campeones del mundo de bachata que lo consiguieron en la última edición del World Bachata Masters, que se celebró en la capital de España, justo antes de declararse la pandemia por el coronavirus.
Melani es natural de la ciudad de Elche, en la provincia de Alicante, en el levante español y por su parte Antoni tiene orígenes venezolanos.
ELLA, DE FORMACIÓN CLÁSICA, ÉL LO LLEVA
EN LA SANGRE
¿Cuándo comienza su pasión por el baile?
(Melani) La pasión se inicia cuando escucho la música bachatera, pero antes ya había estado dando clases de baile en una academia de mi localidad.
¿Ya empezó con este ritmo tan latino?.
No, antes me formé en el baile clásico y en el flamenco, que fueron la base de aprendizaje para luego lanzarme a los bailes latinos.
(Antoni) Por mi parte el aprendizaje fue gracias a pegarme a las faldas de mi mamá, porque en Venezuela el baile y la música está en todas partes.
¿O sea que fue algo que le salió solo?
Sí, nosotros allá en mi país nacemos con el ritmo en la sangre. Desde bien pequeño se me daba muy bien bailar y luego, cuando fui creciendo fui ganando en técnica, pero siempre ha estado conmigo el baile, es algo con lo que nací.
¿Cuándo se produce la unión entre ustedes?.
(Melani) Yo tuve que ir a Madrid a continuar mis estudios como bailarina y fue en la capital española donde conocí a Antoni.
(Antoni) Sí fue allí, pero yo ya llevaba más de 15 años bailando cuando conocí a Melani y, en un congreso de bachata es cuando decidimos unir nuestros destinos profesionales como bailarines.
Una unión que ha resultado muy beneficiosa para ambos… .
(Melani) Desde luego, porque hemos podido entrar en la élite de los bailarines de bachata y es algo que nos encanta practicar.
(Antoni) Además, según la prensa especializada, estamos dentro del ranking entre las 20 mejores parejas de baile del mundo. Todo un honor. ¿Cómo se llega a fraguar un campeón del mundo en una disciplina como la bachata?.
(Melani) Desde luego se necesitan muchas horas, días, años, de baile y de trabajo continuo, de ensayos de vueltas y más vueltas, de concentración cuando llegan los concursos oficiales. También hay que gestionar las tensiones y no desfallecer nunca. Como puede darse cuenta, me apasiona.
¿Cuánto tiempo llevan trabajando en pareja? ¿Son ustedes también pareja sentimental?.
(Antoni) No, solo somos grandes amigos y unos apasionados del baile que se juntaron con el objetivo de competir y divertirse pero, como dice Melani, con mucho esfuerzo. Llevamos trabajando más de dos años y nos consideremos una gran pareja bachatera.
Por supuesto que sean considerados la mejor pareja del mundo bailando bachata significará orgullo y honor, ¿algo más?.
(Antoni) Sí, claro. Nosotros somos profesionales del baile, por lo que trabajamos y nos esforzamos continuamente para ser lo mejores, pero también vivimos de los ingresos que nos genera estar en la élite. Nos dedicamos en cuerpo y alma a esta actividad y vivimos de ella. Estamos encantados.
Pero ustedes son conscientes de que una actividad como el baile llega hasta una determinada edad. ¿Cómo piensan Melani y Antoni en su futuro?
(Melani) A mí me encantaría dedicarme a la enseñanza, me apetece mucho, cuando esta carrera se vaya agotando, transmitir a chicos y chicas todo lo que he aprendido, enseñar a los futuros bailarines lo que voy recogiendo de mi trayectoria profesional.
(Antoni) Por mi parte coincido con Melani en que la enseñanza es una salida estupenda para dentro de unos años pero, además, me gustaría montar mi propia academia de baile. Es mi sueño y creo sinceramente que allí está mi futuro.
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