Por Orestes Alvarez (Final)
El espacioso Parvís de la Logia «Guamacaro» y durante años, fue cedido, gratuitamente, a la Academia “Cartaya-Fernández”, cuya Directora era la Sra. Aida Cartaya Galán de Landa, la que daba el pan de la enseñanza a la juventud de aquella época.
En febrero de 1949 y bajo los auspicios de la Logia «Guamacaro: Antonio Sosa Cáceres», se fundó la Logia Ajefista «Dr. Diego Sosa de Quesada”, de la que ya hemos hablado en trabajos anteriores.
El domingo 10 de Octubre del año 1951 y dándole cumplimiento al Acuerdo de la Academia de la Historia de Cuba, fue develada, en la fachada principal del Ayuntamiento de Limonar, una tarja, en reconocimiento a la labor masónica a favor de la causa de la libertad de Cuba, ello ocurrió siendo Alcalde Municipal el Sr. Manuel Miranda Cartaya, fallecido hace varias décadas; exiliado de la tiranía comunista en la Isla de Puerto Rico; grandes funcionarios de la Gran Logia de Cuba, Congresistas de la Provincia de Matanzas, el gobernador provincial, representaciones de todas las logias matanceras, la Logia «Guamacaro: Antonio Sosa Cáceres», en pleno y el pueblo en general asistieron a los actos efectuados en aquella lluviosa tarde; la placa estuvo allí, hasta la llegada al poder de los comunistas.
Manos amigas la rescataron del patio del Ayuntamiento y, el primer domingo de julio de 1961, 40 aniversario de la fundación de la logia, la colocamos en el Parvís del templo, de manera provisional, hasta que la patria recupere su libertad y, entonces se colocara de nuevo en su lugar original; a este acto asistieron, entre otros, el Muy Resp. Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, Dr. Jorge Luis Cuervo y Calvo, el que meses después fue encarcelado y torturado; al salir de la cárcel salió al exilio, radicándose en la ciudad de Miami, donde hubo de fallecer hace varias décadas.
Además del 40 aniversario, asistieron los miembros de la logia radicada en La Habana; Antonio y Juan Sosa de Quesada, Jesús Ramírez y otros más entre ellos Amado Villar Morales, fundador de la Logia «Antonio Govín» de Casa Blanca, Municipio de La Habana; una nutrida representación de las logias matanceras y la Logia anfitriona en pleno.
De los Venerables Maestros de la Logia, fallecieron exiliados en la Unión Americana: Dr. Ciro Sosa de Quesada, Coral Gables, Florida, octubre de 1971; Gregorio García Fernández, Venerable Ad-Vitam, New Jersey, Julio 6 de 1972 y Marcelino Miyares López, Condado de Miami-Dade; además fallecieron también en el exilio, Abelardo Martínez, Jesús Ramírez, Ernesto Calderín, Mario Landa, Pastor Paredes y Eduardo Castellanos y otros que se nos escapan de la mente. Vivos, quedamos : José M. Alvarez, Mario M. Calderín y este servidor, todos residenciados en el Sur de la Florida.
Presidiendo nosotros la Logia «Guamacaro: Antonio Sosa Cáceres», años 1960 y 1961, la Logia se dio a a la tarea de visitar a todas las logias de la provincia y a algunas de La Habana; encontrándonos con tres hijos de Limonar, presidiendo las siguientes Logias: «General Emilio Núñez» de Manguito; Angel González Marot: «Canasí» de Arcos de Canasí, Ramiro Mesa Cartaya y en «Reivindicación» de la Ciudad de Matanzas, Víctor Oliva Burgois; los dos primeros salieron al destierro y el tercero quedó en Cuba. Recordamos igualmente a tres Logias : «Reivindicación» de Palos, Municipio de Nueva Paz; «Antonio de la Piedra», Ciudad de la Habana y «Antonio Govín» de Casa Blanca-Habana.
Igualmente merece mencionarse, que en la década de los años 90 del siglo pasado y, encontrándose en el piso, el techo de la iglesia católica de Limonar, el sacerdote de1a misma, oficiaba las Misas Dominicales, gratuitamente, en el Parvís del edificio de nuestra logia. El dolor une a todos los cubanos.
Y para terminar la historia de esta Logia, reproducimos el Poema dedicado a “La Logia Masónica Guamacaro: Antonio Sosa Cáceres” del ya fallecido Dr. Arístides Sosa de Quesada.
Salto retrospectivo. Soy muchacho en mi pueblo.
Siete voces escucho que hablan de cosas raras.
Un ojo vigilante, eternamente abierto.
Vio sembrar una acacia con rito de, misterio.
Hay dos símbolos nobles: el compás y la escuadra.
En la calle hay trajines de fiesta inusitada.
Mi padre y mis hermanos andan regocijados.
En un rincón descubro que hay mandiles y espadas.
Una rústica piedra y una piedra tallada.
Se produjo un milagro: La Logia «Guamacaro».
Pasaron varios años. Mi padre era un recuerdo.
Viva estaba su imagen, vivos sus sentimientos.
Un recuerdo perenne en cuantos le quisieron.
Para tenerlo siempre como guía y ejemplo.
Su nombre adicionaron al que ostentaba el Templo.
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