Cultura Cubana. Adolfo Dollero
Evolución de las letras en la provincia de Matanzas
Literatos y Poetas.- Jurisconsultos.- Historiadores.- Oradores.- Hombres públicos.- Periodistas
Milanés (José Jacinto)
El famoso poeta matancero nació el 16 de agosto de 1814 y falleció en 14 de noviembre de 1863.
Sus padres eran pobres, así es que el poeta formó su cultura debido a su talento privilegiado, a sus esfuerzos personales y al interés que tomaron por él los educadores Ambrosio José González y Francisco Guerra Bethencourt (o Betancourt?)
El Conde Alarcos drama dedicado a Domingo Del Monte y Aponte, fue el primero de los trabajos importantes de José Jacinto Milanés.
Lo escribió siendo muy joven, y fue representado en el Teatro Principal, de la Habana, en 1838, después de un gran éxito en las tertulias de Domingo Del Monte.
El Faro Industrial en 1846 y 47 publicó en su imprenta una colección de poesías, leyendas, cuadros de.costumbres, dramas, etc., de J. J. Milanés, colección que acogieron con entusiasmo los mejores intelectuales y admiradores del poeta, como Mitjans, Piñeyro, Del Monte, Palma, etc.
En 1865 Juan F. Trow y Cía. publicaron en Nueva York las obras del poeta, reunidas por su hermano Federico que le había siempre profesado un cariño profundo y que sentía por él una admiración sin límites.
De la biografía escrita por Federico Milanés y del luminoso trabajo de José A. Escoto publicado en su Revista Histórica. Crítica y Bibliográfica de la Literatura Cubana, entresacamos los ligeros apuntes con que bosquejamos la vida y la figura del poeta.
José Jacinto Milanés era de carácter muy dulce, expansivo, afable, y con tendencia a la tristeza. Con sobrada razón su hermano encuentra analogías entre el cantor de la Gerusalemne Liberata y de Aminta y el cantor del Conde Alarcos.
Muy niño era J. J. Milanés cuando ya demostraba su facilidad para la improvisación, su amor a los clásicos, a la naturaleza y a lo bello.
A los doce años ya traducía del francés y del italiano trozos selectos, y conocía el latín que aprendió por el humanista Francisco Guerra Bethencourt, a quien llegó (muy joven todavía), a sustituir en sus lecciones.
Después de una corta permanencia en La Habana, Milanés prefirió el regreso a Matanzas entre sus familiares y sus libros; y en 1835 pudo ser de los que primero conocieron a Domingo Del Monte y fueron por ese sabio humanista apreciados y queridos.
Del Monte influyó mucho sobre las tendencias de Milanés, quien a menudo le consultaba acerca de sus escritos, de sus proyectos y de sus aspiraciones.
Del Monte durante la época de su permanencia en La Habana, dio para su publicación a los escritores R. de Palma y J. A. Echeverría la poesía de Milanés “La Madrugada” (Aguinaldo Habanero, a fines de 1836) idilio que fue muy gustado por su sencillez llena de armonía y su ingenuidad amorosa.
Después del Conde Alarcos, Milanés escribió su segundo drama Un poeta en la Corte, la comedia de costumbres Una intriga Paternal, Mirón Cubano conjunto de cuadros para representar a la sociedad, etc.
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