La lluvia no fue obstáculo para que cientos de cubanos del exilio asistieran a la conmemoración del Día de la Virgen de la Caridad en la iglesia de la Ermita que fue organizado y asistido por el párroco y rector José Joaquín Espino.
La conmemoración de este año coincidió con el 25 aniversario de la designación de la Ermita como Santuario Nacional, otorgada en el año 2000 por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, siendo un reconocimiento de relevancia espiritual y cultural para la comunidad cubanoamericana.
“La presencia de esta virgen ha consolado y guiado a generaciones y esta celebración refleja ese vínculo duradero con ella”, dijo el padre Espino, quien tuvo que hacer cambios a última hora en la programación general debido a la lluvia.
Un vendaval de lluvia cayó sobre este sitio religioso, durante toda la tarde del lunes, lo que obligó a las autoridades eclesiásticas a suspender una procesión con la imagen de la virgen en los alrededores de este templo emblemático pese a que los fieles pudieron orar allí en el Malecón.
La Ermita, fundada por exiliados cubanos hace más de 55 años en las orillas de la Bahía de Biscayne, acogió a cientos de fieles devotos, quienes asistieron a la misa oficiada por el padre Manny Álvarez y el arzobispo Thomas Wenski.
El padre Álvarez se mostró complacido de que esta iglesia, considerada un faro espiritual y cultural de la comunidad cubana en el exilio, La Ermita de la Caridad, mantuviese esa devoción y tradición espiritual en su nuevo aniversario.
La mayoría de los fieles asistieron a la iglesia provistos de paraguas con los cuales pudieron llegar cubiertos y resguardados contra la lluvia hasta un altar donde estaba la imagen de la Virgen de la Caridad, a la cual le pusieron flores amarillas.
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