“Élida, madre, esposa y abuela, te vamos a recordar por siempre porque nos dejaste el mejor legado familiar y de patria”, dijo su hijo Ramón Emilio Ponte Tápanes, durante los oficios religiosos del pasado miércoles en la iglesia St. Michael Flagler y Avenida 29.

El sacerdote Esney Muñoz, durante el sermón, resaltó la vida personal y familiar de la fallecida dama, cuyo deceso produjo sentimientos de dolor en todos los círculos sociales, donde ella estuvo departiendo con amigos y conocidos acerca del acontecer cubano.

“Estamos con dolor y sentimiento porque fue una gran dama, a quien todo el mundo apreció en Matanzas. Nos ha dejado y se ha marchado para otro lugar más tranquilo y bello, como es el cielo, que desde ahora la acoge en su seno”, dijo el sacerdote.

Su hijo Emilio también afirmó, con profundo sentimiento, que su madre “fue una excelente dama, quien dejó el mayor legado de honestidad, pulcritud y rectitud, en todas las esferas sociales donde estuvo durante su venerable vida tanto en Cuba como en Estados Unidos”.