Cada vez que nos toca consignar un fallecimiento en LIBRE, el sentir y el recuerdo parecen conjugarse, más aún cuando amistad o lugar de origen nos acercan mucho a familias muy queridas.

Así es el deceso ocurrido el jueves 30 de septiembre, en Miami, a las 10:30 de la noche, de la respetable dama Dra. Élida Tápanes viuda de Ramón Ponte, de 93 años de edad y con padecimientos de pérdida de memoria, hija de la pareja que formaban el Dr. Mario Tápanes y su esposa Aurelia Hernández de Tápanes, vecinos de la calle Independencia, entre Manzaneda y Zaragoza,  cuyo hogar familiar acogía en su entrada el Bufete Legal y Registro Notarial del doctor Tápanes al que al culminar sus estudios se incorporara su hijo Mario Ulises. En aquella casona de corazón y puertas abiertas constituyeron los Tápanes-Hernández una familia ejemplar, bendecida con la dicha del nacimiento de tres hembras y un varón que formaban su descendencia inmediata.

La recién fallecida Élida, en unión de su querido esposo Ramón Ponte Valladares, a cuyos funerales acudimos en 2011, y quien compartiera funciones en la Torre de Control de Vuelos del Aeropuerto Internacional de Rancho Boyeros, en La Habana, al salir de Cuba se establecieron en la Isla del Encanto, donde la fallecida ejerció su carrera farmacéutica, que después continuó en Miami junto a la familia Hernández Falcón hasta culminar su retiro tras cuarenta años de brillante ejercicio profesional.

Lleguen nuestras condolencias hasta sus hijos María Rosa Ponte de Núñez y su esposo Arsenio Núñez, y Ramón Emilio Ponte Tápanes, que presidiera la Asociación Nacional de Contadores Públicos de Puerto Rico y su esposa Belén Bustelo de Tápanes.

A sus cuatro nietos Marta Marie y Daniel Núñez; Alejandro y Guillermo Ponte. A sus hermanas Martha Tápanes viuda del Dr. Constantino Artamendi, con flamante práctica pediátrica en Matanzas y Puerto Rico; al Dr. Mario Ulises Tápanes, quien tuvo la dicha de continuar la razón legal de tres generaciones en Matanzas y Los Angeles, donde radica junto a su esposa Gloria Mederos de Tápanes y a su difunta hermana Liria  Tápanes, fallecida en 1987, casada con el profesor Domingo Pérez Jaén, sepultado aquí en los últimos años, dejando Liria bonitos recuerdos a través de sus cuadros y escritos que bien reflejaban su marcada sensibilidad y talentos propios.

En las Matanzas de ayer hubiéramos escuchado el repicar de campanas de las torres de la Santa Iglesia Catedral de San Carlos de Borromeo, llevados en la imaginación en la plegaria de su rector, el Rev. Dr. Jenaro Suárez Muñiz y la oración diocesana del Obispo Alberto Martín Villaverde, en el camino al Cementerio San Carlos en el Naranjal, mientras en estos instantes en Miami el latente impacto de la pandemia pospone y altera los protocolos normales de funerales y sepelios aquí.

Sus honras fúnebres se llevarán a cabo el próximo miércoles 13 de octubre, a las 12:45 p.m. en la Iglesia de St. Michael, Flagler y Avenida 29 el North West, desde donde partirá el entierro.

¡En la paz del Señor descanse el alma de la bien recordada Élida Tápanes viuda de Ramón Ponte Valladares, afectos muy queridos de nuestra Matanzas de ayer y de siempre!

A mi suegra Élida Tápanes Ponte

A los 93 años y con mucha paz, terminó la vida terrenal de mi querida suegra Élida Tápanes.

Una mujer inteligente, fuerte, trabajadora, generosa, elegante.

Se licenció como farmacéutica en Cuba. Estudió y aprendió inglés ya adulta para hacerse ciudadana americana. Cerca de los 50 años volvió «al salón» para estudiar durante un año y luego se preparó para tomar el examen y revalidar como farmacéutica en EE.UU. ¡toda una hazaña  y trabajó  hasta los 84 años!

Me quiso mucho y siempre me lo demostró. Su única preocupación era que todos estuviéramos bien.

Estamos bien. Estamos tristes, pero tranquilos; te vamos a extrañar un mundo pero hoy celebramos tu admirable y extraordinaria vida entre nosotros. ¡Descansa en paz, querida Yeya!

Belén Bustelo Ponte, es la esposa de Ramón Ponte y nuera de la fallecida Élida Tápanes Ponte