La actriz ganadora de un Óscar celebra su 50 cumpleaños anunciándose como uno de los últimos fichajes de Christopher Nolan para su próxima película basada en ‘La Odisea’ de Homero.
Por Nora Cifuentes
Hace ya tiempo que Charlize Theron afirmó que “hay algo catártico en interpretar a una persona herida”. Así se lo explicaba al Daily Mail cuando apenas se encontraba en la treintena. Una catarsis que ella, con su extensa filmografía, ha explorado de muchas maneras.
Ahora, mientras 50 velas se encienden en su tarta, la actriz sigue brillando como una de las estrellas más deseadas de Hollywood. Una diva atómica que ha compatibilizado la maternidad en solitario con una reputada carrera y, sobre todo, con su libertad.
La naturaleza humana
“Me gusta mirar hacia atrás porque te das cuenta de que hay una evolución en tu vida”, dijo la actriz hace un par de años para Telva. Y lo cierto es que, al mirar atrás en la historia de Charlize, hay, desde luego, mucha evolución.
Charlize Theron nació el 7 de agosto de 1975 en Benoni, Sudáfrica. Hija de Charles y Gerda Theron, su infancia estuvo marcada por la violencia doméstica, pues Charles, alcohólico, las maltrataba a ambas. Y la situación llegó a su culmen cuando Charlize tenía 15 años.
“Esta noche voy a matarlas a las dos”, gritaba él una noche en la que había llegado ebrio a casa, disparando desde el otro lado de la puerta de la habitación en la que Gerda y su hija trataban de refugiarse.
El cruento episodio terminó con Gerda disparando a Charles con su propia pistola, todo delante de una Charlize adolescente. Y, aunque su madre no fue condenada por ello al tratarse de un acto en legítima defensa, el suceso supuso un antes y un después para la joven: “todo cambió para mí”, explicó en una entrevista con el Daily Mail.
Y es que, al principio, Theron no era capaz de confesar la verdad sobre su pasado y sobre la muerte de su progenitor: “solía ocultarlo todo y decir que falleció en un accidente de coche, pero con el tiempo lo he aceptado y he salido adelante”.
“Creo que todos nos escapamos hasta cierto punto y creo que es parte de la naturaleza humana no querer lidiar con nuestros demonios ni con nuestro lado oscuro”, algo para lo que su carrera fue clave: “soy afortunada de tener un trabajo que me permite explorar cosas que podrían parecerse a mi propia vida o a mis propios problemas”.
Vocación entre la
adversidad
Sin embargo, antes de que pudiera contar con esa forma de catarsis, tuvo que luchar desde lo más bajo. Un año después de la muerte de su padre, Charlize abandonó Sudáfrica y viajó hasta Milán, Italia, para trabajar como modelo.
Al año siguiente comenzó su formación en ballet clásico en Nueva York, pero una lesión de rodilla a los 18 años truncó su carrera como bailarina profesional y decidió probar suerte en Hollywood, a donde llegó con apenas “300 dólares en el bolsillo”, los que le había dado su madre, quien le compró el billete de ida.
Allí, con aquel limitado presupuesto, malvivía en “un motel de mala muerte” e incluso “robaba pan de los restaurantes”, hasta que fue descubierta de casualidad por John Crosby, cazatalentos. Theron estaba discutiendo con el empleado de un banco por un cheque y Crosby, que estaba detrás de ella en la fila, vio su potencial.
Así fue como debutó en el cine con ‘Children of the Corn III: Urban Harvest’ (1995) en un papel sin diálogos y, posteriormente, en ‘2 Days in the Valley’ (1996) con su primer rol hablado. Y el resto, como dicen, es historia.
Después de eso siguió trabajando en películas como ‘The Devil’s Advocate’ (1997), ‘Mighty Joe Young’ (1998), ‘The Cider House Rules’ (1999) o ‘Men of Honor’ (2000). Sin embargo, su consagración llegó con ‘Monster’ (2003), papel por el que se convirtió en la primera sudafricana en ganar el Óscar a Mejor Actriz.
Desde entonces, su trayectoria incluye éxitos como ‘The Italian Job’ (2003), ‘Head in the Clouds’ (2004), ‘Hancock ‘(2008), ‘Snow White and the Huntsman’ (2012), ‘Prometheus’ (2012), ‘Mad Max: Fury Road’ (2015), ‘Atomic Blonde’ (2017), ‘Bombshell’ (2019), ‘Fast X’ (2023) o, más recientemente, ‘The Old Guard 2’ (2025).
Maternidad sin matrimonio
En cuanto a su vida personal, Charlize Theron siempre se ha caracterizado por mantener la privacidad en torno a su intimidad. Aun así, conocidos son algunos de sus romances como el que mantuvo con Stuart Townsend, la relación posterior con Sean Penn, que se especuló que acabaría en compromiso; o su fugaz noviazgo con el músico Stephan Jenkins.
Pero la actriz, en una entrevista con Glamour, fue sincera sobre sus preferencias: “Hace muchos años que no tengo pareja y nunca he querido casarme, no es algo que me resulte duro porque ese deseo nunca estuvo en mí”.
Claro que eso no le ha impedido ser madre de dos hijas, adoptadas en 2012 y 2015. En una entrevista con ELLE, la actriz afirmó que para ella “no hay diferencia entre criar un hijo adoptado y una biológico: no siento que me esté perdiendo nada”. Algo que ha tenido claro desde el principio: “adoptar siempre fue mi primera opción, incluso cuando tenía pareja”.
Recientemente la actriz se vio envuelta en la polémica por sus declaraciones en el podcast Call Her Daddy, donde reconoció mantener un perfil en una “app” de citas y relató una de sus últimas experiencias.
“Habré tenido probablemente tres ‘rollos de una noche’ en toda mi vida, pero hace poco me acosté con un chico de 26 años y fue realmente increíble… Nunca lo había hecho y pensé: ‘Oh, esto es genial’”. La diferencia de edad entre la actriz y el joven ha hecho que sea duramente criticada en algunos medios de comunicación e internet.
Sin embargo, ajena a las críticas, ella sigue centrada en sus hijas y en su trabajo. Por lo pronto, hace poco ha confirmado que formará parte de la próxima película de Christopher Nolan, ‘The Odyssey’, basada en el clásico de Homero: “es super intimidante”, dijo a Variety sobre la presión y el peso de su papel, pues dará vida a la mismísima Circe.
Según Charlize Theron, el éxito “es diferente para cada persona”, o así se lo explicó a Telva. Ella ha alcanzado el suyo y tiene razones para celebrar su medio siglo, aunque seguramente la ostentosidad no forme parte de ello: “No soy de grandes eventos o fiestas, disfruto de la sencillez de las pequeñas cosas”, afirmó. Y ahora, le toca festejar.
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