Hoy hablamos de un compositor y cantante que ha puesto, no un grano de arena, sino un tsunami de pasión y patriotismo en su última composición “Pueblo de mi corazón”, como homenaje a las protestas en Cuba; aunque está exiliado, es de los que piensan regresar cuando la isla se libere de yugo que la estrangula desde hace más de seis décadas.

La sublevación pacífica que se inició en Cuba el pasado 11 de julio, no ha servido solamente para prender la mecha de una lucha que no parará hasta que el pueblo (que se cansó de repetir “Sí, Bwana”, eche del poder a los dictadores “matrimonio” formado por Raulina Castro y Díaz-Canela fina, alias Ana Lasalle. Tengo la fe de que no tardarán en salir de la isla (si es que no les pasan por el paredón como hicieron ellos con miles de inocentes) “como bola por tronera”.

Y es que las protestas no han cesado en la isla, mucho menos ha mermado el coraje de un pueblo formado por las últimas dos o tres generaciones que han gritado ¡Basta!, así como tampoco los millones de cubanos en el exilio han bajado la guardia. Entre esos están varios artistas pertenecientes a diferentes facetas del arte. Hoy vamos a hablar de un compositor y cantante joven que ha puesto no un grano de arena, sino un tsunami de pasión y patriotismo en su última composición “Pueblo de mi corazón”, como homenaje a las protestas en Cuba, y ha dicho que, aunque está exiliado, es de los que piensan regresar cuando la isla se libere de yugo que la estrangula desde hace más de 62 años. Con dicha canción, Gutiérrez está conquistando el corazón de los radioyentes españoles, ya que su canción se ha convertido en un himno comprensible, aplaudido y entendido por una inmensa mayoría. “Pueblo de mi corazón, si tú mueres, muero yo. / Cada chico que se fue me partió la vida en dos, / que puedo hacer, la impotencia me desborda. / Hoy gritaré, gritaré versos que cortan”, así comienza dicha canción con la que Amaury Gutiérrez hace su aportación a una causa que, de vivir José Martí, lo aplaudiría. Dicha canción el cubano la estrenó en el “Show de Carlucho” (Univista TV), pero ya su canto esperanzador cruzó el mar y llegó a España, donde miles de cubanos exiliados y latinoamericanos de diversos países se la han agradecido y lo han felicitado por su tan necesaria aportación. “Libertad, libertad es el sueño que nunca murió. Vive hoy más que nunca y Cuba despertó. Sé que vendrá un mañana lleno de esplendor. Ya no habrá tanto odio y tanto dolor, viene saliendo el sol”, dice el estribillo, que ha generado cientos de comentarios de elogios en las redes sociales del artista cubano. “Pueblo de mi corazón, julio 11 es y será el día de la redención, y en la historia quedará, amanecer de la luz y la esperanza, un renacer, un gigante se levanta”, continúa cantándole a la isla prisionera que le dio el ser.

“MAMA DOLORES”

Otros de los logros musicales de Amaury Gutiérrez fue unir su voz a la de Baby Lores, Descemer Bueno, Insurrecto, El “Uniko”, Eddy K y Yanet “Trueno” Aguilera.

Amaury Gutiérrez llegó al mundo el 9 de septiembre de 1963, en plena efervescencia de la nauseabunda revolución. Su labor es la de cantautor y guitarrista. Considera y admira a Francisco Céspedes como maestro. En 2011 obtuvo el Premio Grammy Latino por el mejor álbum cantautor. “Cuando estaba cursando la secundaria pensé en dedicarme a la música, mi primera oportunidad me llegó al responder a una convocatoria de la Escuela de Instructores de Arte, institución que me concedió una beca”. Desde entonces supo enfatizar en lo vocal aprendido en la academia, sino por el sentimiento que les pone a sus creaciones, mucho más cuando las interpreta. Suele darle a cada obra suya un toque melancólico, de soledad “patriótica”, que resulta entendible sobre todo por los que estamos exiliados como es su caso. Creció oyendo a Pablo Milanés (alias “Mama Dolores”) Gaetano Veloso, Rubén Blades (hijo de la cantante cubana Anolan Díaz), Andy Montañez, Stevie Wonder, y un largo etc. De los más geniales.

En cuando a su estilo de trabajar: “Suelo poseer más facilidad para la composición musical primero y posteriormente desarrollo el texto, conservando como instrumento principal, mi inseparable compañera: la guitarra”.

Grabó su primer álbum en 1999 y lo nominaron al Grammy Latino, llegando a vender más de 800.000 copias. También está en posesión de varios premios más, entre ellos, Premio Onda en España en el 2000. En 2009 tuvo uno de sus mayores triunfos en la celebración de un concierto 20th Aniversario como artista profesional con una producción de Jossel Calveiro, Reinaldo “Pachy” López y Fernando “Teo” Calveiro, donde se le unieron invitados como Luis Enrique y Gema Corredera, entre muchos más. Ha grabado 7 álbumes en solitario y colaborado en 6 más. Ha compuesto varias canciones para telenovelas, entre ellas “Perdóname todo”, para “Marilú”. En 2012 formó parte del elenco de “co-coach” en el equipo de Andrés Cepeda en la primera edición del “Talent Show” “La Voz Colombia”, aportando su opinión profesional de los aspirantes.

MÉXICO, SEGUNDA PATRIA

Su nombre completo es Amaury Gutiérrez Brufau, y nació en el barrio San Antonio de las Vueltas, en el municipio Camajuaní, provincia de Santa Clara, Cuba. “En noviembre de 1989, conoció al cubano Arturo Sandoval, en el Festival de Jazz de Santa Clara, quien lo recomendó como cantante para el grupo “Afrocuba”, y en el verano de 1990 se mudó para la ciudad de La Habana como vocalista de esta importante agrupación, con la cual trabajó durante 2 años y realizo sus primeras giras internacionales a Venezuela y México. Fue en esta etapa donde comenzó a dejarse su pelo largo como parte de su imagen que lo ha identificado hasta hoy”.

“En el verano de 1992 abandonó al grupo “Afrocuba”, y se enroló con la Orquesta “La Ley” interpretando géneros musicales como salsa y sones cubanos. Con esta agrupación viajó a México el 14 de febrero de 1993, y jamás regresó a Cuba”. “Desde entonces, México es mi segunda patria”, sostiene. En el país azteca vivió 11 años hasta el 24 de diciembre de 2003, a los 40 años, se mudó para la Ciudad de Miami, estados Unidos. Desde entonces no ha dejado de trabajar, ni de viajar llevando por gran parte del mundo sus canciones que tienen el aroma de un exilio que, si Dios quiere, está a punto de finalizar.