Alpha 66 está de luto. Ha fallecido nuestra entrañable amiga Olga Torrens, viuda de Andrés Nazario Sargén, dirigente histórico de nuestra combativa organización. 

Fue ella una valerosa mambisa de los tiempos actuales, quien, junto a su esposo escribió páginas de gloria en la cordillera montañosa del Escambray, en la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista, primero, y más tarde, al quedar al descubierto la traición de Fidel Castro al movimiento revolucionario, como tenaz opositora a la tiranía de turno. 

Siempre fiel a los valores que representaba, luego de la partida de Andrés, su adorado esposo, en una frágil embarcación que lo llevó a las costas de la Florida, Olga, junto a sus pequeños hijos no tardó en reunirse con él, al final de su arbitraria retención, seis meses más tarde, internado en un campo de concentración de Mc Allen, Texas, donde, sin una causa que lo justificara éste había sido recluido.

A partir de ese momento cuando Andrés retomó su merecida libertad y pudo establecer su residencia en la ciudad de Miami, capital simbólica del exilo, Olga participó activamente en el proyecto de la creación de Alpha 66. Fue su hogar uno de los más frecuentados lugares donde se llevaron a cabo reuniones de coordinación, junto al grupo de oficiales del II Frente Nacional del Escambray que, en la misma embarcación, en compañía de Andrés Nazario Sargén arribaron a las costas de la Florida en la tarde del 26 de enero de 1961. 

Entre las muchas virtudes que conformaban la personalidad de esta extraordinaria luchadora, a pesar de las adversidades que le impuso el destino, se destacó en todo momento por su amor a Cuba y su entrega total a la causa de la libertad de su pueblo infeliz, su oprimido pueblo; su inquebrantable fortaleza de espíritu; su honradez, a toda prueba; su nobleza de alma, matizada en todo momento de la más exquisita ternura. 

Fue Olga Torrens de Nazario una militante de cuerpo y alma, entregada a las necesidades de Alpha 66. Dotada de una maravillosa voz, participaba con frecuencia en los programas radiales, bajo la dirección del Dr. Diego Medina Hernández, en programaciones de onda corta y de onda media que se transmitían en emisiones clandestinas hacia Cuba. 

Durante muchos, muchos años tuvo Olga en sus manos el cargo de tesorera de Alpha 66, realizando un trabajo impecable. Para satisfacción de todos, a pesar de su avanzada edad en sus últimos tiempos de servicio, se mantuvo al frente de la gran responsabilidad que implica la tesorería de toda organización. 

De esta incansable luchadora, es inagotable el caudal de su entrega, de su férrea voluntad para imponerse a la maldad y a la injusticia, de sus espontáneos sacrificios en busca de la libertad de Cuba. Pero escribir sobre tan apasionante historia será en otro momento. Hoy el dolor de su partida me anuda el pensamiento, me atasca las alas del espíritu y sólo me deja fuerzas para decirle adiós. Buen viaje, Olga querida, hacia la inmensidad de un nuevo destino, de transparencia y paz, donde el silencio sea como las flores de mi imaginación: ¡flores de amor y de bondad, como las que en cada amanecer hiciste que brotaran en el jardín de tu alma!  Descansa en paz, entrañable amiga.

Ernesto Díaz Rodríguez

Secretario General de Alpha 66

AUNQUE TUS OJOS DUERMAN PARA SIEMPRE

(A Olga Torrens de Nazario, con el cariño que supo merecer, en su partida)

 Ojalá que estuvieras radiante entre nosotros,

caudalosas tus venas, fértiles tus ensueños,

vibrando como esos sutiles riachuelos 

que, aunque se van rodando por el mar 

siempre regresan, cargados de dulzura. 

O como las mansas gaviotas de mi pueblo,

que al remontar el vuelo en la mañana

parece que han perdido el horizonte,

que buscan un jardín 

entre las nubes inquietas, milagrosas, 

donde tejer su nuevo nido

con pétalos de ensueño, 

con apacibles gotas de rocío.

Pero siempre regresan a mi playa

a jugar con la arena y con las olas,

palomas mensajeras, con alas de diamante.

Sabes que tu recuerdo perdura entre nosotros

aunque tus ojos duerman para siempre;

que es un canto de amor tu voz

en los espejos, en las lenguas de fuego solferino

donde está tu sonrisa con fulgores de ensueño,

tu sonrisa, tatuada con la humildad del viento

pero fértil ternura, tu invencible espíritu,

vivirá para siempre entre nosotros. 

(Ernesto Díaz Rodríguez

Nov. 20, 2024)