“Estamos viviendo momentos muy difíciles y, ahora, al igual que en Cuba el dictador Daniel Ortega quiere exterminar a la iglesia de Nicaragua, iniciando todo este infame proceso con el arresto de monseñor Rolando Álvarez”.

Esta fue la cruda denuncia que hizo Dian Díaz, quien es la presidenta de la Asociación de Periodistas nicaragüense en el exilio de Miami, quien promovió una protesta frente al consulado de ese país tras el arresto de monseñor Rolando Álvarez.

“En Nicaragua está ocurriendo lo mismo que en Cuba, hace años, cuando el dictador Fidel Castro la emprendió contra la alta jerarquía de la iglesia católica, desterrando a todos los miembros de esta colectividad religiosa, que no eran afines a sus ideologías comunistas”, opinó Dina.

“A lo que ha sido considerado como un secuestro nocturno, ahora, consiste en la expulsión de un Nuncio apostólico, al igual que el cierre de una orden de la Madre Teresa de Calcuta y el allanamiento de una curia de la iglesia católica en Nicaragua”, denunció Dina.

“De todos los ataques que ha sufrido la Iglesia, las profanaciones a sus templos han sido para el clero las expresiones más dolorosas. En ocho meses del año 2020, al menos nueve templos fueron profanados”, aseguró la presidenta de esta institución periodística.

“Juan Carlos Ortega Murillo, hijo de Daniel Ortega y Rosario Murillo, arremetió contra sacerdotes católicos a través de su cuenta de Twitter, insultando la integridad moral de los mismos, esto mientras obispos denuncian tácticas intimidatorias en su contra por parte del gobierno”, denunció.

“El gobierno de Daniel Ortega mantiene una postura anticlerical desde que la Iglesia católica adoptó una posición humanitaria contra la represión de su gobierno tras la crisis de 2018. Tanto Daniel Ortega como su esposa y vicepresidente, Rosario Murillo, han esparcido discursos de odio contra sacerdotes, así como los han atacado físicamente”, enfatizó.

Finalmente sostuvo que, en un reciente discurso, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, volvió a arremeter contra la Iglesia Católica y calificó a los miembros del clero de “fariseos” por haber sido mediadores ante la represión del régimen contra las protestas del año 2018.