¿USTED SABÍA QUE ESPAÑA INVENTÓ LA FALACIA?

Written by Demetiro J Perez

2 de febrero de 2022

“Para mí dictadura es en la que vivo ahora, no en la que viví con Franco”. “Los gobiernos de izquierda son una maldición.  El segundo gobierno socialista fue el de Felipe Gonzalez; cuatro millones de parados, corrupción total, desastre en la política

internacional. Ahora vuelven a lo mismo somos el hazme reír de Europa”.

En nuestro planeta existe un lugar que, desde su aparición, fue alimentada por la Falacia (con mayúscula), es España. Se desayuna, come y cena Falacia. Está embuchada desde su creación de tan maléfica palabra. Todos saben que una Falacia es un argumento que parece válido, pero no lo es. Siempre se cometen intencionalmente para persuadir o manipular a los demás, mientras que otras se cometen sin intención debido a descuidos o ignorancia. En ocasiones las falacias pueden ser muy sutiles y persuasivas, por lo que se debe poner mucha atención para detectarlas.  Y, sin duda, la Falacia, ha sido el “arma” más poderosa con la que ha ejercido el odio y la inventiva la cancerígena ideología comunista.

Nunca (sobre todo en la historia europea) se ha ejercido con tanta rotundidez la Falacia como en España. Es milenaria, pero nos vamos a detener en la Falacia con la que se han divertido los comunistas españoles y aquellos extranjeros que han creído en ellos. Desde que los comunistas perdieron la guerra en España, jamás se había ejercitado con tanta bravuconería como ha sido tras el triunfo de Franco y los Nacionales, que eran tan “malos”, que, sólo económicamente, convirtió el país en la novena potencia mundial. Todo lo que se habló durante el mandado de Franco, en el extranjero, sobre todo en el resto de Europa que se moría de envidia porque Franco tuvo los suficientes C. para negarse a participar en la Segunda Guerra Mundial, tras haber padecido una Guerra Civil, pudo salir adelante sin la ayuda de los comunistas carentes de tuétanos.

MESES ANTES

Ojo al dato, señores: “Soy de derecha, tanto, que a veces pienso que la inventé; pero la derecha del orden, la patria, la familia, el respeto al himno y a los símbolos patrióticos, todo eso ha desaparecido; el himno se abuchea, la patria se desintegra. No existe la escala de valores. Tenemos un gobierno que es un desastre. Los gobiernos de izquierda son una maldición.  El segundo gobierno socialista fue el de Felipe Gonzalez; cuatro millones de parados, corrupción total, desastre en la política internacional. Ahora vuelven a lo mismos somos el hazme reír de Europa. Mi derecha era una de grandes valores que desaparecieron durante los desastres del 31-39 durante la República. Mi padre, que era anarquista, estuvo 20 años exiliado en Francia, cuando terminó la Guerra en España, regresó y, cuando analizó cómo funcionada todo, dijo algo que quedó para la historia: “He podido comprobar que todo lo que se ha dicho y se dice fuera de aquí es pura Falacia. Veo que España es un país próspero, que la gente vive, vibra, canta, y un pueblo cuando canta es porque es feliz. Mi padre comprobó que aquellos que no simpatizaban con Franco trabajaban, como mi gran amigo Paco Rabal que era comunista radical, pero nunca se fue de España y, como yo, rodó más de cien películas. “No comulgo con la política de Franco, pero hay que reconocer que lo está haciendo muy bien”, dijo mi padre. Para mí dictadura es en la que vivo ahora, no en la que viví con Franco”.

Este es un fragmento de la entrevista que se publicó unos meses antes del fallecimiento del actor Arturo Fernández, de los principales galanes del cine, teatro y televisión.           Desde que irrumpió en la escena fue empresario de su compañía. Jamás recibió subvención estatal, como han hecho las compañías formadas por comunistas. Arturo Fernández fue libre en todos los sentidos. Todos sabían que era de derecha hasta la respiración. Lo que ocurriría con la mayoría de ellos que eran comunistas que vivían como dioses. Eso sí, sin sacar la patita del nido… Todos fueron famosos, ricos y libres. Entraban y salían del país cuando se les antojaba.

Fernández actúo hasta los últimos días de su vida, pues falleció a los 90 y, su muerte, la lloraron sus fieles admiradores que durante décadas lo mantuvieron en el primer puesto entre los galanes españoles. Por parte del gobierno, ni una rosa lanzada a través del muro del cementerio. Sin embargo, (¡Fíjense las P. de la perra vida y de los comunistas!), que hace unos días, se suicidó en Madrid la actriz Verónica Forqué, comunista fingiendo de “hermanita de la caridad”, íntima amiga de Pablo Iglesias, el asqueroso “Mr. Coleta cundida de piojos”.

NATI MISTRAL

Aún no se había publicado su suicidio, ya las puertas y los telones del Teatro Español de Madrid, estaban montado a la medida y lujo de una fallecida española como todos, pero que tenía el privilegio de ser comunista. Por delante de su féretro desfilaron hasta los perros abandonados de Madrid. No faltó un comunista. Así son de egoístas y personalistas los hijos de Lenin. Todavía no se había incinerado a la señora, y ya tenía una calle con su nombre en Madrid.

El 99% de lo que se decía sobre el franquismo en el resto de Europa y del mundo, eran montañas de Falacias.  Como periodista de la Agencia EFE, para la que trabajé 41 años, pude entrevistar a la mayoría de las estrellas del cine, la televisión y del teatro de entonces. Como yo era un recién llegado, ignoraba el formato político de aquellos “chupa sangre” que se enriquecieron durante el “desgobierno” de Franco. Entrevisté a comunistas como Bertha Riaza, Alicia Hermida, Lola Herrera, María Asquerino, Tina Sainz, Juan Diego, Esperanza Roy, y así a veintena de ellos. Hoy los que viven, están muy bien jubilados, con buenas fortunas y viven como Carmelina gracias a los 39 años de gobierno franquista.

No fallecerá un artista comunista español que el país no se revolucione, en cuanto a demostraciones de halagos y de abanderar las virtudes humanitarias que le desbordaban.

Señores, fíjense si el 98% de los españoles ejercen la Falacia, que ayer (como aquel que dice) partió hacia el recinto del Señor la mejor trágica del teatro clásico y moderno, de la televisión, la radio y de la declamación, la señora-diosa Nati Mistral. ¿Sabe usted que la señora, habiendo estado reconocida como la mejor diva, por los grandes entendidos en el material, es como si no hubiese existido? Era de derecha hasta lo más interno de sus vísceras. De ahí que la ignoraran, y que, los que la conocimos y adoramos, nos imaginemos que pueda contar con una calle que lleve su nombre, mucho menos un monumento, ni soñándolo. 

España: ¡La Falacia es su verdadera cultura!

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