UNA AMETRALLADORA Y UN SILLÓN RECLINABLE

Written by Esteban Fernández

18 de julio de 2023

Durante toda mi juventud en el exilio, mi sueño dorado fue ser uno de los “libertadores” de nuestro país.

Participé en todo lo que me ofrecieron al respecto: En el Ejército Norteamericano, en la JURE de Manolo Ray y Rogelio Cisneros, o en unirme a un pequeño grupo de ex combatientes del Escambray bajo las órdenes de Vicente Méndez y Edel Montiel.

Me daba lo mismo regresar con el uniforme verde del US Army que con el de camouflage de una nueva Brigada 2506. Lo mío era ir para allá con un rifle en las manos.

Y al mismo tiempo luchar contra el comunismo donde quiera que apareciera esperando reciprocidad en el futuro y al respecto hice esfuerzos para unirme a los Contras nicaragüenses, con las tropas de Jonás Sabimbi en África y me parece que si Pakistán, Holanda o Australia hubieran entrenado soldados para ir a Cuba para allá me hubiera ido.

Durante muchos años me acostaba pensando las formas de llegar a Güines después que la invasión hubiera triunfado.

Sufría imaginando que el Ejército Libertador me mantendría acuartelado en La Habana o en Santiago de Cuba, tener que robarme un Jeep y manejarlo por la carretera central hasta llegar a mi pueblo, dirigirme al Residencial Mayabeque, tocar a la puerta de mi casa, abrazar a mi hermano, ver las lágrimas de alegría de mi madre y la suprema cara de orgullo de mi padre.

Ya estoy viejo, ya no existen mis padres, pero todavía mantengo intactos mi rencor, mi entusiasmo, mis ímpetus, y mis deseos de participar en algo serio y con posibilidades de triunfo.

Sin embargo, si la cosa se sigue demorando, si llegara a ser un ancianito de 90 años, entonces agradecería que los libertadores me ayudaran a subir al barco, me bajaran en el malecón con un andador, con una ametralladora Thomson y con un sillón reclinable, me acuesten en el y comenzaría a disparar a cuantos castristas me pasen por el lado.

Y si llegara a los 100 años de vida entonces que los libertadores me usen como escudo. A esa edad me gustaría recibir mil tiros que salven a mil jóvenes patriotas cubanos.

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