Después de la celebración del 10 de Octubre, Grito de Yara, desearía recordar el suceso del 13 de Octubre del 1868.

Las familias “criollas”, la mayoría parte de una sociedad pudiente e importante en la provincia de Oriente, se estuvieron reuniendo para discutir el futuro de Cuba y comenzar la gesta independentista. Una de estas familias, terratenientes y ganaderos, fue la de apellido Milanés.

Mi bisabuelo José Antonio Milanés de Céspedes, era el mayor de los hermanos hijos de José A. Milanés y Ramírez de Arrellano y Úrsula Teresa de Céspedes, prima lejana pero muy querida de Carlos Manuel.

Después de amplias discusiones la pasión y palabra de Carlos Manuel de Céspedes convenció a los presentes reunidos en la finca de José A. Milanés, de que era el momento de actuar.

Ese día en su finca “el Potrero” se encontraban con sus hermanos Luis Felipe, Rafael, Jorge Carlos Milanés de Céspedes, Carlos Manuel de Céspedes, Donato Mármol, casado con una hija de José Antonio, Guadalupe Milanés y Bazán “Tía Pupa”, Francisco Vicente Aguilera, gran amigo de Donato, Francisco “Pancho” Maceo, Manuel de Jesús Calvar, Salvador Cisneros, Carlos Loret de Mola, Julio Grave de Peralta, y Jaime Santisteban, entre otros patriotas.

Se decidió una fecha que Carlos Manuel de Céspedes decidió adelantar por temor de que los españoles habían sido avisados del levantamiento.

 La finca El Potrero fue a su vez lugar de dos sucesos que fueron en retrospectiva trascendentales en nuestra historia.

Un día se presentó un joven pidiendo incorporarse a los planes que se gestaban. Este joven que se convirtió por su valentía, liderazgo e inteligencia rápidamente en General, se llamaba Calixto García.

También, portando una recomendación de Carlos Manuel de Céspedes que lo recomendaba como Coronel, llego un dominicano que fue rechazado por Donato, nombrado jefe militar de la región, con las palabras “de mandones sobramos”, y que fue refutado por su suegro José Antonio Milanés con “mandones, pero de pelea no sabemos jota y el sí”, llamado Máximo Gómez.

Al enterarse los allí reunidos del adelanto del movimiento, se producen altercados entre los que consideraban la acción de Céspedes inapropiada, pero triunfo el espíritu patriótico y las ansias de libertad y el 13 de Octubre con unos pocos rifles se unieron a la pelea, tomando Jiguaní, haciendo prisionero al Teniente Gobernador Francisco Muguruza Lersundí, reforzándose con hombres y armas para unirse con la tropas de Carlos M. de Céspedes, finalmente logrando conquistar Bayamo.

En ese inicio bélico Máximo Gómez realizo la primera “carga al machete”, que desbandó a unas fuerzas españolas superiores en número y armamentos.

El 10 de Octubre se inició esta página de nuestra historia, pero el 13 se incorporaron a la lucha figuras como Máximo Gómez, Calixto García, Aguilera, Mármol y Maceo.