Su gran amigo Eduardo González Rubio: “Felo Ramírez fue el más grande locutor de todos los tiempos apostillado por el mundo latino”

Written by Germán Acero

5 de marzo de 2024



Conocidos y colegas del querido locutor deportivo cubano Felo Ramírez, admitieron que éste “fue toda una gloria” de la narración del béisbol en los Estados Unidos.

“Felo fue el más grande locutor de todos los tiempos que ha dado el mundo latino”, dijo con gran orgullo el también locutor de Miami (ya retirado), Eduardo González Rubio, cuya voz retumbó en Radio Mambí durante muchos años.

Por su parte, Santiago Rodríguez, dijo que Felo después del accidente que sufrió en Filadelfia, “ya sintiéndose un poco mejor me decía que le buscara su camisa y su pantalón porque se iba a trabajar”.

Para su entrañable amigo Eduardo González Rubio, reconocido locutor también de origen cubano, Felo era como un padre. “Cada vez que miro el cielo y veo que una estrella se mueve, yo sé que ese es Felo, que está allá arriba más cerca de Dios”.

Entretanto, Ninoska Pérez Castellón, otra destacada locutora de la radio miamense, dijo que siempre recordará a Felo como un hombre que jamás perdía el juicio y que, además, todo el tiempo tenía una sonrisa.

“Una vez en Radio Mambí alguien puso la cara de Felo sobre la foto de un general, y fueron a hacerme una entrevista. Ahí estaba la foto de Felo al lado mío, eso lo vieron por todas partes y aquello a él nunca se le olvidaba. Yo desde entonces le decía ‘El general’”, agregó.

Rafael, mejor conocido como “Felo” y también como “El Orgullo de Bayamo”, fue un hombre que siempre se hizo querer por la gente, sobre todo, cuando iba de vez en cuando a la cafetería del restaurante Versailles y todos sus fans le pedían un autógrafo tras darle un apretón de manos.

El 21 de agosto de 2017, uno de los mejores narradores latinos, Felo Ramírez, murió a sus 94 años de edad, muerte que hasta hoy todos los aficionados del béisbol lamentan. 

Su experiencia acaparó más de 40 Series del Caribe y fue narrador en muchos países, incluyendo su amada Cuba, Venezuela, Puerto Rico y México. 

Desde 1993 Felo fue el narrador de la radio en español de los Marlins de Florida (actualmente Marlins de Miami), lo que lo hace parte importante de la historia de dicha franquicia. Eso sin olvidar que Ramírez tuvo el honor de narrar el hit 3,000 de Roberto Clemente y el jonrón 715 de Hank Aaron.

El 5 de agosto de 2001, Felo Ramírez se convirtió en el locutor número 24 y el tercer hispano honrado en la exhibición de “Scribes and Mikemen” del Salón de la Fama, que reconoce anualmente a famosos periodistas deportivos y locutores del pasado y del presente. 

El primer locutor hispano del HOF había sido el ídolo de Felo, Buck Canel (1985). El segundo fue Jaime Jarrín, la voz en español de los Dodgers de Los Ángeles (1998). Ramírez se excusó ante su audiencia de manera autocrítica al decir que su inglés era el equivalente vacilante del de Tarzán, y le pidió a Jarrín que tradujera su discurso de aceptación al inglés desde el podio de Cooperstown. 

“Felo siempre tuvo ese carisma especial”, ofreció en aquel entonces Jarrín. “abrió la puerta a nuevos fans en América Latina”.

En uno de sus discursos Felo reveló, entre otras cosas, que “transmitir partidos de béisbol era un sueño de la infancia y siguió siendo, más de seis décadas después, el motor de mi vida”. Siempre se alegró de que su esposa Fela (en la audiencia) pudiera participar en “el día más feliz de mi carrera de narración”. Ramírez, de 78 años, se emocionó más cuando lamentó no poder compartir su honor con sus familiares más cercanos, incluidas sus hermanas, en su “amado país Cuba”, y cuando expresó su deseo, a pesar del poco tiempo que especuló que le quedaba, para transmitir béisbol en una Cuba libre.

A pesar de haber tenido cuatro cirugías de derivación cardíaca cuando cumplió 80 años en 2003, Felo Ramírez no mostró signos de desaceleración. Se podría decir que experimentó una temporada rejuvenecedora ese año cuando describió la acción de la segunda postemporada improbable de los Marlins.

Ramírez comenzó su septuagésimo año de transmisión en 2014, y el tercero en el nuevo estadio de béisbol con techo retráctil de última generación de los Miami Marlins. A los 91, siguió viajando con el equipo. 

Tres temporadas más tarde, el aparentemente eterno Ramírez aún no mostraba indicios de holgazanear. Pero, el 26 de abril de 2017, mientras acompañaba al club en un viaje por carretera al noreste, el veterano locutor resbaló o tropezó al bajarse del autobús del equipo, cayó y se golpeó la cabeza.

La leyenda de la transmisión nunca se recuperó por completo y, el 21 de agosto, sucumbió a las complicaciones de su lesión. Tenía 94 años. Su obituario se publicó en todos los principales periódicos y medios de Internet del país, sobre todo, de Miami que era su cuna preferida para vivir.

Poco antes de su fallecimiento, el condado de Miami-Dade aprobó una resolución nombrando un campo de béisbol en uno de sus parques públicos más grandes en honor a Felo. El campo #3 en Tropical Park fue nombrado oficialmente Campo Rafael “Felo” Ramírez, a cuya ceremonia de inauguración, asistieron Felo y la mascota “Billy the Marlin”, entre otros. 

Antes de la apertura de Marlins Park, una de las cuatro calles que rodean el estadio de béisbol de última generación había sido rebautizada como Felo Ramírez Drive (anteriormente NW 6th Street).

Tras la muerte de Ramírez, los Marlins honraron su memoria afuera del Parque Marlins. El reconocimiento de Felo se convirtió en parte de un doble homenaje, incluido el fallecido lanzador José Fernández, quien murió en un accidente de navegación en septiembre de 2016.

“Los Marlins han sido afortunados de haber tenido algunas personas verdaderamente talentosas dentro de nuestra organización a lo largo de los años”, dijo el director ejecutivo de los Marlins Derek Jeter. “José, en el campo, y Felo, en la cabina, cada uno dejó un legado duradero en La Pequeña Habana y en todo el béisbol.

“Cuando los Marlins ganaron en el Yankee Stadium”, dijo el último socio de transmisión de Ramírez, Luis “Yiky” Quintana, “Felo describió el emotivo último out y en medio de todo eso nos vimos y nos abrazamos y disfrutamos el momento. Ese siempre fue y será mi momento favorito con Felo”.

Tony Pérez, miembro del Salón de la Fama y ex asistente de relaciones comunitarias de los Marlins, declaró lo siguiente in memoriam: “Era ese tipo de persona que amaba a la gente y quería estar cerca de la gente. Quería que la gente lo escuchara. No hablaba bien el inglés, pero para las personas que hablan español, es un héroe”.

Como se recordará Felo nació el 22 de junio de 1923, en Bayamo, antigua provincia de Oriente, actual Granma, en la región oriental de Cuba, donde inició las labores de la narración deportiva y luego se trasladó a La Habana, participando en la Liga Profesional Cubana. 

Posteriormente marchó a Puerto Rico, laborando en el béisbol profesional del Caribe (Puerto Rico, Dominicana, Venezuela). En 1992 se radicó en Estados Unidos (Miami), laborando ininterrumpidamente durante 19 temporadas como narrador oficial de los Marlins de la Florida.

Está considerado, junto al argentino Buck Canel, como los mejores narradores de béisbol de habla hispana, motivo por el cual recibió varios premios y condecoraciones. Fue bautizado por el venezolano Leo Nazar, como Lo mejor del Caribe.

Felo narró docenas de Series Mundiales de las Grandes Ligas, Juegos de All Stars por toda América Latina. Además, transmitió eventos significativos para el béisbol. También narró varias peleas por Campeonatos Mundiales de Boxeo, entre los que se encuentran las de: Sugar Ray Robinson, Rocky Marciano, Mahamad Alí y Kid Gavilán.

En 1985 fue ganador del premio Ford C. Frick, el micrófono de la Cabalgata Deportiva Gillette, un programa que se difundió por la red más grande de estaciones latinoamericanas en existencia. En 2001 ganó el premio Ford C. Frick, el más alto galardón concedido a los narradores de béisbol por el Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown.

Algunas de las frases que pronunció durante las narraciones fue; cuando viene una recta dura, dice: “es de humo” y cuando conectan un buen batazo hacia los jardines: “ ahí va un palo por todo el jardín”, “la bola se va elevando yyyyy…se llevó las cercas”.

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