Se llevó el galardón a la mejor artista. Cubana de 95 años dedicó su premio en los Grammy Latinos  “A mi patria  querida Cuba, que nunca la podré olvidar»

Written by Germán Acero

29 de noviembre de 2022

Lo que fue inicialmente una carrera frustrada como cantante debido a la negativa de su familia en su Cuba natal, se ha convertido en una aventura maravillosa e inesperada al cumplir los 95, subiendo a la tarima de los famosos premios Grammy Latino, donde recibió el galardón a la mejor artista.

Y es que, esa noche, Ángela Álvarez, quien lanzó su primer álbum el año pasado, recibió el primer Latin Grammy de su tardía pero notable carrera musical al ser parte de un empate con la joven mexicana Silvana Estrada, de solo 25 años, en la categoría de Mejor Nuevo Artista, lo que suena extraño en su caso, pero es totalmente cierto.

Todos los asistentes  al acto, en la ciudad de Las Vegas, estuvieron de acuerdo en opinar que la cubana Angela Álvarez desafió las reglas del tiempo al recibir el Latin Grammy a los 95 años en medio de estruendosos aplausos y vivas.

“Lo que yo podría decir sobre esta experiencia es inexplicable, porque lo que siento es algo tan maravilloso y lindo que no tengo palabras para expresarlo”, dijo la artista en la sala de prensa del evento. “Estoy muy orgullosa de lo que me ha ocurrido en la vida”.

Al ser preguntada por la posibilidad de un segundo disco, Álvarez señaló que se trata de una circunstancia que no está decidida. “No voy a decir que sí o que no; solo el tiempo y Dios son los que ayudarán a tomar esa decisión”, afirmó. 

“Pero me encanta la idea, porque, como siempre lo he dicho, la música es el lenguaje del alma. Oyes una música linda cuando estás triste, y de inmediato te sientes contenta”, reiteró la longeva tras empezar a cantar la pieza, titulada “Pedacito de cielo”, haciendo gala de una voz cargada de un poderío absolutamente inusual para personas de su edad.

Lo que escuchamos fue tan sorprendente que nos llevó a levantar la mano para saber cuál era su secreto. “No tengo una respuesta certera sobre eso, porque pienso que quien me mantiene la voz es Dios”, sostuvo al agregar que “al nacer, uno ya sabe lo que le gusta, y él sabía que me iba a gustar la música. Nunca he recibido lecciones de canto; canto lo que siento”.

“Ángela eres inspiración para la nueva generación”, gritó un aficionado, que no pudo acercarse a saludarle, pero les envió a gritos muchos éxitos y suertes en el futuro, en medio del fragor de los Premios Latin Grammy en las Vegas.

 “¡Tremendo orgullo cubano, Ángela Álvarez!  a sus 95 años ganó un Grammy como nueva artista!. Nunca es tarde para seguir el camino y llegar cuando sea, muchos se cansan en el camino y se rinden”, opinó un compositor latino de música que estaba en los asientos de invitados.

¡¡Enhorabuena!! ¡Qué bella Ángela!!  Muchas felicidades, hermosa Nana, ¡por la merecida premiación del Latin Grammy como “Mejor Nueva Artista”  a sus 95 años! ¡¡Qué orgullo y alegría!! 

Felicidades extensivas a su nieto Carlos José, quien la acompañó a recibir el premio y es su productor/arreglista”, reiteraron otros aficionados invitados y periodistas como Pamela Silva.

 Con 95 años de edad, la cubana Ángela Álvarez se convirtió en la artista más vieja en ganar un Grammy por Mejor Artista Nuevo. “Y lo irónico es que, en Cuba, su padre, le prohibió ser cantante, y en EE.UU. solo exhibía su música en reuniones familiares”, comentó otro invitado.

Creció en Cuba, de donde salió al poco tiempo de la revolución comunista. Desde niña quiso ser cantante, pero en Estados Unidos, sin saber inglés, tuvo que dedicarse a recoger tomates durante el día o, por la tarde, a limpiar las oficinas de un banco, en la ciudad de Pueblo (Colorado), para sobrevivir.

Compuso su primera canción a los 14 años allá en su casa natal. Era la década de los treinta del pasado siglo. Aprendió música, se desempeñaba con el piano y la guitarra. Le encantaba cantar. Era su anhelo.

Le dijo a su padre, al acabar el bachillerato, que quería dedicarse a la música. No pudo ser.

Su padre, hombre muy tradicional, le respondió que ni hablar, que esa no era una vida apropiada para una mujer. “Cantas para la familia, no para el mundo”, ordenó. Y ella obedeció: “Le quería mucho”.

Hace ocho años, sin embargo, su nieto decidió grabar de forma casera sus canciones, solo para guardar la memoria. Le sorprendió lo bien que sonaba su “voz angelical”.

En ese proceso, descubrió la frustrada vocación de su abuela y que sus canciones eran como un diario de su vida. Así que la llevó a Los Ángeles, donde él reside, y la puso en un estudio de los de verdad, profesional.

El fruto lo dejó archivado, hasta que los amigos le animaron a sacarlo a la luz.

“Si mi padre estuviera, se sentiría orgulloso”, aseguró Álvarez. Y quizás le habría perdonado su desobediencia.

¿La razón por la que su nominación dio tanto de qué hablar? A sus 95 años se presentó a la premiación no para recibir un homenaje o celebrar su extensa carrera, sino que compitió en la terna a Mejor Nuevo Artista.

Lo que quizá sorprendió aún más fue lo que sucedió la noche del 17 de noviembre. Lo sorprendente no fue solo que la cubana se llevó su primer gramófono en su novena década de vida, sino que lo logró a través de un empate.

Porque cuando los presentadores leyeron el sobre de la categoría Mejor Nuevo Artista, se encontraron con dos nombres: el de Silvana Estrada y el de Ángela Álvarez. La primera de ellas, de 25 años y la segunda, de 95. Entre ambas cantantes hay 70 años de diferencia.

“Me gustaría agradecer a la Academia y a todos aquellos que me han ayudado a llegar a este momento, muy especialmente a los músicos (…) y muy especialmente a mi hija Marucha, que yo sé que ella está disfrutando este momento y se siente muy orgullosa de su madre”, fueron las palabras de Ángela al recibir su galardón.

La cantante es originaria de Cuba. Ahí creció y descubrió su amor por la música, sin embargo, fue su propio padre quien le pidió no seguir este camino. “Cuando me gradué de ‘high school’, él me dijo ‘bueno, mija, ahora es el momento de decidir qué vas a estudiar.

“Yo entonces le dije entonces …  ‘mi sueño es ser artista y cantar’, (respondió) ‘ay, mija, tú puedes seguir cantando en la familia, pero a mí no me gustaría que estuvieras en ese asunto”, relató a los periodistas que estaban cubriendo los Latin Grammy.

Por el gran cariño y respeto que le tenía a su padre, Ángela Álvarez siguió su consejo. No obstante, siempre mantuvo dentro su gran gusto por el canto y composición. Contó que a lo largo de su vida escribió más 40 canciones inspiradas en “lo que veía” o lo que “le pedían”.

Pero el no poder dedicarse a su pasión no fue el único obstáculo al que se tuvo que sobreponer. En 1962 se tuvo que despedir temporalmente de sus hijos. La familia entera aplicó para el programa Peter Pan (que les permitía a los cubanos dejar la isla y buscar una nueva vida en Estados Unidos) sin embargo, a ella le negaron la oportunidad de viajar con los niños.

Así, no tuvo más remedio que mandar a sus hijos a un país desconocido. Tres meses después, ella pudo migrar a Estados Unidos, pero tuvieron que pasar años hasta que pudiera vivir de nuevo con sus hijos, porque la operación ponía como condición que tuviera un trabajo estable y un techo para reunirlos.

Esta hermosura de mujer ahora se llama Ángela Álvarez y tiene 95 años. Es una cubana residente de los EE.UU. y ha sido inspiración para el mundo entero. Guardó en su corazón, por muchos años, el deseo de grabar un disco y no fue hasta ahora que, con la ayuda de su nieto, puedo lograrlo.

 Su historia ha sido tan impactante que los premios “Latin Grammys” la premiaron como “Mejor Nuevo Artista”. ¿Será que existe una edad para ver convertido en realidad los anhelos del corazón? ¡¡¡No te rindas!!! ¡¡¡Aún estás a tiempo!!!

Angela remató que años después de restablecerse con su familia en Estados Unidos, su nieto decidió grabar sus canciones y produjo el primer trabajo musical que fue reconocido por la Academia Latina de la Grabación.  Relató que luego de recibir el premio, ya estaba «muy orgullosa» de su logro, pero aclaró que nunca recibió clases para entrenar su voz. «Canto lo que me sale del corazón». Y enseguida, a capella, cantó unas estrofas de una composición propia dedicada a Cuba, su tierra natal.

Apasionada por los boleros, Álvarez dijo que una de sus principales influencias es el mexicano Agustín Lara. «Tengo muchos de sus discos, él le cantaba al amor».

 Con un discurso escrito en una pequeña hoja de papel, Álvarez dedicó el gramófono a su familia y al actor Andy García, productor de «Miss Angela», un documental lanzado el año pasado sobre su vida.

Álvarez reservó una línea aparte a su nieto, quien no paraba de sonreír a su lado: «Él fue quien me ayudó a que yo llegara aquí», y a su país. «A mi patria querida Cuba, que nunca la podré olvidar».

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