SALVADOR FERNÁNDEZ BERTRÁN. COMISIONADO VIAJERO DE LA OFICINA INTERNACIONAL ANÁLISIS DEL MÉTODO SCOUT ESCRITO EN 1953

Written by Libre Online

20 de julio de 2022

Acabo de realizar un largo viaje por países de la América Central y del Sur y por las Antillas. En todas esas naciones he encontrado un ferviente deseo de incrementar tanto la calidad del Escultismo como el número de scouts. Pero en algunas de ellas he visto que a muchos de los puntos fundamentales del programa scout no se les ha dado la importancia que realmente tienen. Por ello, sin ningún propósito de crítica sino de desinteresada ayuda, traigo a colación este análisis del método scout.

Muy connotados escritores scouts han abordado en múltiples ocasiones y en diferentes idiomas este sugestivo tema. Nuestro Fundador lo desarrolla íntegramente a través de las páginas de Escultismo para Muchachos. Por lo tanto, no intento redactar algo nuevo sino por el contrario repetir un asunto muy tratado desde tiempo atrás, ya que como decía el sabio estadista y primer ministro inglés Disraeli: “En la persistencia del propósito está el secreto del éxito”. Y para lograr ese éxito, de que los postulados escultistas se comprendan y se vivan, es que escribo estas líneas:

De acuerdo con las resoluciones de la Conferencia de Bogotá son cinco los puntos que se consideran esenciales para la práctica del Escultismo de Baden- Powell:

1.- PROMESA Y LEY tomadas de las originales de Baden-Powell: Hay dos aspectos dignos de tomarse en cuenta: lo que al Scout le gusta hacer dentro del Movimiento y las cualidades o virtudes que el jefe pretende obtener o desarrollar en el Scout. Son dos puntos de vista que generalmente se confunden.

El Scout entra a una Tropa por las excursiones, por los campamentos, por los juegos, etc. y el jefe precisamente puede valerse de esas actividades para hacerle cumplir insensible, pero progresivamente, la Promesa y la Ley Scout. Para enseñar a comprender el significado de estas piedras angulares del Escultismo a los muchachos vienen a tener un papel importantísimo los Capellanes de las diferentes denominaciones religiosas. Nadie mejor que un Capellán puede infundir al muchacho el cumplimiento de sus obligaciones para con Dios, contenidas en la primera parte de la Promesa.

El Método Scout no se estaría aplicando si no se estimula el cumplimiento de la Promesa y Ley de un modo individual, de ahí la necesidad de que las Tropas estén integradas por un número de muchachos compatible con esa labor personal por medio de la cual el Capellán y el Jefe deben conocer el ambiente en que se desarrolla cada Scout: hogar, colegio, comunidad, etc. Todo el resto del trabajo escultista sería inútil si no se logran obtener resultados positivos y tangibles en la práctica diaria de la Promesa y la Ley por parte de los Scouters y de los Scouts.

Sistema de Patrullas

A pesar de que varias organizaciones escolares y militares han adoptado el Sistema de Patrullas por su enorme utilidad, aún quedan Jefes de Tropas, que son contrarios a él basados en varias razones del todo anti escultistas como son: tengo miedo de dar responsabilidad a mis guías de patrulla; y prefiero hacer las cosas por mí mismo porque salen más rápidas y mejores, etc., y con ello hacen desaparecer una de las modalidades más importantes y típicas del Movimiento como la formación del carácter y el de ser escuela de responsabilidad. Las mejores tropas que he visitado y las que han obtenido mejores resultados y han logrado una mayor permanencia del muchacho dentro del Escultismo, han sido aquellas, donde el Sistema de Patrullas preside todas sus actividades. Es muy importante recordar las palabras del Capitán Roland Phillips, quien por encargo del propio Baden- Powell redactó las bases originales del trabajo por patrullas: El Sistema de Patrullas no es un método para practicar el Escultismo.

Es el único medio posible. También se debe insistir sobre el error bastante extendido de creer que para aplicar el Sistema de Patrullas basta con dividir la Tropa en Patrullas. Eso es completamente artificial. Precisamente es la federación de patrullas lo que constituye la Tropa.

Es bastante común ver comenzar una Tropa de Colegio con 32 muchachos que son divididos en forma matemática en cuatro patrullas y no se puede cometer delito mayor contra el Escultismo que por este medio. Hay que comenzar con una patrulla, agregar luego otra y así hasta tener tres o cuatro patrullas en donde ya la Tropa comienza a tener personalidad con el trabajo coordinado de las diferentes patrullas dirigidas a un mismo fin. No hay alegría más grande para mí que ver un local de Tropa con sus rincones de patrullas y en ellas todo ese acervo de curiosidades, trabajos manuales, objetos recolectados y tantas otras cosas que la sagacidad de los patrulleros dirigidos por un hábil Guía, debidamente adiestrado, logra acumular, acrecentando de ese modo el espíritu y las tradiciones de la Patrulla.

Para que el Sistema de Patrullas llegue a funcionar eficientemente es necesario que sea precisamente el Guía el que instruya a sus patrulleros en las pruebas de clase y en los demás conocimientos técnicos del Escultismo, para lo cual el Jefe y los Instructores de la Tropa deben reunirse periódicamente con los Guías a fin de adiestrarlos en lo que ellos, luego, van a transmitir a sus respectivos patrulleros. Los asuntos sobre campamentos, actividades, programas, competencias; y aún los de méritos y deméritos deben ser dejados para que los Guías de Patrulla en reunión de Corte de Honor (o Consejo de Tropa) con la ayuda e inspiración de los jefes, los decidan.

Sistema de Grupos, con Organización de Manada, Tropa y Clan y con número de muchachos limitado Lord Baden-Powell a fin de cumplimentar las diferentes necesidades y aspiraciones de los muchachos en sus distintas etapas del desarrollo, nos dejó las orientaciones necesarias para la organización de las ramas de Lobatos, Boy Scouts y Rover Scouts, dentro de un conjunto armónico y bajo la dirección de un jefe que más bien es un coordinador de actividades. Los Lobatos que por lo general son muchachos que fluctúan entre los 7 y los 11 años se organizan en Seisenas (grupos de seis) dentro de la Manada, que en la mayoría de los países no pasa de 4 seisenas.

Su Promesa y su Ley son de una naturaleza muy simple y su programa pletórico de alegría, es desenvuelto en su mayor parte por medio de juegos. Se pretende desarrollar en ellos una buena conducta y presentación personal. Los Boy Scouts con su organización en Patrullas constituyen el eje central y básico de todo el Movimiento.

 Generalmente son muchachos entre los 11 y los 16 años. De tres a cinco patrullas integran la Tropa. Se pretende desarrollar el carácter. Por último, los Rover Scouts, muchachos mayores que desean adiestrarse en ciudadanía como el más elevado ideal del Escultismo, se reúnen en Equipos y Clanes para sus círculos de estudio y actividades al aire libre. El Sistema de Grupos consiste en reunir una Manada de Lobatos, una Tropa de Boy Scouts y un Clan de Rovers, en una agrupación dirigida por un jefe y patrocinada o respaldada por una Iglesia, Colegio, Club Cívico o grupo de ciudadanos o de padres de familia. Esta constitución de Grupo no significa que las actividades de los Lobatos, Scouts y Rovers se efectúen conjuntamente. Por el contrario, el adiestramiento es separado y sólo en las grandes solemnidades del Grupo o de la Asociación, se reúnen las tres ramas.

Los jefes de esas tres secciones, con sus ayudantes y bajo la dirección del jefe de Grupo deben reunirse normalmente en Consejo a fin de discutir y coordinar las actividades y asegurar el pase de los lobatos a la Tropa y de los Scouts al Clan de Rovers.

Se dice que para que el Escultismo deje huellas indelebles en el carácter de un muchacho es indispensable que al menos haya sido Scout (Lobato, Scout o Rover) por un período de tres años. Esta organización de Grupos es esencial para lograr este objetivo tan importante.

El progreso de los Scouts por el Programa de Adelanto por Medio de Clases y Especialidades

Todos sabemos que la organización escolar en la mayoría de nuestros países no satisface plenamente las aspiraciones del muchacho y las necesidades del mundo del presente que ha llegado a tener una practicidad extraordinaria en todas sus manifestaciones.

Las pruebas de clases, especialmente la Segunda y Primera Clase, además de poner al muchacho en contacto con la naturaleza, le enseña multitud de cosas que pondrá en práctica constantemente, como los nudos, la natación, los primeros auxilios, la transmisión de señales, las reglas de seguridad, la cartografía, la historia natural, etc., etc.

Se puede saber fácilmente si el Programa de Adelanto se está llevando a cabo o no. Por ejemplo, una tropa normal debe tener un 25% de sus miembros de Primera Clase y pasando especialidades e insignias superiores. Es muy importante el llevar a cabo estas pruebas por medio de competencias y juegos. Es un error el creer que estos requisitos de clases deben pasarse como si fueran exámenes de colegio: el Escultismo desarrolla todas sus actividades de acuerdo con sus métodos propios.

Los Scouts, después de terminar su Segunda Clase, están en condiciones de comenzar a pasar especialidades. Estas tienen por objeto despertar el interés del muchacho por algún ramo artístico, profesional o de artesanía que pueda ayudarle luego a decidir su vocación y futura actividad en la vida adulta. Las especialidades no son para adornar el uniforme acumulándolas en el brazo derecho o por medio de bandas pectorales. Se pretende que todo Scout que pase una insignia o mérito de especialidad, no sólo conozca dicha materia en el momento de pasar la prueba sino en toda oportunidad para su propio provecho y beneficio de los que puedan requerir sus servicios.

Programa de Excursionismo y Campismo

Las actividades y las pruebas técnicas del Escultismo fueron ideados y planeados por Baden-Powell para realizarlas y practicarlas al aire libre. De ahí que, en los primeros tiempos

 del Movimiento Scout, las tropas se reunieran todos los sábados o domingos durante todo el día para salir al campo y jugar juegos amplios y llevar a cabo el programa práctico del Escultismo. Algunas tropas comenzaron a celebrar pequeñas reuniones los días entre semana para preparar las actividades al aire libre del sábado o domingo.

A fin de subvenir a las necesidades de las grandes ciudades y a la dificultad de transportarse al campo, estas reuniones preparatorias continuaron, pero con carácter sustitutivo de las del aire libre que se comenzaron a celebrar una sola vez por mes, en detrimento de las primeras normas al respecto. Pero si un Jefe de Tropa desea lealmente practicar verdadero Escultismo precisa de organizar un campamento de fin de semana o al menos una excursión, aunque sea una vez por mes, estimulando al mismo tiempo a las patrullas para que independientemente hagan también una salida al campo mensualmente.

Volviendo al Escultismo de Baden-Powell, las reuniones en el local deben quedar como preparatorias de las excursiones y campamentos. Multitud de actividades como la instrucción de lo que se hace en el campo pueden incluirse en los programas de las juntas semanales de la Tropa: nudos, reglas de seguridad del hacha y el cuchillo, señalación, etc., etc.

Cierto tiempo debe ser dedicado también a la reparación, cuidado y mejora de las tiendas, equipos de cocina, cuerdas y demás materiales de campamento. Si todos nosotros revisáramos con cierta frecuencia todos estos puntos e hiciéramos un esfuerzo sincero para alcanzar los objetivos señalados, nuestras organizaciones scouts en la América Latina podrían competir y aún aventajar fácilmente a las de otras partes del Mundo.

Ojalá estas líneas escritas al terminar un viaje de orientación por muchos de nuestros países Indo-latinos, puedan servir de recordatorio eficaz sobre cuáles son las bases fundamentales del Método Scout.

Temas similares…

0 comentarios

Enviar un comentario