“No vamos a permitir que destruyan a los Estados Unidos”, dijo en tono seguro el reelegido senador republicano Marco Rubio durante su noche de victoria que contó con la presencia de cientos de sus seguidores políticos en un hotel de Miami.

Rubio se refirió a todas aquellas fuerzas y movimientos que se están formando en los Estados Unidos con ideologías de izquierda y que, a la larga, son una verdadera amenaza para la democracia y la libertad norteamericana.

Pero también abogó porque el país esté más unido que nunca ante otras amenazas como las de China e Irán que están cogiendo fuerza en América al expandir sus relaciones con países como Venezuela y Nicaragua.

Enfatizó que, en los años venideros, cuando el partido republicano haya tomado más poder en las cámaras legislativas y el senado, se pondrá en pie una política de nacionalismo supremo que garantice la seguridad de esta gran nación y se rescaten los valores del pueblo norteamericano.