El opositor Antonio Rodiles admitió que la situación en Cuba sigue siendo como un “callejón sin salida” donde el gobierno comunista persiste en mantenerse en el poder con el apoyo internacional aplastando al pueblo.
“Estamos viendo como el gobierno comunista le ha vuelto los ojos otra vez a Rusia para que lo ayude a superar la grave crisis económica por la que atraviesa la isla en los últimos años”, afirmó.
“Pero también esta dictadura ha sido inteligente en recibir también la ayuda de países como Irán y China para superar esa honda crisis que mantiene en vilo al pueblo cubano que se ha botado a las calles para protestar”, afirmó.
“El escenario en Cuba es el peor”, advirtió el activista Antonio Rodiles sobre nuevas protestas en contra del régimen, que no ha podido controlar las protestas que día a día crecen en las provincias de la isla.
Rodiles señaló también que los apagones, que generan pérdida de alimentos, calor y otras molestias, se han sumado al hastío de millones de cubanos por la situación de carencias que se vive en la isla”.
Hizo referencia al corte de servicios de internet y al despliegue de militares para intentar detener a los manifestantes que “se han levantado contra el régimen y muchos han decidido irse del país porque no hay esperanzas”, sostuvo.
“Todo el mundo tiene un límite: la crisis económica impulsa las protestas en Cuba. Cada día la situación en Cuba es desestabilizante. Ni con dinero la gente consigue alimentación. Hay total escasez de comidas”, apuntó.
La familia de Rodiles por la parte materna, sufrió el despojo de sus propiedades y un primo de su madre fue fusilado. Su padre pronto se daría cuenta del fiasco que representaba el sistema impuesto en 1959 y pasaría a la vida civil.
Para Rodiles esos factores fueron determinantes en la visión que tuviera desde niño sobre la realidad cubana. “Yo jamás pensé que este proceso que llaman “Revolución” era un proceso justo, ni nada por el estilo”.
“Siempre lo vi con el prisma de todas las violaciones y los abusos que habían ocurrido. Y después, como activista, te diré que las experiencias han sido varias: golpizas severas, muchísimos encarcelamientos temporales, arrestos bastante violentos, hostigamiento y vigilancia”, dijo con abierto tono.
“El principal desafío es poder llegar a la gente, interactuar con el pueblo cubano, poder llevarles nuestro mensaje, cuál es nuestra visión para un proceso de transición, de reconstrucción, qué puede esperar el cubano si se realiza un proceso que encamine a Cuba a recuperar las libertades y derechos fundamentales”, opinó.
“El régimen sabe que no puede ocultar más a la oposición. Es imposible y ha optado por las mismas estrategias que se usan en Venezuela: trabajan en desacreditarnos, en mostrarnos como una oposición incapaz, marginal, en algunos casos con carácter delictivo…, están enfocados en eso”, aseguró.
“El reto de nosotros es llegarle a la gente, movilizar a la gente y articularnos mucho más, incluso hasta en el tema profesional; o sea, poder dar un discurso más elaborado, más concreto en nuestra visión política, económica y social de Cuba”, admitió.
“Y, por otra parte, también hacerle entender a quienes están fuera de la Isla que el campo de batalla es aquí dentro; si bien todo el panorama exterior, el trabajo diplomático, de buscar apoyos, es fundamental, el campo de batalla está hoy aquí, al interior de la Isla”, afirmó.
En tono franco admitió también que “Si hay muchos detractores pues también te puedo decir que hay muchos amigos. Si uno quiere hacer política con seriedad y profesionalismo, tiene que incursionar con sinceridad y con su verdad, o sea, con su visión y mostrarla”.
“Por lo tanto, a mí no me preocupa que existan personas que se lancen al ataque, que lamentablemente, lejos de entrar en la discusión o en el debate en el plano político, vengan a atacar en el plano personal”, añadió.
“Lo veo lamentable pero no va a detenerme; uno tiene que estar claro quién es el enemigo: un sistema que es una mole aplastando al ciudadano. No es una confrontación entre dos Estados, entre dos poderes que están en igualdad de condiciones, sino una confrontación entre un poder inmenso contra el individuo”, señaló.
“Y de lo que uno dispone para enfrentarse, los elementos que te dan fuerza son: tu verdad, tu transparencia, tu honestidad. Lo único que puedo decir es que la situación en Cuba es como un callejón sin salida”, precisó.
“A lo largo de la historia, quienes se han enfrentado a poderes mucho mayores han tenido que asumir ese posicionamiento ético para poder confrontarlo, para no tenerle miedo y para poder llegar hasta las últimas consecuencias”: dijo sin tapujos.
“Yo voy a una cárcel, si yo voy a una situación de confrontación con el régimen y sé que no estoy siendo del todo transparente, que en parte he mentido, no voy a tener la misma fuerza que si yo sé que estoy parado en la verdad, en el sufrimiento del pueblo, en todos los abusos que ellos han cometido”, aclaró.
“Entonces, en ese sentido, si bien uno tiene que apelar a la ayuda internacional, al apoyo, sabe que la principal fuerza que nosotros tenemos para resistir es nuestra verdad. Por eso hay que tener esperanzas en la solidaridad internacional”, dijo.
“Esa arma es extremadamente difícil de manejar para el régimen. Si nosotros en algún momento no nos apegamos completamente a la verdad, si creamos falsas expectativas, si lanzamos mensajes que no están completamente claros, que no son coherentes, estaremos abriendo un boquete inmenso para que el régimen se monte en esos elementos”, expresó.
“La única forma de enfrentarnos a un enemigo que tiene tanto poder, en relación a nosotros, es venir con esa transparencia”, resaltó y criticó algunas posiciones de la oposición.
“He hablado de varios proyectos que me parecen que no tienen el anclaje, el peso en el escenario político que estamos viviendo. Lo he dicho absolutamente sin ninguna pena, no lo he deslizado por atrás sino a rostro descubierto y he dado mis argumentos”, aclaró.
“Mostrar toda la crudeza con la que se está manifestando el régimen y la indefensión en que estamos viviendo, no decir que tenemos un proyecto con una magnitud que realmente no tenemos, es básico”, insistió.
“Es importante contextualizar exactamente la realidad al interior de la Isla, ponerlo crudo, para que después no haya acusaciones de que no hemos hecho lo que debíamos haber hecho”, enfatizó.
“Creo que hace falta sincerar muchísimo el escenario político y que eso nos permita entonces crecer. De lo contrario, vamos a dar vueltas en círculos, mostrando una imagen que no es la que tenemos; y entonces después teniendo que hacer silencio cuando el régimen va sobre nosotros y nos aplasta”, concluyó.
“El presente lo veo muy incierto y eso es lo que me da optimismo, porque creo que el bien siempre triunfa, y que la libertad termina llegando. Entonces, cuando el mal, este poder totalitario, no tiene bien planeado su futuro, pues esa incertidumbre me dice que podemos triunfar”, agregó finalmente.
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