Roberto C. Goizueta, el cubano que puso al mundo a beber Coca-Cola

Written by Alvaro J. Alvarez

15 de diciembre de 2021

La idea original de la Coca-Cola fue una fórmula creada en 1886 por John Pemberton, un farmacéutico veterano del ejército confederado, durante la Guerra Civil.

Pemberton, en el sótano de su casa en Atlanta, con una pala de madera y una paila de latón, mezcló ese extraño brebaje de caramelo, vainilla, zumo de limón y otros 5 ingredientes como Vin Mariani (una bebida que contenía vino de Burdeos y extractos de hoja de coca, creada en 1863 por Angelo Mariani) los aromatizó con una mezcla de aceites raros y lo mandó a la farmacia de Jacobs donde un colega le agregó agua carbonatada y creó la primera bebida con el sabor de lo que un día se llamó Coca-Cola.

Es sabido que los indígenas de las zonas cocaleras de América Latina calman el hambre y la fatiga masticando hojas de coca.

El historiador Carlos Ripoll refiere que el apóstol José Martí se sostenía muchas veces en su agotadora actividad con sorbos de Mariani. Su amigo y médico Fermín Valdés Domínguez decía que Martí padecía de anemia y como consecuencia del exceso de trabajo, se alimentaba muy mal. Las noches eran para Martí como los días, jamás un momento de descanso y para esto, a veces desfallecido pero siempre en acción, su comida era una copa de vino de coca de Mariani.

Enrique Collazo, comandante de la Guerra de los Diez Años escribió: “Martí era un hombre ardilla, quería andar tan de prisa como su pensamiento, lo que no era posible, pero cansaba a cualquiera. Subía y bajaba las escaleras como quien no tiene pulmones. Comía poco o casi nada, pasando los días con vino Mariani ”.

Pemberton creó primero su versión del Vino Mariani, llamada French Wine Coca, pero debido a leyes dictadas en Georgia la convirtió en la Coca-Cola, una versión del Mariani sin hojas de coca (sólo quedó en el nombre, por llamativo), pero con cola y cafeína, que comercializó como delicioso, refrescante, puro gozo, hilarante y vigorizante. ¿Alcanzaría Martí a probarla?

La fórmula es un secreto comercial, guardado en un banco en Atlanta

La primera fábrica de Coca Cola fuera de los EE.UU se inauguró en Cuba en 1906 en la calle Obrapía entre Aguiar y Cuba, en el lugar donde luego funcionó La Bolsa de La Habana.

Poco después inauguraron su planta productora de refrescos en el No. 6 de la calle Alejandro Ramírez en el Cerro, hasta, finalmente trasladarse para la fábrica de Santa Catalina y Palatino, con 275 trabajadores.

 En 1959 había otra fábrica en Santiago de Cuba, con 66 trabajadores que funcionaba desde 1912 y otra más moderna en Santa Clara abierta en 1948 y que fue la más moderna planta embotelladora que se construyó durante la República.

 DISTRIBUIDORA EN MATANZAS

Nuestro Director, Demetrio Pérez Jr., une a este trabajo la presencia en Matanzas de una distribuidora de la Coca Cola, a cargo del empresario matancero nacido en Oviedo,  España, en el año  1894,  Arturo Rodríguez Menéndez, casado en 1916  con la señora Adolfina Martínez Hoyo de Rodríguez Menéndez,   con sede industrial en sus almacenes de Ayuntamiento # 2, teléfono 659, desde donde se servía a la provincia de Matanzas, y con residencia familiar en el Reparto Zabala, en la Playa de Bellamar.  De ellos recordamos a su sobrina, la Dra. María Luisa Rodríguez Novoa, Inspectora Escolar, posteriormente radicada en La Coruña, España, donde dejó de existir.

También a la familia Canal vecinos en la Playa de Bellamar. Son Arturo radicó en Matanzas desde 1913, dedicándose a la constitución de prósperas empresas, constituyendo una familia honorable en la sociedad matancera, siendo miembro activo de numerosas instituciones y respetable Tesorero del Casino Español de Matanzas.

La empresa norteamericana operaba sus negocios en Cuba a través de la Compañía Embotella-dora Coca Cola SA, al frente de la cual se encontraba el doctor Gaetano Todaro, su presidente y administrador general, quien dirigía también la planta de La Habana. Al frente de las fábricas de Santiago de Cuba y Santa Clara se encontraban Luis Rosell y Antonio Todaro.

SANTIAGO DE CUBA Y

SANTA CLARA

A través de sus fábricas en Cuba, Coca Cola brindaba trabajo a cientos de trabajadores y otros tantos empleados, distribuidos en las más de cien agencias independientes con que contaba en todo el país.

La compañía era, además, una gran consumidora de azúcar cubano que compraba por un valor promedio de 50 millones de pesos anuales.

NACE ROBERTO GOIZUETA

El miércoles 18 de noviembre de 1931 en el barrio habanero del Vedado no pudo haber un cubano que pudiera imaginarse que ese día cuando Aida Cantera dio a luz a su primer hijo Roberto Críspulo Goizueta, llegaría 23 años después a ser el Director Técnico de Coca Cola en Cuba y 49 años más tarde  su Presidente en Atlanta, Georgia.

Su padre Críspulo D. Goizueta Fernádez era arquitecto y dueño de ferretería y de materiales de construcción, con dirección en la calle Humboldt #54. La familia proviene de la villa y municipio Goizueta en la provincia de Navarra. Su abuelo materno o sea el padre de Aida se llamaba Marcelo Cantera, vasco también y era medio dueño del central azucarero San Agustín, en Zulueta, las Villas.

Roberto tenía dos hermanas menores, Olivia y Vivien. El joven, Roberto Goizueta, ingresó al Colegio de Belén donde disfrutó jugando fútbol, baloncesto y béisbol. Durante su último año fue nombrado Brigadier, el más alto honor otorgado a los estudiantes para reconocer logros sobresalientes en académicos, liderazgo y atletismo.

Luego pasó en 1947 al college Cheshire Academy, en New Haven, Connecticut, preparándose durante un año para ingresar en 1948 en la Universidad de Yale donde se graduó en 1953 de ingeniero químico.

Regresó a Cuba para trabajar en el negocio familiar y para casarse con su novia desde 1947.

SU ESPOSA

Olga Casteleiro González, nacida el 18 de abril de 1934 por lo tanto tenía 19 años cuando se casó el 14 de junio de 1953 en la Iglesia del Sagrado Corazón de la calle Reina, con su gran amor Roberto, el ingeniero de Yale, recién graduado. 

Olguita era hija del rico empresario Segundo Casteleiro Colmenares con intereses en empresas como: Jarcia de Matanzas, Diario de la Marina, Banco del Comercio, Casteleiro & Vizoso, Central Adelaida, Central Patria, además varias Compañías de Seguros.

La pareja se quedó en Cuba después de su boda. Su amor mutuo resultó en tres hijos, Roberto S., (1954) Olga M. y Javier C. (enero de 1960).   

EL INICIO DE SUS LOGROS

El regreso de Roberto Goizueta a Cuba marcó el inicio de sus logros. Inicialmente, se suponía que él ayudaría en el negocio familiar cuando regresara a Cuba, pero el lunes 18 de junio de 1954 Roberto leyó un anuncio en El Diario de La Marina donde estaban solicitando un trabajo de ingeniero químico bilingüe. Resultó ser la Coca-Cola la del anuncio, se presentó en las oficinas y fue contratado. Al salir se encontró con su amigo y compañero de Belén, Miguel Macías que también era empleado de Coca Cola. Roberto comenzó el 4 de julio de 1954 ganando un salario de $500 mensuales. Su padre le permitió aceptar el puesto solo si también trabajaba para el negocio familiar los sábados. 

“Mis amigos pensaban que estaba absolutamente loco”, le dijo a Fortune en 1995. Pero, en unos pocos años, Goizueta había ascendido rápidamente en la escala corporativa.

Unas semanas después de su comienzo se fue junto con Macías a la inauguración de la nueva planta embotelladora de Camagüey. La inauguración era al día siguiente con la llegada de los altos ejecutivos de Atlanta. Pero se presentó un problema en la instalación de las nuevas correas transportadoras de botellas, la línea fallaba a cada rato, ellos dos trabajaron toda la noche hasta que todo se resolvió y la línea estuvo lista a tiempo. Aquello le sirvió a Macías para saber quién era Roberto. Macías trabajó en Coca Cola en Venezuela al salir de Cuba y terminó como vicepresidente de la división Australiana (muy lejos de los logros de su coterráneo).

DEDICACIÓN Y MAESTRÍA

Goizueta mostró dedicación y maestría en su trabajo. La empresa complacida con lo que vieron, lo ascendió a Director Técnico Jefe manejando las 5 plantas embotelladoras en Cuba.

Uno de esos sábados trabajando en el negocio de su padre, éste le dijo: Toma estos $8,000 para que compres acciones de Coca-Cola, uno debe trabajar para sí mismo. Con ese dinero compró 100 acciones, que estuvieron siempre guardadas en una caja de seguridad de un banco en Nueva York, nunca las vendió y hoy día pueden valer $3 millones.

En 1955 Goizueta hizo su primer viaje a Atlanta y así conoció a la cumbre del poder corporativo de Coca Cola. El laboratorio de fabricación de La Habana, construído en 1957, era el centro principal de las operaciones técnicas de Coke para todo el Caribe y fue Goizueta quien preparó la transición hacia Bahamas oliéndose ya, lo que Castro estaba por destruir.

Por aquellos días Goizueta tenía una tarea importante que realizar, el lanzamiento de Sprite de limón en todo el Caribe.

CUATRO PERSONAJES MUY IMPORTANTES

En 1958 durante una conferencia técnica en Atlanta había conocido al famoso tocayo suyo Robert W. Woodruff, conocido como EL JEFE. En la historia de Coca Cola hubo 4 personajes muy importantes: John Smith Pemberton (Doc) el creador de la fórmula de Coca-Cola en 1886.

El empresario Frank Robinson que invirtió con Pemberton y diseñó la caligrafía distintiva de la palabra Coca-Cola, (Logo) y fue ofreciéndola por todas boticas de Atlanta para que las vendieran en las fuentes de soda.

Más tarde Robinson le vendió todos los activos a Asa Candler un conocido comerciante de Atlanta que fue ampliando gradualmente a Coca-Cola hasta lograr un éxito nacional.

Luego llegó Woodruff el hombre que transformó a Coca-Cola de un refresco en un fenómeno. Su padre Ernest le había comprado la compañía en 1919 a Asa Candler por 25 millones.

En 1923 cuando llegó Robert Woodruff Coca-Cola estaba muy mal pero en 1927 ya había pagado más de 32 millones de deudas y la recuperación ecónomica era notable.

Durante la Segunda Guerra Mundial le ofrecían al personal militar la botella de 6½ onzas al mismo precio que en el país. Luego el general Eisenhower exigió que el gobierno de los EE.UU construyera plantas de embotellamiento en todo el mundo y se las entregara a la Cía. Coca-Cola para así, sostener el espíritu de equipo de los soldados.

Y LEGÓ 1959 A CUBA

Todo iba bien. Pero al igual que las otras historias donde los héroes y heroínas deben atravesar obstáculos y desafíos antes de cada final feliz, Roberto no estuvo exento. 

Llegó el año 1959 cuando Fidel Castro y sus subordinados empezaron a robarse todo lo que otros, habían logrado a través del trabajo técnico, de la perseverancia y de la honradez. 

La familia perdió su fortuna. Fue muy devastador. Se les negó el fruto de su arduo trabajo.    

La familia siguió adelante. En el año 1960, el matrimonio salió de vacaciones a Miami donde, desde abril ya se encontraban sus hijos, Roberto, Olga y Javier, al cuidado de familiares de Olga que habían emigrado un tiempo antes. Se suponía que eran unas vacaciones de dos semanas, pero la familia decidió quedarse para siempre. 

Irse fue desgarrador. Todo lo de naturaleza personal tuvo que dejarse atrás. ¿Cómo alguien tomaría fotografías familiares o su diploma de Yale en unas vacaciones? ¡No los trajo consigo, era demasiado sospechoso! El haberse puesto joyas demasiado caras hubiera llamado la atención de los funcionarios de aduanas cubanos. Olguita dejó todas sus joyas, incluso su anillo de bodas.

Cuando los dos llegaron sanos y salvos al aeropuerto de Miami, todo lo que tenían en cuanto a posesiones era su ropa, $200 en efectivo y aquellas 100 acciones de Coca Cola, compradas con el préstamo de su padre. Sin embargo, cuando Roberto Goizueta se bajó del avión, supo que había algunas cosas que Castro nunca podría robarle. Tenía su familia, su educación y un trabajo en Coca-Cola.

NUEVO COMENZAR

La familia tuvo que empezar de nuevo. Mientras tanto, se vieron obligados a vivir en una habitación de un Motel, donde una sábada separaba la cama matrimonial de las de los hijos.

Roberto Goizueta mantuvo buena imagen con Coca-Cola. Incluso después de mudarse a Miami, continuó trabajando para la misma compañía en Miami. Más tarde fue reasignado a Nassau, Bahamas como químico de la región Caribe.

En 1963 se convirtió en asistente de personal del vicepresidente senior para América Latina

No pasó mucho tiempo antes de que subiera a la cima. En 1964 fue trasladado a la sede de la compañía Coca Cola en Atlanta.

En 1966, nació su hijo Carlos Alberto y fue ascendido a vicepresidente de Investigación y  Desarrollo Tecnológico, con 35 años era el más joven en obtener esta posición en la compañía.

En 1969 se convirtió en ciudadano americano. Y sobre esto comentaría años después “uno de los días más importantes de mi propia historia“, le dijo a un grupo de “nuevos“ estadounidenses en una celebración del 4 de julio en Monticello, VA, en 1995.

Durante su discurso, relató su salida de Cuba. “Cada posesión material que poseíamos de la noche a la mañana se convirtió en propiedad del gobierno. Pero en medio de esa confusión, dos posesiones preciadas siguieron siendo mías, porque simplemente no me las podían quitar: mi educación y mi trabajo, que no era un trabajo cualquiera, era un trabajo con The Coca-Cola Company”.

En 1970 falleció de leucemia su hijo más pequeño, 4 años, Carlos Alberto, nacido en EE.UU.

En 1975 , fue promovido para dirigir el Departamento Legal y de Asuntos Externos.     

Al final de 1979, Goizueta sorprendió al mundo empresarial al ser elegido por Coca-Cola para ser uno de sus 6  Vicepresidentes con potencial para ser el sucesor del presidente y director ejecutivo. 

En 1980, se convirtió en director, presidente de la empresa y director de operaciones de Coca-Cola.

A principios del año 1981, asumió el cargo de presidente y director ejecutivo después de que Austin (el director general en ese momento) se jubilara. 

Se cree y con mucha seguridad que fue Robert Woodruff, ex director ejecutivo de Coca Cola, quien a los 91 años y con enorme influencia sobre la junta directiva, lo propuso.

Ambos tenían en común dos cosas, el nombre y el vicio de fumar.

Woodruff, quien parecía impresionado con la pasión de Goizueta por la compañía al igual que su intelecto, le ayudó a escalar con éxito la escalera empresarial, por encima de sus rivales, hasta que remplazó a J. Paul Austin como director ejecutivo en 1981.

COCA COLA VS PEPSI-COLA

En aquellos tiempos, Coca-Cola estaba perdiendo su participación frente a su competidor, Pepsi-Cola. Fue un gran desafío para el nuevo CEO. Incluso, sin experiencia en marketing, odiaba perder y pudo encontrar una solución. A partir de 1982, presentó Diet Coke, Cherry Coke y la controvertida New Coke. Se centró en las acciones y complació a los accionistas por las inversiones de retorno. Reconstruyó el sistema financiero de la empresa.     

Este movimiento atrajo a más inversores a unirse a la empresa. Con esto, el valor de las acciones aumentó. No solo eso, Coca-Cola era conocida por su vieja botella. Goizueta y sus subordinados crearon envases con nuevas formas para la bebida. Este nuevo envase se convirtió en un éxito entre los consumidores y lo hizo popular también en otros países. Pronto, la empresa recuperó la compostura luchando con diferentes bebidas endulzadas. 

Goizueta vendió las operaciones de bajo rendimiento gradualmente, manteniendo solo las gaseosas y colocando su atención sobre los mercados en el extranjero.

En 1982 se lanzó al mercado la campaña de “Coca-Cola es así“. Con este slogan la compañía volvió a recuperar su crédito perdido en años anteriores y congregó en el centro de Atlanta a 2,000 embotelladores de Coca-Cola de todo el mundo para ver la proyección del Spot. Al mismo tiempo, a las 9.15 am se emitieron en bloque todos los anuncios por las 3 emisoras de TV más importantes, calculándose que hacia la medianoche más de 150 millones de norteamericanos habían escuchado el anuncio. 

La única vez que Goizueta se salió del camino trillado fue el 22 de junio de 1982, Coca-Cola adquirió los Estudios Columbia por $700 millones. A partir de la adquisición de Columbia, Coca-Cola obtuvo éxitos descomunales al producir buenas películas, por supuesto la introducción de la marca en esos grandes films, era notoria. 

Ese mismo año empezó la demolición del viejo edificio de la compañía en la Avenida Norte. A modo de souvenir, se repartieron los ladrillos entre los empleados, como recuerdo de los buenos tiempos. En 1984 puso una nueva línea telefónica internacional gratuita y contrató a Julio Iglesias, para agradar a los extranjeros y a casi 30 millones de habla hispana que viven en Estados Unidos.

En las XXIII Olimpiadas de Los Angeles, Coca-Cola se rehizo del fracaso de la anterior en Moscú, ya que los EE.UU. y otros países boicotearon los Juegos y no asistieron.  

Y llegamos al año más crítico que la compañía a vivido en toda su historia. El 23 de abril de 1985 se convertió en un día crucial, nos referimos al Gran Error del Siglo. Se intentó cambiar un símbolo nacional por una moda sin tener en cuenta al fanático consumidor, que tenía por bandera a Dios, la Patria y Coca-Cola.

LA NUEVA COCA COLA

The Coca-Cola Company introdujo la Coca-Cola reformulada, a menudo denominada “nueva Coca-Cola”, lo que marcó el primer cambio de fórmula en 99 años. La empresa no esperaba crear la tormenta de protestas de los consumidores que duró hasta el regreso de la fórmula original, ahora llamada Coca-Cola Classic, unos meses después. El regreso de la fórmula original Coca-Cola el 11 de julio de 1985, puso el límite a los 79 días que revolucionaron la industria de los refrescos, transformaron a The Coca-Cola Company y se erige hoy como testimonio del poder de tomar riesgos inteligentes, incluso cuando no funcionara como se esperaba.

En junio de 1985 la línea directa recibía no más de 1,500 llamadas por día, pero el 13 de julio, solamente dos días después del anuncio del regreso a la formula original, The Coca-Cola Company recibió 31,600 llamadas telefónicas en la línea directa. Evidentemente, Coca-Cola era más que un simple refresco.

En 1985 le fue concedida a Goizueta la Orden Olímpica de Plata y Woodruff .

Para patrocinar las XXIV Olimpiadas de Seúl-1988, Coca Cola gastó 15 millones de dólares.

En 1989 vendieron la Columbia Pictures a la Corporación Sony por 1,500 millones de dólares y reinvirtió el dinero en una campaña para desalojar a Pepsi-Cola de los países del antiguo Bloque Soviético. Cuando cayó el Muro de Berlín en 1989, Goizueta estaba listo, los berlineses del Este, se encontraron a los empleados de Coca-Cola al otro lado del Muro ofreciéndoles Coca-Cola gratis. En solo tres años se convirtió en el refresco europeo preferido por encima de Pepsi.

Construyó nuevas plantas embotelladoras en Europa del Este, China e India. Compró una importante embotelladora en Venezuela. Al momento de su muerte, Goizueta había alcanzado su objetivo de poner una Coca-Cola al alcance de prácticamente todas las personas del planeta.

¡El presidente de Coca Cola basaba sus decisiones estratégicas en cuánto dinero podía ganar, no cuánto le iban a costar las cosas!

LAS VENTAS

CRECIERON

Las ventas de la Compañía Coca Cola crecieron de $4,000 millones en 1980 a $18,000 millones en 1996. Bajo su liderazgo, el valor de mercado de las acciones de Coca-Cola aumentó de $4,300 millo- nes en 1981 a $180,000 millones en 1997, un aumento de 3,500%.

El multimillonario Warren E. Buffett (Omaha 1930) de 91 años llegó a ser el mayor propietario de acciones de Coke y su entusiasta propagandista.

Goizueta fue siempre un hombre de contradiciones, siendo un aristócrata multimillonario, pasaba sus vacaciones alquilando una casa en Sea Island (una isla visitada por varios expresidentes de EE.UU situada a 18 km al Este de Brunswick en Georgia), escuchando música y sin recibir llamadas telefónicas.

No perdonaba errores gramaticales o matemáticos y no confiaba en un gerente hasta que lo veía cometer alguna grave equivocación estratégica. Muy cortés, escribía sin embargo cartas mordaces a los reporteros que se atrevían a criticar a Coke.

 Respetaba mucho a sus mayores y en particular al veterano Robert W. Wooddruff, el presidente de Coca Cola de 1923 a 1955 que empleó una campaña publicitaria masiva, con el objetivo de convertir a Coca-Cola en algo tan “estadounidense“ como el béisbol y los perros calientes y el famoso eslogan publicitario “La pausa que refresca“.

LA FUNDACIÓN GOIZUETA

Roberto Goizueta tuvo éxito y en 1992 estableció su fundación conocida como Fundación Goizueta. El objetivo de esta fundación era ayudar a otras organizaciones que promueven el apoyo educativo a las personas.  

En 1994, la Universidad de Emory honró a Goizueta cambiando el nombre de su escuela de negocios a Roberto C. Goizueta Business School .   

Goizueta, en 1995 en un evento especial para celebrar al 10º aniversario de la nueva Coca-Cola, dijo: “Pero el resultado más significativo de la nueva Coca-Cola fue que envió una señal increíblemente poderosa … una señal de que realmente estábamos listos para hacer lo que fuera necesario para generar valor para los propietarios de nuestro negocio“.

Sin duda alguna fue, la soterrada influencia de Goizueta quién logró traer los XXVI Juegos Olimpicos para la ciudad de Atlanta en 1996 y se estimó que Coca-Cola USA y Coca-Cola Enterprises invirtieron en esa candidatura $350,000. Los Juegos del ‘96, a pesar de Samaranch, fueron los Juegos de Coca-Cola porque, Atlanta es Coca-Cola.

16 AÑOS DE REINADO

Durante esos 16 años de reinado, el mandato de Roberto Goizueta fue uno de los momentos gloriosos de Coca-Cola. Dejó una huella en la industria empresarial que hace imposible ignorarla. Todos estaban felices. Desafortunadamente, en septiembre de 1997 todo se complicó al diagnosticarle la presencia de un agresivo tumor canceroso en su pulmón derecho.   

SU MUERTE

Fue sometido a radiación y quimoterapia, seguía trabajando desde su cuarto del hospital Emory (tenía hasta un fax), su sistema inmunológico se debilitó y se le presentó una infección bacteriana en la garganta que lo llevó el 7 de octubre de regreso al hospital, muriendo el sábado18 de octubre de 1997, a la edad de 65 años. 

El martes 21 en la mañana hubo una misa en la Iglesia Católica Holy Spirit en Atlanta. Depués de la ceremonia, se llevó a cabo un funeral privado en el Arlington Memorial Park de Atlanta. Aproximadamente 26,000 empleados tuvieron libre ese martes y las oficinas de Coca-Cola en todo el mundo estuvieron cerradas.

El hospital donde murió, Emory University Hospital, nombró un programa de investigación del cáncer con su nombre conocido como la Cátedra Roberto C. Goizueta para la Investigación del Cáncer, inaugurada en 2007.   

Roberto C. Goizueta, a pesar de los problemas que encontró en su vida, supo seguir adelante y Dios continuó bendiciéndolo más. Dio un excelente ejemplo para que todos lo siguieran. Goizueta contribuyó con la Colección de Herencia Cubana de la Biblioteca de la Universidad de Miami que alberga el mayor depósito de materiales sobre Cuba fuera de la isla. Mantienen actualmente el Programa de Becas para Graduados de la Fundación Goizueta que involucra a académicos emergentes y a los estudios de la diáspora cubana.

SU LEGADO

La fortuna personal de Goizueta, que encabezaba la clasificación de los hispanos más ricos de EE UU de Hispanic Business, según esa revista, en 847 millones de dólares.

Forbes, sin embargo, la situó en 1,300 millones de dólares. Esa fortuna tenía su origen en el hecho de que Goizueta cobraba buena parte de su sueldo en acciones de la empresa y jamás vendió una. “Mi principal preocupación”, decía Goizueta”son los accionistas, mi deber es hacerlos cada vez más ricos”.

Quizás el mayor éxito de Goizueta fue expandir Coke en el extranjero.  Construyó nuevas plantas embotelladoras en Europa del Este, China e India. Compró una importante embotelladora en Venezuela. Al momento de su muerte, Goizueta había alcanzado su objetivo de poner una Coca-Cola al alcance de prácticamente todas las personas del planeta.

Goizueta amasó 17 millones de acciones de Coca-Cola, que valen $1.000 millones. El elegante ejecutivo nunca se involucró en campañas cívicas que le dieran notoriedad.

GOBIERNOS, FILÁNTROPOS  EMPRESAS

Los gobiernos se crearon para ayudar a resolver las necesidades cívicas. Los filántropos para ayudar a resolver las necesidades sociales. Y las empresas para resolver las necesidades económicas, dijo Goizueta en un informe anual. Según él, las empresas que hacen bien su trabajo hacen aportes significativos a la sociedad. Y el amplio impacto de la cotización de Coca-Cola ha creando riqueza para el accionista.

Algunos residentes de un vecindario elegante de Atlanta son dueños de 14 millones de acciones de Coca-Cola, que valen $819 millones.

Pero la riqueza que genera Coca-Cola no se limita a esa área. Nick Smith, un dentista que atendió a Goizueta por años, le debe el crecimiento de su cuenta de retiro. Más de la mitad de sus ahorros son acciones de Coca-Cola. Sus primeras 100 acciones, que en 1984 valían $6.237,50, después de varios ajustes ahora valen $180.000.

Universidades como la de Emory han visto dispararse sus legados gracias al repunte de la acción de Coca-Cola.

Olga Casteleiro González (1934-2015) su viuda, presidenta emérita de la fundación que guió a la fundación durante la mayor parte de los 17 años desde que falleció su esposo. 

SUS HIJOS LO  SIGUEN

Hoy, las actividades de la fundación han pasado a sus tres hijos Roberto, Javier y Olga quien se desempeña como presidenta y directora general. Ellos 3 les dieron 9 nietos.  

Los tres hijos de Goizueta han transformado las oficinas de la fundación en lo que podría considerarse un museo o un santuario para los legados de su padre y su madre.

Al entrar a las oficinas hay un cuadro de tamaño natural de Roberto y Olga Goizueta, pintado por el retratista de Atlanta, Ross Rossin. 

Georgia Tech también se ha beneficiado, al recibir durante cinco años, $5 millones.

Goizueta formó parte de la junta directiva del Banco SunTrust, Ford Motor Company, Sonat, Eastman Kodak, de la Orquesta Sinfónica de Atlanta, del Woodruff Arts Center y de los Boys and Girls Clubs of America. 

En 1984 recibió un premio de servicio nacional del Boys and Girls Club, y le siguieron otros premios de la NAACP, la American Assembly y el Advertising Council. Fue un orador muy solicitado en los campus universitarios y recibió varios títulos honoríficos. En 1996, la revista Chief Executive lo nombró Director Ejecutivo del Año y la revista Fortune reconoció a Coca-Cola Company como la “Corporación más admirada de Estados Unidos“.       

LIDERAZGO INOLVIDABLE

Desde entonces Coca Cola ha mantenido su presencia mundial, pero no ha estado cerca de alcanzar las alturas financieras de las que disfrutó durante los años de liderazgo de Goizueta.  

“El punto más importante a destacar sobre Goizueta es la enorme cantidad de riqueza que creó“, dijo Frederick Allen, autor de: Fórmula secreta: la historia interna de cómo Coca-Cola se convirtió en la marca más conocida del mundo.

“Es solo azúcar y agua, y sin embargo tiene un valor de acciones más alto que las compañías petroleras y los fabricantes de automóviles”, dijo Allen.

Solamente hay dos países donde no se vende Coca-Cola, Corea del Norte y Cuba.

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Factores que dieron forma a la decisión de lanzamLa historia de la “nueva Coca-Cola” se recuerda ampliamente, pero el contexto a menudo se olvida. En 1985, el liderazgo en acciones de The Coca-Cola Company sobre su principal competidor, en su mercado insignia, con su producto insignia, había estado cayendo lentamente durante 15 años consecutivos. La categoría de cola en general fue letárgica. La preferencia de los consumidores por Coca-Cola estaba cayendo, al igual que la conciencia de los consumidores. Eso cambió, por supuesto, en el verano de 1985 cuando el clamor de los consumidores por la “nueva Coca-Cola” fue reemplazado por el afecto de los consumidores por el clásico de Coca-Cola

                                             Por: Álvaro J. Álvarez

La idea original de la Coca-Cola fue una fórmula creada en 1886 por John Pemberton, un farmacéutico veterano del ejército confederado, durante la Guerra Civil. Pemberton, en el sótano de su casa en Atlanta, con una pala de madera y una paila de latón, mezcló ese extraño brebaje de caramelo, vainilla, zumo de limón y otros 5 ingredientes como Vin Mariani (una bebida que contenía vino de Burdeos y extractos de hoja de coca, creada en 1863 por Angelo Mariani) los aromatizó con una mezcla de aceites raros y lo mandó a la farmacia de Jacobs donde un colega le agregó agua carbonatada y creó la primera bebida con el sabor de lo que un día se llamó Coca-Cola.

Es sabido que los indígenas de las zonas cocaleras de América Latina calman el hambre y la fatiga masticando hojas de coca.

El historiador Carlos Ripoll refiere que el apóstol José Martí se sostenía muchas veces en su agotadora actividad con sorbos de Mariani. Su amigo y médico Fermín Valdés Domínguez decía que Martí padecía de anemia y como consecuencia del exceso de trabajo, se alimentaba muy mal. Las noches eran para Martí como los días, jamás un momento de descanso y para esto, a veces desfallecido pero siempre en acción, su comida era una copa de vino de coca de Mariani.

Enrique Collazo, comandante de la Guerra de los Diez Años escribió: “Martí era un hombre ardilla, quería andar tan de prisa como su pensamiento, lo que no era posible, pero cansaba a cualquiera. Subía y bajaba las escaleras como quien no tiene pulmones. Comía poco o casi nada, pasando los días con vino Mariani ”.

Pemberton creó primero su versión del vino Mariani, llamada French Wine Coca, pero debido a leyes dictadas en Georgia la convirtió en la Coca-Cola, una versión del Mariani sin hojas de coca (sólo quedó en el nombre, por llamativo), pero con cola y cafeína, que comercializó como delicioso, refrescante, puro gozo, hilarante y vigorizante. ¿Alcanzaría Martí a probarla?

La fórmula es un secreto comercial, guardado en un banco en Atlanta.

La primera fábrica de Coca Cola fuera de los EE.UU se inauguró en Cuba en 1906 en la calle Obrapía entre Aguiar y Cuba, en el lugar donde luego funcionó La Bolsa de La Habana. Poco después inauguraron su planta productora de refrescos en el No. 6 de la calle Alejandro Ramírez en el Cerro, hasta, finalmente trasladarse para la fábrica de Santa Catalina y Palatino, con 275 trabajadores. En 1959 había otra fábrica en Santiago de Cuba, con 66 trabajadores que funcionaba desde 1912 y otra más moderna en Santa Clara abierta en 1948 y que fue la más moderna planta embotelladora que se construyó durante la República.

La empresa norteamericana operaba sus negocios en Cuba a través de la Compañía Embotella-dora Coca Cola SA, al frente de la cual se encontraba el doctor Gaetano Todaro, su presidente y administrador general, quien dirigía también la planta de La Habana. Al frente de las fábricas de Santiago de Cuba y Santa Clara se encontraban Luis Rosell y Antonio Todaro.

A través de sus fábricas en Cuba, Coca Cola brindaba trabajo a cientos de trabajadores y otros tantos empleados, distribuidos en las más de cien agencias independientes con que contaba en todo el país. La compañía era, además, una gran consumidora de azúcar cubano que compraba por un valor promedio de 50 millones de pesos anuales.

El miércoles 18 de noviembre de 1931 en el barrio habanero del Vedado no pudo haber un cubano que pudiera imaginarse que ese día cuando Aida Cantera dió a luz a su primer hijo Roberto Críspulo Goizueta, llegaría 23 años después a ser el Director Técnico de Coca Cola en Cuba y 49 años después su PRESIDENTE en Atlanta, Georgia.

Su padre Críspulo D. Goizueta Fernádez era arquitecto y dueño de ferretería y de materiales de construcción, con dirección en la calle Humboldt #54. La familia proviene de la villa y munici-pio Goizueta en la provincia de Navarra. Su

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