Roberto Benigni, el director que conquistó al público al grito de ¡buenos días, princesa!

Written by Libre Online

8 de noviembre de 2022

Hace casi 25 años que “La vita è bella” llegó a los cines por primera vez y 23 desde que su director y actor principal, Roberto Benigni, protagonizó uno de los momentos más recordados de los Óscar al subirse al respaldo de las butacas cuando Sofía Loren dijo su nombre. El italiano, que el año pasado recibió el León de Oro del Festival de Venecia a toda su carrera, cumple 70 años.

Por Samuel Díaz

Benigni se acercó al escenario gesticulando tras haberse subido al respaldo de una butaca y haber pasado a otra sorteando las cabezas de quienes estaban sentados. Sobre las tablas estaba Sofía Loren, que lo anunció como ganador en la categoría de mejor película de habla no inglesa. “Quiero ser mecido por las olas de tu belleza”, le dijo a la italiana. “¡Gracias! ¡Gracias! Este es un momento de alegría”. 

No fue el único hombrecillo dorado que se llevó aquella noche a casa, ya que también se hizo con el reconocimiento a mejor actor. Hellen Hunt dijo su nombre y Benigni subió al escenario a recoger su segundo premio. “¡Gracias! Esto es un error terrible porque ya he usado todo mi inglés. ¡No sé! No soy capaz de expresar toda mi gratitud, porque ahora mi cuerpo es un tumulto porque es un momento colosal de alegría”. 

En aquel momento, un año y unos meses después de que su película se estrenase en Italia, su país natal, el director y protagonista veía reconocido su trabajo con las famosas estatuillas. Puede que “La vita è bella” ampliase su fama fuera del país mediterráneo y del continente europeo, pero Benigni ya tenía una carrera a sus espaldas como actor, trabajando bajo las órdenes de Bernardo Bertolucci, Federico Fellini o Jim Jarmusch, entre otros, y como director. 

Benigni nació el 27 de octubre de 1952 en Misericordia, una localidad en la Toscana. “Crecí en Toscana, en una familia muy pobre. Mi padre era agricultor y mi madre era agricultora, pero mi infancia fue muy buena”, dijo a The Guardian en 1998. “Y estoy muy agradecido por mi infancia, porque estuvo llena de alegría y buena humanidad”. 

Benigni era el hijo pequeño del matrimonio, que había tenido tres hijas antes, y su padre, contó, siempre estaba buscando trabajo. “Luego, cuando era muy pequeño, nos mudamos a otro pueblo y fue entonces cuando comencé a estudiar”, relató el actor. 

Con doce años, se trasladó a Florencia a estudiar en un seminario del que se escapó después y tras un período como asistente de un mago y en la escuela de secretariado, se unió a un grupo teatral de vanguardia en Roma. “Hicimos ‘Hamlet’, de Shakespeare, en la que el papel de Ophelia lo hacía un pato, o ‘Romeo and Juliet’, con Romeo como una botella”, contó al medio. 

Luego conoció a Giuseppe Bertolucci, con quien coescribió un monólogo que los llevó de gira por todo el país. Él fue el director de la película en la que debutó en el cine, “Berlinguer, ti voglio bene”, en 1977. 

RECONOCIDO EN HOLLYWOOD

Dos años después, trabajó con el hermano de Giuseppe y también director, Bernardo Bertolucci en “La luna”. Ese mismo año presentó otros títulos como “Ma che cos’è questo amore”, “Chiedo Asilo” y “Letti selvaggi”. En 1983 llegó el momento de estrenarse detrás de la cámara y firmó “Tu mi turbi”, que también coescribió y protagonizó y en la que comparte focos con su mujer, la también actriz, Nicoletta Braschi. 

Benigni repitió en más ocasiones el triplete de director, coguionista y actor en proyectos como “Il piccolo diavolo”, de 1988, y “Johnny Stecchino”, de 1991, entre otras ocasiones. El italiano compaginaba sus propias producciones con el trabajo bajo la batuta de otros directores y participó, por ejemplo, en “Night on Earth”, de Jim Jarmusch, y “La voce della luna”, dirigida por Federico Fellini en 1990. “Cuando él murió, fue como si ya no existiera ningún tipo de necesidad básica”, dijo sobre el director en 1998 a La Stampa, “Como si el pan o el aceite hubieran desaparecido”. 

Durante los noventa, Benigni se fue ganando el favor del público europeo y su carisma. Fue parte del reparto de “Son of Pink Panther”, en 1993, y protagonizó, coescribió y dirigió “Il mostro”, en 1994. Tras su siguiente película, “La vita è bella”, sin embargo, su nombre comenzó a sonar al otro lado del Atlántico, en Hollywood, la meca de la industria cinematográfica. La película fue un éxito y el italiano, reconocido por ello. 

En 1999, Benigni trabajó en “Astérix y Obélix contre César”, a la que siguió “Pinocchio”, en 2002, dirigida, coescrita y protagonizada por él. Tres años después repitió la fórmula de multitarea en “La tigre en la neve”, en 2005. Hubo que esperar doce años, hasta 2012, para volver a verlo en la pantalla, fue con “To Rome With Love”, de Woody Allen, y tras otros siete años, presentó “Pinocchio”, de Matteo Garrone, en la que interpreta a Geppetto.

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