Recordando en Flagami al Titán de Bronce. Los líderes del exilio cubano exaltan el heroísmo del general Maceo en la lucha por la libertad

Written by Germán Acero

20 de junio de 2023

Ángel González, quien sirvió como asesor del ex comisionado Willy  Gort, ha sido uno de los integrantes del exilio que ha mantenido muy en alto  el recuerdo de la historia del gran Titán de Bronce que estuvo involucrado en la libertad para Cuba.

González, inclusive, siempre ha festejado con las comunidades cubanas en el exilio, la historia heroica de Maceo frente a un monumento de este insigne general que está en Flagami.

“Siempre vamos a recordar a este gran luchador cubano en sus batallas, inclusive al lado de Martí, por la independencia de la isla, que fue uno de sus mayores sueños y que por esto luchó y entregó su vida”, relató González.

“José Martí y Antonio Maceo se relacionaron en el empeño de lograr la reanudación de la guerra por la independencia de Cuba, cuestión que pudo hacerse realidad en el año 1895”, recordó González.

“En 1893, por ejemplo, Martí fue a entrevistarse con Maceo en Costa Rica. Y al retornar a Nueva York escribió un trabajo en el que describió las cualidades, sensibilidad y firmeza de Antonio Maceo y el compromiso que sentía con la causa de la independencia de Cuba”, destacó.

“Es indudable que a partir de criterios personales muy específicos así como  experiencias pueden haberse presentado opiniones no concordantes, pero eso no quiere decir que se produjera una ruptura entre ellos”, aclaró.

“Incluso siete días después en una carta que le envía Martí a Maceo, fechada el 12 de mayo, le ratificó la confianza que tiene en el hecho que él pudiera seguir influyendo en forma notable en los luchadores independentistas cubanos”, afirmó.

“Preocupado por la falta  de acciones combativas que impidieran el movimiento y fortalecimiento de las fuerzas españolas, Martí le pide a Maceo: “Súbase en los estribos, y haga arder los hombres a su voz”, reinsertó en su opinión González.

Por eso durante el segundo semestre de 1895 y a través de casi  todo el año siguiente,  Maceo continuó dando su aporte al desarrollo de la guerra y hasta  dirigió en forma exitosa la invasión de Oriente hasta la zona occidental del territorio cubano”, resaltó.

“El 7 de diciembre de 1896 libró su último combate en San Pedro, en Bauta.

Ambos entregaron sus vidas en aras de lograr la independencia de Cuba. 

Sus nombres están entrelazados en la historia de Cuba”, destacó González.

González resumió en una breve pero emotiva frase  lo que reflejaba Antonio Maceo al detallar: “Y hay que poner asunto a lo que dice, porque Maceo tiene en la mente tanta fuerza como en el brazo.”

Y seguidamente patentizó al resumir el aporte que podía brindarle a Cuba:  “Con el pensamiento la servirá, más aún que con el valor. Le son naturales el vigor y la grandeza”.

“Antonio Maceo, quién había nacido en Santiago de Cuba el 14 de junio de 1845, sí tenía experiencia en el campo militar por haber participado en la Guerra de los Diez Años”, aclaró.

“Él se incorporó a la guerra iniciada el 10 de octubre de 1868 en la zona oriental del territorio cubano tan sólo dos días que Céspedes emprendiera y encabezara la lucha”, insistió.

 En este recordatorio del natalicio  se sabe que en el Parque Memorial Cubano de la Pequeña Habana hay otro monumento a Antonio Maceo; el primer monumento del general mulato (Afro-Cubano) que fue instalado en un parque público en los Estados Unidos. 

González en su historia sobre Maceo recordó una anécdota de éste por la cual le  decían el Titán de Bronce ya que tenía muchas heridas de bala en su cuerpo tras haber sobrevivido  muchos  años al batallar por la independencia de Cuba de España. 

“Maceo es uno de los héroes más admirado de Cuba,  llegó a ser conocido por la Protesta de Baraguá en el 1878, donde se negó a firmar un acuerdo para poner fin a la Guerra de los Diez Años de Cuba contra España”, expresó.

“Nada lo hubiese convencido para renunciar a la lucha para lograr la independencia y poner fin a la esclavitud. Y Finalmente lideró la famosa invasión hacia oeste de Cuba”, acotó.

“Para Maceo el temor era un mito. Estaba absolutamente desprovisto del sentido que nosotros llamamos miedo. Cada nervio, cada sentido, vibraba con una previsión aguda, certeza de victoria y amor por su país, al punto  que nunca prestó atención al peligro a su persona”, resaltó.

“Muy a menudo las descripciones de Maceo lo reducen a un hombre brutal de guerra. Pero Maceo era extremadamente inteligente y de buen corazón. Un hombre intelectual y de excelente carácter», sintetizó.

“Después que Maceo murió, fue reconocido con monumentos en Jamaica y Costa Rica, y muchos afroamericanos nombraron a sus hijos en honor a Maceo. Sin embargo, no fue hasta 1916 que el gobierno cubano erigió su monumento al héroe”, concluyó.

 “Maceo podría haber sido el Simón Bolívar o San Martín cubano”, dijo González al emular la historia escrita por Erna Ferguson en 1946, “si hubiese sido blanco.”

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