El periodista y analista político Benjamín de Yurre no escatimó opiniones para confirmar y advertir que “debemos sacar de las aulas de clase a los activistas comunistas” tras presidir una protesta callejera frente a FIU.

De Yurre tomó esta iniciativa luego de que en dicho claustro de enseñanza superior supuestamente se estaba realizando un seminario al parecer promovido por personas de tendencia izquierdista.

“Esto es de extrema gravedad porque precisamente en alguno de esos claustros de enseñanza superior  “les lavan el cerebro” a los estudiantes para meterlos en el cuento del comunismo”, dijo De Yurre.

“Por ejemplo en la Universidad Estatal de Indiana se anunció un “intercambio educativo” con la Universidad de La Habana. No es esta la única institución norteamericana que mandará estudiantes a Cuba”, denunció De Yurre.

“Bajo la presunta tesis de que esperan brindarles a los estudiantes y profesores mayores oportunidades para obtener una mayor visión del mundo sobre políticas públicas, ciencias políticas, ciencias sociales y naturales, humanidades y atención médica, es que abrieron estos cursos y conferencias”, agregó.

Denuncia también que recientemente, desde la Universidad de Alabama, Amber Buck, profesora del Departamento de Inglés, se reunió con profesores y estudiantes de la Facultad de Comunicación de La Habana.

“Incluso el reconocido escritor cubano, Lexter Savio, alzó su voz en contra de un controvertido encuentro o reunión marxista promovido por un grupo comunista siendo la sede alguna instalación en la Universidad Internacional de Florida (FIU)”  rememoró De Yurre.

“Este escritor, conocido por su defensa de la libertad y los derechos humanos, argumentó que este tipo de reunión promueve una ideología que va en contra de los valores de propiedad privada, libertad y búsqueda de la felicidad consagrados en la Constitución de Estados Unidos”, ratificó De Yurre.

«Nosotros, los cubanos, sabemos cómo funciona esto, y esto es algo muy peligroso, porque hay una frase que la ponen en muchas películas que dice que para que el mal triunfe solamente se necesita que los buenos no digan nada», acotó.

“Dicho escritor Savio también hizo hincapié en el peligro de que estas ideas ganen fuerza en un ambiente académico, donde la libertad de expresión es valorada y protegida”, exaltó Benjamín.

“La libertad de expresión es una herramienta aprovechada por los comunistas en países en democracia. Sin embargo, cuando los regímenes autoritarios toman el poder , cercenan ese derecho”, sostuvo.

La denuncia de Savio desencadenó precisamente un debate en la comunidad académica y más ampliamente en la sociedad. Algunos defienden este encuentro como una oportunidad para la discusión y el análisis crítico de teorías políticas, mientras que otros comparten la preocupación de Savio y sostienen que la promoción de una “ideología revolucionaria” puede tener implicaciones potencialmente peligrosas.