Predijo con exactitud este gran astrólogo de la época del Renacimiento, la Revolución Francesa y las dos Guerras Mundiales. Y ahora se afirma que vaticinó también una inminente guerra con Rusia que será  la Mundial III.

Más, ¿quién era este hombre extraño? Y, cómo vino a la posesión de esos misterios?

El joven doctor de ojos grises relucientes deambulaba meditando por la calle de una pequeña aldea italiana a principios del siglo XVI.

De repente al pasar frente a un grupo de monjes extendió su capa y cayó de rodillas ante uno de ellos. El fraile, un tal Félice Peretti Se quedó asombrado y divertido, rogándole que le explicase por qué aquel gesto de reverencia.

¿Por qué me rindes tan insólito homenaje a mí, un pobre fraile común y corriente?

Porque, tengo que humillarme e hincarme de rodillas ante Su Santidad.

Los monjes se echaron a reír ante semejante broma, y ridiculizaron al doctor. Y sin embargo aquel humilde fraile  fue más tarde el Cardenal de Motalto, y en 1585, fue electo papa con el nombre de Sixto V.

Y así fue como aquel Miguel Nostradamus, hijo del acomodado Jean de Nostradamus, se embarcó en su extraña carrera de vidente. Podía mediante esa facultad fantástica que le había sido otorgada, casi a voluntad, prever los acontecimientos de  lo remoto por venir.

Fue este el vidente francés que en el siglo XVI, predijo la Revolución Francesa, el rol de Napoleón Bonaparte, la guerra franco prusiana de 1870, la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial.

Y fue quien ahora que el mundo parece hallarse una vez más al héroe de las tinieblas, predice una guerra con Rusia, una Tercera Guerra Mundial.

Sacudimos el polvo de las viejas páginas. La mano temblorosa vuelve con lentitud las hojas amarillentas. La fecha es 1953, a 600 años de aquella en que Miguel Nostradamus publicó su insólito libro de profecías.

Pero, cuántos acontecimientos, cuántas transformaciones ha experimentado el mundo en esos años.  Y el hombre extraño de los ojos flameantes sabía que todo eso iba a suceder.

¿Qué decir de nuestros países de nuestro mundo en estos tiempos turbulentos? Que Nostradamus predijo una guerra con risa ya lo hemos visto al principio. Pero la pluma intemporal del vidente continuará escribiendo.

La página se abre en una profecía referente al hoy difunto José Stalin que fuera dictador del mundo comunista hasta su muerte.

“El que ocupaba una alta posición en el gobierno, cuando tenía a un jefe rojo cerca del dominio sagrado temporal, por medio de la dureza y la crueldad se hará tan temida que sucederá al puesto sagrado de cabeza del gobierno”.

Está claro que aquí vemos como Stalin por medio de purgas y conjuras se hizo cabeza del gobierno de la URSS, después de la muerte de su jefe Lenin.

Y vemos más adelante que la potencia submarina de Rusia puede en verdad hostilizar y poner en peligro el dominio británico de los mares en la guerra inminente.

“Los empeños del Norte (Rusia) serán grandes. En el océano las avenidas de la navegación estarán abiertas al ataque. Londres temblará de temor por sus barcos”.

Puede que esté preparándose ya una invasión rusa a Europa, porque según Nostradamus:

“Como un grito con fuerzas dadas vendrá quien dominará  Europa acompañado por los del norte (Rusia)”.

La actual alianza de Rusia y China puede haber sido prevista por Nostradamus cuando dice:

“Cuando los del Norte (Rusia) se unan con los del Oriente (China) habrá grande pavor y miedo. Los recién electos (las Naciones Unidas) sostendrán el gran templo de la democracia”.

Según esta última sentencia Nostradamus creía que las Naciones Unidas ganarían en Asia.

La bomba atómica y su uso eventual sobre Rusia están indicados también por aquel gran hombre:

“A la salida se verá un gran fuego; habrá claridad y ruido en la dirección del Norte (Rusia): dentro del mundo se oirán gritos y habrá muerte; podemos  esperar la muerte por  la espada, el fuego y el hambre”.

El gran fuego es probablemente la bomba atómica, mientras que el ruido y la luz provendrán de la explosión.

La guerra inminente está descrita más ciertamente que nunca cuando el profeta dice:

“La cólera del furioso combate es de dos hermanos que estaban teniendo un festín (Rusia y los Estados Unidos después de ganar la Segunda Guerra Mundial) comenzará de repente. Para separarlos es necesario una extraña muerte o herida. El fiero duelo no molestará a Francia”.

Cierto que hay algo de verdad en que Francia no se ha molestado hasta el punto de enviar mucha ayuda a la ONU en Corea y puede involucrarse aún menos en el conflicto entre el comunismo y la democracia en la guerra futura.

La extraña muerte de que se habla puede ser la del dictador ruso, con la cual acaso termine la hostilidad entre las dos naciones o tal vez se refiera a la muerte en masa por la radiación atómica.

Y a mayor abundamiento, Nostradamus prevé la caída eventual del comunismo.

“La filosofía de la vida según Tomás Moro del comunismo, fracasará y dejará  sitio para otra mucho más seductora”.