EN LA MURALLA DE LA PEQUEÑA HABANA
Destacados artistas decidieron con sus maravillosas obras– en un gigantesco mural en la Pequeña Habana — ” romper las cadenas “ en homenaje a los actos de Patria y Vida que por ahora tienen subyugada a Miami como apoyo a la lucha que libra el pueblo en la isla para alcanzar la libertad.
BÁRBARA RANGEL
Una de estos es la reconocida pintora Bárbara Rangel quien a través de los últimos años se ha unido a los actos de repudio contra la tiranía castrista en Miami tras hacer público su slogan de que el comunismo es responsable de más de 100 millones de muertes durante la revolución comunista.
Porque Bárbara aún no puede olvidar toda la horrible pesadilla que vivió junto con su familia en Cuba donde su abuelo, un jefe policial, fue llevado al cadalso simplemente por oponerse a las ideologías del régimen castrista como tantos otros isleños que ahora los recuerda la historia.
Y es tanta la herida que dejó esta cruda e inhumana experiencia que Bárbara guarda en su teléfono celular las fotos y episodios que rodearon la muerte de su abuelo, inclusive, cuando era llevado rodeado por gendarmes comunistas al paredón de fusilamiento.
“Mi abuelo fue un hombre de recia personalidad. Muy convencido de sus ideas. Nunca le tuvo miedo a la muerte. Y, menos, cuando tuvo que afrontarla para hacer valer la democracia y la libertad en la isla” , recordó ahora nostálgica Bárbara.
“Del mural. No lo hice yo. Fue una iniciativa de artistas locales. Nos invitaron a aportar una obra en ese gran mural. Yo creo que el dueño de la tienda “Habana Collection” Omar Corralles fue quien extendió esa maravillosa invitación que plasma el dolor de la lucha del pueblo cubano por la libertad”, afirmó.
“Los artistas fueron los primeros que lanzaron el grito de libertad en Cuba, y ahora todos tenemos en mente Patria y Vida. Se hizo popular por ellos. Nuestra obras recorren todo el mundo y lo hicimos para hacer esta denuncia”, dijo Bárbara, quien nació en La Habana.
OMAR CORRALES
“De mi vida. Te cuento que me trajeron muy niña a este país. Vine porque mi abuelo era policía de la Santa Clara. Y la situación allí era terrible y desgarradora. Fue fusilado para que el pueblo se viera aterrorizado. Como un escarmiento para quien no comulgara con las ideologías de esa revolución”, dijo.
”Este hecho tan terrible y despiadado -ordenado por el Che Guevara– lo transmitieron por la televisión local. Mi abuelo era el coronel Cornelio Rojas. Fue en enero 7 de 1959”, recalcó Bárbara, quien reveló también que “le dispararon repetidamente a la cabeza”. “Fue, además, un duro y espantoso golpe para mi familia”, agregó quien aclaró que en aquel entonces ella apenas tenía dos años de vida.” Le confieso que dejó una enorme cicatriz de dolor en mi familia”, sostuvo Bárbara en su estudio de la galería Futurama.
“Mis tíos eran todos militares. Se tuvieron que unir en el dolor. Porque temían que a ellos también los iban a fusilar. La única que se quedó en Cuba fue mi madre. Veinte años después vi a mi madre . Cuando salió de la isla y llegó por El Mariel. Se montó en un barquito con sus dos hijas. Y así llegó”, recordó.
“Blanca Rojas es mi mamá y ella está aquí. Ella me mandó a EE.UU. cuando yo tenía 7 años. Vine a vivir a New Jersey. No fue nada fácil porque nadie hablaba español. Nadie me explicó por qué estaba en un lugar diferente a mi patria. Extrañé durante ese tiempo mucho a mi madre”, agregó la artista.
“Fue muy difícil todo esto porque tuve que criarme sin padres. Y, lógicamente, sin abuelos. Siempre desde que llegué a este país he estado involucrada en las cosas que tienen que ver con Cuba. Soy anti comunista y siempre lo seré”, aseguró.
“Emigré para Miami en los años 70s con algunos tíos. Y viví de casa en casa. Luego vino mi papá. El mundo del arte nació hace como siete años debido a un accidente. En el lugar de trabajo estaban arreglando los elevadores y me caí de un piso a otro. Del 25 al 24”, relató.
“No cerraron bien el elevador y, después de eso, tuve que ir a terapias. Un amigo me recomendó para recuperarme hacer clases de yoga y de arte. Nos fuimos para Arizona y estando allí en ese hermoso desierto se me despertó el mundo del arte”, precisó.
Mi primer obra fue “descubriendo el alma”. Tengo muchas otras. Una está en un latón de basura en la Calle Ocho y la avenida 20. La escogió la ciudad de Miami y me ha deparado muchos elogios. Porque era como una etapa de mi arte llamado “feeling blue”.
“Y como soy anti comunista hice ese primer grito. Escribí en él algunas estrofas. Prohibido olvidar. Ahora, cuando hay una esperanza de libertad, esperamos que eso cambie. Ya es hora. Un poco más, no. El pueblo cubano está cansado de tanto sufrimiento y dolor. Necesita libertad”, insistió.
“Necesitamos ahora más que nunca de un fuerte apoyo mundial. Yo creo que esta administración no va a ayudar mucho a nosotros los cubanos. Sería bueno que dejara un legado histórico de libertad. Ya es hora. Los artistas como yo han hecho grande a Cuba. Los cubanos somos gentes de mucho talento. Y ahora me siento realizada con toda esta lucha. Estamos dejando una huella”, sintetizó.
Omar Corrales, afamado pintor cubano, afirmó que por “esta iniciativa nació Manuel Bello. Ideó pintar ese muro y cedió la pared. Es un orgullo poder mostrar allí nuestras obras y ese dolor que embarga al pueblo cubano por falta de libertad. Es un granito de arena en una gran montaña llena de problemas inhumanos y sociales”, concluyó.
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