Iván Picón, ex directivo en Miami del Partido Republicano de Cuba, advirtió que “al igual como lo hizo José Martí, nosotros también estamos en la obligación y el compromiso de ayudar a liberar a Cuba del oprimente comunismo, que ya lleva más de 60 años en el poder”.

Picón, quien ha luchado para que su partido político se mantenga en Cuba, pese a la represión e intimidación del régimen, aseguró que los avances en la isla ya son notorios, porque los opositores han estado haciendo efectivo el legado de lucha que les dejó el prócer cubano.

“Es muy importante también en Cuba que enfrentemos al régimen políticamente para buscar que se mantenga firme la oposición ya que de cara al futuro sobre estas bases es que vamos a edificar la nueva Cuba del siglo venidero”, afirmó Picón quien se desempeñó como secretario de prensa de esa organización política en Miami.

“Las asambleas de este partido siguen realizándose en las casas de los miembros hasta donde han llegado los esbirros del régimen a tratar de arrestar y doblegar a los opositores que hacen sus denuncias a través de las redes sobre la intimidación política de los comunistas día a día”, indicó.

“Llegará el día en que se vuelvan a renovar los partidos políticos en Cuba para iniciar la apertura de los caminos hacia la democracia siendo precisamente a través de estas instituciones en que se podrán sentar las bases de lo que será la nueva Cuba republicana y libre”, sostuvo.

“Este es el mayor desafío que tenemos que superar, de cara al futuro, porque el régimen ahora mantiene toda la manipulación de las supuestas elecciones para la asamblea, lo que representa un descarado fraude simulado para mostrar al mundo que en la isla hay libertad política”, insistió.

“Pese a todas las represalias y arrestos de conoctados activistas, como el médico José Daniel Ferrer, en Cuba se lucha ahora para lograr que en el futuro pueda haber candidatos independientes y opositores que puedan aspirar a la presidencia una vez se caiga el comunismo”, explicó.

“Todo esto lo heredamos de Martí quien fundó su propio partido y enfiló su lucha por las causas políticas teniendo éxitos tanto interiormente como exteriormente para evitar que el poder de la isla cayera en manos de gobiernos foráneos o dictadores”, relató.

“Hay que recordar que el análisis de las causas que impidieron el éxito de los cubanos en la Guerra de los Diez Años hizo comprender a Martí que la unidad era un factor imprescindible para el triunfo sobre el colonialismo español”, expresó Picón. 

“Sabemos que Martí constantemente pronunciaba discursos en reuniones de los emigrados, especialmente en los aniversarios del 10 de Octubre, en los que llamaba a organizarse y unirse para la entrada en la nueva y definitiva etapa de la Revolución iniciada en Yara”, recordó también Picón.

“Y vino desde luego, que al calor de su prédica, por doquier empezaron a surgir asociaciones patrióticas de los emigrados cubanos, y solo faltaba unirlas. La labor organizativa y propagandística del Partido, dirigida por Martí, permitió su crecimiento y ampliación sistemática”, resaltó.

“Si en las elecciones del 8 de abril de 1892 participaron 24 clubes y se conocían solo 5 asociaciones fuera de Estados Unidos, al final de su fructífera vida, el Partido Revolucionario Cubano contaba con 128 clubes y 9 cuerpos de consejo en 19 localidades de Estados Unidos, México, Costa Rica, Panamá, Jamaica y Haití”, expresó Picón acerca del éxito de la política de Martí.

“El Partido Revolucionario Cubano, además, tuvo varios elementos fuertes, siendo uno de ellos su dirigencia, integrada por veteranos civiles y militares, de la gesta del 68 y de las acciones posteriores a ella, cuyo prestigio en la emigración y en Cuba les permitió movilizar a todas las fuerzas interesadas en la independencia”, enfatizó.

“Fueron otros elementos la militancia masiva, compuesta en general por trabajadores (fundamentalmente de la clase obrera tabacalera) dispuestos a ofrecer su lealtad, los recursos necesarios y su vida por la libertad de Cuba”, concluyó Picón sobre aquella época política en la isla.

“Y la última fue el elemento articulador, que le dio sentido y organicidad a todo lo demás: las bases y los estatutos reconocidos por todos, así como el liderazgo de José Martí, cuya autoridad en el orden organizativo, político y moral era ya indiscutible” agregó al final Picón.

“A Martí se le debe valorar su valentía incondicional. Puso su vida por delante de sus intereses personales, Y finalmente la dio por su patria. Martí vivió para Cuba. Y soñó siempre con verla libre”, concluyó.