Aunque no estaba previsto en los reportes del Servicio de Meteorología, de pronto, la feroz y despiadada marejada del huracán Ian con categoría cuatro, dejó sumida bajo el agua a la turística y próspera ciudad de Fort Myers, el pasado miércoles, causando incalculables pérdidas económicas.
De esta feroz embestida de la naturaleza no se salvó nada ni nadie porque cientos de casas, apartamentos, edificios, parques, comercios y hoteles, quedaron bajo el agua que alcanzó a tapar en su más alto nivel a un sin número de automotores, los cuales quedaron inservibles.
“Parecía como una segunda Venecia porque el agua tapó todo, dejando un panorama desolador, donde la mayoría de sus habitantes perdieron sus lugares de vivienda, ya que tendrán que ser demolidas para que vuelvan a funcionar y ser de hecho habitables”, dijo el bombero de Feitw.
Quizás todo pasó porque, en las predicciones de los meteorólogos, nunca había estado previsto que el huracán Ian embistiera de frente a Fort Myers, ya que, por el contrario, estaba advertido que sería por la ciudad de Tampa. Y los residentes de esta zona no se alistaron previamente.
Ciudades como Captiva y Sarasota, fueron perjudicadas tras la embestida del catastrófico huracán que con categoría 4, penetró a estas ciudades provocando grandes inundaciones y destrozos materiales en zonas comerciales y residenciales.
Pero las más afectadas fueron las que quedaban de frente a las costas las cuales sufrieron el embate de las aguas del mar y, en Tampa, por ejemplo, se observó un fenómeno bien raro, cuando las aguas de la playa fueron empujadas mar adentro por los violentos vientos.
También sorprendió en este nuevo trágico episodio de la naturaleza que la ciudad de Naples, sobre el Golfo de México, fuese arrasada violentamente por el huracán, dejando la mayoría de sus calles llenas de agua.
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