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Barcelona, 28 ago (EFE).- Todo empezó con un sueño en el que la pintura volaba y empezó a crear sobre un lienzo formas flotantes y danzantes. Hoy es mister Dripping, por su peculiar técnica del goteo, pero su nombre es Mark Ríos.

En unos pocos años, el barcelonés, actualmente afincado en Dubai, ha pasado de vender sus piezas a turistas norteamericanos en el barrio Gótico a participar en grandes eventos en todo el planeta para plasmar, en vivo, a grandes figuras del mundo del espectáculo o del deporte.

Cual un mago utilizando una espátula, con la que nunca toca la tela, a veces ayudado de otras «herramientas» como una pelota, es capaz de sorprender a sus retratados, en apenas unos minutos, con sus trazos precisos e imposibles.

Con los años, ya más seguro de si mismo, comparte sus momentos de creación con sus retratados, porque la clave consiste en poder ver e identificar a las personas a las que pinto, no solo sus rasgos, sino su esencia. Quizá por eso su agenda se encuentre sin huecos en blanco por lo que queda de año.

ENTREVISTA AL JOVEN PINTOR E IMÁGENES DE PARTE DE SU OBRA Y DEL ESTUDIO DONDE TRABAJA EN BARCELONA