Mensaje Inspiracional. LOS ANIMALES DEL ERMITAÑO

Written by Libre Online

15 de septiembre de 2021

Se cuenta la historia de un viejo anacoreta o ermitaño, es decir, una de esas personas que por amor a Dios se refugian en la soledad del desierto o de las montañas para dedicarse a la oración y a la penitencia.

Pues bien, a este hombre lo visitaban muchas personas para pedirle consejos. Cuando le preguntaban cómo se encontraba, solía decirles que tenía demasiado que hacer. La gente no entendía cómo era posible que tuviera tanto trabajo en su retiro.

En una ocasión, le pidieron que les explicara en qué se ocupaba. El ermitaño les contestó: “Ustedes no lo saben, pero tengo que domar a dos halcones, entrenar a dos águilas, mantener quietos a dos conejos, vigilar a una serpiente, cargar a un asno, y someter a un león”.

Los visitantes, entre extrañados y admirados, le preguntaron: “No vemos ningún animal cerca de la cueva donde vives. ¿Dónde están todos?”. Entonces el ermitaño dio la siguiente explicación que todos comprendieron:

“Estos animales los llevamos dentro: los dos halcones se lanzan sobre todo lo que se les presenta, sea bueno o malo. Tengo que entrenarlos para que sólo se arrojen sobre presas buenas… Son mis ojos”.

“Las dos águilas con sus garras hieren y destrozan. Tengo que entrenarlas para que sólo se pongan al servicio y ayuden sin herir… Son mis manos”.

“Y los conejos quieren ir adonde les plazca, huir de los demás y esquivar las situaciones difíciles. Tengo que enseñarles a estar quietos donde deben estar, aunque haya un sufrimiento, un problema, o cualquier cosa que no me gusta… Son mis pies”.

“Lo más difícil es vigilar a la serpiente. Aunque se encuentra encerrada en una jaula de 32 varillas, siempre está lista para morder y envenenar a los que la rodean apenas se abre la jaula. Si no la vigilo de cerca, hace daño… Es mi lengua”.

“El burro es muy obstinado, no quiere cumplir con su deber. Pretende estar cansado y no quiere llevar su carga de cada día… Es mi cuerpo”.

“Finalmente, necesito domar al león, pues quiere ser el rey, quiere ser siempre el primero, es vanidoso y orgulloso… Ese es mi corazón”.

Pidámosle a Dios saber dominar los animales «que llevamos dentro».

Ocho regalos que no cuestan un centavo

1.- El regalo de Escuchar.

Pero realmente escuchar, sin interrumpir, bostezar, o criticar. Solo escuchar.

2.- El regalo del Cariño.

Ser generoso con besos, abrazos, palmadas en la espalda y apretones de manos, estas pequeñas acciones demuestran el cariño por tu familia y amigos.

3.- El regalo de la sonrisa.

Llena tu vida de imágenes con sonrisas, dibujos, caricaturas y tu regalo dirá: «me gusta reír contigo».

4.- El regalo de las notas escritas.

Esto puede ser un simple «gracias por ayudarme», un detalle como estos puede ser recordado de por vida y cambiarla a un tal vez.

  5.- El regalo de un cumplido.

Un simple y sincero «te ves genial de rojo», «has hecho un gran trabajo» o «fue una estupenda comida» puede hacer especial un día.

6.- El regalo del favor.

Todos los días procura hacer un favor.

7.- El regalo de la soledad.

Hay días que no hay nada mejor que estar solo. Se sensible a aquellos días y da este regalo o solicítalo a los demás.

8.- El regalo de la disposición a la gratitud.

La forma mas fácil de hacer sentir bien a la gente es decirle cosas que no son difíciles de decir como «Hola» y «Muchas Gracias».

Los amigos son raras joyas, que pueden hacerte enojar y sonreír, que poco a poco aprenden a escuchar, a alentarte y ellos siempre abrirán su corazón a nosotros.

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