Mensaje Inspiracional. El Ingeniero y el Tornillo

Written by Libre Online

2 de marzo de 2022

Un día un ingeniero fue llamado a arreglar una computadora muy grande y extremadamente compleja. Era una computadora que valía 12 millones de dólares. Sentado frente a la pantalla, oprimió unas cuantas teclas, asintió con la cabeza, murmuró algo para sí mismo y apagó el aparato.

Luego procedió a sacar un pequeño destornillador de su bolsillo y dio vuelta y media a un minúsculo tornillo. Entonces encendió de nuevo la computadora y comprobó que estaba trabajando perfectamente.

El presidente de la compañía se mostró encantado y se ofreció a pagar la cuenta en el acto.

– ¿Cuánto le debo? -preguntó. – Son mil dólares le dijo el ingeniero.

– Si me hace el favor –  respondió el presidente de la compañía para luego decirle

– ¿Mil dólares? ¿Mil dólares por unos minutos de trabajo? ¿Mil dólares por apretar un simple tornillo? ¡Ya sé que mi computadora cuesta 12 millones de dólares, pero mil dólares es una cantidad disparatada! Le pagaré sólo si me manda una factura perfectamente detallada que lo justifique.

El ingeniero entonces asintió con la cabeza y se fue. A la mañana siguiente, el presidente recibió la factura, la leyó con cuidado, sacudió la cabeza y procedió a pagarla en el acto, sin dudarlo.

La factura decía:

Servicios prestados: Apretar un tornillo: 1 dólar

Saber qué tornillo apretar: 999 dólares

Total: 1,000 dólares

Moraleja de la fábula del Ingeniero y el Tornillo:

Esta fábula nos enseña que algunas personas que solicitan un servicio juzgan el valor de una trabajo con el tiempo que toma realizarla. Una fábula que enseña a los futuros profesionales que no todos los servicios que realicemos durarán varias horas en repararlo ó resolverlo, aquí vale tu conocimiento y tu habilidad para poderlo resolver en menor tiempo, y tiene ser valorado tan igual como te puedas demorar. Estudiar te tomó varios años y mucho dinero por eso las personas deben valorar a todo profesional por su capacidad. Para terminar aprende a hacer valer tus conocimientos y empieza a cobrar por tus servicios por lo que sabes, no por lo que haces.

El apicultor

Un ladrón se introdujo en casa de un apicultor durante su ausencia, robando miel y panales. A su regreso, el apicultor, viendo vacías las colmenas, se detuvo a examinarlas. En esto, las abejas, volviendo de libar y encontrándole allí, le picaron con sus aguijones y le maltrataron horriblemente.

-¡Malditos bichos -les dijo el apicultor-, dejaron marchar sin castigo al que les había robado los panales, y a mí que les cuido con cariño, me hieren de un modo implacable!

 Muchas veces sucede que vemos con desconfianza a nuestros amigos, pero por  ignorancia le tendemos la mano a quien es nuestro enemigo.

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