Escribió para “monstruos sagrados”, entre ellos Libertad Lamarque, José José, Isabel Pantoja, Plácido Domingo, Emmanuel, Jeanette, Luis Miguel, Lupita D’Alessio, Angélica María, Manuella Torres y, para la cubana Luisa María Güell escribió “Ya no me vuelvo a enamorar”, con la que ganó el primer premio del Festival de Benidorm,España.

No es fácil, sino un privilegio del Señor, poder celebrar 89 años de juventud, con una elegancia en sus movimientos, con río de palabras y un carisma incomparable. Ese es el Maestro actual Manuel Alejandro. Considerado (al menos en Europa) el compositor moderno más valioso y famoso en gran parte del mundo. Seguimos preguntando si Rocío Jurado, Julio Iglesias, Raphael, Nino Bravo y decenas de intérpretes que, gracias a las canciones que les ha escrito hoy son reconocidos en los cinco continentes: canciones de Manuel Alejandro, en la voz de Julio Iglesias ha sido traducido en varios idiomas asiáticos.

Se comenta por los pasillos de los mentideros de Madrid que el Maestro está escribiendo sus memorias, las que, sin duda, será tremendo bombazo literario. Ha vivido lo suficiente como para llenar no una biografía, sino varias. En la televisión española existe en el Canal Antena 3, un programa quizás el más digno y serio, el que sí demuestra lo que es la televisión con fines positivos y educativos, no el chismorreo como son el resto de todos los canales…, todos, señores; en eso aquí no se escapa nadie. La televisión más “mierdalinosa” y politizada en manos de los comunistas del continente europeo se hace en España. De vergüenza. La mediocridad sacando sus pezuñas por la pantalla dispuesta a arribarle al televidente la poca luz mental que le quede.

Y al Maestro lo entrevistó Pablo Moto en su programa “El Hormiguero”, por el que han desfilado las figuras más rutilantes de todas las facetas del arte, incluso combatiendo la desdichada pandemia. Dicho Canal no se ha dejado comer espacio ni por todos los virus que les tiren encima. Su entrevista ha causado impacto, ya que el Maestro siempre ha sido renuente a ellas, mucho más ahora cuando él considerada “que nada es ni será igual”.

Tanto su vida familiar, profesional como lo que muestra de todo aquello que signifique ética, respeto y admiración al que lo merezca, brilló en la voz del genial Maestro.

MERECE CONOCER Y ADMIRAR

Elegante, ofreciendo la imagen de un César Romero, aquel actor de Hollywood (dicen que de ascendencia cubana), y con un manojo de historias inéditas que dejó al televidente ansioso de seguir más horas viéndole y oyéndole. Cuando se habla de compositores, él sale al paso afirmando; “Yo soy un escritor de canciones”. Habló de las canciones que siguen sacándole lágrimas porque le recuerdan a su esposa Purificación Casas, fallecida en marzo de 2021 víctima del covid. Su aspecto varonil, de actor forzudo de cine, conmovió a millones de televidentes cuando comentó: “Cuando escribí la canción “Ya te quería”, para mi ahijado Alejandro Sanz, mi mujer escuchó la maqueta, pero no llegó a oírla en la voz de Alegador, que siempre fue uno de sus favoritos”, y lo contó entre lágrimas, con la emoción que un artista de su categoría siempre tiene a flor de piel.

Otra de las historias más curiosas que contó, surgida de su personalidad y de su millonaria vida de anécdotas plausibles, fue la siguiente: “Ves este bolígrafo marca “Parker”, es con el que he escrito todas mis composiciones desde antes de 1967 y que perdí hasta en dos ocasiones. La primera en un hotel de México y que, tras contárselo al director del hotel, “reunió a toda la plantilla el día antes de irme y les dijo que todos serían expulsados si no aparecía … apareció. La segunda vez en casa de Julio Iglesias en Miami. Estaba leyendo un libro en su embarcadero cuando el bolígrafo se me cayó, se coló entre dos tablones de madera y acabó en el mar, en el fondo. Pero Julio contrató a un equipo de buceadores y… dieron con él”. Podría resultar una simple anécdota, pero que en la figura de un genio musical de su categoría merece conocerse y admirar. 

Tanto en la vida artística del Maestro, como en el de las decenas de privilegiados para los que escribió las canciones que, seguramente, sin ellas, no habrían llegado a estrellas universales o les habría costado “lágrimas negras” alcanzar un espacio en la música popular de nuestra lengua. Si Manuel Alejandro no hubiese escrito la canción “Yo soy aquel”, que lanzara en casi todo el mundo Raphael, es posible que habría interpretado otra, en la que, precisamente “no sería aquel”, sino otro del montón. Otras grandes obras que jamás serán olvidadas que desde su creación fueron con el propósito de que pasarían a la eternidad. “Como yo te amo”, “Se nos rompió el amor”, “Soy rebelde”, “Lo mejor de la vida”, etc. Fueron las canciones savias que desfilaron por las venas de sus intérpretes y con el pasaporte para recorrer los cinco continentes con el solo fin de alegrar y poner a pensar a muchos que, por lo feo que esté el mundo actual, no podemos “tirar la toalla”, tenemos que deleitarnos con las letras y las voces de este grupo de artistas geniales que sí han aportado lo que está bien lejos de la violencia y de lo feo.

LUISA MARÍA GÜELL

Tampoco todo el camino ha sido de rosas. “Mi inicio con Raphael no fue fácil. No obstante, todo cambió tras una canción, cuando ya le había compuesto más de una veintena de las más de cien que finalmente le ha firmado. Se trata de “Yo soy aquel”. Para la canción que interpreta Rocío Jurado en la película “La querida” y cuya canción lleva ese título, también fue una tarea difícil.

Su nombre completo es Manuel Álvarez-Beigbeder Pérez, y nació el 20 de febrero de 1932 en Jerez de la Frontera (Cádiz, España). Es difícil que exista en España un premio que no esté en las vidrieras personales del compositor. Desde la “Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes”. “Cuando tenía 16 años estando en el conservatorio sufrí una lesión en el brazo derecho que me impidió estirarlo por completo, dificultando mi dedicación a la música clásicas. Desde joven he sido compositor, arreglista, director de orquesta, productor e incluso he cantado como solista varias veces”.

Escribió canciones para “monstruos sagrados”, entre ellos Libertad Lamarque, José José, Isabel Pantoja, Plácido Domingo, Emmanuel, Jeanette, Luis Miguel, Lupita D’Alessio, Angélica María, Manuella Torres y, para la cubana Luisa María Güell escribió “Ya no me vuelvo a enamorar”, con la que la cantante ganó el primer premio de Benidorm, España.

Tiene una calle con su nombre en su ciudad natal, Tiene en su poder varios Premios Grammy latinos. El pasado 2020 se estrenó el documental en su homenaje “La fuerza de los mares: Un escritor de canciones”.

Manuel Alejandro, a sus 89 años, va por la vida repartiendo juventud y saber estar. ¡Qué el Señor no le abandone!.