Personalidad, talento, encanto, vitalidad, alegría de vivir, es lo que Lucrecia irradia por todas partes, como parece anunciar los colores de sus trenzas, su seña de identidad desde siempre y a las que no va a renunciar, confiesa la cantante y compositora cubana afincada en España en una entrevista donde habla de su disco homenaje a Antonio Machín.

Por Amalia González Manjavacas

Tremendamente positiva, hasta cuando vienen malas, es junto a la constancia, sus máximas en la vida, por eso, confiesa la artista en una reciente entrevista en Madrid, irradia esa vitalidad y esa alegría que la gente me refiere: son innatas. Y sus tan imitadas trencitas multicolores, ya lo anuncian. 

  La cantante que fue en España todo un referente para varias generaciones de niños en la década de 2000, posee una larga carrera musical a sus espaldas de más de 30 años, 11 discos de estudio, y otros muchos en colaboración junto a los músicos más influyentes de la música latina. A su último trabajo de estudio, «De mil maneras» (2021) se suma un homenaje a Antonio Machín, «Lucrecía canta a Machín». 

 La mujer que puso de moda en España las trencitas, que en su caso no son una moda sino su talismán, y que con el paso del tiempo, permanecen igual, salvo más cortas, la conocemos por su nombre de pila pero Lucrecia Pérez Sáez, nacida en La Habana (1967) es también compositora, licenciada en Música, en piano en el Instituto Superior de Arte de Cuba.   

Premio de la Música, nominada a los Grammy latinos y ganadora en 2011 y del Grammy americano por su participación en «The last mambo», homenaje al creador del mambo Israel López con el famoso tema de Machín, “Dos gardenias”.

PRIMERA MUJER CUBANA 

NOMINADA AL ÓSCAR

P: He leído que está vetada su entrada a Cuba tras componer la banda sonora de “Balseros”, un documental crítico con el régimen de los Castro que fue nominado a los Óscar en 2004.  

 R: Así es. ¡Ay mi Cuba querida!. Así llevamos tanto tiempo…. el pueblo cubano lleva oprimido tanto tiempo. ¡Qué te puedo decir!, espero que sea cierto eso de “no hay mal que cien años no dure». También soy la primera mujer cubana que ha llegado a los Óscar, nominada como mejor compositora por “Balseros”. (Celia Cruz no era compositora) Y eso es un honor.  

 P: Llegaste a España en 1993 a Barcelona, y te hiciste muy famosa aquí con el programa infantil, Los Lunnis, que conducías y dónde cantabas. 

 R: Los Lunnis fueron una apuesta de Televisión Española por contar con una cantante cubana en un programa infantil y gracias a ese proyecto de unir música y otra cultura salió ese programa familiar tan exitoso. Aquí me conocen por la “tele”, pero allí en América por la música, por mis conciertos. Para mí la música es lo primero. 

 P: Once discos en solitario, más otras tantas colaboraciones, presentadora infantil… 

 R: Yo combinaba los conciertos en Miami, en Iberoamérica, que me llevaba mi mánager, con los programas de televisión que hacía en España, allá no me conocen como presentadora. Sigo con mis conciertos, voy en noviembre, o incluso antes, a América.

  P: ¿Qué te hizo establecerte en España y no en otro país? ¿Por amor…?.

  R: No, no. (Hace una leve pausa) Fue porque me detectaron un cáncer de mama y me quedé para curarme, para operarme aquí, así fue. Pero fíjate. De aquello salió “Mi gente”, lo compuse entonces y me dieron el Premio de la Música y al final me recuperé. 

 P: Eso no se supo, el cáncer era tema tabú. 

 R: No se supo, lo llevé en silencio. Me daba miedo contarlo, me ponía tan mal hablar de ello… Entonces me decía para qué ponerme mala cada vez que lo cuento. Me restaba positividad, me quitaba todo.

 P:  No hay mal que por bien no venga…

 R:  Exacto. A menudo pasan estas paradojas. Pero es verdad, antes del cáncer no se hablaba, es más, se ocultaba porque te podía restar o te compadecían. Eran otros tiempos, como dices.

Después, “Balseros” lo compuse embarazada y cuando tuve a mi hijo, eso fue mi bendición, ¡mi vida!, porque cuando tuve la terapia para el cáncer me dijeron que con la radioterapia lo mismo no podía tener hijos. Y mira, ¡qué felicidad!. 

“LUCRECIA CANTA A MACHÍN»

 P:  Se cumplen 25 años su muerte de Antonio Machín, que vivió en Barcelona y Sevilla; casado con una andaluza, tú con un catalán. Ambos, cantantes cubanos pero radicados en España.

 R: Tengo paralelismo, sí. Y otra cosa más. Fíjate, Isolina Carrillo, autora de la famosa “Dos gardenias”, fue mi maestra. Y como yo era pianista, en Cuba si eres una cosa no puedes salirte de tu profesión, no te dejan hacer otra cosa, y ella quería que yo cantara que si no Cuba se perdía una gran cantante. Me dio un gran consejo: “Luchi, tú se lo que eres, se tú misma”.

 P: La hiciste caso. Otra maestra tuya fue Celia Cruz y gran amiga. ¿En qué crees que te pareces a ella?

R: En la sencillez, en la constancia, en trasmitir esa alegría de vivir… En dar respuestas positivas después de tantas cosas negativas. Tú puedes escuchar una canción, hacer cosas que te gustan, te llama un amiga que está enamorada, que alegría, todo es alegría. Eso es que eres así, da igual de dónde has nacido. 

P: Todo el mundo tiene altibajos en sus carreras. 

R:  Claro! Mira, cuando saqué “Mi gente”, un gran éxito, estaban los “Triunfitos”… Fíjate compitiendo con ellos en pleno boom televisivo ¡imagínate!, pero bueno, al menos había en esos tiempos programas de música, ahora no hay. Además, yo agradezco mucho todo lo que tengo detrás. Mi oficina de manager, la casa discográfica, que están pendientes, en fin todo lo que da un equipo. 

P: Además de los discos de estudio hizo otros para niños.

R: Si, grabé unas 60 canciones para la cultura de la infancia y las familias.  También escribí varios cuentos para niños. 

 P: ¿Tú dices que todo se logra con…?. 

 R: Todo se logra con constancia, aparte claro de la positividad, el respeto…, además del talento claro. Mira, cuando hay tanta belleza, pues esto tiene que motivarnos, eso ha de inspirarnos.   

  P: ¿Cómo te mantienes?.

R: Me cuido mucho, bebo mucha agua, hablo bajito para cuidar la voz…, mi paz interior, esa es la felicidad que irradio porque la tengo dentro. Yo río mucho, es de verdad, estoy enamorada de la vida. Eso no la da el lugar de nacimiento.

 P: Así nacieron los Premios Alegría de Vivir ¿Cómo los creas?.  

 R: Los saqué a raíz de las sucesivas crisis económica de 2008, desastres humanitarios que siempre se suceden…. Y en 2013 otra crisis azotó al ámbito de la cultura. Así creé los Premios Alegría de Vivir que reconoce la trayectoria de personas o entidades. Creo que a pesar de todos estos infortunios, hay que resaltar lo positivo, el respeto, la admiración, la alegría pero una alegría consciente de que entre todos hacemos la sociedad más feliz, porque todo ayuda, todo suma, y hay que descubrirlo. Hace falta más cosas positivas. Se premia a todo: entretenimiento, música, gastronomía, ciencia, cultura, solidaridad… A mí me gusta que se hable de los premiados. 

 P: ¿Qué echas de menos como artista qué te falta hacer? 

 R: ¡Yo quiero hacerlo todo!  (Ríe) Mira cuando en 2021 me llamó Sergi Vilas para este disco en homenaje a Antonio Machín, me dio una alegría tremenda, pero vino la pandemia y todo se paralizó. Finalmente salió el pasado septiembre y ya ha salido en disco físico. Así que doy gracias a Sergi Vilas por confiar en mí, por elegirme para cantar  -gracias a la tecnología- con el gran Antonio Machín. Algo que empezó siendo para una canción y después se convirtió en un disco, un disco dirigido por Joaquin Hurtado, padrino del disco. 

  P:  El disco posee una imagen muy artística y cuidada, un aire del “nuestro ayer” con «el hoy», Lucrecia, irradiando luz interior. Tu imagen siempre poderosa y bella.

  R: Gracias. La estética es muy importante, la puesta en escena. Me encanta ponerme de gala sobre el escenario. Es un respeto a la música y al público. Me viste hace mucho Juan Carlos Mesa, me encantan sus diseños. Me siento bien así -da un coqueto golpe de aire a sus trencitas y a su pierna- no puedo ir de otra forma. (Risas)

P: ¿Tienes un género en especial?

  R. Me encanta interpretar todos, la verdad, y disfruto cantándolos; quizás el son cubano, el bolero, (si hay que decir uno) … pero todos muchacha, la gente quiere que goce. ¡Ya tú sabes!.