LOS CENTRALES CHAPARRA Y DELICIAS

Written by Alvaro J. Alvarez

29 de noviembre de 2022

Robert B. Hawley, nació en Memphis, TN en 1849, en 1870 se mudó a la ciudad de Galveston en Texas, donde comenzó a trabajar como comerciante. En 1896 se convirtió en el primer congresista republicano de Galveston.

Después de familiarizarse con el negocio azucarero al tener una participación en la propiedad de New Iberia Sugar Co. de Luisiana. El 26 de julio de 1899 la Cuban American Sugar Co. fue incorporada por Robert B. Hawley en el estado de Nueva Jersey, de esa 

manera se iniciaba significativamente la expansión estadounidense de la industria azucarera cubana.

Hawley, era además corredor de bolsa y propietario de un ingenio azucarero en el estado de Lousiana. 

El 26 de octubre de 1898, por decisión del oficial interventor norteamericano en Holguín, coronel Duncan N. Hood fue creado el municipio de Puerto Padre. Chaparra fue uno de sus barrios y situado a 14.8 kms. al Este.

Después de la guerra de Estados Unidos con España, que terminó en 1898, los propietarios cubanos se tambalearon por las deudas. Los empresarios estadounidenses, interesados en las posibilidades de inversión, acudieron en masa a La Isla. 

CUBAN AMERICAN SUGAR COMPANY

La ocupación estadounidense mejoró las oportunidades comerciales y en 1899, Robert B. Hawley organizó la Cuban American Sugar Company, adquiriendo 77,000 acres (2,322 caballerías=31,161 Hectáreas) e importantes ingenios azucareros en las regiones de Matanzas (Central Tinguaro, en Perico), Pinar del Río (Mercedita, en Cabañas) y Puerto Padre, en la parte Norte de la provincia de Oriente.

Chaparra fue el lugar escogido. Se iniciaba así la penetración en gran escala del capital foráneo. El proyecto constructivo se inició a finales de 1899, iniciando su primera zafra el 30 de enero de 1902.

Dispuso de 370 caballerías de caña propiedad de 80 colonos y se produjeron 18,156 toneladas métricas de azúcar.

En estos inicios se produjo el arribo de inmigrantes caribeños, centro y suramericanos, chinos y españoles. Fueron empleados en el desmonte y fomento de las colonias cañeras los primeros y en labores propias de la industria el resto. Los contratistas Joaquín Briñas y Félix Pedroso fueron los encargados de traer a los inmigrantes caribeños. Los más calificados participaron en la construcción del Central. El primero fue quien trajo al maestro de obra y albañiles para la construcción de los hornos.

Junto con otras empresas de propiedad norteamericana, la Cuban American Sugar Company no solo generó una enorme riqueza para sus inversores, sino que también promovió el desarrollo de enclaves estadounidenses, 

generalmente en pueblos aledaños a los ingenios azucareros. 

Estas áreas se convirtieron en barrios privilegiados habitados por técnicos, químicos, agrónomos, administradores y sus familias estadounidenses. El área circundante a la planta de la empresa en Puerto Padre constaba de 600 viviendas, clubes sociales diferenciados racialmente y escuelas. 

La infraestructura también estaba bien establecida. Mientras creaba vecindarios exclusivos para los estadounidenses que vivían en la región, los enclaves de la empresa también llegaron a dominar la vida política y económica local.

Chaparra Sugar Co. se incorporó en Nueva Jersey el 18 de octubre de 1899 con un capital de $1 millón. Sus fundadores y principales accionistas fueron Robert Bradley Hawley, presidente; Frederick H. Howell (1848-1929) vicepresidente y James Howell Post (1859-1938), tesorero. 

En 1901, la empresa encomendó al Gral. Mario García-Menocal (1866-1941), graduado de Ingeniero Civil, en la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Cornell, diseñar y construir el Ingenio Chaparra en los terrenos de la antigua Hacienda Chaparra en Puerto Padre, propiedad de Antonio Mahiquez, catalán muy activo y trabajador, un hombre que trabajaba duro de verdad.

Cuando terminó a tiempo para su primera temporada de molienda en 1902, era el ingenio azucarero más grande del mundo con una capacidad de molienda diaria de 9,100 toneladas de caña de azúcar (364,000 arrobas).

El 19 de septiembre de 1906, la Cuban American Sugar Co. se reincorporó en Nueva Jersey como sociedad controladora con un capital de $12 

millones bajo el nombre de Cuban American Sugar Mills Co. Como sociedad de cartera, poseía todas las acciones en circulación de Chaparra Sugar Co., Tingüaro Sugar Co., Mercedita Sugar Co. y Colonial Sugars Co. La nueva sociedad de cartera poseía o controlaba tierras por un total de unos 280,000 acres y producía alrededor de 546,000 sacos de azúcar sin refinar al año.

GARCÍA-MENOCAL Y CHAPARRA

El Central Chaparra bajo la supervisión del Gral. Mario García-Menocal, constituyó la mayor inversión que hasta entonces se había ejecutado en la historia de la industria azucarera cubana, pertrechada con la mejor tecnología del momento, llegó a tener en sus inicios una capacidad de producción de 200 mil sacos de azúcar de 325 libras, resultando, en consecuencia, la fábrica de azúcar más grande de ese momento en toda América.

Para este propósito Mario García-Menocal se agenció la colaboración de muchos de sus antiguos subordinados, entre ellos altos oficiales muy capaces, lo que le permitió lograr su empeño, 

realizando el desmonte, limpieza y desbroce de tierras para la siembra de áreas agrícolas.

En esta primera etapa dispuso de 370 caballerías de caña, propiedad de 80 colonos, la mayoría de ellos antiguos miembros del Ejército Libertador, todas personas de probada capacidad y honestidad, en su mayoría habían peleado bajos sus órdenes y se produjeron 18,156 toneladas métricas de azúcar.

Se construyó el ferrocarril de vía estrecha con ramales a las futuras plantaciones cañeras y al embarcadero de Cascarero, por donde entraban las maquinarias procedentes de los EE.UU.

El 30 de enero del 1902 el Central Chaparra inició la primera zafra de su historia, poseía entonces 370 caballerías de cañas y al término de la zafra el 15 de junio 1902 tuvo una producción de 128,739 sacos de azúcar de 325 libras y un peso total de 18,678 toneladas métricas, con 9.06 % de rendimiento.

Bajo la Administración de Mario García-Menocal el Central Chaparra, se convirtió en el Central más productivo del hemisferio occidental.

Primera administración del Central Chaparra: Mario García-Menocal Deop (Administrador General); Federico Mendizábal y Carlos Casimayu (Segundos Administradores); Nicolás Arnau (Jefe de Útiles); Juan Casas (Jefe de Carpintería); Fernando Menéndez (Jefe Taller Maquinaria); Alfredo López (Jefe de Locomotoras); Juan Carlos Rodríguez (Jefe de Oficina de Tráfico); Mr. Maxuel (Jefe de Fabricación); Eugenio Molinet y Amorós (Director del Hospital); Joaquín Molinet (Primer Maquinista); Joaquín Briñas y Félix Perdomo (Contratistas); Luis Masferrer –(Primer comprador de tierras).

El central Chaparra se amplió con las ganancias de las zafras e introdujo nuevas maquinarias. En 1907 rodó la primera locomotora de vapor a través de los ramales Gibara-Velasco-Chaparra-San Manuel y se construyeron 645 kms. de líneas de ferrocarril.

Las fichas azucareras (Tokens) circularon en Cuba hasta 1909, fecha en que fue promulgada la “Ley Arteaga” el 3 de junio de 1909.

La Chaparra Railroad Company se fundó en octubre de 1910 y llegó a contar con 569 kms. de líneas férreas de las cuales 129 eran de servicio público y 440 de servicio privado.

Además, en ese mismo año, La Chaparra Sugar Company 

construyó el primer pedraplén de Cuba, una vía sobre el mar de alrededor de 800 metros de longitud que unió con tierra firme al Cayo de Juan Claro, para embarcar desde sus espigones la producción azucarera del Chaparra y Delicias.

Para hacerlo, se trajeron en tren, piedras de disímiles tamaños, se colocaban sobre trípodes de madera dura enclavados en el terreno lodoso, cuando ya el terreno estaba compactado se ponían las líneas férreas y se avanzaba un pedazo más. La única forma era que el tren entrara de retroceso o sea de marcha atrás.

En Cayo de Juan Claro había 6 almacenes con capacidad para 500,000 sacos de azúcar y 8 tanques de acero para el almacenar petróleo crudo y miel que tenían una capacidad de 9 millones de galones. El calado del puerto era de 25 pies. El Cayo tenía su aduana y una población fija y otra laboral.

En diciembre de 1909, siendo Administrador del Central Chaparra, Mario García-Menocal hizo público su deseo de traer 100 familias suecas y noruegas, para aumentar la población blanca de la zona (no sabemos si logró traerlas). 

Luego en 1910 logró que el Chaparra produjera cerca de 70,000 toneladas, casi tanto como lo producido en toda La Isla en 1830. De ahí su apodo de «El Mayoral» y la expresión popular: «Tumba la caña, anda ligero, que ahí viene el Mayoral sonando el cuero». De Chaparra se fue Menocal en 1913 para ejercer como el tercer presidente de Cuba (formó parte de la época de los generales-presidentes). No se le erigió ningún monumento en la Avenida de los Presidentes (Calle G) y sólo se sabe de la existencia de dos bustos suyos. 

CHAPARRA IMPUSO RÉCORD MUNDIAL

El 15 de marzo de 1912, Chaparra impuso récord mundial al producir 5,556 sacos de azúcar de 325 libras en ese día.

Los grandes buques que atracan hoy en Puerto Carúpano (nombrado así después de 1960), no pudieran hacerlo de no haberse construido este pedraplén, con la finalidad de unir con una línea férrea La Isla de Cuba con el Cayo de Juan Claro y permitir la exportación de azúcar.

La primera luz que tuvo la ciudad era de acetileno y cooperó para ello el García-Menocal, administrador del entonces Central Chaparra.

En la zafra de 1913, el Chaparra poseía 2,663 caballerías de tierras negras y mulatas, 1,216 de montes, 500 de potreros y 947 sembradas de caña, pero se molieron en 1913 solamente 847. 

Tenía 400 colonos cubanos y 30 extranjeros. El peso de la caña molida fue de 56,830,480 arrobas, promediando un estimado de 65,000 arrobas por caballería (habiendo tenido como máximo 65,000 arrobas y por otra, 40,000 arrobas como mínimo)

Estaban sembradas dos variedades de caña: Ceniza (sembradas a 2 x 2.50 varas) y Cristalina (sembradas a 2 x 3 varas), con una particularidad, no se usaron fertilizantes ni regadío.

El Central Chaparra, tenía entonces, 308 kms. de vía estrecha (36 pulgadas) por donde se desplazaban 19 locomotoras, 1,031 carros de caña, 134 planchas, 13 casillas para azúcar, 14 tanques para miel, un carro de inspección y 9 automóviles de línea.

Durante la zafra de 1913, se molieron 340,000 arrobas de caña por día (aunque podía llegar a moler 500,000). Dispuso de 3 descargadoras, sistema Link-Belt y 3 desmenuzadoras, seguidas de 2 juegos de 3 trapiches fabricados por Whitney y de otro juego fabricado por Fulton. 

Su producción alcanzó los 475,362 sacos de azúcar de 325 libras. La pureza de los jugos fue de 82%, la riqueza de la caña de 14.50 % obteniendo un rendimiento total de 10.87 % de azúcar pol. 96. El costo de transporte (o estiba) de cada saco de azúcar puesto a bordo de los barcos anclados en los muelles en el Cayo de Juan Claro fue de 25 centavos.

En su Laboratorio trabajaban 5 químicos extranjeros.

En la zafra de 1914, el peso de la caña molida fue de 64,800,000 arrobas (14% más que en 1913) promediando 65,000 arrobas por caballería (igual al de 1913). Pero en este año se sembraron 50 caballerías más de caña, para un total de 947.

El total de sacos de azúcar (de 325 libras) producido fue de 606,700 (27.6% más que en 1913) con un rendimiento total de 12.17% de azúcar pol. 96.5 (mucho mejor que el año anterior, que fue de 10.87%).

Luego La Chaparra Light & Power Co. se fundó en agosto de 1916 para suministrar electricidad y fuerza motriz a Holguín, Chaparra, Puerto Padre y demás poblaciones intermedias.

La organización de la Cuban Cane Sugar Corp. en 1915 fue alentada por el aumento de los precios del azúcar provocado por la guerra en Europa. La entrada de los EE. UU. en ese conflicto, sin embargo, produjo demandas internas y externas de controles de mercado.

Para lograr la estabilidad de precios y al mismo tiempo asegurar el abastecimiento de azúcar, se crearon varios organismos reguladores nacionales e internacionales. En reconocimiento a la influencia de Czarnikow-Rionda en la industria azucarera, el presidente cubano G. Menocal nombró a Manuel Rionda Polledo para formar parte de la Comisión Cubana. 

Robert Bradley Hawley, falleció en 1921, siendo un amigo muy cercano al asturiano (de Noreña) Manuel Rionda Polledo (1854-1943) conocido como el Barón del Azúcar Cubana, dueño de 6 centrales (Céspedes, Elia, Francisco, La Vega, Manatí y Tuinicú) además contralaban los almacenes de azúcar de 25 centrales. 

Manuel se casó con la irlandesa Ellen Goin, pero como no tuvo hijos se asoció con sus sobrinos Manuel Enrique Rionda (hijo de Joaquín Rionda Polledo) y Bernardo Braga Rionda (hijo de Bibiana Rionda Polledo). 

Una de las 6 hermanas de Manuel, María Rionda Polledo (1851-1909) casó con Alonso Fanjul Fernández (1851-1922) y son los bisabuelos de Alfonso (Alfie) Fanjul Gómez-Mena (1937) y de José (Pepe) Fanjul Gómez-Mena (1944). 

Czarnikow-Rionda era miembro del New York Coffee and Sugar Exchange. Al igual que las otras casas azucareras, compraba azúcar al contado en Cuba. Sin embargo, no todo el azúcar negociado por Czarnikow-Rionda fue manejado directamente por la empresa. Los empleados de Czarnikow-Rionda a menudo actuaban como intermediarios independientes denominados «casitas». Ya en la década de 1940, por ejemplo, los sobrinos de Manuel comercializaban azúcar en el New York Coffee and Sugar Exchange bajo el nombre de Braga Brothers.

Inicialmente, Czarnikow, MacDougall operaba en Cuba bajo su propio nombre y empleaba comisionistas para llevar a cabo sus negocios. En 1907 se constituyó la Cuban Trading Company con oficinas en La Habana. La Cuban Trading Company compraba azúcar, concertaba préstamos para ingenios y cultivadores de caña, vendía sacos de yute, tramitaba reclamaciones de seguros, resolvía disputas locales y prestaba servicios legales y notariales. 

La Cuban Trading Company mantuvo informada a la empresa matriz sobre las actividades de sus competidores y desempeñó el papel fundamental de enlace con el gobierno cubano. El primer presidente de la Cuban Trading Company fue Víctor Zeballos a quien sucedió Higinio Fanjul Rionda (1877-1963). Su hijo, Alfonso G. Fanjúl Estrada (1909-1980) padre de Alfie y Pepe Fanjul) fue el tercer y último presidente de la Cuban Trading Company.

Tenía el ferrocarril además 1,700 km de línea telefónica en 340 km de postería, 562 aparatos instalados, que eran atendidos por cuatro centros que radicaban en Chaparra, Delicias, Vázquez y Puerto Padre, este último de servicio público.

El Servicio de Salud

Contaba con un magnífico hospital dotado de todos los adelantos modernos de la época, Laboratorios, Rayos X, Estación de Cuarentena, Gabinetes de Emergencia, con un competente cuerpo facultativo compuesto por 5 médicos, 2 enfermeras graduadas y 6 enfermeros prácticos, así como servicio dental escolar gratuito y obligatorio.

Las Escuelas en Chaparra

La revista Agricultura y Zootecnia recoge en sus páginas una relación de escuelas y maestros de Chaparra, donde se refiere la existencia de 7 de ellas en El Batey y Pueblo Viejo, que incluye una de aprendices y una de inglés. Además, en la Sociedad La Económica se impartían clases en sesiones diurnas y nocturnas. 

En 1924 había 14 barrios rurales que tenían 21 escuelas y alrededor de mil alumnos. Estos fueron creados por el Gral. Eugenio Molinet Amorós, el Administrador de la División Oriental de The Cuban American Sugar Company, quien asumía los gastos.

También por esta fecha existían 6 escuelas privadas, 4 en la zona urbana, una en Vega de Mano y otra en Guayacán con sus correspondientes maestros.

En 1948 se abrió un centro de carácter privado atendido por monjas de la Orden Filipense y que el profesor Juan Andrés Cué y Bada poseía una academia en la calle 10 de El Batey, donde se estudiaba el bachillerato, también de carácter privado.

En 1933, la conflictividad laboral, las huelgas y la violencia cotidiana estaban a la orden del día en toda Cuba. Durante la temporada muerta de ese año, el gobierno del presidente Ramón Grau San Martín se apoderó de Central Chaparra y Central Delicias de Cuban-American Sugar Mills Co. cuando la empresa ordenó el cierre de los ingenios azucareros ante el malestar de los trabajadores. Sin embargo, luego de la renuncia de Grau al cargo el 15 de enero de 1934, el 30 de enero el nuevo presidente Carlos Mendieta firmó un decreto devolviendo ambos ingenios azucareros a la Cuban American Sugar Mills Co.

El 26 de diciembre de 1941, se dio a conocer que en ese año la Cuban American Sugar Co., dueña del central Chaparra, había alcanzado utilidades superiores al millón y medio de pesos.

El Central Chaparra, era el 10º central en capacidad de producción diaria con 710,000 arrobas y un rendimiento de 13,33. El 9º en número de trabajadores de zafra con 7,000 y una planta de cera derivada de la caña. Dueños de 4,000 caballerías de tierra controladas, de ellas 927 sembradas de caña en sus 735 colonias que llegaron a emplear 10,000 trabajadores en una zafra.

De los diez centrales que sobrepasaron en Cuba, en algún año el millón de sacos, Chaparra fue el 8º en lograrlo en 1952.

Durante la zafra de 1953, Chaparra logró producir 858,989 sacos de azúcar de 325 libras.

En 1955, Cuban American Sugar Mills Co. ocupaba el puesto 497 en la lista Fortune 500 de las corporaciones más grandes de EE. UU. Sus negocios eran: La Compañía Azucarera de Chaparra (Chaparra Central); Compañía Ferroviaria Chaparra; Compañía Azucarera San Manuel (Central Delicias); La Compañía Azucarera de Tingüaro (Central Tingüaro); Compañía Azucarera Mercedita (Central Mercedita); La Empresa Refinadora de Azúcar de Cuba; Compañía Azucarera Colonial (Central Constancia).

En 1959, Cuban American Sugar Mills Co. era propietaria de Central Chaparra, Central Delicias y Central Mercedita. Los tres fueron robados el 22 de julio de 1960, Fernando Pérez Zorrilla, un títere castrista fue nombrado Interventor-Administrador del central Chaparra y de inmediato asumió las responsabilidades inherentes a su cargo.

El Central Chaparra se fue a bolina el 11 de junio del 2001, los comunistas que son los más mentirosos del mundo, después de 

cerrar este maravilloso central, escriben horrores de quiénes lo construyeron y lo mantuvieron como un coloso durante 60 años. Pero ellos que lo destruyeron son los buenos. Claro esas lecturas solamente se las creen los estúpidos. (Albert Einstein dijo: La diferencia entre la estupidez y la genialidad es que la genialidad tiene sus límites).

EL CENTRAL DELICIAS

El pueblo de Delicias, bella localidad del litoral norte oriental es un barrio situado a 6.3 kms. de Puerto Padre, situado en las márgenes del río Chorrillo, cerca de la bahía de Chaparra y en él se encuentra enclavado el Central Delicias, una factoría azucarera que endulzaba la economía territorial.

De los 13 centrales azucareros edificados en Cuba por compañías norteamericanas entre 1898 y 1914, cinco estuvieron en ese territorio de la provincia de Oriente. El Delicias, considerado en su tiempo, por su avanzada tecnología, entre los más modernos del mundo. Tanto fue así que, en 1914, su novísima planta generadora proveyó por primera vez de luz eléctrica a la ciudad de Puerto Padre.

En 1909 Chaparra Sugar Co. adquirió los restos de Central San Manuel a Francisco Plá Martínez Picabia, hijo de su fundador José Plá Monje y la incorporó bajo el nombre de San Manuel Sugar Co. 

Bajo la influencia del Gral. Mario García-Menocal se comenzó la construcción del Central Delicias en 1910, empleando el material útil del ingenio, ya desmantelado, San Manuel.

En los primeros meses de 1860 ya tenían levantado un trapiche de tres masas movidas con máquinas de vapor de la firma Fawcett, Preston and Company. El central se llamaría San Manuel en honor a la señora Manuela Martínez Picavia, esposa de José Plá Monje.

Fue fundado en 1911 por la San Manuel Sugar Company, subsidiada por la Cuban American Sugar Company. La administración general estaba en Chaparra, con una dirección local en Delicias.

Hizo su primera zafra en 1912, comenzando el 15 de enero y terminando el 15 de agosto, en esos 123 días, tuvo una producción de 182,486 sacos de azúcar de 325 libras cada uno, para lo cual se molieron 21,495,440 arrobas de caña con un rendimiento de 11,30 % y un recobrado de 92,23, aunque su construcción no estaba totalmente terminada, como se pudo comprobar por el desarrollo de la capacidad que años más tarde llegó a alcanzar.

La producción básica ha sido el azúcar crudo y las secundarias: miel final, alcohol, cera, hielo, ron y energía eléctrica. El Central Delicias estaba considerado por sus dueños como una fábrica 

moderna para su época, con tres Tándem Fulton y una capacidad de molida de 780,000 arrobas de caña durante las 24 horas.

Para la fecha se habían creado varios caseríos de madera y zinc en las proximidades del ingenio. Se asegura que, al año de fundado, contaba con 119 viviendas.

En 1913, tenían 2,100 caballerías de tierras de las tres clases corrientes, 670 estaban sembradas de caña, 330 eran siembras nuevas o en preparación, 100 destinadas a potreros y el resto 1,000 era monte.

Sus colonos eran 250 cubanos y 50 extranjeros, que cultivaron las 670 caballerías de caña molida ese año. El peso de la caña molida fue de 47,660,000 arrobas y no quedó caña alguna sin moler. El promedio de arrobas por caballería fue de 71,134 (mucho mejor que el Chaparra), llegando alcanzar el máximo de 150,000 arrobas y como mínimo 40,000 arrobas. Aquí las dos 

variedades, tanto Ceniza como Cristalina se sembraron a 2 varas, sin fertilizantes ni regadío. El Central todavía no tenía líneas propias ni material rodante por lo que utilizaban los del Chaparra.

Durante la zafra de 1913, molió 290,000 arrobas de caña por día (aunque puede moler 320,000). Disponía de una grúa, sistema Link Belt y de 2 desmenuzadoras, seguidas de 2 juegos de 4 trapiches, fabricados por Fulton.13 defecadoras de 5,000 galones, 2 evaporadores de cuádruple efecto de 21,000 pies de superficie calórica cada uno. 5 tachos de punto. 24 cristalizadores abiertos. 28 centrífugas de 40” sistema Weston. Batería de calderas con 5,000 caballos, compuesta de 20 multitubulares en 20 hornos.

Como combustible suplementario gastó 7,320 toneladas de leña. Fabricaron 421,000 sacos de 325 libras (54,362 menos que Chaparra).

Su rendimiento de trapiche fue de 81.30%, la pureza de los jugos de 80.36%, la riqueza de la caña de 13.34 % (por debajo de Chaparra) y un rendimiento total de 11.48% de azúcar pol. 95.98 (superior al Chaparra). Su laboratorio estaba a cargo de tres químicos extranjeros.

En la zafra de 1914, el peso da la caña molida fue de 51,367,579 arrobas, que representó un promedio de 71,134 arrobas por caballería (superior al Chaparra). Fueron 722 las caballerías de tierras cultivadas por los colonos y el ingenio (menos que el Chaparra).

El total de sacos de azúcar fue 485,083 de 325 libras cada uno (inferior al Chaparra) con un rendimiento total de 12.27% de azúcar pol. 97 (superior al Chaparra).

Entre 1917 a 1923 a los centrales Chaparra y Delicias arribaron 22,058 trabajadores para el campo, procedentes de algunas islas de Las Antillas.

Durante la Primera Guerra Mundial los precios de azúcar se dispararon y en mayo de 1920 alcanzaron 22 centavos la libra, por lo que se aumentó el tiempo de duración de la zafra y la producción.

En el Acuerdo de Fideicomiso del 15 de marzo de 1921 para una emisión de bonos por $10 millones, Cuban American Sugar Mills Co. enumeró la propiedad de todas las acciones emitidas y en circulación de varias subsidiarias, todas organizadas bajo las leyes del Estado de Nueva Jersey. El principal activo de cada filial, libre de todo gravamen.

La zafra correspondiente a 1922 estableció un momento trascendental de este ingenio. En efecto, implantó una marca mundial de producción: 1,046,493 sacos de azúcar de 325 libras, equivalentes a 157,055 toneladas métricas del producto. Para conseguir semejante saldo molió 110,431,034 arrobas de caña.

En 1952 el Central Delicias volvió a ser el número uno cuando produjo 1,383,653 sacos de azúcar (récord mundial) en 206 días de labor, con un rendimiento industrial de 12,41%.

Operó como subsidiaria de Cuban American Sugar Mills Co. durante 49 años hasta el 22 de julio de 1960 cuando fueron robados los tres por Fidel Castro (Chaparra, Delicias y Mercedita).

En 1960 el Central Delicias era el cuarto central en capacidad de producción diaria con 860,000 arrobas, con destilería y planta de cera como derivado, el 5º en número de trabajadores con 9,000 en sus 652 colonias y el mayor propietario de tierras con 6,000 caballerías.

Su aduana era la 6ta. en la República en recaudación. Su zona cañera era una de las más importantes de Cuba ya que en ella se encontraban dos de los grandes colosos azucareros de la isla, Chaparra y Delicias, con sus 609 kilómetros de vías férreas que exportaban sus azúcares por el puerto de Puerto Padre, contribuyendo así a que este fuera muy activo.

Tanto en el Central Chaparra como en el Delicias existían potentes plantas termoeléctricas que, enlazadas entre sí, suministraban fluido eléctrico, no solo a Puerto Padre, sino también a Holguín y a Gibara. También contaba con fábricas de alcohol, cera, hielo y una de las canteras mayores de Cuba. Además, grandes salinas, industria pesquera y de curtido de pieles.

Desde 1911 prestaron sus servicios unos 10 médicos pagados por la compañía azucarera, de ellos solamente sabemos el nombre de dos. En 1924 fue traído por la compañía el Dr. Leandro Cejas Piedra, hombre preocupado por la atención de los trabajadores y sus familiares, trabajando desde el Botiquín próximo a la casa y farmacia del señor Ernesto Molinet, luego el Botiquín pasó donde se encontraban las oficinas de Transporte. El otro prominente médico fue el Dr. Miguel Gómez García (tío del ex preso político y asiduo lector de LIBRE, Aldo Arias Gómez).

El otro central de la Compañía, el más pequeño de los tres, el Central Mercedita, con una producción diaria con 180,000 arrobas con 2,650 trabajadores y 440 caballerías de tierras propias, situado en Cabañas, Pinar del Río.

En 1959 había 161 centrales, 122 de cubanos, 36 americanos, 2 españoles y 1 de capital francés.

Nota: Debo agradecer a los antiguos residentes de Delicias, el Dr. Eduardo Enrique Betancourt y Loida Díaz Fajardo por su aporte con interesantes y valiosos datos sobre el Central Delicias.

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