Por María C. Rodriguez
Albóndigas de Pescado
INGREDIENTES
1 libra de pescado blanco cortado en trozos pequeños (halibut, tilapia o mahi-mahi)
1 taza de migas de pan
1/2 cebolla picada
3 dientes de ajo picados
1/2 pimentón rojo picado
1 huevo batido
Sal y pimienta
Para la salsa de coco:
1 cucharada de aceite de canola o vegetal
1 cebolla blanca pequeña, cortados en cubitos
1 pimiento rojo pequeño, cortado en cubitos
1/2 pimentón verde, cortado en cubitos
2 dientes de ajo picados
1 taza de tomate picado
2 tazas de leche de coco
Sal y pimiento
INSTRUCCIONES
• En un procesador de alimentos, coloque el pescado, la cebolla, el ajo y el pimentón rojo y procese hasta que parezca carne molida.
• Mezclar con las migas de pan, huevo, sal y pimienta. Forme la mezcla en 8 bolas.
Para hacer la salsa: En una sartén mediana a fuego medio, saltear la cebolla y el pimentón.
• Cocine hasta que las verduras se hayan ablandado, unos 6 minutos.
• Añadir el ajo y cocinar por 2 minutos más.
• Sazone con sal y pimienta negra y agregue los tomates y la leche de coco.
• Cocine a fuego lento hasta que la salsa se haya espesado y las verduras estén muy tiernas, unos 5 minutos.
• Añadir las bolas a la sartén. Cocine durante unos 5 minutos, cubra, luego gire las bolas en la salsa y cocine por otros 5 a 7 minutos, hasta que las bolas estén completamente cocidas.
Tronco de Nata y Fresas (Postre)
Este tronco con nata y fresas hará las delicias de todos los comensales porque es dulce, frutal y más liviano que otros postres. Para hacerlo no necesitas mucha habilidad ni ingredientes extraordinarios. De modo que, ¡no tienes excusa para no probarlo!
En primer lugar, hay que elaborar la masa del bizcocho. Precalienta el horno a 180°C para que, cuando esté lista, puedas meterla a hornear enseguida.
Casca los huevos en una superficie diferente al recipiente en el que los vayas a verter y separa las yemas de las claras. La manera más sencilla de hacerlo es dejar caer el huevo entre los dedos ligeramente abiertos de la mano para que la yema quede recogida en la palma y la clara se deslice hasta el recipiente que tengas preparado debajo.
Bate las yemas de huevo junto al azúcar hasta que adquieran una textura espumosa y blanquecina. Añade el zumo de limón a las claras y móntalas. Se puede hacer con unas varillas de mano, pero resultará mucho más rápido y cómodo si empleas unas varillas eléctricas. Cuando estén a punto de nieve, deja de batir y resérvalas.
Tamiza la harina y la maicena con ayuda de un colador de malla fina. Este paso es muy importante en esta receta puesto que cuanto más esponjoso y ligero sea el bizcocho, mejor quedará.
Mezcla las claras y las yemas con movimientos muy suaves para que no pierdan el aire que has obtenido montándolas. Añade poco a poco la harina y la maicena tamizadas, así como las gotas de esencia de vainilla. Remueve con una espátula de silicona hasta que esté todo integrado, siempre con mucha delicadeza.
Prepara una bandeja de horno forrándola con papel sulfurado, vegetal o de horno y engrasando los bordes con aceite vegetal o mantequilla. Vuelca lentamente la masa sobre la bandeja hasta que se extienda y métela en el horno durante aproximadamente 10 minutos o hasta que el bizcocho esté dorado. Sácalo del horno, despégalo de la bandeja y enróllalo cuidadosamente mientras aún esté caliente. Déjalo enfriar envuelto en un paño de cocina limpio.
Mientras se enfría el bizcocho, prepara la crema de fresas. Lava y seca cuidadosamente la cantidad de fresas indicada para la crema, quítales el pedúnculo y mételas en un vaso de batidora. Tritúralas con una batidora eléctrica hasta hacer un puré. Viértelas en un bol amplio y añade el queso crema a temperatura ambiente, la nata y el azúcar. Bate con unas varillas hasta obtener una crema untuosa y homogénea.
Cuando el bizcocho esté a temperatura ambiente, desenróllalo cuidadosamente y cubre el interior con una capa de crema de fresas. Lava las fresas destinadas a decorar, sécalas muy bien y córtalas en trozos medianos. Esparce estos dados de fresa por encima de la crema y enrolla el bizcocho de nuevo sobre sí mismo. Cuando lo tengas, recubre también el rollo de crema de fresas.
Antes de servir tu tronco con nata y fresas, ralla chocolate blanco por encima para que las virutas se adhieran a la crema y le den un aspecto nevado. Si quieres un poquito de contraste, esparce también algunos bastoncillos de chocolate con leche y alguna fresa entera. ¡Listo!
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