Coronavirus, crisis económica y protestas inéditas. Ése es el resumen de un año especialmente difícil en Cuba, donde la pandemia y las supuestas sanciones de EE. UU., junto a la mala gestión económica interna, han provocado escasez de alimentos y medicinas, falta de divisas y una inflación disparada, lo que llevó a miles de personas en julio a salir espontáneamente a la calle a manifestarse.

Estas han sido las noticias que han marcado el año que termina:

 UNAS PROTESTAS INÉDITAS

Miles de personas en toda Cuba salieron a protestar el 11 de julio, en la mayor manifestación contra la tiranía que se había registrado en décadas. La movilización espontánea, ayudada por las redes sociales, pilló por sorpresa a las autoridades. A las marchas pacíficas, los enfrentamientos con la policía y el saqueo puntual de algunos comercios siguió una ola de arrestos, de ciudadanos anónimos a artistas, activistas opositores y periodistas independientes, en algunos casos en sus propios domicilios. Se trata de más de medio millar de personas, según organizaciones de derechos humanos, que aseguran que se ha arrestado a menores, que hay peticiones de hasta más de 20 años de cárcel por delitos políticos y que algunos juicios carecen de garantías.

LA MARCHA DISIDENTE QUE NO FUE

La tiranía castrista logró sofocar el pasado 15 de noviembre casi por completo la marcha no autorizada que promovía la disidencia, recurriendo a un fuerte dispositivo policial disuasorio en las principales ciudades combinado con acciones dirigidas contra opositores, activistas y periodistas independientes, de mítines de repudio a detenciones y sitios en sus domicilios.

El director de Human Rights Watch para las Américas, José Miguel Vivanco, criticó que el Gobierno cubano hubiese «desplegado las fuerzas de seguridad de forma masiva» y detenido y sitiado a opositores y periodistas. «La intención es clara: suprimir cualquier intento de protesta», afirmó en Twitter.

TRES VACUNAS CONTRA LA COVID-19

Cuba, con una pujante industria biofarmacéutica pese a su maltrecha economía, ha elaborado tres vacunas propias contra el coronavirus (además de trabajar en otras dos) y se ha embarcado en una masiva campaña de inmunización de toda su población, incluyendo menores a partir de los dos años. A finales de este año ya más del 90 % de sus 11,2 millones de habitantes ha recibido al menos una de las tres dosis de las fórmulas Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus. Esto le convierte en el segundo país de más de un millón de habitantes por porcentaje de vacunados, tan sólo por detrás de Emiratos Árabes Unidos. La Habana ha enviado además partidas de estos preparados a sus principales socios políticos, como Venezuela, Nicaragua, Irán y Vietnam.

Las autoridades sanitarias ligan el éxito de la campaña de vacunación al control de la pandemia en la isla, que ha pasado de más de 9.000 positivos diarios y cerca de un centenar de muertes entre julio y agosto a registrar menos de 100 casos diarios desde hace algunas semanas. En noviembre se reabrieron las escuelas y se reactivó el turismo internacional, un sector clave para la recuperación económica.

PATRIA Y VIDA: CANCIÓN PREMIADA

El rap protesta de «Patria y vida», un juego de palabras con el lema de la revolución «patria o muerte», se ha convertido en la banda sonora de la oposición y el lema de la disidencia, dentro y fuera del país, en las calles durante las protestas del 11 de julio y día a día en las redes sociales. Y también en la diana de las críticas del régimen cubano y los medios oficiales.

La canción, interpretada por los cubanos Yotuel Romero, Descemer Bueno, Alexander Delgado, Randy Malcom, Eliécer Márquez Duany «El Funky» y Maykel Osorbo «El Osorbo», obtuvo dos Grammy latinos el pasado noviembre. Mientras unos subían al engalanado escenario del MGM Grand Arena de Las Vegas (EE. UU.) a recibir los galardones entre ovaciones, «El Osorbo» seguía detenido en una cárcel cubana.

CONTRACCIÓN ECONÓMICA

El producto interior bruto (PIB) de Cuba se derrumbó un 13 % en el año y medio que va entre marzo de 2020 y septiembre de 2021 a raíz de la pandemia, según las cifras oficiales difundidas por el gobierno. Se trata de un «impacto realmente duro», reconoció este octubre el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación (MEP), Alejandro Gil. En el último trimestre del año, sin embargo, gracias al control de la pandemia y la reapertura del turismo, se ha iniciado una «gradual» recuperación no exenta de riesgos. 2021 se cerraría con un crecimiento del 2 %, lejos del 6 % proyectado el pasado mayo, pero al menos fuera de números rojos.

INFLACIÓN DESBOCADA

La dictadura castrista estima que este año se cerrará con un incremento de los precios del 70 % en el comercio minorista. En el mercado informal, un espacio más que habitual de compraventa de básicos para muchos cubanos, la inflación se ha disparado hasta el 6.900 %, según estimaciones del Ejecutivo.

PROBLEMAS CON LAS REFORMAS

El pasado enero el régimen cubano implementó la llamada «tarea ordenamiento», un amplio paquete de reformas que incluía la unificación monetaria y cambiaria, el incremento de los precios y salarios, así como una reducción de subsidios y la consecuente devaluación del peso cubano (cup). Su aplicación defectuosa y en plena pandemia, provocó desajustes macroeconómicos, entre los que destacó la inflación.

DESERCIÓN EN MASA EN BÉISBOL

La selección sub’23 de béisbol de Cuba, que terminó cuarta en la tercera edición de la Copa del Mundo disputada en México en octubre, regresó a casa con solo la mitad de sus integrantes después de que doce jugadores desertaran durante el torneo.

Muchos buscaban aparentemente fortuna en las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) de Estados Unidos, algo imposible si seguían jugando y residiendo en la isla. Detrás de estas deserciones está la ruptura del acuerdo entre la Federación Cubana de Béisbol (FCB) y la MLB, un convenio que permitía la inserción «segura y ordenada» de los deportistas cubanos en ese circuito sin perder su residencia. El acuerdo se concretó durante el deshielo que propició el gobierno del presidente estadounidense Barack Obama (2009-2017), pero que la administración de su sucesor, Donald Trump (2017-2021), anuló al llegar al poder.