LAS SIETE MARAVILLAS DEL MUNDO ANTIGUO

Written by Libre Online

7 de noviembre de 2023

Por Judas Pacheco (1949)

Las obras de arte más magníficas y memorables, tanto en arquitectura como escultura que excitaban la admiración universal de su época y que se produjeron tres mil años o más antes de Jesucristo, fueron denominadas: Las siete maravillas del mundo antiguo.

Hace muchos años que todas ellas, menos una, se han convertido en ruinas. Sin embargo, hasta nosotros han llegado noticias de su existencia, bien por medio de leyendas o de escrituras de hombres de ciencia de la antigüedad que fueron más entusiastas en sus manifestaciones que precisos en sus descripciones. Únicamente después de muchos meses de labor y de escudriñar con entusiasmo en ese macizo de hechos y de maravillas, ha sido posible la reconstrucción de esas memorables obras del arte antiguo, con una precisión bastante razonable. Helas aquí:

SEPULCRO DE MAUSOLO

A través del mar Egeo, en lo que hoy es Turquía, se encontraba el Halicarnaso, en Caria, donde el rey Mausolo y su esposa Artemisa gobernaron durante varios años. La soberana amaba tan intensamente a su marido, que a su muerte hizo que le construyeran la más bella tumba que jamás había contemplado el mundo. El magnificente edificio tenía unos 100 pies de altura y estaba coronado por una pirámide soportando una cariátide y estatuas, posiblemente de Mausolo y su esposa. Por más de 1900 años la tumba conservó casi toda su belleza, pero un temblor de tierra la destruyó, aunque nunca se ha olvidado, porque en el mundo moderno se emplea el nombre de “mausoleo” para mencionar una tumba magnífica.

LA PIRÁMIDE DE KEOPS:

Para los antiguos egipcios la muerte era solo un prolongado sueño, por lo que llevaban alimentos y dinero a sus tumbas con la idea de usarlos cuando despertaran. Los reyes, al morir, hacían conducir grandes riquezas con ellos, y para guardarlas, construían imponentes tumbas que los ladrones no pudieran vulnerar. Ninguno de los soberanos de esa época pudo proveerse de una tumba más indestructible que el rey Keops, que dedicó toda su vida y la de 300, 000 esclavos a la construcción de la pirámide que lleva su nombre, cuya altura es de 481 pies y brillaba como el oro bajo el sol del desierto. Todavía hoy, después de haber transcurrido más de 5,000 años, esa tumba permanece impertérrita desafiando los embates del tiempo.

LOS JARDINES COLGANTES DE BABILONIA:

Semíramis, reina legendaria de Asiria y de Babilonia, reinó en esta última ciudad 600 años antes del nacimiento de Cristo. A causa de sus muchas conquistas bélicas, tenía numerosos enemigos y para protegerse de ellos, rodeó la ciudad con dos macizas y almenadas murallas, detrás de las cuales construyó su palacio que estaba protegido por otras seis murallas, cada una más alta que la anterior, de manera que la última quedaba a varios cientos de pies del suelo. Existían encima de esas murallas, magníficas carreteras y bellos jardines y se dice que los jardines colgantes de la ciudad de Babilonia eran más maravillosos aún que las mismas murallas y que en ellos se celebraban fastuosas fiestas.

EL COLOSO DE RODAS:

De las siete maravillas del mundo antiguo, fue el coloso de Rodas la que existió por más coroto tiempo, pero dejó una profunda impresión en la imaginación de los hombres de su época. Todavía no se conoce exactamente lo que quería representar, pero se sabe que fue construida para celebrar una gran victoria, quedando terminada en el año 280 antes de Cristo y que fue dedicada a Helios, que era el patrón de la ciudad de Rodas. Una leyenda relata que la colosal figura de bronce aparecía a la entrada de la bahía, de un lado a otro, pero algunos historiadores dicen que estaba situada en uno de los litorales. Solamente tuvo 56 años de duración, un formidable temblor de tierra la destruyó completamente.

EL FARO DE ALEJANDRÍA:

En el puerto de Alejandría, en el antiguo Egipto, existió por espacio de más de mil años un enorme faro hecho en honor de Alejandro Magno y que tenía una torre de piedra de 500 pies de altura, en cuya cima ardían grandes fogatas para avisarle a las embarcaciones la existencia de los arrecifes. Se dice que también tenía un enorme espejo que en el verano podía reflejar los rayos del sol y hacer que los buques enemigos a varias millas de distancia se envolvieran en llamas. Esta torre legendaria fue destruida por los árabes que suponían la existencia de un gran tesoro entre sus murallas. Aunque se pretendió en varias ocasiones reconstruir la obra, ello nunca tuvo lugar por los enormes gastos que la misma ocasionaba.

LA ESTATUA DE JÚPITER OLIMPICO

Los antiguos griegos eran devotos de varios dioses y diosas y les rendían homenaje con centenares de estatuas y templos, pero para Júpiter, el más poderos de esos dioses, construyeron en el Olimpo lo que los hombres han calificado de la estatua más maravillosa de todas las erigidas hasta hoy. Fue hecha por Fidias y estaba cubierta con finas hojas de marfil y de oro, y representaba al Dios sentado en su templo. El marfil era del color de la piel humana y los ojos de la estatua eran joyas radiantes, por lo que cuantos se prosternaban ante el Júpiter del Olimpo, creían estar delante de un dios viviente. La maravillosa figura tenía cuarenta pies de alto y subsistió por muchos siglos antes de esfumarse bajo la acción demoledora del tiempo.

EL TEMPLO DE DIANA

Una de las principales diosas de la antigua Grecia fue Diana y pocos templos se han podido comparar en belleza a uno que fue construido en su honor en Éfeso, hace más de dos mil años. Mas no solamente la belleza hizo del templo una maravilla, sino también las riquezas y el número de ofrendas que los hombres llevaron como tributo a la diosa, al extremo de que esos presentes hicieron del templo no solamente una capilla, sino también una de las instituciones más ricas del mundo antiguo. Su poderío duró hasta la llegada de San Pedro que convirtió a los adoradores del templo a la cristiandad, utilizándose sus sillares para la construcción de una iglesia católica que perduró durante muchos años.

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