LAS REGATAS DE VARADERO. Acaparó el Biltmore los honores en Remos

Written by Libre Online

21 de julio de 2021

Por René Molina. Fotos: Gort y Barcala (Agosto 1949)

Para los libros de records, la temporada de remos no ha finalizado pues aun marca el Schedule competencias de ocho remos en el litoral habanero. Sin embargo, el buen aficionado al viril deporte ha guardado los prismáticos, ha colgado la gorra galonada y devuelto a  la gaveta el “pull-over” a rayas, porque ya se brindaron las regatas de Varadero. Nuestra campaña de remos puede alcanzar mayor o menor extensión, de acuerdo con las posibilidades económicas de los clubes y con los factores que intervienen en su formación; pero el fanático Standard la reduce invariablemente a las tres justas anuales de cuatro remos que comprende novicios, juniors y seniors… En esa trinidad, Varadero representa el epílogo, con el marco maravilloso de su playa incomparable… Todo cuanto ocurra con posterioridad a ese evento, carecerá de atractivos suficientes para  movilizar masa neutra, ese contingente ajeno a los gallardetes envueltos en la pugna, ese monstruo de mil cabezas que es el público…

La razón es obvia… el deporte de los remos requiere un escenario cuyo telón de fondo sea propicio al aspecto social. Por un contraste caprichoso, los remos exigen el máximum de sacrificios al atleta que se entrega a su práctica, al propio tiempo necesita imprescindiblemente de festivales bulliciosos que le sirvan de sostén.

Bajo ese aspecto, ningún proscenio supera a Varadero. No es caer en un plano de patriotero cursi, afirmar que cada pedazo de costa de la península de Hicacos tiene la mejor playa del mundo. Otras le superan en confort. Ninguna le iguala en cuanto a los dones que la naturaleza le concedió. Es además el lugar adecuado  para un evento marítimo que aspira a concentrar sobre si la atención de toda la ciudadanía.

En estos últimos años Varadero ha cobrado fisonomía de playa regia, sin perder completamente su perfil populachero. Sus extremos tórnanse apresuradamente en zonas residenciales de fabulosas proyecciones. A la izquierda Kawama, con sus palacios señoritas. A la derecha Dupont, con otro amplio espacio consagrado a mansiones admirables.

Entre uno y otro, sin embargo, permanece latente el viejo corazón de Varadero, el de las excursiones en ómnibus, el de las aglomeraciones dominicales, el de las ferias callejeras. Su capacidad territorial le permite dar albergue a todos por igual, y esa condición de reunir dos ambientes distintos le convierte en el escenario ideal de los remos, porque  mezcla y confunde a un público heterogéneo que abarca desde el Presidente de la República hasta el humilde pordiosero que deja un momento de extender la mano para unirse al grupo compacto que desde la costa sigue las peripecias de la regata.

En el orden deportivo, las regatas seniors de este año carecieron de real importancia. La canoa del Biltmore se impuso sin oposición, cubriendo los 1,500 metros en un tiempo discreto de cinco minutos y 37 segundos. La mañana era favorable en todos los aspectos y algunos expertos pronosticaron la posibilidad de un nuevo record; pero sin verse forzados a levantar la boga después del primer cuarto de recorrido, los ganadores estimaron suficiente mantener un ritmo normal, sin excesos inútiles.  El cuarteto bermejo, integrado por Johnny Arellano como stroke; “Tarzán” Godoy en el tres; Ramón Cora en el dos y Jorge Fernández Quirch en el uno, con Marino López Blanco como timonel, lucía favorito antes de la arrancada, aunque se esperaba  una tenaz resitencia del Habana Yacht Club. Al fallar lastimosamente la tripulación batista, el Biltmore quedó libre de rivales peligrosos. Por fortuna los muchachos del Náutico de Varadero pusieron una nota de sorpresa y de animación en la pugna, al superar decisivamente al Vedado Tennis y a la propia canoa del Yacht Club que, pro primera vez en muchos años tuvo que desempeñar el role humillante de farolito rojo de la cola.

Con esta victoria, el Biltmore acapara todos los hombres del año, ay que sus hombres se habían impuesto anteriormente en las pruebas para novicios celebradas en el puerto capitalino, y en las regatas juniors efectuadas en la amplia rada de Cienfuegos. Además, ponen término a una cadena de cinco triunfos consecutivos obtenidos por el Habana Yacht Club en las competencias seniors. Los Ases del Músculo ganaron en sucesión las justas de 1944, 46,47 y 48, aunque es justo consignar que el triunfo obtenido el año pasado no responde fielmente a sus significación histórica. Los remeros estelares del Biltmore ganaron frente al Yacht Club el derecho a representar a Cuba en los XVI Juegos Olímpicos Mundiales celebrados en Inglaterra y cuando fue necesario cumplir el Schedule anual tuvieron que apelar a sus reservas, que resultaron superadas por la formidable combinación del HYC. Acaso también hayan inciado el domingo una larga etapa victoriosa, porque el futuro inmediato del sector, parece postrado a los pies de una entidad que ha concentrado todos sus afanes atléticos en el deporte de los remos.

El Biltmore tiene actualmente más de cuarenta hombres entre los 16 y 26 años de edad, en disposición de luchar por el honor de representar al Club. Con ese vivero a su alcance, el notable coach holandés Delos Schoch puede y debe mantener por tiempo indefinido la supremacía que ya se vislumbró el año pasado y que tan convincentemente ha quedado ratificada durante la presente temporada.

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