LAS PRODUCTORAS DE LECHE CONDENSADA EN CUBA

Written by Alvaro J. Alvarez

15 de septiembre de 2021

Guarina / La Diana / Nela / La Hacienda

Otra exclusiva para LIBRE, A cargo de Álvaro J. Álvarez

Cuba importó toda la leche condensada que consumía hasta el año 1930 en que se inauguró la primera fábrica en la zona de Bayamo, luego crecerían las fábricas hasta el número de 6.

La primera con 260 trabajadores, propiedad de La Compañía Nacional de Alimentos, filial de la firma Anglo-Suiza Nestlé, integrada por accionistas, con Alberto Almasqué Domenech (1888-1976) como su presidente en Cuba. La oficina principal estaba en O’Reilly #104, La Habana. Tenía líneas en el City Bank y en el Royal Bank of Canada, por $3 millones en cada caso.

Francisco Soto Izquierdo, un emigrante gallego (Mondoñedo, Lugo) en el año de 1927, cedió una finca de su propiedad, llamada Villa Rita, a la firma Nestlé para que instalase allí esa fábrica. En ese momento, Soto Izquierdo era uno de los hombres más ricos de la región y presidía la poderosa Asociación de Ganaderos.

El presidente de Cuba, Gerardo Machado, inauguró la nueva industria el 1 de junio de 1930. Su apertura significó una importante creación de puestos de trabajo y un mercado seguro para los propietarios de ganado que tenían, un lugar donde vender la leche fresca, que producían. Cuba contaba en esa fecha con 6 millones de cabezas de ganado.

La finca donada medía 13 hectáreas (32 acres ó 130,000 m²) y estaba situada a 1 km al Norte de la ciudad, al lado de su principal vía de acceso, del río Bayamo y de otras fincas suyas que ocupaban el llamado Barrio Azul.

La fábrica de Nestlé fue construída por la Compañía Albarrán y Vivar y alcanzó un costo de $421,325.

Los suizos habían escogido a Bayamo para construir la primera fábrica de leche condensada en Cuba porque ya sabían que se acercaba la Carretera Central que permitiría transportar el producto sin muchas complicaciones y la producción de leche en esa zona era muy abundante, por lo que no les faltaría la materia prima.

BAYAMO CRECIÓ MUCHO MÁS

Una vez inaugurada la fábrica, Bayamo creció mucho más y este desarrollo lácteo le trajo algunos beneficios a la zona, tales como arreglos de los caminos por donde se transportaba la leche, exposiciones ganaderas y hasta una estación de Zootecnia, que llegó a ser la segunda más importante del país.

De 1930 a 1940 la fábrica solo producía leche condensada  y a partir de 1934, como producción secundaria, se adicionó la leche evaporada Libby’s y St. Charles. A finales de 1935 comenzó a producirse Milo, Nescafé y Harina Lacteada.

En 1932, en plena crisis, la fábrica produjo 200,000 cajas de 48 unidades (con un peso de 397 gramos cada lata).

En diciembre de 1938 la compañía abrió una segunda fábrica con 160 trabajadores en Sancti Spíritus, rica cuenca lechera, que elevó aún más la producción. Así en 1941 se produjeron 1,200,000 cajas, una cantidad que excedió en 400, 000 cajas el consumo doméstico. Esto permitió que el país en menos de una década pasara de importador a exportador de leche condensada.

La Segunda Guerra Mundial estimuló el consumo interno de leche condensada en el país por el quebranto temporal de la producción de leche fresca (las necesidades de guerra obligaron a los productores a concentrarse en los cultivos de caña y arroz). Fueron estos los años en que el Ministerio de Comercio topó el precio de la leche condensada, para evitar la especulación; una regulación que se mantuvo hasta 1959.

El 24 de marzo de 1943 el Decreto #913 de Batista le concedió franquicia aduanal para importar leche evaporada. La empresa otorgaba créditos a los ganaderos proveedores de leche para la compra de sementales y además mantenía un Centro de Inseminación Artificial en Sancti Spiritus para mejorar las crías.

Para esa época las mujeres en lactancia habían logrado obtener un beneficio de una caja semanal de 48 latas de leche condensada.

La empresa tenía un capital líquido de $3,100,000 y activos ascendentes a $11,600,000.

Gracias a la Compañía Nacional de Alimentos, en 1958 obtenían su sustento 550 familias cubanas.

¡La leche condensada La Lechera, haga frio o calor es siempre la mejor! ¡téngala siempre a mano!

GUARINA

La fábrica de productos lácteos Guarina, se encontraba situada en la calle San Ramón en la ciudad de Camagűey. Se construyó en 1929 con el objetivo de pasteurizar la leche que consumía la ciudad. Guarina incluía una fábrica de hielo: La Camagüeyana, que servía tan demandado producto con camiones de reparto, muy populares entonces entre la población, que no disfrutaba todavía mayoritariamente de los aparatos de refrigeración.

Su propietario Bernabé Sánchez Culmell, (1900-1989) (hijo del Comte. del Ejército Libertador Bernabé Sánchez Batista). Fue Senador por Camagűey, fundador del Central Senado y otras propiedades. Oficinas en Avellaneda #224, en Camagűey.

En 1944, la fábrica pasó a manos de otra empresa: Derivados de Leche. S.A. de Juan José Hernández Mendoza, quien fungía como Presidente, y su hijo Rodolfo Hernández Lasarte, como vicepresidente. Padre e hijo, eran igualmente propietarios de la Compañía Eléctrica Industrial S.A. en Sancti Spiritus, donde producían además de la conocida leche condensada y la leche en polvo marca Nela, los quesos tipo Gruyere y Roquefort.

Entonces, Guarina se convirtió en una fábrica de derivados lácteos: quesos Gouda, mantequilla y queso crema.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la gerencia acometió un plan de inversiones para modernizar la fábrica que incorporó otras líneas de producción como la de leche condensada (enlatada y a granel) y leche en polvo.

La marca Guarina con sus 160 trabajadores era una de las principales fábricas de leche condensada y evaporada.

Su cadena de distribución era larga y eficiente, con distribuidores en cada ciudad importante del país y en otras muchas poblaciones pequeñas. Contaba, con oficinas y almacenes en La Habana y una flota de 15 camiones que distribuían sus productos en la capital de la República.

Las oficinas comerciales de los Productos Nela y Guarina se ubicaban en la calle Requena #14 en La Habana. Los dueños residían en su casa de la calle B y 21 en el Vedado.

La planta de producción estaba equipada con mecanismos e implementos técnicos importados de EE.UU con todas las condiciones sanitarias necesarias. Los edificios eran de ladrillo y concreto reforzado. La mayoría de los pisos cubiertos con un azulejo especial, otros de terrazzo y el resto de concreto.

En 1948 la compañía contrató al Sr. Halvard Nystrom como director de producción (hijo de emigrantes suizos que había nacido en Bayamo, casado con Gloria Álvaro y con 2 hijos) Aquí se adicionó la elaboración de leche condensada. En la estación de lluvias, la planta recibía por las mañanas y diariamente 120,000 libras de leche, como materia prima y por las tardes 5,000 libras de crema grasosa, que había sido separada de la leche en la finca o hacienda originaria. La leche se colectaba en 17 camiones y una porción se traía por tren.

El queso se curaba los 3 últimos meses en almacenes aislados, con temperatura y humedad controlado. La crema era pasteurizada en 4 tanques con espirales de acero. Dos mantequeras convertían la crema en mantequilla Guarina. La leche o la leche desnatada, para ser condensada, iba primero a través de un tubo vertical calentador, donde el producto era calentado hasta 190 grados F. Luego para ser condensada y endulzada se calentaba a una temperatura más alta.

Con el mismo nombre de Guarina se conocía también un helado muy popular pero que no se elaboraba en la fábrica camagüeyana. Su producción correspondía a los Helados Guarina S.A, propiedad de Thorwald Sánchez Culmell, hermano de Bernabé y casado con Ernestina Sarrá (Tina) la hija de Ernesto, el dueño de la Droguería Sarrá.

La fábrica estaba situada en Concha #54 esquina a Marina en Luyanó.

Los helados más comunes de la fábrica “Guarina” eran de mantecado, chocolate, fresa, caramelo, rizado de chocolate o fresa y, a veces, mantecado abizcochado, es decir, mantecado con galleticas de María molidas. Los bocaditos y paleticas costaban 15 centavos cada uno. Las pintas costaban 50 centavos y los vasitos 10 centavos. Además el coco glacé, a un precio de 50 centavos, aunque no siempre disponible.

Los ganaderos argentinos venían a Cuba a ver como criaban en Camagüey el ganado. En 1958 Cuba tenía 940,000 vacas en ordeño. La industria del ganado y sus derivados fue una maravilla en aquella Cuba antes de ser destruída por los comunistas. (1)

LA DIANA

El 10 de diciembre de 1928 el Sr. Pedro Interián Rizo creó la firma Operadora de Productos Lácteos S. A para pasteurizar leche, consolidando su Compañía Abastecedora de Leche S. A. con El Palacio de la Leche S.A. de Antonio Ortega Jiménez, que eran los mayores comerciantes de leche de vaca en La Habana.

Al unir su capital con otros empresarios menores, casi todos de origen español como ellos, de esa forma pudieron levantar el capital suficiente para poder invertir en la tecnología moderna de la pasteurización y homogenización  El 29 de mayo de 1929 fundaron la nueva planta. Luego compraron otras firmas comerciales como las de José Suárez Suárez, Modesto Suárez, Pedro Cárdenas, Casimiro Navarro y Juan B. Rodríguez.

La Operadora de Productos Lácteos S. A. era la compañía arrendataria en 1947 de la Compañía Lechera de Cuba S.A. con la marca de leche La Lechera, leche condensada La Diana y de helados Hatuey con más de 500 trabajadores, ubicada en Concha y Cristina, siendo la mayor y mejor equipada de las plantas pasteurizadoras de leche de América Latina.

Hasta que comenzó La Lechera la distribución se realizaba en carretones tirados por caballos descuidando las condiciones higiénicas, lo que provocaba algunas enfermedades. Por eso en el año 1928 se creó un Reglamento para ponerle fin a eso y fue publicado en la Gaceta Oficial el 20 de febrero de 1929.

En octubre de 1940 denunciaron a la Cía. Nacional de Alimentos S.A. por no utilizar refrigera-ción, de un mayor porcentaje de grasa en la leche cruda de Sancti Spiritus y Bayamo así como un major precio de compra de leche durante 6 meses al año.

En los años 50 sus ventas superaban los $5 millones con algo más de 100 camiones de reparto. Sin embargo, su situación económica no era buena, pues tenían deudas bancarias por encima del millón de pesos.

En su afán innovador además de producir leche pasteurizada, leche condensada, leche evaporada y helados inventaron el carrito de venta ambulante de helados y los bocaditos de helado, desde 1933.

NELA

La fábrica de leche condensada Nela es quizás la más conocida de las fábricas cubanas que se dedicaban a la fabricación de leche condensada antes de 1959. Se debía esto al hecho de que, a pesar de haber llegado relativamente tarde a este giro, tenía una amplia gama de productos que abarcaban todo el proceso industrial de la leche, desde la producción de queso hasta la de leche en polvo, lo que la hizo calar más que otras en el imaginario popular.

Considerada en la década de 1950 como una de las mejores plantas de tratamiento de leche del mundo, Nela se había elevado mucho desde su modesto origen.

Su primer nombre fue La Espirituana, fundada en 1929, en Sancti Spíritus, cuando la firma industrial Hernández y Hermanos S. en C. (2) bajo la gerencia del Sr. Juan José Hernández Mendoza construyó esta planta para pasteurizar leche de abasto público, al amparo del Decreto Presidencial #142 de 1929, (Gerardo Machado) el cual modificaba el Reglamento de la Leche, introduciendo la pasteurización de la misma.

Esos primeros tiempos fueron difíciles porque el público repudió este proceso en sus comienzos. Aquello paralizó la planta por un tiempo y cuando recomenzó el 10 de abril de 1935, con el nuevo nombre de Nela estaba recibiendo 64 litros de leche, solamente. Entonces se dedicaron a producir mantequilla, dos tipos de queso, el Gruyere y el Roquefort y queso crema Así operó hasta abril de 1952 en que se constituyó la Compañía Eléctrica Industrial S.A. con Juan José Hernández de Presidente y su hijo Rodolfo Hernández Lasarte como Vicepre-sidente.

Situada a orillas del Río Yayabo, en un lote de más de una hectárea de terreno, es decir unos 12,000 m² y uno de sus linderos era el propio río a lo largo de 98 metros. Los linderos frontales, la línea del ferrocarril Zaza a Sancti Spiritus y la Avenida 1ª de Colón en una extención de 75 y 103 metros respectivamente. La empresa contaba con cuatro edificios: el principal era la planta de 1,227 m² en su piso bajo, donde se encontranban los refrigeradores ocupando 398 m²; su segundo piso con 251 m². Otro edificio para oficinas, almacén y el departamento de queso Roqueford que cubría 652 m²; en el tercer edificio de 140 m² se encontraba el Laboratorio y el cuarto era para los servicios sanitarios de los obreros con 42 m² de superficie.

En 1949, tras realizar una gran inversión en su planta, comenzó a fabricar leche condensada y posteriormente leche en polvo.

Sancti Spiritus y su economía en general estuvieron grandemente influídas por los destinos de esta industria nativa y operada por técnicos nacionales que superaron con tesón, capacidad y energía todos los obstáculos que se les presentaron.

El ciclo económico de la empresa puede dividirse en 3 períodos: el primero de 1935 hasta 1942 cuando fue operada por Hernández y Hermano S en C.; el segundo de 1942 hasta 1949 bajo la firma Compañía Eléctrica Industrial S.A. cuando comenzaron unos progresos sustanciales en los equipos, sistemas y en sus productos elaborados; y el tercero bajo la misma Cía. desde 1949 hasta 1960 con el comienzo de la leche condensada y la leche en polvo.

El 29 de diciembre de 1954 hicieron un cambio en la centrifugación por rotación para separar de la crema del queso, el suero original.

Nela desde su fundación ha trabajado 141 Millones de litros de leche o sea unos 8 Millones de litros anuales. Ha elaborado 17,500 toneladas de productos derivados de la leche, lo que repre-sentó más de 1,000 toneladas anuales para la alimentación del pueblo de Cuba, sumando un promedio anual de Un Millón a la economía espirituana.

Recuerdan este comercial: La leche condensada NELA está siempre “especita, especita”. Y este otro cantado por Normita Suárez, la esposa de Jesús Alvariño: yo me llamo Nelipan, porque como Nela con pan y me tienen que imitar y si quieren jugar, Nela, Nela, Nela con pan.

La Hacienda

La primera fábrica de quesos cubanos que existió fue fundada el 20 de noviembre de 1928 en Bayamo y lleva el nombre de La Hacienda. Esta fábrica forma parte de la Empresa de Productos Lácteos Bayamo, grupo al que se complementa con una fábrica de helados, otra de combinado dietético, una pasteurizadora y una fábrica de envases metálicos.

En el año 1914, se adquirieron los terrenos donde se encuentra construida la fábrica. El norteamericano Risley Gardines Haines fue quien compró dicho terreno para crear las condiciones idóneas para comenzar a producir productos derivados de la leche de vaca.

con una compañía cubana llamada Kraft- Phenix, en el año 1927. Tras concluir las negociaciones, en labor conjunta, construyeron el edificio donde hoy funciona la fábrica de quesos cubanos.

En la periferia de la Ciudad de Bayamo, en el terreno llamado Santa Isabel, fue donde comenzaron los trabajos para producir mantequilla. Durante el período que va desde 1921 hasta 1925, se empezó a producir, además, una gran cantidad de crema fresca. Debido a esto, decidieron llamar al lugar Cremería La Hacienda, que se fundó en el año 1928 e inició con la producción de distintos tipos de quesos como el Gouda y el Chedar, mantequilla y crema. El queso Patagrás también se incluyó en la producción dos años más tarde. Finalmente, entre 1945  y 1949, adicionaron el Gruyere.

(1) El 13 de octubre de 1960 fueron robadas 382 empresas industrials y comerciales a empresarios cubanos. Entre ellas se contaban 105 centrales azucareros, 50 fábricas textiles, 8 empresas ferroviarias, 11 circuitos cinemato-gráficos, 13 tiendas por departamentos, 16 molinos arroceros, 6 fábricas de bebidas alcohólicas, 11 tostaderos de café, 47 almacenes comerciales y 6 fábricas de leche condensada.

(2) -El Sr. Juan José Hernández Mendoza nació en Quemado de Gűines el 24 de noviembre,1885. En Sagua la Grande inició su negocio de hielo, donde era dueño y repartidor. En 1916 se trasladó a Cienfuegos y allí junto al asturiano Acisclo del Valle Blanco (1865-1919) constituyeron la firma Hernández y Hermano S. en C. para ampliar su negocio de hielo y de plantas eléctricas a las ciudades de Cienfuegos, Sancti Spiritus, Caibarién, Trinidad, Colón, Jovellanos, Florida, Camagűey y Santiago de Cuba.

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