“La Universidad de Oriente es un serio empeño de alta cultura al servicio del país”, Dr. Felipe Martínez Arango

Written by Libre Online

9 de marzo de 2022

Una entrevista con el Dr. Felipe Martínez Arango

Por Jorge Quintana (1949)

Pocas veces Oriente se ha movilizado con tanto entusiasmo tras una idea como el que desplegó en días pasados demandando la ayuda del Estado para la Universidad de Oriente. Era cosa de ver  hasta sentirse contagiado el ir y venir de lo mejor de oriente aunando voluntades para la solicitud al Jefe del Ejecutivo. Y es realmente halagador constatar que no hubo una sola voluntad remisa.

Desde el funcionario público que comprendió que sería un ataque directo a a más cara aspiración de la provincia, hasta el humilde obrero y el sencillo campesino, incluyendo a los estudiantes, intelectuales, profesionales, comerciantes, todos fueron uno en la rápida decisión de reclamar, para Oriente, la ayuda oficial a su primer centro docente.

“Y es que Oriente tenía a Universidad antes que La Habana, nos decía con vehemencia oriental, uno de los auspiciadotes de la idea, y la perdimos por lanzarnos a la lucha por la independencia. A los cincuenta años de existencia republicana tal parece que el castigo se mantiene con terquedad inconsciente. Olvídanse además que nos hemos desarrollado, que poseemos la tercera parte de los habitantes de la República y que son de la región que más  mejor tributa a los gastos de la nación y olvídanse, además que necesitamos la Universidad no para convertirla en una nueva fábrica de títulos de médicos y abogados, sino para dotar de técnicos útiles al desarrollo de nuestras industrias, de nuestra agricultura, de nuestra minería. No e cosa de vanidad intelectual, sino de necesidad impuesta por el desarrollo mismo de la economía  que no puede ningún gobernante, ni ninguna institución detener a su capricho”.

Y así eran todos. El estudiante se colgaba a la espalda el cartel de propaganda y paseaba orondo por el centro de la ciudad. Las alumnas repartían manifiestos colocaban en las solapas de los visitantes y en las de algunos que otro santiaguero despreocupado, el sello donde consignaban su esperanza.

En el automóvil que pasaba o en el tranvía que se detenía, en el medio de la calle, en la pared, en todas partes, como una especie de ojo de Dios bíblico, estaba el grito angustiado de Oriente reclamando su universidad.

LA IDEA UNIVERSITARIA

EN ORIENTE

Hablamos brevemente con Felipe Martínez Arango, viejo compañero de luchas revolucionarias y uno de los mas entusiastas animadores de la idea. La entrevista fue en su oficina de Relaciones Culturales de la Universidad de Oriente. Su afán de investigador le llevó a la indagación histórica.

En la Universidad de Oriente no hay cátedras vitalicias, no hay cátedras que sean consideradas como propiedad particular o feudo privado de los profesores que las “ganaron”. Sucede muchas veces que esos profesores victoriosos en oposiciones “ganadas” largos años atrás, pierden todo interés en superarse científicamente, se anquilosan en sus conocimientos y estancan durante varias décadas sus cátedras vitalicias, con gravísimo daño para la enseñanza.

Se ha escogido, pues, en la Universidad de Oriente, el sistema de provisión de cátedras vigente en las Universidades más prestigiosas de Norteamérica y de Europa, el sistema de largas pruebas, de un año o más de duración, ara seleccionar a los profesores. El procedimiento es el siguiente: se escoge al candidato por concurso de méritos (intelectuales, morales y pedagógicos), y se le designa para que profese durante un año. Si su actuación resulta satisfactoria, se le nombra por otro año, Si al cabo  de esta segunda prueba se confirma  su aptitud docente, se le otorga un nombramiento por uno, dos o tres años más. Al término de cinco años de servicios aprobados podrá contratarse al profesor por cualquier tiempo siempre que no sea superior a diez años.

De esta manera, el profesor es perfectamente probado, en un período que puede oscilar de uno a cinco años. Y solo después haberse acreditado con plena eficacia, a través de un lustro de servicios, su capacidad docente, podrán hacérsele contrato por diez años. Desde luego, el profesor que no rinde aun cuando pase satisfactoriamente, queda eliminado en la prueba del primer año. Pero aun cuando pase ésta con buen éxito, podrá eliminársele en las de los cuatro años subsiguientes, si no se mantiene en un constante proceso de eficiencia y superación.

El sistema, en el fondo, viene a ser también un tipo de concurso –oposición, pero que exige largas y constantes pruebas, por uno o más años, en lugar de las pruebas efímeras y falsas de la oposición tradicional en Cuba.

VIDA ECONÓMICA

La Universidad ha funcionado con las matrículas de sus quinientos alumnos. Pero al mismo tiempo ha contado con donaciones particulares. Entre ellas figura la del senador y hacendado Federico Fernández Casas que se ha establecido a si mismo un impuesto de un centavo por cada saco de azúcar que produce su central “América”. Por ese concepto ya contribuyó al año pasado con tres mil pesos. Aspira con ello a que todos los hacendados de la región oriental comprendan la necesidad que tiene la industria azucarera de técnicos que se instruyan allí mismo, y contribuyan con su modesto centavo por cada saco de azúcar que se produce en Oriente, con lo que anualmente la Universidad contaría con una buena cantidad de dinero.

A ello hay que añadir $5,000.00 que donó la Cámara de Comercio y el hecho de que los profesores no reciben retribución  alguna por sus servicios. Por lo demás la Universidad no recibe del Estado cubano ayuda económica de ninguna clase.

ASPIRACIÓN

“Aspiramos a dos cosas, nos dice el doctor Martínez Arango, a darle calidad y rango a las facultades clásicas – Filosofía, Pedagogía, Derecho, Ciencias Comerciales – y al desarrollo de aquellas facultades que en un orden puramente práctico tienden a crear nuevas fuentes de ingreso para el país, liberando al cubano de su condición de paria económico.

A esos efectos ya tenemos funcionando a la Facultad de Ingeniería Química Industrial y la de Montes y Minas que ha organizado la más eminente autoridad en esa materia en Cuba: el ingeniero Calvache.

No somos una fábrica de títulos más, ni una empresa burocrática para auto designarnos sueldo sino un serio empeño de alta cultura al servicios del país.

Hay un hecho que quisiéramos destacar. Se trata de la proyección antroposociológica que le damos a los cursos que en la Universidad se explican. Uno de esos empeños se tradujo, en la investigación realizada en Hongolosongo donde los alumnos dirigidos por el profesor doctor Cañas abril llevaron a cabo, prácticamente, sobre el terreno mismo, la indagación geológica de la zona, el aspecto histórico, que estuvo a mi cargo, lográndose grandes aciertos sobre todo en lo que refiere  a la influencia de la cultura francesa en la Sierra Maestra.

En el orden de la atención inmediata, por parte del gobierno, la Universidad de Oriente aspira a que se le ayude con veinte mil pesos mensuales para poder equipar tres laboratorios de química y dos de física, ya que solamente la Universidad trabaja con parte de los laboratorios de la Cuban Manning y el del Instituto de Santiago de Cuba. Y en el aspecto legal aspiramos a una legislación congresional que ubique adecuadamente, en la institucional y en lo económico, a la Universidad.

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