¡A la reja! ¡Cosa más grande la vida!
No existe en la historia de la radio mundial un programa que lleve 80 años difundiéndose casi diariamente en varios países a la vez. Por lo menos yo no conozco otro que le pueda ganar en antigüedad y en humor. Este estilo de comedia, único en el mundo y que no ha podido ser imitado, se desarrolló en La Habana desde 1941 hasta 1961.
Durante estos 20 años estos comediantes hicieron reír, no solo a cubanos sino a oyentes de muchos países latinoamericanos donde se transmiten sus añejas grabaciones sin decir una mala palabra o una grosería. Esa era la Cuba que yo quiero recordar.
Sin duda que el libretista Castor Vispo fue el creador de este estilo de humor y de los cinco personajes principales interpretados por: Leopoldo, Aníbal, Mimí, Otero y Miguel Ángel o Julito.
Hay también un grupo de actores, muy buenos por cierto, que actuaban esporádicamente, de acuerdo al libreto del día y matizaban las situaciones a favor o en contra del perenne acusado, ellos son: Erdwin Fernández, Wilfredo Fernández, Miguel Yao, Reinaldo Miravalles y Agustín Campos, principalmente. Hubo dos personajes muy interesantes durante todos estos años de chispa y de risa, Mamita (su madre) y Cucusa (su novia) que Tres Patines las nombraba muy a menudo pero jamás aparecieron en algún programa.
Tres Patines era tan enamorado como Leopoldo Fernández, en la vida real.
El programa original de radio fue creado por el ingenioso y prolífico autor de comedia Cástor Vispo, un escritor que definitivamente mostraba un conocimiento profundo no solo del lenguaje (jugaba con los homófonos, sinónimos y sobre todo con la rima) sino de la idiosincrasia del cubano. Los encargados de la dirección y producción del programa fueron Francisco Álvarez de Lara (Paco Lara) y Miguel Llao.
La transmisión del programa se inició en 1941 en la Radio Habana Cuba, (RHC Cadena Azul) del famoso Amado Trinidad Velasco, en ese entonces RHC pertenecía a la famosa empresa cigarrera Trinidad y Hermanos. El programa La Tremenda Corte pasó para la emisora CMQ RADIO el 7 de enero de 1942. En esos años, a pesar de ser un programa dirigido a la audiencia cubana, contaba con una nutrida cantidad de oyentes más allá de sus fronteras. Se escuchaba en el Caribe, en Centroamérica y en parte de Méjico.
SU FORMATO
La Tremenda Corte como programa de radio contaba con un formato muy sencillo, en donde todo giraba en torno a un juzgado y planteaba situaciones en que José Candelario Tres Patines había hecho víctima a Rudecindo o a Nananina de alguno de sus robos, engaños o pillerías y éstos a su vez, lo llevan acusado ante el Juez de la Corte Correccional. El Señor Juez después de oir al Secretario dice siempre: “llame a los implicados en ese ———-cidio”.
Durante 15 a 20 minutos, se iba desarrollando la acusación y la exposición de los hechos por parte de los acusadores. Los temas cotidianos trataban sobre malentendidos que el propio Tres Patines provocaba haciendo juegos de palabras, tergiversando siempre para su provecho el doble significado que algunas palabras o frases, pudieran tener.
Al final del juicio, Tres Patines casi siempre era encontrado culpable e importaba poco los argumentos que él mismo pronunciaba para defenderse. El veredicto del Señor Juez casi siempre obligaba al sinvergüenza de Tres Patines a cumplir una condena en el Castillo del Príncipe o pagar una multa o una indemnización al afectado.
La serie se considera una parodia de los juzgados correccionales, donde hay acusadores, acusados, testigos, así como un juez y su secretario. A veces participaban algunos cómplices, abogados, fiscales y policías. Con la excepción de el Señor Juez y el Secretario, en ocasiones los personajes suelen cambiar sus roles como acusadores. Sin embargo Tres Patines es la figura central de todos los juicios pues como acusado, como acusador, como testigo, o como abogado, él es el único responsable de los enredos que se pretenden desenredar en el juzgado.
Aunque a veces Tres Patines logra involucrar a otros personajes en sus fechorías, por lo general tiene como cómplices a su Mamita o a su novia Cucusa, pero el resultado en todo caso es siempre el mismo: Tres Patines casi siempre recibía el castigo del Señor Juez, no sólo es ingenioso, estafador, mentiroso, confianzudo y descarado, sino que además es el típico pillo de barrio que siempre sabe que su destino nunca es menos de una semana de calabozo.
ENREDOS LINGÜÍSTICOS
Mucho del humor que se origina en La Tremenda Corte proviene de los enredos lingüísticos que provoca Tres Patines, también por la interpretación a conveniencia que hace el propio Tres Patines de las palabras y finalmente por las extrañas situaciones que se describen. La Tremenda Corte representa al típico y tradicional humor cubano, en una etapa en que florecía un humor mucho más intelectual.
Los programas se transmitían de lunes a viernes a las 8:30 PM.
Se estima que poco más 360 grabaciones se pudieron sacar de Cuba y muchas de ellas datan del año 1958. Hasta la fecha gran parte de esas grabaciones todavía se escuchan por la radio en toda Latinoamérica y se cree que hay algunos episodios que nunca han salido de la isla y por ende, se conoce poco o nada de ellos. De todos esos programas radiofónicos que se grabaron en la estación CMQ de La Habana, entre 1947 y 1961, nadie sabe con exactitud cuántos existen.
LAS COPIAS DEL
PROGRAMA
En aquella época los actores no recibían regalías por los derechos de copia del programa como sucede hoy, por lo que de forma astuta Abel Mestre, uno de los tres hermanos dueños de la empresa CMQ antes de ser robada por Fidel Castro, compró gran parte de los capítulos de La Tremenda Corte y luego los ofreció en venta a muchas de las principales estaciones de radio latinoamericanas de la época.
Sin llegar a exagerar, este ha sido uno de los programas de radio más ampliamente escuchados de los últimos años en muchos países de América. Es considerado por muchos conocedores en la materia, como la mejor comedia radiofónica producida en Latinoamérica para aquella época, y tanto ha sido su éxito, que incluso hoy en día sigue transmitiéndose en diversas emisoras de radio. Obviamente con el pasar de los años, el volumen de audiencia que hoy disfruta de programa ya no es tan numeroso como antes ni tan joven e identificado con el pasado como lo fue tiempo atrás.
La expresión ¡A la reja! propia de Tres Patines cada vez que lo llamaban a comparecer, se le decía en Cuba a quien ya estaba preso, es decir, encerrado en su celda y lo venían a ver, ya fuese un pariente, su abogado, o quien fuera.
Los Actores Principales
Leopoldo Fernández (José Candelario Tres Patines)……¡a la reja!
Aníbal de Mar (El Tremendo Juez)…..el eterno hipocondríaco
Mimí Cal (Luz María Nananina)……¡aquí como todos los días!
Adolfo Otero (Rudesindo Caldeiro y Escobiña)…….¡presente!
Miguel Ángel Herrera (El Secretario con voz joven)
Julito Díaz (El Secretario con voz de viejo)
Actores que
participaban:
Erdwin Fernández (Simplicio Bobadilla y Comejaibas)
Wilfredo Fernández (Federico (Perico Jovellanos y Campoflorido)
Reynaldo Miravalles (Leoncio Garrotín y Rompecoc0)
Agustín Campos (Don Olegario Cascarilla y Pinotea)
Emilio Ruiz (Ching Chong Chaw) (Chino que es dueño de un tren de lavado)
Lupe Suárez (Inés María de Fernández).
Personajes:
Hipólito del Queque y Estupiñán (Un viejo que es novio de Nananina)
Guampampiro Talanquera del Potrero (Guajiro)
Sindulfo Roqueta (Representante de la Liga Contra los Choques).
Belén del Pinar y Tomeguín (Profesora de corte y costura)
Dr. Vitamino Pildorita (Protagonizado por Agustín Campos)
Bonifacio Batilongo (Primo de Nananina)
Albino Blanco de Mesa (Cantinero, protagonizado por Reynaldo Miravalles)
Yeyo Carreras (Chofer de alquiler)
Jesús María Picota (Protagonizado por Julito Díaz,
Erdwin Fernández Bertoldo) Edmundo Melones Dieta
Lupe Suárez Luz Rosa Matraca del Valle
Petronilo Talanquera (Medio primo de Nananina)
Severo Calderilla
Monsieur Gabán y Malapolán (Modisto) protagonizado por Armando Soler (Cholito)
Excelentísimo Sr. Don Ñico Pantalón (Embajador del Principiado de Jambalán)
Cheo Guayabera (Dependiente de la zapatería “El Zapato Vigueta”)
Don Efraín (Dueño de la zapatería El Zapato Vigueta)
Mr. Robert Two Base y One Strike estadounidense
¿QUIÉN ERA LEOPOLDO FERNÁNDEZ?
Leopoldo Augusto Fernández Salgado, nació en Jagüey Grande, Matanzas el 26 de diciem-bre de 1904. Desde muy joven dejó los estudios para contribuir al sustento de su familia.
El humor siempre lo acompañó, se cuenta que siendo niño, su padre lo mandó a buscar una cazuela de carne con papas. El aroma de la comida, abrió el apetito de Leopoldo, que mientras caminaba, comenzó a comer, cuando se dio cuenta de que se lo había comido todo, se sentó a llorar en una acera del pueblo, alguien le preguntó por qué lloraba, el niño dijo: “Venía caminando con la carne con papas, tropecé, me caí y lo único que pude recoger fue el caldo”.
Sus padres, don Leopoldo y doña María eran oriundos de Islas Canarias y sus 5 hijos fueron: Leopoldo, Ofelia, Joseíto, Leopoldina y Aleida. Todos salieron de Jagüey Grande hacia La Habana con los niños aún pequeños. Su sobrino Octavio Rodríguez Fernández contó sus nombres y apodos: Ofelia (Tita), Joseíto (Tatica o Dagoberto), Aleida (Hueso), su hermana favorita era Leopoldina (Nina) y el castrismo le mató un hijo.
Leopoldo fue repartidor de pan, luego se hizo telegrafista, tabaquero y lector de tabaquería en Gűines.
A mediado de la década de 1920, nuestro personaje ya había trajinado los escenarios de varios teatros habaneros en distintos papeles, en especial, el de negrito embaucador, una de las tres categorías básicas del género costumbrista cubano junto con el gallego o el chino (las víctimas) y la mulata (entrometida que ayuda al anterior). Mi mayor satisfacción era saber que la gente ríe por mis actuaciones, confesaría mucho tiempo después, en lo que puede considerarse el primer mandamiento de su credo cómico.
Tras un breve regreso a su pueblo natal, lo contrataron para una gira nacional con la Compañía Mejicana de Artes Dramáticas de Blanca Gómez. No volvería a detenerse, durante buena parte de la década de 1930 recorrió Puerto Rico, Venezuela, Colombia y República Dominicana unido a distintos grupos y espectáculos de zarzuela o de revistas.
Hacia 1939, todavía no era una estrella, pero el éxito grande estaba a punto de llamar a su puerta, luego de ver sus improvisaciones y movimientos en escena, el conocido periodista y guionista Cástor Vispo sostuvo que no andaba en dos, sino en tres patines y eso, en lengua coloquial, equivalía a decir que esa persona tenía el don de la risa. Justo lo que el autor necesitaba para sus espacios humorísticos radiales.
Al terminar la gira volvió a su ciudad natal para reincorporarse a su compañía y viajó a La Habana donde conoció a Candita Quintana, Federico Piñero, Alberto Garido y a Mimí Cal, su segunda esposa durante 16 años, no tuvieron hijos y era 4 años mayor que él. También actuó en algunas películas y creador del personaje Pototo. Leopoldo y Aníbal desarrollaron una amplia y conocida carrera como cantantes de humor.
Con su integración al grupo de trabajo de Vispo, Leopoldo halló las dos patas que le faltaban a su comicidad para desarrollar todo su potencial: en primer lugar, la estructura del libretto y luego la química con los otros miembros del elenco, en especial con Aníbal De Mar (el Tremendo Juez) y Mimí Cal (que encarnaría a Luz María Nananina). Una tríada que enlazó, en rápida sucesión, varios éxitos radiofónicos y económicos como El Precinto Competidora o Los ricachos, casi todos centrados en la figura literaria y dramática del pícaro cubano. Este rol alcanzó su punto culminante con la aparición de José Candelario Trespatines en La Tremenda Corte, que se mantendría en el aire en distintas emisoras cubanas desde 1942 hasta 1961.
Una persona que estuvo trabajando con los libretos, contó que en una ocasión, Leopoldo Fernández tuvo una discusión con Cástor Vispo y de forma jocosa le dijo: “quédate tranquilo, que a nosotros no nos hace falta un escritor para hacer el programa”. Entonces, Leopoldo rompió los libretos de todos los actores cinco minutos antes de la salida al aire. Así se hizo un programa sin libreto previo. Esto da la medida de el talento de estos señores. La Tremenda Corte sentó pautas en el humorismo radiofónico de Cuba y, sin lugar a dudas, de toda nuestra América Latina.
SU EXILIO
Se exilió en Méjico y después en Puerto Rico, participó en Teatro, TV y Cine. Después pasó a la ciudad de Miami, donde continuó su carrera en el teatro.
En 1963 se trasladó a Panamá donde trabajó en Radio y Televisión.
En 1969 estuvo en Perú una temporada y creó para la televisión Guardia Trespatines, trabajando al lado de Antonio Salím. Hay fotos de él junto a la bella Camucha Negrete.
Leopoldo Fernández a pesar de no tener muchos atributos físicos, parece que enamoraba muy bonito porque tuvo varias relaciones, formales o no pero de ellas nacieron 7 ú 8 hijos, con nombres que comenzaban con “L” y todos con su apellido Fernández. Con su primera esposa tuvo dos hijos. Se habla de Lenia, Avelina Viada (la madre de Leopoldo Jr. o Polito, 1945, que falleció en Miami en 2016), Eneida o Edelmira y Rosaura, como algunas de las más conocidas.
SU ÚLTIMA ESPOSA
Según la puertoriqueña Vilma Carbia, su última esposa, Leopoldo vivió muy feliz, gracias al reconocimiento y el cariño de todos los latinoamericanos, pero tenía que seguir trabajando porque solamente cobraba al trabajar, nunca recibió un solo centavo de regalías por aquellos 20 años de grabaciones y de éxito.
“Me enamoré locamente de su alma, de su sentir, de su hablar“, afirmó ella vehementemente. “La diferencia de edad jamás me importó“ (él tenía 70 años cuando se conocieron en 1974).
Una anécdota que recuerda: iban en un taxi en Méjico, el chofer pidió permiso para poner en la radio, La Tremenda Corte. No fue hasta terminar el recorrido y pagar, cuando Fernández optó por identificarse como el Tres Patines del programa. El taxista no le creyó.
SU MANERA DE SER
Su forma de ser en la vida real no tenía mucho que ver con el Tres Patines de la Radio y la TV o el Pototo del teatro. “Aunque siempre listo para un chiste con los que tenía confianza, era un hombre serio con los desconocidos“, cuenta Vilma. “Además, tenía una dicción perfecta y vestía como el más elegante de los hombres, para cada color de traje tenía un par de zapatos en conjunto.
Amante de la mesa criolla, disfrutaba de la cocina casera a diario. “Yo nunca he cocinado, pero él era quien llegaba de la calle a ponerse el delantal y preparar una de sus especialidades, un Hígado a la Italiana o un Sopón de Vegetales.”
Leopoldo Fernández no pudo retirarse hasta 1984. Falleció en Miami el 11 de noviembre de 1985, sus restos descansan en Cementerio Miami Memorial, 6200 SW 77 Ave. en la Sección “C” Lote 915. Podrán ustedes leer en su lápida, su viuda Vilma Carbia le puso: cómico genial, esposo sin igual, Vilma.
Vilma, con mucha tristeza recuerda que Miami está en deuda en su memoria: “Ni una estrella en la Calle Ocho, ni una calle que lleve su nombre”.
¡A la reja!
¡Cosa más grande la vida!
(Continuará la semana próxima con un relato sobre
Aníbal de Mar.)
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