La Provincia de Matanzas y su evolución (1919). Evolución de las letras en la provincia de Matanzas

Written by Libre Online

30 de mayo de 2023

Cultura Cubana. Por Adolfo Dollero

Literatos y Poetas.- Jurisconsultos.-  Historiadores.- Oradores.- Hombres públicos.- Periodistas

Contemporánea de la de J.J. Milanés es la musa de Plácido, habanero, pero considerado como matancero. En Matanzas escribió sus rimas y pasó casi toda su vida de tristezas.

Sus versos líricos, melodiosos, a veces vigorosos, le dieron gran fama y fueron conocidos también en el extranjero. Con una mayor cultura, Plácido hubiera logrado aún mayores triunfos.

Quiso también ser poeta Domingo Del Monte, pero sus poesías no han estado a la altura de su prosa castiza, selecta, vigorosa, lapidaria.

Domingo Del Monte es el primer prosista del segundo período literario cubano, que resultaba el primero para Matanzas, cuya evolución intelectual había quedado estancada en el primer siglo de asistencia.

Las cartas de Domingo Del Monte son monumentos de crítica literaria. Muchas han sido reunidas por Vidal Morales. 

No fue extraño Del Monte a la Constitución de la Academia de Literatura (Habana 1833), la misma que poco después tuvo que suspender sus reuniones a pesar de la defensa atrevida que de ella hizo J. A.  Saco.  Ese folleto se imprimió en Matanzas.

El ilustre cubano tuvo que irse al destierro, y entonces Del Monte inició sus famosas tertulias.

Hemos dicho que Félix Tanco Bosmeniel era uno de los que las frecuentaban asiduamente; austero y moralista, el bogotano Tanco era muy erudito en letras y ciencias.

Francisco Iturrondo («Delio»), que Mitjans asegura ser gaditano, produce por la misma época versos esmerados y armoniosos, en los que se nota sin embargo una marcada tendencia a palabras nuevas y sonoras, cuya creación se permite a un Dante o a un Shakespeare, pero no a un poeta que no marque una era en la vida de un pueblo.

El “Semanario de Matanzas” fue la primera palestra literaria matancera, ya que publicaba en 1822 las poesías eróticas del bardo de Santiago de Cuba.

«La Aurora» y él “Diario de Matanzas” publicaron más tarde muchas composiciones en prosa y en verso y juicios críticos, y contribuyendo así al despertar de la literatura matancera que algunos años más tarde encontraba en la revista “La Guirnalda», de Miguel Teurbe Tolón, un campo mucho más a propósito para sus expansiones.

En aquel entonces se fundó el colegio “La Empresa”, que marcó un nuevo derrotero a la enseñanza, contribuyendo a ello muy eficazmente José Antonio Echeverría, amigo de Domingo del Monte, y Ramón de Palma y Cirilo Villaverde.

Voló la fama del Colegio por Cuba, y especialmente a La Habana, estrechando más las relaciones intelectuales con aquella capital en donde había ido a radicarse Del Monte.

Entonces a los matanceros que producían, ya no bastó el campo estrecho de la ciudad de Matanzas y quisieron ser conocidos también afuera de ella.

El bardo Teurbe Tolón, del grupo romántico, y con tendencia según el profesor Garmendía hacia Espronceda y Zorrilla, escribió en verso y en prosa cantos y novelas, editando o colaborando en periódicos o revistas de la época.

También los hermanos Acosta (Ignacio María y Luis Gonzalo), José Miguel Angulo y Heredia, y algunos otros escritores de buena reputación literaria, se dedicaron preferentemente a la poesía, que siempre,   en todos los pueblos, es la primera manifestación de vida intelectual.

¿Y por qué no citar también al poeta esclavo Juan Francisco Manzano, el cantor de Lesbia, a quien la munificencia de Domingo Del Monte y de sus contertulios abrió  las puertas del templo de la Libertad?.

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