Cultura Cubana. Adolfo Dollero
BIBLIOTECAS DE MATANZAS. LA FUNDACION LUZ
CABALLEROS. LA ASOCIACION CIVICA CUBANA.
OTROS CENTROS DE CULTURA. DEPORTES Y CLUBS.
La idea de crear en Matanzas la primera Biblioteca se debió al miembro de la Diputación de la Sociedad Patriótica (o Ecómica, porque la Sociedad modificó su título) Amigos del País, Sr. Agustín Ibarra (año 1829).
Sin embargo no pudo llevarse a cabo su proyecto hasta el 8 de Febrero de 1835, cuando D. Tomás Gener y D. Domingo del Monte lograron a mis gestiones personales, un éxito favorable.
Azarosa fue la vida de la Biblioteca y modestos sus principios.
Se inauguró con 605 volúmenes y hasta el año 1851, aproximadamente, progresó lenta y difícilmente.
Estaba establecida en la Casa de Gobierno.
Quedó entonces clausurada durante 6 años, volviendo a abrirse en Febrero de 1857 por corto tiempo.
En 27 de Marzo de 1864 inauguróse por tercera vez, llegando a poseer unos 3000 volúmenes, mediante varios donativos.
D. Ildefonso Estrada y Zenea hizo por ella lo que pudo, logrando también obtener alguna subvención del Ayuntamiento.
Continuó su vida lánguidamente hasta 1874, volviendo a suspenderla por esa época hasta que el Dr. Eduardo Díaz, en Diciembre de 1898, promovió la idea de abrirla nuevamente al público instalándola en el local del Instituto, lo que no mereció la general aprobación.
Cuando empezó la obra de reorganización, se hizo cargo de ella el bibliógrafo Carlos M. Trelles (Enero de 1899), bajo cuya activa y acertada dirección, llegó la Biblioteca a poseer 12,400 volúmenes en el término de un año.
Disparidad de criterios y otras razones, indujeron al Sr. Trelles a renunciar el cargo; le sustituyó el Sr. José Augusto Escoto, cuya competencia no necesita ser pregonada.
El Sr. Escoto cubre el cargo de Director desde el año de 1900.
La Biblioteca de Matanzas cuenta, en la actualidad, unos 20,000 volúmenes, y una buena colección de los periódicos matanceros más importantes.
Depende de Instrucción Pública. El Dr. Domínguez Roldán. Secretario del Ramo, acordó los créditos necesarios para reformarla y embellecerla, créditos que antes se habían solicitado inútilmente.
Con pena pude observar los modales poco amables de varios jóvenes al dirigirse al Señor Bibliotecario.
Sin saludar, sin una palabra de cortesía se les ve entrar, y como si trataran con el último de los hombres, dicen al señor Escoto: ¡Déme Los Tres Mosqueteros! o «El libro que tomé ayer! y algunos lo tutean impertinentemente con un «Dame.»
Esos muchachuelos no podrían frecuentar ninguna de nuestras Bibliotecas, sin antes aprender algunos elementos de urbanidad.
En Matanzas hay algunas otras bibliotecas particulares importantes.
La más importante y rica era sin duda la del Sr. José Augusto Escoto, hoy dispersa, porque el erudito Director de la Biblioteca viéndose obligado a venderla, no encontró en el Gobierno ni en los principales centros de cultura, adquisidores que evitaran así el éxodo al extranjero de sus tesoros intelectuales e históricos: más de 15000 volúmenes.
El bibliógrafo Trelles encontró en la Biblioteca particular de Escoto unos 1,400 libros y folletos enteramente desconocidos para él.
La biblioteca del Sr. Trelles cuenta más de 3,000 volúmenes; otros tantos el Liceo y el Instituto (cada uno de ellos): la Audiencia unos 1,500 aproximadamente y casi todos de Derecho y unos 1,000 la de los RR. PP. Paúles.
Los ideales de la Fundación Caballero figuran en el primer tomo de mi »Cultura Cubana.»
El lector encontrará algunos otros datos sobre esta Institución en el Capítulo de Instrucción Pública, ya que quise darme cuenta personalmente de lo que hizo basta ahora en Matanzas, y de las condiciones de la Escuela que sostiene.
El Presidente local Sr. Carlos M. Trelles ha levantado la Institución a gran altura, y el Dr. Cosme de la Torriente la favoreció confiándole el importe y la distribución de premios escolares que describiré en su oportunidad.
En 1914 surgió en Matanzas la Asociación Cívica Cubana, creada con fines muy altos y desinteresados.
Los cubanos que ansían la regeneración del ambiente político corrompido, (según generalmente se afirma), la acogieron con entusiasmo y con fe en su porvenir.
Hay en ella un haz de ideales y un perfume de juventud los envuelve.
Quiere crear virtudes cívicas, y sacudir la apatía latinoamericana; lograr que los ciudadanos antepongan la patria a todo: moralizar.
Cubanos eminentes como el Dr. Enrique J. Varona, Dr Emilio Blanchet, Dr. Evelio Rodríguez Lendián, Dr. Juan M. Dihigo, Dr. Gustavo F. Aroclia, Carlos M. Trelles, Emilio Bacardí y cien más, aplaudieron la iniciativa matancera, brillantemente resumida en las frases de su primer Presidente el Dr. Filomeno Rodríguez. Hoy la preside un hombre modesto, pero que vale mucho por su patriotismo, por su civismo, y por su amor al progreso y a la cultura: Don Raúl Miranda Fernández.
Vice Presidente es el Dr. Medardo Vitier Guanche. Secretario y Tesorero, respectivamente, los Sres. J. J. Ollacarizqueta Bataller, y Rogelio Fernández Miranda.
Hoy, después de haber celebrado los Juegos Florales, debidos a su iniciativa, la Asociación está en espera de nuevas inyecciones de energía y de elegir una nueva directiva.
Además del impulso dado por el Liceo a los deportes (según se verá por la Historia del Liceo que forma Capítulo aparte), no fué mucho lo que se hizo en Matanzas por iniciativa de otras sociedades o de otras personas, durante el siglo pasado.
Sin embargo, en 1828, cuentan las Crónicas que los Vascongados se dedicaban ya a su sport favorito de la pelota en el lugar en donde se empezaba a levantar las paredes de la Iglesia de Pueblo Nuevo.
En 1841 existía una Sociedad Gimnástica. En 1850 se fundó el Casino Matancero, llamado más tarde Príncipe Alfonso.
(Continuará la semana próxima)
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