La Provincia de Matanzas y su evolución (1919)

Written by Libre Online

14 de marzo de 2023

Cultura Cubana. Adolfo Dollero

Historia del Liceo de Matanzas

Para adquirir el mobiliario del club de Matanzas, la sala de armas, un buen gimnasio, varias mesas de tresillo y de ajedrez, un juegos de pistolas, se elevó la cuota mensual a tres pesos.

Además de las clases de idiomas que cité con anterioridad, José M. Casal empezó a dar clases de economía política; y el 8 de mayo se abrió un crédito de 500 pesos en librerías de La Habana para enriquecer la biblioteca.

Todas estas mejoras no impedían al Liceo cumplir con los sagrados deberes de la caridad, auxiliando con media onza al mes la congregación de S. Vicente de Paul.

Se dieron también clases de declamación por Pedro Viñolas, a quien el Liceo pagaba también 51 pesos mensuales, pero la falta de alumnos dio pronto al traste con la clase referida.

Una nota curiosa: se pagaban 12 pesos mensuales al señor Lecerff para afinar el piano del Liceo. Hay que suponer que el tal piano se desafinara muy fácilmente para ameritar un gasto tan elevado y continuo de afinación.

El día 18 de marzo murió el Dr. Ramón Zambrana y cuatro días después,  Manuel Costales. El Liceo se hizo representar en ambos funerales por una comisión, y además promovió una suscripción y organizó una función en sus salones, para auxiliar a la familia del primero.

A la compra de las mesas de ajedrez, correspondió una afición siempre en aumento para el difícil juego que requiere cerebros reposados y calculadores, y ese mismo año de 1866, el día 27 de julio fue decidida la formación de un Club de Ajedrez, en el seno del mismo Liceo.

Casi a mediados de 1866 fue nombrado socio corresponsal del Liceo (Sección de Ciencias) el famoso químico de Jibacoa, Joaquín J. de Aenlle; y socios de mérito D. Sebastián A. de Morales y Manuel J. Presas.

Este último por su estudio sobre la locura del Quijote.

A fines de año,  Pedro J. Guiteras fue nombrado socio corresponsal.

Por esa misma época se impusieron varias economías, como la supresión de la clase de esgrima, del tiro de pistola y otra vez del periódico oficial del Liceo.

En lugar de este último se decidió publicar a fines del año siguiente (1867) un tomo científico literario gratuito para los socios.

En octubre de 1867 Dionisio Font ofreció dar gratuitamente lecciones de esgrima.

Y se estableció un Dispensario de vacuna para contrarrestar el gran desarrollo que había tomado la viruela en Matanzas.

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