La Provincia de Matanzas y su evolución (1919)

Written by Libre Online

13 de octubre de 2021

Datos físico-geográficos sobre la provincia de Matanzas. el subsuelo. Una excursión a San Miguel de los Baños

Cultura Cubana. Adolfo Dollero

De lejos, en el paisaje hermoso de colinas y de palmas, sobre la meseta que tiene por bóveda un cielo eternamente azul, las casas aquéllas parecen unas bandadas de cisnes en un océano verde.

En la cima de una de las colinas hay una pequeña Ermita, y el camino que sube por la falda empinada se antoja como el trazo de un futuro ferrocarril funicular.

En donde la meseta se inclina hacia el valle, por el lado Norte, están los manantiales, famosos desde tantos años como se ha dicho más arriba.

Y tienen su leyenda…

Lo que no es leyenda es el extraordinario poder medicinal de esas aguas carbonatadas alcalinas, que impulsaron las generaciones pasadas a buscar en ellas la salud a pesar de las enormes dificultades de aquel entonces, y del incómodo alojamiento que encontraban en la meseta después de haber afrontado valerosamente las primeras.

El famoso químico de Jibacoa, el sabio Aenlle se ocupó de las aguas de San Miguel en sus “Apuntes para el estudio de las Aguas Minero-Medicinales’ de Cuba”, recomendando el uso de ellas en los infartos crónicos, y en las afecciones cutáneas y reumáticas, consecuencias directas del exceso de ácido úrico.

Y es incomprensible que quien en Cuba necesite verdaderamente un método de cura tan sencillo y tan agradable, puesto al alcance de su mano por la próvida naturaleza, prefiera ir a buscar la salud en balnearios alejados de su país, gastando mucho más, y a veces tropezando con dificultades de varias clases: un imperfecto conocimiento del idioma, los hábitos radicalmente diferentes (detalle importantísimo para un enfermo), las molestias de las aduanas y el cansancio que siempre produce en el enfermo un viaje prolongado.

No pretendemos, actualmente, comparar San Miguel de los Baños con balnearios de la importancia de Bad- Nauheim o de Vichy o de Royat o de Salsomaggiore, en donde fuertes Compañías Anónimas han sabido atraer a turistas y enfermos con toda clase de atractivos y comodidades, pero ya que sus aguas son tan eficaces como las mejores del mundo, sería ilógico el suponer que algún día, al concluirse la fácil comunicación por la nueva carretera, no veamos, aquí también, surgir un gran poblado moderno, con sus calles trazadas a cordel, su “Kursaal”, sus bonitas tiendas, las comodidades todas, en fin, de la vida moderna.

Algunas personas pudientes han dado el ejemplo, siguiendo el impulso del opulento financiero D. Bonifacio Menéndcz, y construyeron sus chalets blancos en la meseta de 800 pies de altitud que tiene por marco las colinas, por natural c inmejorable drenaje, las cañadas; y por médico el aire puro del Norte y del Este que las barre con moderación no interrumpida.

¡Adiós temperaturas tropicales!

Las aguas de San Miguel fueron declaradas de utilidad pública en 1892, después de haber sido analizadas por los médicos ya mencionados, y por el Laboratorio de la Clínica Médico-Quirúrgica a cargo de los principales médicos de Cuba.

Están pues ligados a ellas los nombres de los doctores Santos Fernández, E. Acosta, Domingo L. Mádan y muchos más no menos eminentes.

Las opiniones del Doctor Tomás Vicente Coronado y del Dr. Eduardo Díaz pueden encontrarse entre las más entusiastas.

He aquí lo que el último escribió hace años en su informe.- “Las aguas de San Miguel ofrecen grandes recursos a los señores profesores que las quieran utilizar en las numerosas dolencias para que se hallan indicadas, y por propia experiencia podemos garantizar casos de mejoría inmediata en dispepsias flatulentas y atónicas, en infartos hepáticos de origen litiásico, en reumatismos crónicos, apiréticos, en manifestaciones cutáneas del herpetismo y artritismo y en diversas cloro-anemias y convalescencias de enfermedades agudas”.

Y en verdad que no solamente los médicos y los habitantes de la localidad hablan con entusiasmo del poder curativo de las aguas aludidas, sino que todos los que han hecho uso de ellas, se convierten en otros tantos apóstoles y propagandistas.

Hay que suponer que tienen un efecto radioactivo.

Recuerdo, entre otras, haber leído una carta del Gral. Clemente Gómez (que durante la última guerra, parapetado en una de las colinas de San Miguel, sostuvo con tesón admirable los largos e inútiles ataques del enemigo), carta en la que expresaba toda su satisfacción por haber encontrado en el Balneario una gran mejoría a sus dolencias.

Al lado de los manantiales está una poza de fango, cuyo poder curativo, al extenderlo sobre llagas, heridas, o tejidos epidérmicos con afecciones eczematosas o eserofulosas, es notable.

Inmediato a los manantiales está un buen campo de cultivo en donde los tomates se producen con extraordinaria abundancia y lozanía junto a los pimientos, a los frijoles y a los boniatos.

Los plátanos completan con sus hojas magníficas la belleza del paisaje agrícola.

En San Miguel de los Baños hay en la actualidad un hotel en donde se come perfecta y abundantemente; insisto sobre el último adverbio, ya que los viajeros al respirar el aire saludable de aquellos lugares, parecen afectados de bulimia. Todos comen con voraz apetito.

En el patio del Hotel los pasajeros acostumbran escribir sus nombres en las gruesas hojas de la planta llamada copey, que tienen la particularidad de conservar indefinidamente las cicatrices hechas en la superficie de ellas con algún instrumento puntiagudo, siempre que no se pretenda desprenderlas de la misma planta.

A dos kilómetros del pueblo de San Miguel hay unos yacimientos muy abundantes de cromo, que sirve para la fabricación del acero. La mina “Clara” es la más importante.

Durante la guerra europea el precio del cromo subió extraordinariamente, pero en la actualidad ha disminuído mucho, y ofrece una menor remuneración.

Sin embargo hay que tener en cuenta que la mina casi a flor de tierra no ocasiona gastos crecidos de explotación.

En la misma jurisdicción de San Miguel de los Baños existen los indicios de petróleo, a los que he aludido interiormente.

No hace mucho se descubrió otro manantial de apariencia sulfurosa, cuyo análisis no se había hecho aún en la época de mi paso por esos lugares.

He aquí los análisis de los dos principales manantiales que están presentemente en explotación:

Manantial LA SALUD

Acido carbónico libre …….. 0.21863

Bicarbonato de Sosa ……..   0.3060-1

Bicarbonato de Cal ………    1.17334

Bicarbonato de Magnesia … 0.45065

Bicarbonato de Hierro …….. 0.00089

Sílice …………………………….. 0.0698

Sulfato de Sosa ………………. 0.06070

Sulfato de Potasa ……………. 0.07634

Cloruro de Sodio ……………..0.03124

Alúmina ………………………..  0.01210

Materia orgánica ……………. No tiene

Manantial EL HIERRO

Acido carbónico libre …….  0.14936

Bicarbonato de Sosa ………  0.20329

Bicarbonato de Cal ………..  0.12321

Bicarbonato de Magnesia..  0.12775

Bicarbonato de Hierro ……. 0.00333

Sílice ……………………………. 0.08900

Sulfato de Sosa ……………… 0.01033

Sulfato de Potasa …………… 0.00091

Sulfato de Cal ……………….. 0.00037

Sulfato de Magnesia ………. 0.14976

Cloruro de Sodio …………… 0.04289

Alúmina ………………………. 0.00025

Materia orgánica ………… No tiene

No contienen nitritos.

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