La Provincia de Matanzas y su evolución (1919)

Written by Libre Online

30 de abril de 2024

Cultura Cubana. Por Adolfo Dollero

Médicos-Cirujanos.-  Químicos.- Naturalistas.- Ingenieros

En la primera mitad del siglo XIX,  muchos jóvenes matanceros salieron para la capital de Francia a estudiar la medicina, y los nombres de los Cartaya, de los Llorach, Oxamendi, Ulmo, Almagro, Francisco M. de Zayas y Jiménez (Presidente del primer Congreso Médico celebrado en Cuba), Federico Gálvez y Alfonso y varios otros, están ligados con ese primer movimiento científico que dio a Cuba notables clínicos y notables cirujanos.

Federico Gálvez, de Sabanilla, fue el primer cirujano que realizó operaciones de alta cirugía, desconocidas por aquel entonces en la Isla de Cuba. Fue también uno de los fundadores de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana en 1861.

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Anteriormente a los que he citado, en Matanzas se conocían y se publicaban solamente obras españolas o extranjeras, particularmente francesas.

De 1831 a 1842 residió en Matanzas el médico francés Honoré Bernard de Chauteausalins, que publicó varios trabajos sobre cólera-morbus, enfermedades tropicales, etc. (Cita de Trelles).

Por el año de 1832 se imprimió en Matanzas un tomo sobre higiene, por Chevalier y Vavasseur, franceses, el primero químico y el segundo médico. Y no fueron los únicos.

La imprenta del Gobierno publicó, en 1846, un trabajo sobre ingeniería y arquitectura firmado con las iniciales E. S., y los ingenieros Plácido y Justo Gener, hijos del benemérito Tomás Gener, escribieron varios años después sobre motores de vapor.

Sería imposible citar todos los trabajos científicos, labor paciente que acometió el bibliógrafo matancero Carlos Manuel Trelles, empezándola desde la época de la Conquista y continuándola hasta la época actual.

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Pero volvamos a las ciencias médicas, que han tenido, más que ninguna otra en la provincia que nos ocupa, cultores apasionados.

Después de los nombres que he citado más arriba, brotaron en el árbol de la ciencia en Matanzas, retoños no menos lozanos, y la bibliografía científica cubana recibió un impulso muy considerable por cerebros de esta provincia.

¡Qué fecundidad cerebral se puede comparar a la del eminente Presidente de la Academia de  Ciencias, Dr. J. Santos Fernández, de Alacranes, cuyos trabajos superan el millar, y la del Dr. Tomás V. Coronado a quien se deben, acaso, unos 400!

Y agreguénse los de los bacteriólogos Juan N. Dávalos (probablemente el primero de Cuba) y Joaquín G. Lebredo; de los químicos Joaquín Barnet y José I. Torralbas; del gran higienista Juan Guiteras y Gener; de Domingo Mádan, de Gabriel Casuso y Roque, de Vidal Solares, de Eusebio Hernández, etc.

¿Y el Tratado de Técnica Anatómica del Dr. Yarinii?

Algunos de los médicos cuyos nombres honran estas columnas, no han sido solamente profesionales muy distinguidos, sino que han puesto piedras angulares del edificio científico cubano.

El ya citado Dr. J. Santos Fernández ha prestado a la ciencia servicios muy valiosos con su Crónica Médico-Quirúrgica de La Habana (1875-1919) y con la creación del Laboratorio Histo-Químico-Bacteriológico a cuya historia están ligados muchos nombres ilustres de la Provincia de Matanzas (Dávalos, Mádan, Coronado, etc.)

El Laboratorio fue un gran paso dado en Cuba en el camino de la ciencia experimental.

Además nadie hizo progresar los estudios oftalmológicos en Cuba, como el Dr. J. Santos Fernández, que es también un operador muy notable.

El cirujano Ignacio Plasencia y Lizaso, también de Alacranes, afamado ginecólogo, dio a conocer en Cuba el termo-cauterio en 1876, y realizó muchas operaciones difíciles y nuevas. (Véase su Biografía).

¡Muy alejados estabau ya los tiempos aquellos en que el Virrey Bucarely dictaba un bando para que la operación cesárea se practicara solamente despups de la muerte de la madre!

En París el Dr. Osear Amoedo, de Matanzas, ha dado a conocer muy favorablemente el nombre de Cuba en el campo científico, mediante sus obras sobre las relaciones de la odontología y la medicina legal, habiendo logrado lo que muy contados extranjeros logran en Francia, ser catedrático de una alta Escuela científica.

Enrique Lluria, discípulo de Albarráu, se ha conquistado en España una sólida fama como especialista en las vías urinarias, llamando la atención cou su obra sobre la evolución superorgánica.

Francisco Vidal Solares, de Cárdenas, triunfa también en España con sus trabajos sobre higiene de los niños, sobre sueros fisiológicos, etc. Fernando Méndez Capote, también de Cárdenas, es otro mag nífico ginecólogo y operador: hoy tiene a su cargo la Secretaría de Sanidad.

Y al hablar de este doctor, ¿cómo no mencionar su Clínica Ginecológica montada a la perfección, en Cárdenas, el año de 1894, clínica que mereció ser considerada por la misma Academia de Ciencias de la Habana, un esfuerzo de magníficos resultados y sin precedentes en la Provincia de Matanzas?

Citaremos además al matancero Dr. López Villalonga, quien escribió sobre terapéutica hipnótico-sugestiva hacia el fin del siglo próximo pasado.

De los médicos jóvenes ocupan mi lugar eminente por su contribución a la evolución de la ciencia, José Valdés An ciano, ilustre neurólogo; Federico Gran-de-Rossi. clínico muy notable; Filomeno Rodríguez y Acosta. dedicado a medicina interna y a las enfermedades eardio-vasculares; el Dr. Angel A. Aballí, especialista eu enfermedades de niños; los distinguidos cirujanos Benigno Sonsa, José María Verdeja, Julio Ortiz Coffiguy y Luis D Díaz; los médicas Francisco A. Sraith y Alejandro Neyra. el bacteriólogo Manuel Martínez Domínguez: los buenos oculistas Jesús M. Peniehet, P. Lamothe, Debogues y otros varios; algunos alejados de su provincia natal, desde hace tiempo.

Varios han escrito también trabajos notables, y otros son magníficos operadores.

Al citar químicos como Dávalos y Barnet (quien colaboró con Poey), Torral-l.as, no se debe olvidar a! Dr. Francisco Bosque y Reyes, nacido en Limonar.

Al Dr. Bosque, fallecido recientemente en París, se debe el descubrimiento de 24 cuerpos compuestos. También el Dr. Bosque llevó sus conocimientos a otras tierras, habiéndose recibido en París y en Bruselas, y habiendo desempeñado en la Universidad de Buenos Aires la cátedra de Química.

El Liceo de Matanzas, de 1863 a 1885 ha prestado servicios al desarrollo de las Ciencias, promoviendo concursos científicos en los Juegos Florales y publicando también varios trabajos.

Los nombres de los Doctores Sebastián A. de Morales, Manuel J. Presas, Joaquín Barnet, Francisco de Jimeno, José Elias Jiménez, Bonifacio Carbonell, Félix de Vera, Domingo L. Mádan. E. Llorach, Vicente A. Tomás, Alberto Schweyer, etc., figuraron honrosamente en esos loables esfuerzos.

En ciencias exactas se distinguieron varios matanceros: los ingenieros Aniceto (3. Menocal y Teodoro Vaugiraud.

Además Pimienta, Piqué, Polledo, Alberto de Ximeno, todos ingenieros.

Bien conocidos son los trabajos de hidrografía del primero. El segundo era ingeniero mecánico e industrial.

De Europa y los Estados Unidos en donde había cursado sus estudios, trajo a Cuba los conocimientos adquiridos en maquinaria y ferrocarriles, a mediados del

siglo pasado, contribuyendo así eficazmente al adelanto de Cuba.

En la provincia de Matanzas ha visitado algunas clínicas y gabinetes científicos.

Recuerdo en la Capital, la Clínica Quirúrgica del distinguido cirujano Luis D. Diaz, y la del Dr. Federico Escoto, ambas dotadas de instrumentos quirúrgicos y de aparatos científicos modernos:

Cito aparte el Laboratorio Químico Bacteriológico de» la Colonia Española en Matanzas, el de Sanidad en Cárdenas, etc.

Con más detenimiento he visitado la clínica del amigo Dr. Juan F. Tamargo, que constituye uno de los esfuerzos más eficaces realizados en pro de la cultura científica de Matanzas.

El Doctor Tamargo es hombre de iniciativas y un buen clínico, cuyos amplios conocimientos, adquiridos en la Universidad, y perfeccionados en sus viajes por Europa, han cristalizado en la creación de ana institución de grandísima utilidad para su ciudad natal.

La Clínica en cuestión ha sido fundada especialmente para las enfermedades de ojos, nariz, garganta, oídos, y está dotada de aparatos muy modernos que representan un valor científico y efectivo no indiferente.

Además el Dr. Tamargo supo reunir alrededor suyo un grupo de médicos y de enfermeras que constituye un personal excelente.

La sala de operaciones está montada con todos los adelantos de la ciencia moderna, y su material aséptico es inmejorable, como lo es la dotación de instrumentos quirúrgicos.

Departamento de cloroformización, autoclaves, lavabos, todo, es completo, higiénico, perfecto.

Varios son los aparatos eléctricos en la Clínica del Dr. Tamargo: los hay para comentes farádicas, galvánicas, dinámicas y de alta frecuencia y para masaje vibra torio. Un aparato dotado de un poderoso imán sirve para la extracción de cuerpos extraños del globo ocular; otro aplica ciertos rayos de luz para el alivio de determinadas enfermedades cutáneas; y un aparato de Rayos X, marca Víctor, permite el radio-diagnóstico más escrupuloso.

Huelga por consecuencia, insistir sobre el beneficio que entraña para el enfermo, la asistencia médica en una clínica como la que hemos descrito sumariamente. Del laboratorio anexo han hablado en varias ocasiones,  revistas y periódicos, reconociendo su inmensa ventaja para la labor diaria de los facultativos matanceros.

De Jovellanos merece ser citado el gabinete dental del Dr. P. Naranjo, montado con todos los adelantos que prescribe la ciencia médica aliada con la electricidad.

Y de alguna otra Clínica notable que yo encuentre en mis excursiones por la Provincia, daré cuenta en el Capítulo correspondiente para no entorpecer la impresión de la obra.

He aquí los nombres más distinguidos en el campo de las Ciencias, por la Pro vincia de Matanzas:

Aballí y Arellano (Angel A.)—Distinguido médico especialista en enfermedades de niños. Reside en la Habana, de cuya Universidad es catedrático de Pediatría, después de haber sido magnífico alumno de la misma y haber ganado varias becas por su notable aprovechamien to en los estudios.

Desde 1918 es Académico de Número de la Academia de Ciencias de la Habana Desempeñó antes de esa época varios cargos científicos por oposición, y publicó trabajos importantes; uno de ellos en colaboración con el Dr. J. Guiteras.

El Dr. Aballí perfeccionó en el extranjero sus ya sólidos conocimientos científicos.

Nació en Matanzas en 30 de Septiembre de 1880.

Almagro (Manuel de). — Distinguido médico de Matanzas (n. en 1830 y murió en la Habana en 1895). Estudió y se recibió en París, siendo notable su trabajo de tesis doctoral ‘Per-sistance du canal Arteriel» (1863). Fué Interno de los Hospitales de París, Miembro de la Société Medícale d’obser-vation de París, etc. Durante los viajes de la Comisión Científica Oficial Española, el Dr. Almagro fué encargado de la parte de etnografía y de antropología (de 1862 a 1866).

Amoedo (Oscar). — Muy distinguido médico y cirujano-dentista, que reside en París desde 1889.

Nació en Matanzas el día 10 de Noviembre de 1863 y se recibió de cirujano-dentista en la Universidad de la Habana, en New York y por último en París. En esa misma ciudad obtuvo el título de médico, el año de 1898.

Desde esa época es Catedrático de la Escuela Dental de París, debiendo advertirse que, en Francia, muy raramente se concede a un extranjero un puesto de tal índole.

Su obra L’art Dentaire en Médecine Légale (1898) ha sido muy elogiada por la prensa científica europea, y la Société Odontologique de France le concedió el primer premio. Fué traducida al idioma alemán.

La obra en cuestión trata de anatomía dental, de la influencia de la dentadura sobre la mandíbula; de la dentadura en los dos sexos, de la de los anormales, de 1c dentadura en individuos de razas diferentes; de las lesiones que la misma sufre según las varias profesiones u oficios del hombre: de las alteraciones químicas producidas por cobre, plomo, ácidos, tabaco, etc.

El Dr. Amoedo publicó en 1901 un estudio sobre los dientes del Pithecanthro-pus Erectus, de Java, trabajo presentado en el Congreso Médico de Ajaccio Córcega). En el Tratado de Anatomía Humana, de Poirier & Charpy figura otro trabajo de Amoedo Les Dents. Varios de sus ar tículos científicos en francés y en español, lian sido publicados por la Revue de Stomatologie de París, o por la Revue Internationale Odontologique, o por La Odontología. Revista Dental de Cádiz, o por la Associatioi Francaise pour Tavancement des Sciences, etc.

Largo sería enumerarlos todos!

El Dr. Amoedo tomó parte en vanos Congresos de Medicina y de Cirugía Dental en Nancy, en Burdeos, en Buenos Aires, etc. Para el último (1910) recibió una invitación especial de! Gobierno Argentino, honor con que los gobiernos dis-guen solamente a las sabios.

El distinguido matancero del que tratamos, es Miembro Corresponsal de la Academia de Ciencias de la Habana, Miembro de Honor de la Sociedad Odón tológica Española, Miembro de la Société Odontologique de Francia, (habiendo sido Presidente de la misma, de 1907 a 1912), Caballero de la Legión de Honor, eteétera.

En la actualidad viste el brillante uniforme del oficial francés y presta sus servicios profesionales en un Hospital de la Cruz Roja Francesa, y en otro sostenido* por la Colonia Española de París.

Angulo y Heredia (Rafael).—Distinguido médico de Matanzas, residente en París desde hace muchos años.

Nació el año de 1849, y eu 1872 se recibió de médico en esa capital. Hoy día ya no se dedica a su profesión,, siendo Jefe de la Casa Bancaria Movellan y Angulo, Presidente o Consejero de grandes empresas ferrocarrileras y de otra índole.

Recibió en Europa muchas distinciones-y honores, ostentando el título de Marqués de Caviedes, la roseta de Oficial de la Legión de Honor, etc.

Cuando ejercía su profesión escribió algunos trabajos, como Essai sur la patho-génie des hydropisies etc., siempre en idioma francés, que domina a la perfección.

Barnet y Ruiz (Joaquín).—N. 1842. M. 28 de Marzo de 1886. Notable hombre de ciencias  matancerocuyos trabajos sobre frutas y raíces, de plantas cubanas, sobre cuarzos etc., son valiosos.

Con el gran Felipe Poey colaboró eir el Repertorio Físico y Natural de la Isla-de Cuba.

Ha sido muy buen químico y escribió algunos trabajos sobre esta ciencia que-conocía muy bien. Murió víctinii’. de la explosión de una retorta al hacer un experimento.

Ha sido profesor del Colegio «La Empresa» y durante la primera guerra por la independencia prestó buenas servicios a la causa cubana. En 1884 ingresó como Miembro de Número cu la Academia de Ciencias de la Habana.

Barnet y Roque de Estrada (Enrique B.) Distinguido médico matancero y Miembro   de   Número   de   la   Academia de Ciencias de la Habana, a quien la bibliografía científica debe varios trabajos importantes. Ingresó en la Academia de Ciencias en 13 de Julio de 1906.

Barnet era también un escritor elegante y ameno, y sus discursos son verdaderos trabajos literarios.

Se recibió en las Universidades de New York y de la Habana, y estando en la última ciudad ayudó con su pluma la causa cubana, durante la última insurrección.

Perteneció a la Sociedad de Estudios Clínicos de la Habana desde 1900, a la Sociedad Económica Amigos del País y fué socio Corresponsal de la Academia N. de la Historia de Caracas (Venezuela).

A la Sanidad de Cuba prestó eminentes servicios; primero, contribuyendo a implantarla, después como Jefe de Redacción del Boletín de la Secretaría; y figurando en varios Congresos Médicos en el extranjero.

Nació en 14 de Julio de 1855 y falleció el 23 de Septiembre de 1916.

Betancourt (Julián).—(1872-1914). Médico matancero.

Escribió Medicina práctica. (Consejos para las madres).

(Cita de Trelles).

Blanes (J. F.).—Habanero, (hijo de padre andaluz y de madre cubana). Formó en 30 años de paciente trabajo una riquísima colección de malacología, donándola después al Museo de Cárdenas. (3875).

Blaucs, de oficio platero, se formó con esfuerzo constante y estudiando, solo, las ciencias naturales.

Poey, Gundlaeh, y por fin Carlos de la Turre contribuyeron a la formación y clasificación de la hermosa colección citada, en la que están representadas la mayor parte de las especies cubanas.

El Dr. Carlos de la Torre la considera una de las mejores de América.

El Sr. Blanes vive hoy en Cayo Hueso dedicado, me dicen, al misticismo.

Nació en 1848.

Bosque y Reyes (Francisco).—Químico muy distinguido, nacido en Limonar el 24 de Enero de 1S54.

Estudió en la Habana en un colegio de «los PP. Escolapios, cursando en París. Bruselas y Buenos Aires la facultad de Ciencias físico-naturales. Se recibió de Doctor eu Farmacia y Perito Químico en la ciudad de Bruselas. Se debe al Dr. Bosque y Reyes el descubrimiento de 24 cuerpos compuestos: escribió trabajos científicos en francés. Habiendo elegido su domicilio en Buenos Aires, fué nombrado Catedrático de Química de aquella Universidad. Murió repentinamente en París el 31 de Julio de 1918.

Buigas (Juan Félix).—’Matancero, fallecido en 1905. Escribió varios trabajos, que fueron elogiados, sobre medidas de fincas ajustadas al sistema métrico decimal. Calle (Ezequiel de la). Médico matancero recibido en París, cuya tesis de doctorado fué calificada de trabajo interesante por la Revista de Ciencias Médicas.

No hay que confundirlo con el distinguido académico Dr. Luis de la Calle, de Güines, y oculista, recibido también en París y fallecido en 15 de Euero de 1909.

Cartaya y García (Pedro M.) — (N. en 1828 M. en Enero de 1898.)

Médico distinguido. Se dice que nació en Bainoa, acaso por haber nacido en ua lugar inmediato a esa población, llamado Río del Aura. Pero el erudito J. A. Escoto cree que el lugar de su nacimiento ha sido inmediato a Bolondróu, porque aceptando la primera hipótesis, ño hubiera sido lógico que los padres le hicieran cursar sus estudios en Matanzas, sino en la Habana. Se recibió de médico en París.

El Dr. Pedro M. Cartaya escribió varios trabajos científicos entre ellos el Tratamiento del Hidrocele, aprobado por la famosa Sociedad de Ciencias de Moutpellier (1374).

Escribió también sobre el cultivo del vafe en Cuba.

Fué un decidido partidario de la vacuna.

Escribió también un folleto Excursión higiénica por Matanzas (1860) y algunos otros trabajos sobre casos clínicos importes bajo el punto de vista científico.

Perteneció como individuo de número a la Academia de Ciencias de la Habana.

Cartaya y García (Domingo J.)—Hermano del anterior y también médico dis-

tinguido de la facultad de París. Su tesis del doctorado en 1856, fué notable y versó sobre las úlceras del cuello del útero en mujeres vírgenes. Muchos de sus discursos fueron muy celebrados. Fué Catedrático de Historia Natural del Instituto de Matanzas y después se fué a Francia, en donde vivió hasta su fallecimiento.

Nació en Santa Ana y falleció en 1892 en París.

Cartaya (José I.)—-Médico matancero (1881-1917) autor de varios trabajos científicos publicados por la más importante prensa médica cubana.

Casuso y Roque (Gabriel).—El muy digno Rector de la Universidad de la Habana, es también un hijo preclaro de la Provincia de Matanzas, habiendo nacido en Guamutas el año de 1850.

Había empezado sus estudios médicos, cuando estalló la revolución de Yara. Entonces Casuso logró alistarse en una expedición que Rafael de Quesada llevaba .i Cuba desde Nassau, (a principio de 1869), quedando durante 4 años en las filas insurrectas hasta que fué hecho prisionero y deportado a España.

En España concluyó los cursos universitarios recibiéndose de médico en Octubre de 1874, y en 1878 se doctoró nuevamente en París. El año siguiente había ya vuelto a la patria, obteniendo por oposición una plaza de Cirujano en el Hospital de San Felipe y Santiago, plaza que conservó también al trasladarse el citado Hospital al moderno Hospital Mercedes.

Desde 1879 el Dr. Casuso fué conocido muy favorablemente por los hombres de ciencias de Cuba, ya por su habilidad como opedador, ya como conferencista culto y profundo, ya por su gran amor a la ciencia y a la verdad.

Contribuyó a la fundación de la Sociedad de Estudios Clínicos de la Habana (1879) ; fundó con el Dr. Saeuz el periódico científico y a veces batallador El Progreso Médico (1889) y logrando vulgarizar la asepsia y antisepsia, pudo disminuir la gran mortalidad que causaba entonces la fiebre puerperal.

En 1885 ingresó en la Academia de Ciencias Médicas, contribuyendo muchísimo desde aquella época a estudios y debates de alta cirugía.

Por fin, en 1892, obtuvo por oposición la cátedra de Obstetricia y Ginecología cu la Universidad, cátedra que desempeñaba desde Diciembre de 1884, aunque gratuitamente en los primeros tres años.

Además de la vulgarización científica del método aséptico, el Dr. Casuso estableció con el Dr. Claudio Delgado un Servicio Ginecológico en el Hospital de Higiene, que sirvió muchísimo a formar la nueva generación dedicada a esa rama de la ciencia médica.

Al estallar la Revolución de 1S95, el Dr. Casuso, tan ardiente y batallador como en su primera juventud, inspiró des confianza al Gobierno, quien lo deportó hasta la conclusión de la paz entre España y Estados Unidos.

Durante la época de la Intervención Americana, bajo el Gobierno del General Wood, al Dr. Casuso cupo el alto honor de iniciar la reforma de la Enseñanza Superior, y particularmente la de la Escuela de Medicina que funcionaba aún con los antiguos sistemas. En vez de la enseñanza teórica solamente, se agregó la enseñanza práctica objetiva, siendo aceptado, en principio, el plan propuesto por Casuso, e implantada la enseñanza oficial de la Ginecología.

En 21 de Junio de 1900 fué electo Concejal del Ayuntamiento de la Habana.

De 1901 a 1905 el Dr. Casuso ocupó el cargo de Decano de la Facultad de Medi-

cina y en 1905 Estrada Palma lo nombró-Secretario de Agricultura.

Este nombramiento pudiera acaso llamar la atención de las personas que ignoraran los conocimientos especiales del Dr. Casuso en esa rama de la economía nacional.

La Fundación de la Liga Agraria en 1903, por obra de Casuso, había servido mucho para reunir los principales elementos productores agrícolas, y para llamar la atención sobre el facultativo ilustrado que demostraba ser a la vez, publicista, estadista, y agricultor práctico y moderno.

El Dr. Casuso es también un magnífico orador, y varios de sus discursos han tenido resonancia. Entre ellos, uno sobre l.i conveniencia de la enseñanza física y de Jos sports en las escuelas nacionales; y otro, en Agramonte, (como Presidente de la Liga Agraria) sobre los problemas fundamentales de la agricultura, la situación económica creada por los mismos, y sobre la necesidad de conservar las tierras como principio de defensa de la nacionalidad. (Los cubanos, dicho sea entre paréntesis, no se preocupan mucho de esta gran verdad: lo comprenderán cuando ya será tarde e inútil).

A la caída de Estrada Palma, el Dr. Casuso dejó la cartera de Agricultura y volvió a ocupar en la Universidad su cargo de Decano de la Facultad de Medicina y Farmacia, siendo reelecto varias veces más, hasta recibir en 1915 el nombramiento de Rector que desempeña en la actualidad con la aprobación de todos, por sus altas dotes de energía y de cultura y por >ns continuas y fecundas iniciativas.

En 1914 fué electo Presidente del Tercer Congreso Médico Cubano.  El Dr. Casuso ha contribuido también al desarrollo de la ciencia en Cuba en muchos trabajos valiosos, publicados •or la prensa médica o presentados a Sociedades Científicas. Siendo imposible el •útarlos todos, nos limitaremos a los de nayor trascendencia, a saber: Osteoartritis tibio-tarsiana. Amputación de la pierna por el tercio superior (Cura de Lister) (1881).

—Tratamiento de los abscesos y de la pleuresía purulenta por la irrigación continua (1882).

—Progreso de la Ginecología en < nba. ‘Discurso de recepción de académico). 1886).

—(Varios trabajos sobre ovariotomías, estrechez pelviana y asepsia puerperal (1887, 1889, 1890, 1891, 1S92, 1898).

—Casos de Ginecología (operados por el Dr. Casuso). (1894) y Estadística de la Clínica Ginecológica Privada.

—-Un error durante una intervención quirúrgica (1904) etc., etc

Coronado (Tomás Y.)—Nació en Limonar (Matanzas) en 1855, habiendo .salido (como Domingo Mádan. su hermano político, y tantos otros matanceros distinguidos) del famoso colegio «La Empresa.*’

Durante su época de estudiante supo ganarse varias distinciones, algunas de ellas por rigurosa oposición.

El Dr. Coronado enriqueció la bibliografía científica cubana con muellísimos trabajos originales: acaso unos cuatro cientos! Varios de ellos versan sobre el paludismo y sobre el bematozoario del mismo, habiendo colaborado en algunos con el Dr. Mádan.

El libro Pirexias en la isla de Cuba, en

colaboración con el mencionado doctor, fué premiado en 1896 por la Academia de Ciencias M. F. y N. de la Habana.

Otro trabajo del Dr. Coronado, La veraneas linhémicas obtuvo en Parts, en 1893, un premio «Orphila» d’encourage-ment, de 1000 francos, otorgado por la Academia de Medicina de esa capital

Trata de experimentos hechos por el Dr Coronado sobre el parásito de Laveran.

La Gaceta Médica, la Crónica Médico-Quirúrgica de la Habana, la Revista de Ciencias Médicas, El Progreso Médico, el Archivo de Estudios Clínicos, los Anales de la Academia de Ciencias, la Revista de la Asociación Médico Farmacéutica, etc., acogieron los trabajos científicos del Dr. Coronado.

Su labor en pro del Laboratorio Bacteriológico fundado por el Dr. Santos Fer náudez ha sido muy eficaz: El Dr. Coro nado ha sido siempre, y sigue sicudolo, muy entusiasta por todas las iniciativas le parecen buenas.

El Dr. T. V. Coronado ha sido agracia do con  muchos nombramientos honoríficos durante su larga vida de médico y catedrático.

Na sido Delegado, por Cuba y Puerto Rico al II Congreso Médico Pan Americano (México 1896) : fundador Secretario y por fin Presidente de la Asociación Médico Farmacéutica de la Isla de Cuba: Académico de número de la Academia de Ciencias M. F. y N. de la Habana (1S96) : V. Presidente de la Sociedad de Estodios Clínicos (1899): Secretario General del Tercer Congreso Médico Pan-Americano (1901): V. Presidente de la Academia de Ciencias (1902 y 1905): Presidente de la >oc. de E. Clínicos: Catedrático auxiliar, por oposición, de Higiene y Medicina Le-;ral y por fin desde el 4 de Julio de 1917 ha sido nombrado Catedrático Titular de Higiene, Legislación Sanitaria, Medicina Legal y Toxicología, en la Universidad de la Habana.

Pero, con todo el respeto debido a la Universidad de la Habana y a su reglamento, confieso que no he logrado comprender cómo sea posible que una sola persona pueda explicar todo lo que arriba se expresa y que bien exigiría tres cátedras distintas.

El Sr. Coronado no es solamente Doctor -011 Medicina, sino en Ciencias Físico-Químicas y en Farmacia.

Es también Miembro Titular de ta Academia Universal de Ciencias y Artes Industriales de Bélgica y Socio de Mérito del Centro Médico Farmacéutico de Matanzas.

El Dr. Coronado ba escrito también varios trabajos sobre la higiene aplicada a los sports y a las escuelas, y ha leído muchas conferencias en las Escuelas de Verano, en la Asociación Médico-Farmacéutica, etc.

Su libro Higiene escolar para los maestros fué premiado con medalla de plata en la Exposición de San Louis Miss; y sns folletos sobre Patología tropical e higiene obtuvieron medalla de oro en la Exposición de Charleston (1906).

Dávalos y Betancourt (Juan N.)—.Notable bacteriólogo nacido en Sabanilla el 6 de Noviembre de 1857 y fallecido en la Habana el 4 de Diciembre de 1910.

Comenzó sus estudios universitarios en la Habana concluyéndolos el año de 1886 en Madrid. Visitó los principales centros científicos de Europa y de los Estados Unidos, regresando después a Cuba para poner a su disposición los nuevos y grandes conocimientos científicos que había adquirido.

Dávalos era hombre sencillo, modesto, sereno, casi frío, trabajador incansable y paciente, investigador concienzudo, aun cuando no haya sido un genio creador. Sin embargo, en Cuba, Dávalos ha sido un maestro.

El Laboratorio Histo-Químico-Baeterio-lógico fundado en la Habana por iniciativa del Dr. J. Santos Fernández, debe mucho a la labor científica del Dr. J. N. Dávalos. Por sus mismos trabajos en el Laboratorio, contrajo la tuberculosis y la fiebre tifoidea y se cuenta que al descu-

brir personalmente sus bacilos de Koch, se quedó tranquilo como siempre y ni ese día modificó su costumbre diaria de leer la prensa científica.

Otras veces se inoculó casualmente la rabia antopsiando un conejo, y en otra ocasión la toxina virulenta del tétano; vivió en fin siempre sereno, en medio del peligro, trabajando en pro de la ciencia y en pro de su patria; ejemplo de la más absoluta devoción a la misión que formaba su ideal de hombre científico y de cubano.

Modificó, asegura el bibliógrafo C. M. Trelles, la solución de Ziehl para la coloración rápida de los gérmenes; escribió sobre el agua del coco como medio de cultivo de gérmenes patógenos, sobre el muermo, sobre el coli-bacilo, etc.

Colaboró con el Dr. Coronado en un trabajo importante sobre el suero para diagnosticar la fiebre tifoidea; con el Dr. E. Acosta sobre la toxicidad de la orina en casos de fiebre amarilla; con el Dr. Fin-lay y con varios otros de los mejores médicos cubanos.

Dehogues (Jorge L.)—Distinguido oculista natural de Cárdenas (a. 1870). Escribió trabajos importantes sobre esta rama de la ciencia médica, y especialmente sobre conjuntivitis.

Es miembro de la Sociedad de Estudios Clínicos de la Habana.

Díaz (Eduardo).—Médico de iJuamliras. Fué Catedrático y Director del lnsti-into’ de Matanzas muchos años. Bastante impulsó la instrucción pública en la Capital de su Provincia.

Varios trabajos suyos, de medicina, fueron escritos en colaboración con los doc-lores Domingo F. Mádan, y Tomás V. Coronado.

El Dr. Díaz promovió en Diciembre de 1898 la idea de volver a abrir la Bibliote- “a Pública de Matanzas, cuya vida estaba suspendida desde el año de 1874”. Pudo llevarse a la práctica su iniciativa en Enero de 1899. El Dr. Díaz cubría en aquel entonces el cargo de Gobernador de la Provincia.

De la Academia de Ciencias de la Habana e) Dr. Díaz fué Miembro Corresponsal.

Deploro no poder completar estas notas con las fechas de su nacimiento y muerte.

Repetidas veces y siempre inútilmente, me dirigí al conocido abogado hijo del mencionado doctor!

Falcón (Alfredo).—Médico matancero, fallecido en 1897. Escribió un Tratado de Fisiología.

Ferrer (Horacio).—Capitán médico, natural de Sabanilla. Contemporáneo Cita de Trelles).

Eseribió trabajos cicntíticos y sociológicos muy interesantes, algunos de ellos premiados por la Academia de Ciencias. Su Manual de Higiene Militar y Primeros Auxilios fué declarado de texto, y muy elogiado

Gálvez y Alfonso (Federico).—Nació cu Sabanilla en 2 de Mayo de 1829 y murió el 21 de Enero de 1889.

Ha sido alumno del Colegio «La Empresa.»

Fué un magnífico cirujano de la Facultad de París. Su tesis del doctorado versó sobre la operación cesárea, (Diciembre de 1855).

En Cuba realizó las primeras operaciones de alta cirugía, y la Academia de Ciencias lo tuvo entre sus Miembros de Número Escribió varios trabajos científicos y Valdés Domínguez cita uno sobre La Elefantiasis del escroto. Se dedicó también al estudio de la física y era buen dilettante de pintura.

Se dedicó también a estudios de historia natural y el Dr. Carlos de la Torre-elogia la teoría del Dr. Gálvez sobre el origen de la enfermedad del cocotero.

El año de 1869 emigró a los Estados. Unidos, radicándose en Nueva York.

Existiendo la duda que el Dr. Gálvez hubiese nacido en Alacranes, he revisado personalmente los archivos parroquiales de esa población sin encontrar ninguna partida de bautismo que a mi biografiado se refiriese y sí pude encontrarla en los de Sabanilla del Encomendador en mi reciente excursión.

Federico Gálvez fué uno de los tunda-dores de la Academia de Ciencias M. F. y N. de la Habana.

Grande Rossi (Federico). — Clínico y bacteriólogo muy distinguido y de gran talento. (Medicina Interna).

Ha nacido en Matanzas el día 14 le Diciembre de 1866.

La bibliografía científica del Dr. Grande Rossi es extensa: son unos 25, o más-trabajos médicos, sin tener en cuenta sus colaboraciones en la Crónica Médico-Quirúrgica de la Habana, del Dr. Santos Fernández. Es además un buen escritor y poeta.

La Asociación Médico-Farmacéutica de la Habana le premió uu trabajo sobre análisis de orina y, en un certamen de «El Fígaro» el Dr. Grande Rossi fué también premiado por un trabajo literario: Carga Negra, cuadros de costumbres cubanas en tiempo de la esclavitud. Con el pseudónimo Mendo Méndez, en 1903 eseribió la novela «Any Ñame.»

Nuestro biografiado encuentra que las-letras y la ciencia pueden hermanarse fácilmente.

Estudió idiomas y habla bien 4 de ellos f En el Congreso Médico de Diciembre de-

1917, el Dr. Grande Rossi presentó el descubrimiento de un punto doloroso en el vientre, para el diagnóstico de las úlceras del estómago, detalle científico que sin duda no pasará desapercibido en el extranjero. Anteriormente, había descubierto •:on el Dr. E. Acosta un germen, que llamó cladothrix invulnerabilis.

Es Miembro de la Academia de Ciencias M. F. y N. de la Habana, Qatedrático de Patología General y de Patología de Enfermedades Intertropicales en la Universidad de la Habana: miembro de la Sociedad de Estudios Clínicos; Socio de Honor de la Société de Higiene de París; mé dico del Hospital Calixto García, etc.

Además el Dr. Grande Rossi es en Cuba el campeón del tiro a los platillos. Sus triunfos han sido numerosísimos, y entre ellos se cuentan 11 medallas de oro y 16 copas de honor, ganadas en varios torneos cubanos.

El doctor cuando no estudia se dedica a su sport favorito, Guiteras y Gener (Juan).—Ilustre médico higienista, que honra a Matanzas, su ciudad natal, (en donde nació el día 4 de Enero de 1852) y a Cuba.

Sus padres fueron Da .Josefa Gener y D. Euscbio Guiteras, el muy distinguido escritor y educador matancero.

D. Juan Guiteras cursó los estudios de bachiller en Artes en el afamado Colegio ‘La Empresa», recibiendo en 1873 en la Universidad de Pensilvania, los títulos de Doctor en Medicina y en Filosofía.

En 1900 se recibió de Doctor en Medicina en la Universidad d^ la Habana De 1873 a 1899, prestó eminentes servicios profesionales en los Estados Unidos, habiendo sido comisionado varias veces para el estudio de la fiebre amarilla en ese país, en Cuba y en México.

Además fué Catedrático de Patología interna y Clínica Médica en la Escuela

ilc Medicina de Charleston, Carolina del Sur, de 1885 a 1889; y de Patología General y Anatomía Patológica en la misma Universidad de Pensilvania, de 1389 a 1S99.

El Doctor Guiteras frecuentó en P.erlín (a. 1S90) los Laboratorios más famosos: de Koeh, (cuyo descubrimiento estudió por comisión de la Universidad de Pensilvania) ; de Ehrlich, Virchow, etc. En Londres siguió un curso en la Escuela de Medicina Tropical; otro en Roma sobre paludismo, con el prof. Grassi, y en París visitó clínicas médicas cu los principales hospitales aumentando siempre más el ya enorme caudal de sus conocimientos científicos, (de 1899 a 1900).

En 189S el Dr. Juan Guiteras tomó parte en la campaña de Santiago de Cuba en el Estado Mayor del General Shafter, como Comandante Médico Militar; (Véase Cap. Patriotas) y en 1900 ya lo encontramos de Catedrático de Patología General e Intertropical en la Universidad de la Universidad de la Habana.

Desde entonces, las altas cualidades científicas del Dr. Guiteras reconocidas y apreciadas debidamente, valieron al ilustre matancero una serie ininterrumpida de honores y de cargos: Miembro H901) y más tarde Presidente de la Comisión de diagnóstico de enfermedades infeccionas (1902-8): Vocal de la Junta Superior de Beneficencia (1902), y de la de Sanidad (1903-S); Director del Hospital Las Animas (desde 1902); Decano de la Escuela de Medicina (1905-9); Director de Sanidad de la República; Jefe Superior de Administración y Presidente de la Junta N de Sanidad (1909); Miembro de la Comisión de fiebre amarilla de la Fundación Rockefeller (1916) en cuyo servicio visitó Panamá Ecuador, Colombia. Venezuela, Brasil y las islas de Puerto Rico. Trinidad, Barbadas y Martinica.

El Dr. Guiteras es Miembro de las principales Sociedades Científicas de ios Estados Unidos, de la Academia de Ciencias de la llábana, de la Sociedad de Estudios Clínicos de la Habana, Vice-Presidente de »The Conference of North – American Boards of Health»; lo fué también de la ‘American Public Healtb Association.» En 1905 fué nombrado Presidente del II Congreso Médico Cubano (no habiendo ejercido el cargo), y Miembro del Comité Ejecutivo de la Convención Sanitaria de las Repúblicas Americanas, habiendo tomado parte muy activa en la redacción de la Convención Sanitaria de Washington 1905.

Fué Delegado en varias Convenciones y Congresos; es Miembro Corresponsal del College of Phisicians de Filadelfia (1916); \Iiembro Honorario de la «Asociación Abdica de Puerto Rico, (1917); Miembro fundador de la «American Academy of Public Health» (1916), Académico Correspondiente de la Academia de Medicina de Caracas (1917); fué Director de la Revista de Medicina Tropical (Habana»5 primera publicación de esta clase en América (1900-1905) y Coeditor de la obra del Dr. Finlay «Trabajos Selectos.» Actualmente dirige el Boletín de Sanidad y Beneficencia, que está a su cargo desde el i ño de 1909.

La ciencia médica debe a las investiga-ñones y estudios del Dr. Guiteras el des-*-nbriraiento de la Filaría (E. U. 1S86), observaciones patológicas en casos de fiebre amarilla; nuevos métodos en patología Tropical, (cuya primera cátedra abrió en la Habana, fundando con el Dr. Emilio Martínez la primera Revista de esta especialidad en 1900) y el descubrimiento de la anquilostomiasis en Cuba (1902). Además contribuyó eficazmente a la extinción de la fiebre amarilla, y de la peste bubónica, en Cuba.

Los trabajos del Dr. Juan Guiteras han sido muchos. Varios fueron publicados en

inglés y en los Estados* Unidos; muchos en Revistas Médicas y en el Boletín de Sanidad y Beneficencia. Sobre fiebre amarilla escribió trabajos de mucha importan-, cia, y por fin publicó también varios folletos de índole histórica sobre la intervención de los E. U. en favor de Cuba, sobre la Tumba del Pa¿ie Vareia, etc. Además tradujo del inglés al castellano un trabajo histórico de R. M. Merchán, sobre las guerras por la independencia de Cuba y sus causas; y del alemán el Código del Seguro del Obrero en Alemania, etc.

Estas notas sucintas pueden dar una idea de los méritos del Dr. Juan Guiteras y de la consideración con que se le distingue en Cuba y en el extranjero.

La última nota es la comisión con que le distinguió el Gobierno Cubano para asistir al Congreso promovido en Atlantic City por The American Medical Association. (El Congreso Médico denominado de la Victoria. Junio de 1919).

Hernández y Pérez (Eusebio).—Hay de este notable ginecólogo una buena biografía escrita por Nicolás Ileredia en 1S95.

El Dr. Hernández se ha distinguido no solamente en su patria sino en el extranjero en donde aumentó el caudal de sus conocimientos científicos.

En Berlín estudió con los profesores Martín y Mackcnrodt, y en París conoció las más afamadas clínicas de ginecología y partos.

El prof. Adolfo Pinard en una hermosa carta que le dirigía en 1891, escribía al Dr. Hernández:

«Je vous considererais comme faisant partie de la m ai son… «

Unos diez años antes había estado tam-i bien en Centro América, cubriendo el cargo de profesor de Física-Médica en la Es cuela de Medicina de Tegucigalpa (Honduras).

El Dr. Hernández escribió muchos trabajos científicos publicados por la Revista de Ciencias Médicas de la Habana, la Crónica Médico Quirúrgica, El Progreso Médico, etc. Citaremos solamente los de mayor importancia, a saber:

—Introducción al estudio clínico y a la práctica de los partos por Farabeuf y Varnier. Estudio Analítico. (1S91>.

—Estudio Clínico sobre aplicación del fórceps en el estrecho inferior. (1891).

—Progresos de la Obstetricia en Francia «Enseñanza del Prof. Pinard.

Acerca del Profesor citado, de su obra y enseñanza, el Dr. Hernández eseribió rarios otros trabajos: así como sobre la Clínica Baudeloque, de París.

Acerca de la Sinfisiotomía publicó varios folletos y la obra Historia Crítica de la Sinfisiotomía (1893 y 1917).

Otros trabajos: El parto consciente sin dolor (1915).

El parto, el aborto, etc. conscientes sin dolor gracias a la tocanalgina Laurent. (1915).

Homicultura (sobre la nueva ciencia en que el nombre del Dr. Hernández está asociado a la fama del Prof. Pinard). (1914).

El Dr. Eusebio Hernández es también literato y poeta; y fué el amor a la patria «me hizo vibrar las cuerdas de su lira.

En un mitin separatista cubano, (Kingston, Jamaica, 1880) fué leída ima poesía suya, publicada después por la Revista Patria y Libertad. Habana.

Publicó también el trabajo histórico El Período Revolucionario de 1879 a 1395.

En 1885 escribió «Nuestra Misión en el Destierro» estando en Cayo Hueso; y posteriormente fueron publicados una Oda y varios de sus discursos políticos sobre argumentos diferentes: entre ellos el de la Guerra Europea.

Periódicos y Revistas nacionales y extranjeras,  de  índole literaria o política,

eomo El Renacimiento, de Tegucigalpa (Honduras), y la Revista, homónima, de Marco Antonio Dolz; Cuba Nueva, El Día, Patria. El Diario de la Marina, etc. publicaron trabajos del Dr. E. Hernández, en épocas diferentes.

Nuestro biografiado es Miembro de Número de las Academias de la Historia y de Ciencias Médicas F. y N. de la Habana, Catedrático de la Universidad de la Habana, Miembro de la Sociedad de Estudios Clínicos de la Habana, etc.

Como político ha estado siempre afiliado al Partido Liberal, como Jefe de la fracción Hernandizta que ya lo postuló para la Presidencia de la República. (Vea se Capítulo Patriotas Matanceros).

Huerta y Ponce de León (Santiago de la).—Distinguido catedral ico de la Universidad de la Habana (Geología, Mineralogía y Cristalografía) por oposición.

Nació en Matanzas el día 6 de Abril de 1870 y se educó en la Habana. En 1890 obtuvo el grado de Licenciado en Ciencias Naturales y el año siguiente de Doctor: con Premios Extraordinarios, por oposición, en ambos cursos.

En 1892 se recibió de Licenciado en Medicina y Cirugía. Antes de la Cátedra Universitaria desempeñó la auxiliar del instituto de Segunda Enseñanza de Santa Clara (1893) obtenida por concurso; las de Patología General y Patología Médica, de Histología, de Historia Natural Médica en la Escuela de Medicina de la Habana, etc.

Largo sería enumerar todos sus cargos en la I. Pública, a la que dedicó ¿asi entera su vida laboriosa el Dr. Santiago de la Huerta y Ponce de León.

El Gobierno Cubano lo nombró Delega-dodo a la X Sesión del Congreso Geológico celebrada en 1906 en México, y allí fué nombrado Vice-Presidente del Congreso.

Escribió trabajos científicos importantes y pronunció interesantes conferencias de la misma índole.

Entre los primeros mencionaremos va-íios artículos y estudios de anatomía y bisección; sobre temas de mineralogía y geología; simognesia, petróleo crudo, etc.

El Dr. de la Huerta pertenece a The National Geographical Society (Estados Unidos); a The Seismological Society of America (E. U.) y a la Sociedad de Historia Natural «Felipe Poey». Además es Miembro Titular del Concejo Universita: rio de la Habana.

Jiménez (Juan Bautista).—Distinguido ingeniero agrónomo.

No es matancero, pero vivió mucho tiempo en Matanzas, en donde escribió varias obras de agronomía. Creo fuese natural de Santa Clara. Fué elogiado por el notable agrónomo Alvaro Reynoso.

Obtuvo una beca para estudiar agronomía en Bélgica. Jiménez (José Elias).—Médico distinguido de Matanzas que falleció cu 13 de Noviembre de 1893. (¿o T894?)

Fué Presidente del Liceo de Ma» anzas durante varios años. Jimeno (Francisco de).—Fué uno de los hombres que más honraron a Matanzas, su patria, por su talento, por su bondad, y por su gran cultura.

Viajó mucho por Europa y los Estados Unidos, ampliando sus conocimientos en Ciencias Naturales, Arqueología. Historia, etc

Poseedor de una importante fortuna, prodigó siempre su dinero y su cooperación, prestando grandes servicios a Matanzas como Alcalde, Juez de Paz, Miembro de la Sección de Ciencias del Liceo, etcétera.

Más tarde, cuando reveses económicos le obligaron a trabajar por una retribución fija, realizó trabajos importantes en la Sección de Estadística y Fomento de la Provincia: el Censo, el Mapa de la Provincia, la Memoria histórico – geográfico-‘iStadística, de la misma, y un Informe sobre la importancia mercantil y agrícola de la provincia de Matanzas, que fué mur elogiada por la profundidad del criterio, por el estilo, y por las ideas que lo inspiraban.

F. de Jimeno colaboró cu muchos diarios y revistas: en el Diario de la Marina, El País, en la famosa Revista de Cuba, de Cortina y en varias publicaciones de Ma tanzas.

Su notable trabajo Período prehistórico cubano le valió el nombramiento de Socio de Honor de la Sociedad Antropológica de Cuba.

En 18S2 empezó a puhbear sus Efemérides Cubanas.

Había logrado reunir varias coleccione* en su casa, con la ilusión de poder un día formar un Museo para donarlo a su ciudad, pero la desgracia de tal manera lo persiguió que no logró su propósito, y los materiales en parte se perdieron durante la época aciaga de su enfermedad y pobreza, y en parte enriquecieron el Museo y la Biblioteca del Instituto de TI Enseñanza.

El catálogo de libros formado por Bachiller y Morales, fué aumentado notablemente por D. Francisco De Jimeno.

Sus Apuntes para la Historia de Cuba, aunque no hayan podido ser hallados íntegramente, representan un factor importante para la historia de Matanzas, y nosotros tuvimos la oportunidad de consultarlos en varias ocasiones.

D. Francisco de Jimeno nació en 1825 y murió en 1890. Lebredo (Joaquín G.) —Nació en Matanzas en 18 de Agosto de 1833 y murió en 26 de Noviembre de 1889.

Médico y hombre de ciencias muy notable generalmente conocido bajo el nombre y apellido de Joaquín G. Lcbredo, aunque su verdadero apellido fuese García Lebredo.

Su tesis del doctorado fué un estudio importante sobre la química en relación con los fenómenos vitales. A esa ciencia se dedicó siempre con gran amor el Dr. Lebredo.

El Dr. Esteban Borrero y Echeverría en la Revista Cubana elogió mucho un trabajo de Lebredo sobre Aplicaciones de la Química Orgánica a la Fisiología y a la Terapéutica.

Escribió también sobre fiebre amarilla y sobre el mismo argumento dio varias conferencias en Madrid.

Colaboró en El Genio Científico de Marcos de J. Melero, en la Crónica Médico-Quirúrgica de la Habana y en otras revistas de la misma índole.

Varias de sus obras fueron premiadas en el extranjero, y la Academia de Ciencias de la Habana lo tuvo entre sus miembros más preclaros.

Era también un distinguido polígloto. Una buena biografía del Dr. Joaquín U. Lebredo es la que escribió el Dr. Esteban Borrero y Echeverría.

He aquí algunos párrafos de ella: «La solidez de sus conocimientos facul-«tativos. en los cuales se conciertan felizmente el producto del estudio asiduo «de las obras más selectas con las nocio-«ues de carácter puramente clínico, robusteciéndolas: su instrucción en las ‘ciencias auxiliares de la Medicina, la Fí-‘sica, y la Química: la severa disciplina «de su espíritu, hecho a los estudios matemáticos, en que ha sabido tamonm sobresalir y brillar, sus facultades filosófi-«cas, aquilatadas sin exclusivismos, en la «Escuela de Comte y de Littré; los conocimientos literarios de que ha dado tancas veces bella muestra: y más que todo, el sello de distinción que ha impreso «su carácter moral, correcto y serio a las ‘múltiples nociones que acopia su espíritu, le han revestido entre nosotros de «una aureola de amable autoridad suavi-‘zada siempre por su modestia y por su «exquisita cortesía.

El Dr. Ramón Zambrana fué padrino del Dr. J. G. Lebredo en 1859 cuando se recibió de Licenciado en Medicina, y el Dr Julio J. Le Rivercud, francés, lo tuvo como discípulo predilecto.

Entre otros trabajos importantes del Dr. Joaquín G. Lebredo, mencionaré todavía los siguientes:

Memoria para el Concurso de Oposición a una Cátedra de Ciencias Físico-Matemáticas (A. 1857). «Dadas las leyes de Kepler demostrar su importancia y la influencia que han ejercido en los progresos de la Astronomía.»

Aplicaciones de la Química Orgánica a la Fisiología y a la Terapéutica (1870). Lesiones hepáticas producidas por la fiebre amarilla (1S78).

EÍ Dr. J. G. Lebredo fué Catedrático de Fisiología en la Universidad de la Habana (1863), y en el Instituto de II Enseñanza Catedrático de Aritmética y Algebra: y también dio clases en el famoso Colegio del Salvador de José de la Luz y Caballero.

Varias sociedades científicas y literarias extranjeras honraron al Dr. J. G. Lebredo con títulos y nombramientos: Socio corresponsal de la Sociedad Ginecológica Española (1875); de la Société de Biolo-gie de París; de la Société d’Anatoraie de París (1877-78); de la New York Médico-Legal Society (1S85), miembro de la Sociedad Económica Amigos del País, etc.

El hijo del Dr. Lebredo (Mario G.) es bacteriólogo muy distinguido, que honra también a su patria.

López Villalonga (José). (1854-1914). Médico de Matanzas que escribió sobre terapéutica hipnótico-sugestiva. Los «Archivos de la Policlínica» se ocuparon en 1895 de sus trabajos. (Cita del Sr. Trelles).

Muy buen clínico y hombre muy desinteresado. Se recibió en París en 1859 habiendo sido su tesis del doctorado: Consi-dération sur la hygiéne de la prémiére enfance.

Sentimos no poder dar detalles sobre su vida y obras, habiéndonos dirigido inútilmente a familiares de los más allegados del doctor.

En los Juegos Florales del Liceo de Matanzas el año de 1868, fué premiada su Memoria sobre traqueotomía en caso de croup.

En resumen: se le considera uno de los mejores médicos que tuvo Matanzas.

No estoy muy seguro del año de su nacimiento: según’Trelles es el 1332 y según otras personas el año de 1827.

Falleció por el año 1885. Muy distinguido médico de Matanzas, discípulo del ilustre Albarrán. Reside en Madrid, en donde ocupa en «los centros intelectuales y científicos un lugar preferente como escritor y como especialista en las vías urinarias.

Ha escrito sobre esta rama de la ciencia médica trabajos notables. Sus obras Evolución super-orgánica (1905) y Humanidad del Porvenir (1906) llamaron mucho la atención en los centros intelectuales europeos.

Escribió también una obra titulada El Superhombre que mereció grandes elogios de los críticos.

Nació por el año 1862.

Mádan (Domingo L.)(1856-1898). Distinguido médico y filántropo. (Véase Cap. Filántropos).

Martínez Domínguez (Manuel). Entre la juventud científica de Matanzas, se distingue particularmente y sin duda alcanzará un puesto muy elevado en la intelectualidad de su Provincia y de Cuba el bacteriólogo Manuel Martínez Domínguez.

Ha nacido el año de 1880.

En el inicio de su juventud fué penial poeta en Cabrilleos.

Escribió más tarde varios trabajos científicos y es hoy día Director del Laboratorio de Sanidad de la Habana.

Méndez Capote (Fernando).El actual Secretario de Sanidad y Beneficencia ei hijo preclaro de Cárdenas en donde nació el 27 de Septiembre de 1853.

Hizo sus primeros estudios en el Colegio El Progreso de su ciudad natal, y cur só en Matanzas el bachillerato pasando después a la Universidad de la Habana.

Fué el Dr. Méndez Capote del histórico grupo de los estudiantes procesados en 1871: en aquel entonces fué deportado a España.

Concluyó en Barcelona sus estudios universitarios, recibiéndose de •Licenciado en Medicina y Cirugía en Diciembre de 1875.

Después de haber ejercido su profesión en Cárdenas, durante algunos años, regre só a Europa, permaneciendo dos en París. Volvió a Europa más tarde para visitar los principales centros de ciencias médi cas de Francia, Alemania y España.

Su segundo viaje tuvo por principal fV nalidad el profundizar sus estudios ginecológicos, en cuya rama científica tuvo los más afamados maestros y siguió cur sos especiales.

Al regreso a Cárdenas, después de sn segundo viaje por Europa, fundó su famosa Clínica Ginecológica (a. 1894) montada admirablemente; fué el mejor esfuerzo logrado en este sentido en la Provincia de Matanzas.

Se trasladó para México en 1896 volviendo a Cuba en 1898, después de haber obtenido en aquella Facultad el título de doetor. En Méxieo el Dr. Fernando Méndez Capote fué Miembro de la Soeiedad Científica Pedro Eseobedo, en la que presentó trabajos médico-quirúrgicos: entre ellos un importante caso de quiste dermoi-deo que llamó mueho la ateneión de aquella Corporación.

El Dr. Méndez Capote ingresó en la Aeademia de Ciencias M. F. y N. de la Habana en 24 de Marzo de 1904 eomo Académico de Número, pasando a la Categoría de Miembro Corresponsal en 190S, época en que estuvo radieado por segunda vez en la Rcpúbliea Mexicana. Reingresó otra vez eomo individuo (le número en la misma Aeademia el año de 1910.

Ha sido Presidente de la Soeiedad de Estudios Clínicos; Yiee-Presidente de ta Academia de Ciencias; Direetor do Beneficencia de 1913 a 1917: Cirujano del Hospital Número Uno, ete. y en la actualidad es Presidente del Colegio Médieo, Miembro de la Prensa Médica, Cirujano del Centro de Dependientes, ete.

El Dr. Fernando Méndez Capote es especialista en ginecología, aún enando se íe considere un hábil irujano en general. Su téeniea operatoria, que obedeee estrictamente a las reglas de la eieneia, e& irreprochable : es además mnv experto en el diagnóstico, hábil en la aplieaeión del tratamiento y sobre todo muy honrado eomo cirujano.

Presentado varios trabajos importantes, easi todos sobre easos elínico-qui-rúrgieos.

De sus trabajos ha sido notable el discurso de recepeión como Aeadémieo, que reveló también un perfeeto higienista. Medio social de las ciudadelas.

Su vida polítiea ha sido pura y honrada como su aetuaeión de hombre de ciencia.

Fué Presidente del Comité Autonómieo de Cárdenas; Alealde de la misma Ciudad ; Representante y Senador, por Cárdenas igualmente, ete.

Su eiudad natal debe al Dr. Méndez Capote (así eomo a la inieiativa del Dr Ros-Poehet) la ampliación y las reformas muy modernas del Hospital Civil, y Matanzas la ereación del Departamento de Higiene Infantil; y pronto le deberá también el mejoramiento del Hospital Santa Isabel.

Menocal (Anieeto G.) — (1S44-190S). Notable ingeniero naval naeido en Matanzas al que Cuba debe el estudio del eanal para evitar las inundaciones del Roque.

Estudió en Troye y ejereió muehos años su profesión en los Estados Unidos, en donde su nombre está ligado a obras muy importantes, eomo el estudio de la zona de Niearagua y la de Panamá y otras.

Fué Jefe del Navy Yard en Washington, ingeniero eonsultor de la Seeretaría de Marina de los E. U., Jefe de Obras Pú-blieas en N. York, etc., etc. Eseribió en inglés proyeetos y trabajos de ingeniería muy importantes.

El Gobierno Franeés lo eondeeoró eon la Legión de Honor y varias Agrupaciones Científicas lo aeogieron en su seno eomo Miembro de Honor.

Miranda y Torres (Ramón L.)—Médieo mataneero reeibido en París. Eseribió varias memorias eientífieas interesantes: sobre oftalmología.

Nació en 1836 y murió el 27 de Enero de 1910.

Monte (Emilio’ Del). — El mataneero Emilio Del Monte, ingeniero, eseribió sobre ferrocarriles funiculares. Reeibió su instmeeión en París. (Cita de Trelles).

Moreno de la Torre (Gustavo).—Médico distinguido de Cárdenas. Ex-Catedráti-co de la Universidad de la Habana.

Escribió trabajos de medicina. Uno de ellos fué reproducido por una de las primeras revistas de Ciencias Médicas, de Londres, The Lancet, el año de 1904.

Su hermano Manuel, que falleció muy joven (en 1891) prometía muchísimo y había escrito varios trabajos de medicina notables. (Cita de Trelles).

Morales (Sebastián Alfredo de).— (1820-1900). El erudito Sr. J. A’: Escoto asegura que Morales nació en 1818.

Yo recogí el dato que precede de la señora viuda del Dr. Morales.

Aunque habanero, el Dr. S. A. de Morales debe incluirse entre les intelectuales de «Matanzas en donde se desarrolló la mayor parte de su vida laboriosa }• patrióti ea. El llamaba Matanzas su segunda cuna.

Su padre, Sebastián M. de Morales, que (según noticias obtenidas de la familia) era de Tarif, lo inició en los primeros estudios de botánica y en las conspiraciones. Era la época de Narciso López.

Sebastián Alfredo de Morales era muy amigo de Plácido, y se vio mezclado en esa y más tarde en la conspiración de Narciso López, que motivó su deportación a Filipinas por el año de 1848.

En el destierro «Morales se dedicó a su áencia favorita, la botánica: estudió y herborizó bajo la dirección de un fraile sabio que le impartió los elementos de una buena enseñanza científica de historia natural.

En Filipinas, a pesar de no tener el título todavía, ejercía de médico alópata. Per fin logró huir y desembarcar en la Habana disfrazado y después de varios años de permanencia en el destierro.

Desde 1848 pudo reunir una valiosa colección de 11,000 moluscos recogidos en sus numerosos viajes.

En 1860 escribió, en colaboración con Fernando Domínguez Elementos de Física.

En 1862 presentó a la Academia de Ciencias su Nosografía del Colocho, trabajo sobre una enfermedad de los aborígenes de la isla de Luzón.

Eseribió también una Monografía de las Ampelideas, y dirigió en 1866 el Anuario de Ciencias Físicas y Naturales, del Liceo de Matanzas, del que fué una sólida eo-lumna, durante la primera década de su fundación, figurando en los jurados para juzgar las composiciones científicas.

Escribió también la obra Plantas Textiles.

Manuel J. Presas, que más tarde conquis tó también fama como naturalista, era sobrino del Sr. Morales, y de él recibió las primeras nociones de las ciencias.

Morales fué también comerciante, y con Sr. Presas padre, (que era a la sazón su cuñado), tuvo una casa comercial a orillas del Yuraurí, con depósito de azúcar: pero con tan mala suerte que en 1870 en una inundación se perdieron todos sus herbarios y la documentación de su primera Flora Cubana.

Cuando el movimiento de Yara, Morales salió para Venezuela con una comisión de Céspedes para fundar allí un centro de conspiración.

Allá se recibió de doctor homeópata por consejo de un médico alemán.

Permaneció casi 9 años en Venezuela, hasta la paz del Zanjón, y cooperó activamente en la infausta expedición del Virginius.

Su primera esposa la poetisa y escritora Catalina Rodríguez fundó en Caracas un periódico, y escribió dramas para levantar fondos a favor de los insurrectos cubanos.

A su regreso a Cuba, Morales traía documentos importantes que hubieran sido preciosos para la historia de Cuba, pero su esposa, temerosa de que pudieian un día comprometerlos, los quemó antes de desembarcar.

Su última esposa, la Sra. Modesta Laura Romero y Cortés, antigua alumna del Dr. Morales, asegura que en 1876 el sabio cubano había sido nombrado Catedrático de una Escuela Normal de Colombia.

La citada señora, a pesar de la gran disparidad de edad que entre ellos existía, asistió a su esposo eon una devoción admirable.

Volviendo a las obras de Sebastián A. de Morales, agregaremos que de 1884 a 1894 rehizo su notable obra Flora Cubana que en 1900 el Sr. Carlos M. Trelles llevó a París, en donde fué premiada. Consta de 4 volúmenes, y sería honroso para el Gobierno de Cuba ilustrar y costear.la edieión.

Lástima que se haya perdido ese gran herbario en el que se habían fundido algunas colecciones de Poey.

El famoso naturalista, tuvo por Sebastián A. de Morales una estimación muy grande, y hemos leído en un certificado eserito de su puño y letra, que Poey reconocía haber ocurrido a la sabiduría de su amigo y compañero para obtener datos y nombres científicos de plantas cubanas, e instrucciones que le permitieran desempeñar la cátedra de Botánica a la que había sido nombrado improvisamente.

Además Poey certificaba que Morales nabía sido colaborador del periódico científico Repertorio Físieo-Natural de la Isla de Cuba, describiendo en él especies nuevas de plantas, en latín y en español.

Otras obras del Dr. Morales (inéditas casi todas):

Flora Arborícola.

Cartilla Agrícola.

Tratado de Agricultura.

Tratado de Historia Natural.

Tratado de Fisiología Vegetal Comparada.

Tratado de Mineralogía. Tratado de Química Orgánica.

Filamentos Cubanos,  (informe de fito teenia).

Además existen doce de sus obras lite rarias; todas ellas inéditas. Las Sombras, poema; Diario de Viaje de cuyos volúmc ues se perdieron tres en la inundación de 1870, etc.

Morales fué Socio de Número de la Academia de Ciencias de la Habana.

He allí una vida útil, de la que su país no supo sacar todo el provecho que hubiera sido posible, debido a la escasa protec ción que se concede en Cuba a la labor intelectual, cuando no va acompañada de altas relaciones políticas.

Oxamendi y Valdés (Juan Calixto).

Nació en Matanzas el. 14 de Octubre de 1829 y falleció en 1885 el día 24 de Junio.

Médico distinguido que se recibió en París y en la Habana. Fué Miembro de la Academia de Ciencias de la Habana y de asociaciones científicas extranjeras.

Hombre muy culto, conocedor de varios idiomas, tradujo del alemán un trabajo de Ha gen sobre enfermedades de niños, y eomentó (por cierto muy poco favorablemente) Flora Cubana de Sauvalle, asegurando que no merece el nombre de flora por tratarse sencillamente del Catálogo de Grisebach mejorado y enriquecido por el autor. (Cita de C. M. Trelles).

Cuando regresó de París no volvió a Matanzas, sino que se estableció en la Habana.

Pimienta   (Eugenio). Distinguido ingeniero de Matanzas, recibido en la Escuela Central de París. Nació por el año •de 1830.

Publicó una obra notable sobre la elaboración del azúcar: después se estableció tm Cárdenas, en donde murió oscurecido.

Piqué (Francisco).—Otro ingeniero distinguido, natural de Matanzas y contemporáneo de Pimienta. Estaba casado con la hija de Pedro José Guiteras. Merece ser mencionado su proyecto de un Ferrocarril Continental para unir las dos Améri-cas.

Plasencia y Lizaso (Ignacio G.)—Hijo de la Ciudad de Alacranes de donde han salido varios de los más preclaros ciudadanos de la provincia de Matanzas.

Nació el Dr. Plasencia, en 30 de Septiembre de 1343 y falleció en la Habana el 19 de Julio de 1913.

Extractamos del elogio fúnebre que hizo de él, nuestro distinguido amigo el Dr. Jorge Le Roy, algunos de los datos más importantes de la vida útil, muy útil del insigne cirujano.

Cursó sus estudios en la Habana, recv biendo en 1869 el diploma de Licenciado en Medicina, y Cirugía, después de haber ganado la Medalla – Premio de Anatomía Descriptiva, y las notas de Sobresaliente.

Tan pronto como le fué posible trasladóse a París para perfeccionar sus conocimientos en cirugía y partos, y Pinard, Richet, Verneuil, Labbé etc. (casi todos los médicos más ilustres de esa época) contribuyeron eficazmente a preparar la personalidad científica de nuestro biografiado.

En 1876 obtuvo de la Universidad Central de Madrid el tí mío de Doctor, regresando después a Cuba.

Como operador conquistó muy pronto un lugar preferente, por su notable seguridad en las operaciones más difíciles: y le distinguieron con honores y nombramientos múltiples: Subdelegado de Marina del Barrio de Sn. Lázaro; miembro de la Sociedad Antropológica; de la Sociedad de Estudios Clínicos de la Habana; Socio de Número de la Sociedad Económica de Amigos del País; Catedrático Suplente de la Universidad de la Habana; Vocal de la Junta de I. P.; Miembro de

la Academia de Ciencias de la Habana,-Miembro Corresponsal Honorario del Ins-titut du Midi, (Toulouse, Francia); Miembro Corresponsal Extranjero de la Société de Médecine Pratique, de París, etc.

Cupo al Dr. Plasencia y Lizaso el honor de haber sido uno de los médicos que má» han contribuido a revolucionar y evolucionar la ciencia en Cuba, aplicando los descubrimientos y doctrinas del gran Pateur.

Con el Dr. R. Menocal y el Dr. G. Casuso, el Dr. Plasencia adoptaba en Cuba todo lo que se acababa de descubrir y adoptar en Europa.

En 10 de Diciembre de 1876 presento ante la Academia de Ciencias un estudio sobre el termo-cauterio haciéndolo fun cionar ante varios de los más eminentes médicos cubanos en diferentes operaciones : en otras varias ocasiones practicó felizmente operaciones difíciles y nuevas para Cuba, como la desarticulación del muslo; la traquelorrafia en caso de dilaceración lateral derecha del cuello uterino: la perineorrafia, la ovarioctomía do ble, etc.

Muchos trabajos científicos del Dr. Plasencia han sido con sobrada razón, calificados de notables por la Aeademia de Ciencias: entre ellos el titulado La Ure-trotomia en Cuba; Del tratamiento del hidrocele por el ácido fénico diluido; La Apendicitis, enfermedad quirúrgica; Aneurisma de la Arteria Iliaca derecha; varios trabajos sobre las hernias, y mochos sobre operaciones y diferentes casos clínicos.

Además se demostró siempre buen eu-bano, ayudando en lo que le fué posibl» la causa de la libertad.

El Dr. Tomás A. Plasencia y Lizaso, (1840-1894) hermano del Dr. Ignacio GL Plasencia ha sido también un médico notable : era alienista y Académico de Número.

Dr. Carlos de la Torre

Dr. Sebasiián A. de Morales Dr. Manuel J. Presas

Escribió varios trabajos, entre ellos algunos de estadística médica.

El Dr. Ignacio Detrito, hijo de nuestro biografiado, ocupa también un lugar distinguido en el Cuerpo Médico de Cuba, como cirujano, dedicándose con especialidad a ginecología y partos.

Su gabinete, moderno y bien montado, es uno de los más frecuentados de la Habana.

El notable bacteriólogo Dr. Leonel Plasencia, sobrino del Dr. Ignacio G. Plasencia, es también muy favorablemente conocido en los medios científicos por sus estudios: y pertenece como Miembro de Número a la Academia de Ciencias de la Habana.

Es por lo tanto una familia benemérita de la ciencia la que lleva el apellido muy honroso de los Plasencia.

Presa? y Morales (Manuel J.)—Naturalista y médico notable.

Nació en Matanzas el 22 de Enero de 1845 y falleció en 8 de Abril de 1874, por haberse inoculado la difteria al curar un enfermo en 1S67 se recibió de licenciado en Ciencias y en Medicina.

Presas reunía a su cultura una gran inteligencia natural, y su decidida vocación y competencia para las ciencias naturales hicieron que Poey y Sebastián A. de Morales le tuviesen grandísimo aprecio.

Ingresó en Noviembre de 1867 en la Academia de Ciencias de la Habana; fué miembro de la Sociedad Española de Historia Natural de Madrid, (a la que legó sus colecciones antes de morir), y principal colaborador del Repertorio Físico-Natural de la Isla de Cuba con el Dr. Joaquín Barnet organizó la Sección de Ciencias del Liceo de Matanzas, a cuya vida intelectual contribuyó eficazmente, y reunió muchos datos sobre bibliografía de ciencias naturales.

Muy elogiada por Poey fué su obra La Historia Natural en Cuba.

Dejó también otros trabajos, particularmente sobre botánica, y para optar al título de socio facultativo de la Sección de Literatura del Liceo, escribió un Estudio sobre la locura del Quijote, que prueba la ductilidad de su talento.

Celebrada también ha sido su Memoria sobre Cementerios.

Rodríguez y Acosta (Filomeno).—Muy distinguido médico de Matanzas, cuyos trabajas le han merecido el nombramiento de Miembro Corresponsal de la Aeademia de Ciencias de la Habana.

El Dr. Rodríguez ha nacido el 23 de Di ciembre de 1880. en la ciudad de Matanzas.

Al presentarse candidato al puesto de Académico, el Dr. Rodríguez tenía, en su activo, 18 trabajos científicos, siendo muy celebrado el que había previamente remitido.

Ese centro de cultura lo había declarado perfecto, profusamente documentado y bastante para acreditar la fama, etc… (1917).

Trataba de las Causas que determinan un aumento en la mortalidad por afecciones cardio-arteriales.

De los demás trabajos científicos del Dr. Rodríguez han sido publicados varios por la Revista Médica Cubana, que, sin duda, es una de las más serias. Citaremos algunos de los principales: —Lesiones valvulares del corazón, de

origen palúdico (1906).

—Flebitis tuberculosa y embolia pulmo nar. (1906).

—Fenómenos cardiacos en los uricémi eos. (1908).

—Contribución al estudio de las lesiones valvulares del corazón. (1908).

—Semiología de los soplos de la punta del corazón. (1909).

—199

—Informe médico-legal sobre el estado mental de un supuesto alienado. (1911).

—A propósito de los ictero-infeeciosos.

(1912) .

—Un caso de aortitis palúdica. (1912).

—Estrechez mitral — estrechez mitral funcional. (Con el Dr. José Valdés Anciano). (1912).

—Intoxicación grave por la atropina.

—’Lesiones anatómicas del corazón, de origen palúdico. (1915).

—Estrechez mitral funcional. (Contribución a su estudio). (1914).

Uno de los últimos y más valiosos trabajos del Dr. Filomeno Rodríguez es seguramente el tema desarrollado ante el cuarto Congreso Médico Cubano : (Diciembre de 1917) La herencia como factor etio-lógico de las enfermedades vasculares, dado el incremento de esas afecciones en Cuba. En ese trabajo el Dr. Rodríguez da una prueba luminosa de su amplia cultura científica y de sus cualidades de investigador de los problemas que afectan al organismo humano.

Estas mismas cualidades para la investigación rápida y serena de los casos patológicos que se ofrecen a menudo ante sus ojos de médico, son las que determinan sin duda la precisión de sus diagnósticos.

El Dr. Rodríguez es también novelista. Son obras suyas El Incompatible (1) y El Doctor Doris, novela la última que pone al descubierto una de las mayores llagas de la sociedad moderna. De El Doctor Doris inédita, he leído algunos trozos selectos.

Santos Fernández (Juan).—Es, a mi entender, el intelectual de mayor producción científica en Cuba. Los trabajos, todos

En colaboración con el Dr. Mario Luque, buenos, y muchos verdaderamente nota bles, del Dr. Santos Fernández, casi llegan al millar!

Es asombroso que un médico que tra baja también tan intensamente como profesional, haya podido llevar a cabo una labor de tamaña importancia para la ciencia l Labor que no se detiene ante el cansancio natural que los años producen en casi todos los mortales de fibra menos resistente y acerada.

No pretendemos hacer del Dr. Santos Fernández ni una biografía ni una bibliografía. En nuestra obra no puede haber cabida más que para leves apuntes, con el fin que las glorias de las provincias, tratadas en este volumen, no pasen inobservadas ante los ojos del pueblo. Por otra parte el Dr. Jorge Le Roy, Secretario de la Academia, ha hecho de un modo perfecto a propósito del Dr. Santos Fernández lo que nosotros desearíamos hacer, y de sus trabajos hemos recogido los datos más importantes.

Nació el 2 de Junio de 1847 en Alacranes (Prov. de Matanzas). Empezó sus estudios en el Colegio de Belén en 1861, pero en 1S69 tuvo, como muchos otros cubanos, que ir en busca de tranquilidad

para sus estudios, hasta Madrid.

Allá cursó los estudios universitarios hasta el año de 1872 en que se recibió de Licenciado en Medicina, pasando después a París para perfeccionarse en el ramo de oftalmología a que se dedicó de una manera particular.

Frecuentó en París las Clínicas de mayor renombre, y en particular la de Ga-lezowski, el famoso oculista, universal-mente conocido.

En 1875, después de haber contraído unas fiebres periódicas, pensó regresar para su Cuba, cuando un amigo y compañero suyo le llamó a Castillo de Bayuelas en la Provincia de Toledo, para que aliviándose con el cambio de clima, pudiese también ejercer su profesión en algunos casos difíciles.

En esa Provincia de Toledo, el Dr. Santos Fernández ganó sus primeros 3,000 pesos de honorarios, operando hasta 200 ea-sos de catarata, labor que le permitió reunir multitud de preciosos datos científicos en una Memoria que le valió el nombramiento de Socio Corresponsal de la Academia de Cieneias de la Ha baña.¡ (Marzo de 1875).

En ese mismo año el Dr. Santos Fernández regresó a Cuba y fundó casi en seguida (Mayo de 1875) su Crónica Médico-Quirúrgica, que ha prestado y presta servicios insuperables a la eieneia médica eu-bana.

Los Dres. Vicente de la Guardia y Mádan, Eduardo Plá y Diego Tainayo le secundaron aetiva e inteligentemente en la labor periodística y eientífiea de la Crónica, premiada en las Exposiciones de París 1900 y de Amsterdam, 1883.

En Majro de 1886 se creó el Laboratorio Histo-Químieo-Baeteriológico de la Cróni-ea en el que debemos meneionar la labor personal de los Dres. Tamayo, San Martín, Delfín, Dávalos, Diago, Coronado, Mádan, Grande Rossi, Lame. Félix Fernández, ete.

Cupo al Laboratorio la honra de haber introducido en Cuba la vacuna antirrábica Pasteur. Asimismo se le deben estudios científicos importantes, relacionados eon la índole del mismo Laboratorio, podiendo deeirse por tanto que contribuyó muchísimo a la eultura eientífiea eubana.

En vez de una extensa labor bibliográfica, nos limitaremos a deeir que el Dr. Santos Fernández en su larga vida de clínico, anotó, reunió, eomentó y publicó ea-si todos los casos más importantes que se le presentaron, y por eonseeueneia su Crónica Médico-Quirúrgica de la Habana es un resumen valioso de datos científicos, especialmente oftalmológicos.

Citaremos algunos de rus trabajos más importantes:

El estudio sobre la operación de la catarata (1874) trabajo que le valió el título de Aeadémieo Corresponsal de la Academia de Ciencias de la Habana.

La Higiene de la Vista (1875) Memoria premiada por la misma Aeademia con $100 que el Dr. Santos Fernández cedió . la Casa de Beneficencia y Maternidad para contribuir a los gastos de una Consulta para enfermedades de los ojos.

Memoria sobre la Ambliopía alcohólica en Cuba, dirigida al Cuerpo Oftalmológi co de N. York. (1876).

Oftalmología, Amaurosis congénita curada espontáneamente a la primera erupción menstrual (Congreso Regional de Cieneias Médicas (Cádiz 1879). En el mismo Congreso el Dr. S. Fernández hizo varios otros interesantísimos trabajos sobre ambliopía congénita, sobre las opacidades de la córnea en el claustro materno, ete.

De la Anestesia en la cirugía ocular (en eolaboraeión con el Dr. Arias Gago). Cádiz 1880.

Heridas de ambos ojos por arma de fuego, ete. Estudio publieado en 1880 .y traducido al inglés y al alemán.

El tétano en los traumatismos del ojo y sus anexos (1886). Reproducido y analizado por la prensa eientífiea de París.

¿La miopía es un producto de la civilización? (18S6). Estudio profundo de Antropología).

Clínica de las enfermedades de los ojos. (1887). Trabajo muy elogiado.

Estudio sobre la Catarata. (Congreso Médieo Reg. de Cuba, 1890).

Les hématozoaires de Laveran dans la neuralgie ophtalmique, en colaboración eon el Dr. Domingo Mádan. (París 1892.)

Le delire aprés l’opération de la Cata-racte (1895).

Le trachome a Pile de Cuba. (París 1896). •

La ambliopía alcohólica (Congreso Litera, de Higiene) (Madrid, 1898).

La Prensa Médica en Cuba (Primer Congreso Intern. de la Prensa Médica) (París, Julio de 1900).

Los efectos del tabaco de Cuba en la vista (París, Agosto 1900).

La iridectomia en la operación de la catarata (Congreso médico Pan-Americano, Febrero 1901).

Las enfermedades de los ojos en un país cálido (Conferencia leída en 27 de Abril de 1903 (XIV

Congreso Internac. de Medicina en Madrid)

La Conjuntivitis granulosa en Cuba 1903).

Tratamiento del Tracoma (II Congreso Médico Latino-Americano) (Buenos Aires 1901).

Alucinación y estigmatismo (1908).

Ambliopía nicotínica prra (1908).

La esterilización genital de los criminales (1910).

Abuso del cataterismo del canal nasal II Congreso Médico Nacional, Habana, Febrero 1911).

Dos casos de queratitis parenquimato-sa (1912).

Condilomas del iris (1914).

La operación de la catarata en la actualidad (1914).

Pérdida congénita de la vista, recuperada espontáneamente (1915).

La actual guerra europea y las ciencias 1915).

La vacunación antirrábica en la Habana etc. (Congreso II Científico Pan Americano, «Washington 1916).

Además: varios otros trabajos lodavía inéditos!

El Dr. J. S. Fernández es miembro de la Sociedad Antropológica de la Isla de Cuba, de la Sociedad de Estudios Clínicos de la Habana, Miembro de Honor o Corresponsal de varias Sociedades Cien-

finidos, etc.

Scientíficas de Francia, España, México, E Simpson y Zurriarain (Luis).—(1842-1891).

Matancero que escribió un libro de datos muy curiosos, sobre monedas del mundo entero, pesas, medidas, contribuciones etc. (a 1867). Escribió también algunos apuntes históricos sobre asuntos de la provincia de Matanzas.

Era un gran aficionado a la Meteorología.

Hizo estudios científicos en Alemania.

Souza (Benigno). — Notable cirujano, natural del ingenio Arzalia, en territorio de Pedro Betancourt (Matanzas).

Estudió en el Colegio El Progreso del que era profesor el Dr. Carlos de la Torre, y después en la Universidad de la Habana.

Fué Ayudante, por oposición, del Director Anatómico: médico interno, Jefe de internos y por fin Sub-Director del Hospital No. 1.

Es actualmente Director del Hospital de Emergencias, Vocal de la Junta N. de Sanidad y Beneficencia, Miembro de la Sociedad de Estudios Cluiicos, etc. Fué también Presidente de la Comisión de Higiene Especial.

La Clínica quirúrgica de los Doctores Fortún y Souza es una de las más afamadas en Cuba.

Tomás (Vicente A.)—Médico muy distinguido, y casi ignorado en su misma Provincia a pesar de fu talento, que el eminente clínico Dr. Federico Grande-Rossi, califica de excepcional.

Según datos del citado clínico, el Dr. Vicente A. Tomás, escribía y dibujaba bien y era un finísimo crítico caricaturista. Pero no gustaba que sus obras fueran conocidas ni elogiadas.

Antes de morir quiso destruir varios trabajos literarios: entre ellos una obra de ironía muy aguda titulada «Desde mi mundo», la novela «Y tenga Ud. hijos»; las poesías «Preludios» etc. Ese médico, literato, y artista no era hombre rico y veía la vida con desdén y amargura.

Se dice que Zola le había dedicado su retrato con estas o parecidas palabras: A uno de los pocos hombres en el mundo que me han entendido.

Por el año de 1903 fué Presidente del Liceo de Matanzas. Falleció en 1911.

Toraya (José F.)—(1858-1914). Arquitecto de Cárdenas, premiado con medalla de oro en el Congreso Internacional de Tuberculosis (Washington 1908) por un proyecto de casas para las clases trabaja-loras de los trópicos. (Cita de Trelles).

Torralbas (José I.)—Matanzas 23-1-1842.—6 de Dic. de 1903, Habana.

He aquí toda una existencia dedicada al estudio, a la patria y a la ciencia. Del Dr Torralbas, dijo el Dr. Arístides Mostré «. ..una recomendable actividad inte” «lectual, un fondo de bondad en ei alma, y siempre viva en su conciencia la no-‘ción del deber y del patriotismo.»

Fué un abolicionista convencido. Tomó parte en las conspiraciones para preparar el país a su independencia, y como consecuencia de su amor a Cuba se vio obligado después del 10 de Octubre de 1868 a emigrar a Puerto Rico y a Venezuela.

En Caracas continuó su obra patriótica en su calidad de Presidente de la Junta Revolucionaria Cubana.

Al concluir la primera guerra regresó a Cuba, permaneciendo alejado de la vida política, hasta el 24 de Febrero de 1895: entonces volvió a conspirar y volvió al destierro para evitar las persecuciones del Gobierno. En los Estados Unidos prestó otros eminentes servicios a la causa cubana, hasta que el triunfo de sus asniraciones le permitió el regreso definitivo a Cuba.

Fundó entonces el Partido Nacional, distinguiéndose siempre por la pureza de sus ideales políticos, y por la sinceridad de sus convicciones.

Como sabio, podemos asegurar que po eos han contribuido como el Dr. José I. Torralbas a la cultura de Cuba, y si no reproducimos su bibliografía muy rica, por ser muy extensa, sí aconsejamos su lectura a los más cultos de nuestros lectores. Figuran en ella artículos y obras sobre enfermedades de la infancia, sobre cuestiones importantes de higiene públi -ea, sobre Historia Natural, sobre Agrieultura, sobre tenias de Antropología, sobre el tétano traumático, sobre problemas clínicos, sobre paludismo, sobre demografía, hidrología, difteria, crup, fiebre tifoidea, scroterapia, medicina legal, patología, sobre los pueblos satos, etc. Recordamos haber leído notas sobre un trabajo científilíabuna desde el 8 de Enero de 1871: socio de la Sociedad Antropológica y de la de Estudios Clínicos: Catedrático Auxiliar de la Escuela de Ciencias durante la intervención norte-americana (a. 1900), y también sustituyó al Dr. Carlos de la Torre en la cátedra de Biología y de Zooloco muy interesante,» de nuestro* biografiado : nos referimos a su estudio para probar que la selección natural de las plantas se debe particularmente a sus relacio nes con los insectos.

El Dr. Torralbas fué académico de número de la Academia de Ciencias de lagía, cuando ese sabio fué electo Representante.

La carrera de médico del Dr. José I. Torralbas empezó muy brillantemente en 1864 a! recibirse, siguió su ruta de triunfos, conquistando valiosas distinciones en el extranjero, y en el país y concluyó, despues de una vida de trabajo fecundo, dejando entre sus compatriotas un recuerdo imborrable.

Torre y Huerta (Carlos de la). El sabio naturalista a quien nos referimos, honra en el sentido más amplio a Cuba y a la Provincia de Matanzas. Agregúese que es persona de trato muy afable, sin pretensiones de ninguna clase y querido por todos los que tienen la suerte de conocerle personalmente.

Ha nacido en Matanzas el lf de Mayo de 1858 e hizo sus primeros estudios en el famoso Colegio de A. Guiteras La Empresa.

Completó sus conocimientos con ios cursos de Medicina, de Farmacia y de Ciencias en la Universidad de la Habana, obteniendo amenos premios y distinciones: fué discípulo predilecto de Poey.

Se recibió en 1883 de Doctor en Cieneias en la Universidad Central de Madrid, obteniendo esc mismo año en Madrid, y por oposición, la cátedra, de Historia Natural y de Fisiología del Instituto de Puerto Rico.

En 1884, también por oposición, ganó en la Universidad Habanera la Cátedra de Anatomía Comparada y en 188″) la de Moluscos y Zoófitos.

Emigró en 1896 regresando a Cuba en 1898, y el Gobierno Interventor lo repuso entonces en su Cátedra.

Desempeñó varias desde esa época : las de Geología, de Paleontología, de Antropología, de Biología, etc.

El Doctor Carlos de la Torre representó muchas veces su país en Congresos Científicos y Exposiciones, y Sociedades Nacionales y Extranjeras lo hicieron objeto de honores y distinciones. Pertenece a la Sociedad Económica Amigos del País y a la Sociedad Antropológica de Cuba y a la Société Zoologique de France. De la Academia de Ciencias de la Habana, es Socio de Mérito desde el año de 1911 ; Miembro Corresponsal de la Academy of Natural Science of Philadelphia; de la Soeiedad Española de Historia Natural, de Madrid y Life Member de The American Museum of Natural History, N. York; fío ció Correspondiente de The Hispanic Society of America etc.

La Universidad de Harward le confirió en 1912 el título de Doctor of Science (ho-noris cansa) y Matanzas le nombró en 1913 hijo predilecto otorgándole una medalla de oro.

La vocación del Dr. de la Torre por las ciencias naturales se manifestó desde su juveutud y Felipe Poey, Guudlach, y Francisco de Jimeno le dierou inequívocas pruebas de consideración muy especial.

Su bibliografía es muy rica. Comprende trabajos importantes sobre malacolo-gía, sobre el manjuarí, sobre investigaciones y descubrimientos antropológicos y paleontológicos en Cnba, los que fueron confirmados en el Cougreso Geológico Internacional reunido en Stoekholm (Suc-cia) en 1911.

Importantísima su Excursión Arqueológica por Oriente estudio que habíale encomendado la Academia de Ciencias de la Habana, para resolver el problema etnológico del Caney. Descubrió también especies nuevas de moluscos cubanos; restauró el esqueleto del megalocnus rodens, e hizo descubrimientos acerca de la fauna continental pleistocena en la región central de Cuba.

El Dr. C. de la Torre tiene también un brillante pasado eomo hombre publico. Fué Presidente de la Comisión Organizadora del Partido Nacional Cubano; Concejal del Ayuntamiento de la Habana de .1900 a 1902 y después Alcalde de la misma ciudad; Representante a la Cámara por la Habana (Período legislativo de 1902 a 1906), y Presidente de la Cámara de Representantes en 1905 hasta la muerte del General Máximo Gómez, época en que abandonó la política para dedicarse exclusivamente a sus estudios favoritos.

Nuestro ilustre biografiado es también dn conferencista muy ameno, y con verdadero deleite lo hemos a veces escucha do en las reuniones de maestros, convocadas semanalnientc en las salas de la Sociedad Económica Amigos del País el año próximo pasado.

Como el inolvidable Dr González La-miza, el Dr. Carlos de la Torre mezcla en sus enseñanzas el chascarrillo y la anécdota al problema y al axioma científico, resultando interesantísimas sus lecciones.

Trelles (Jorge A.)(1863-1911 Médico matancero a quien se debe un importante trabajo sobre la demografía en Ma tanzas publicado en 1893 por la f’iónica M éd i co- Q ui r úrgiea.

El Dr Juan Guiteras lo calificó de admirable. Publicó también otros trabajos interesante. Escribió valiosos trabajos de medicina legal. Era hombre modesto y de gran valer. Ejerció con mucho éxito su profesión en Madrid durante varios años, regresando a Matanzas en 1S82.

Nació por el año de 1852 y falleció en 1899. Matanzas está agradecida a! Dr. Lino, porque, como Mádan y Félix de Vera contribuyó eficazmente con sus rasgos filantrópicos a aliviar la terrible sujación creada al pueblo por las terribles medidas de represión del Gobierno Valdés Anciano (José A.) Neurólogo muy distinguido. Su pers malidad científica uo es solamente conocida en Cuba, si-* no en el extranjero. Varias Asociaciones Científicas le hicieron objeto de distinciones que no se conceden con mucha frecuencia, y tanto menos a un extranjero.

El Dr. José A. Valdés-Anciano nació en Matanzas. En 1SSS se recibió de Licenciado en Cirugía y en 1904 de Doctor, en la Universidad de la Habana.

Durante la época de la concentración rué Director del Asilo-Hospital de niños, ni Matanzas, el primero que hubo en la isla.

Desde Junio de 1S97 era Miembro Corresponsal de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana, habiendo sido nombrado Miembro Efectivo en 10 de Marzo de 1905.

Durante la Intervención fué Cirujano leí Ejército Americano y Jefe de Sanidad en Matanzas; cargo que nunca antes se había íoifiado a un cubano mientras había tropas norte-americanas er. una ciudad.

Fué también Médico del Hospital Civil, Matanzas.

En 1 fué nombrado Miembro del Instituto sobre fiebre amarilla del Marine Hospital Service.

Es miembro de la Sociedad de Estudios Clínicos: fué médico del Hospital Calixto García del que hoy es profesor; en 1904 fué nombrado Profesor del Curso Complementario de Enfermedades del áistema Nervioso, y desde el 12 de Diciembre de 1906 es Catedrático titular, (por oposición») de enfermedades nerviosas y mentales en la Universidad de la Habana. En aquel entonces, entre otros trabajos, presentó una bibliografía de 14,000 estudios sobre enfermedades mentales y nerviosas:

Es médico del Hospital Mercedes.

The Philadelphia Neurological Society

le nombró Miembro Correspondiente, en’ 1906, distinción ésta acordada hasta ahóra a un solo cubano: a nuestro biografiado.

Además el doctor José A. Valdés Anciano, desde el año de 1906 es también Miembro Honorario de la Société de Mé-decine Mentale de la Belgique: Miembro Asociado Extranjero de la Société Médi-co-Psicologique de París (1910), y de la Société Clinique de Médecine Mentale de París (1909).

El Doctor Valdés-Anciano ha escrito unos 20 trabajos, y varios de ellos fueron publicados por la prensa de París y de los E. U.

Casi todos son observaciones sobre casos clínicos que presentaban alguna particularidad especial; algunos fueron leídos en Hospitales de París.

La bibliografía médica encontró y encuentra en el Doctor Valdés Anciano un cultor apasionado.

Es un verdadero coleccionador de trabajos de medicina, y su biblioteca, acaso la mejor de Cuba en el ramo de la neurología, contiene unos 32,000; de ellos muchos rarísimos y completamente agotados.

Por consecuencia el Dr. Valdés Anciano estudia y aumenta continuamente el caudal’ de sus conocimientos científicos, que han hecho de él uno de los hijos mus eminentes de Matanzas.

Vaugiraud (Teodoro).—Sin poderse llamar verdaderamente un sabio, tenemos que consagrar un recuerdo en este capítulo al matancero Vaugiraud por haber sido el primero en enseñar a los cubanos el manejo de las máquinas de vapor a mediados del siglo XIX (a. 1845) y otros «tiles conocimientos técnicos y científicos aprendidos en los E. TI. adonde le habían llevado desde su más tierna edad, y en Francia más tarde.

Era ingeniero mecánico industrial. En 1857 tuvo a su cargo la instalación de la Maestranza de la Artillería en la Habana, y algunos años más tarde la dirección de los talleres de los Ferrocarriles Urbanos de la Habana.

Nació en 1806, según datos de Calcag-no, pero ignoro la fecha de su muerte.

Vera (Félix de).—’Distinguido médico y filántropo. Aunque nacido en la Habana accidentalmente (por el año de 1850) se le considera matancero.

De Matanzas es la familia de Vera, y cu Matanzas falleció el médico a quien nos referimos (2 de Enero de 1914).

Sirvió mucho a Cuba y a su ciudad natal fundando Asilos para los huérfanos de la guerra, y eon anterioridad el Instituto de Vacunación con los Doctores Domingo Mádan, Ulmo etc.

Fué Alcalde de la ciudad, y Director del Sanatorio de la Colonia Española, que en agradecimiento de los valiosos servicios prestados, dio el nombre.de Verana una de sus salas.

Dejó varios importantes trabajos cicn-líficos, algunos de ellos escritos en colaboración con los doctores D. Mádan, Coronado y otros Vidal Solares (Francisco). — Preclaro hijo de Cárdenas en donde nació en 1854.

Desde su juventud está radicado en Barcelona, en donde adquirió gran fama como médico especialista para enfermedades de niños.

Allá fundó y dirige nn Hospital para niños y allá escribió varias de sus mejores obras.

Otras escribió en París, y todas son muy recomendables

De su trabajo «Consejos familiares sobre higiene de la primera infancia» se hicieron varias ediciones, y fué traducido al francés y al idioma italiano.      

Sus obras Estudio sobre la difteria, y ln otra Oportunidad de la Traqueotomia fueron premiadas eon medalla de oro por la Aeademia de Medieina de Jerez.

Muy apreeiado también su «Manual de Ginecología Operatoria.» Eseribió también sobre sueros fisiológicos, y otros trabajos todavía, todos ellos importantes bajo el punto de vista científico: varios fueron premiados.

El Dr. Vidal Solares es Soeio Corresponsal de la Soeiedad Gineeológiea Española, de la Soeiedad Franeesa de Higiene, eteétera.

Desde hace 31 años dirige en Barcelona una Revista muy apreeiada Archivos de Ginecopatia, Obstetricia y Pediatría.

Yarini (José L.) Distinguido niédieo matancero, ex-eatedrátieo de la Universidad de la Habana. Su obra prineipal, muy elogiada por la Revista de Cieneias Médicas y también en el extranjero, ha sido el «Tratado de Téeniea Anatómiea General del euerpo humano.» (1893).

Eseribió otras también: «De la topo grafía eerebro-eraneal»; «De las distintas teorías propuestas, para explicar la patogenia de la atrofia museular progresiva ¿euál es la más aceptable?» ete. ete.

Falleeió en 1898.

Zayas y Jiménez (Franeiseo Ma.)—Notable médieo y agrónomo, hermano de José Ma. Zayas.

Naeió en jurisdieeión de Matanzas el 24 de Septiembre de 1827: ereo que en Sabanilla. Falleeió en Abril de 1919 en la Habana.

Era aeadémieo de la Academia de Cieneias de la Habana; buen prosista y poeta y buen orador. Su estilo eastizo y vigoroso.

El diseurso de Franeiseo Ma. de Zayas y Jiménez ante el cadáver de José de la Luz ha sido eitado por Cortés.

Colaboró en la prensa eientífiea, ha sido eatedrátieo de la Universidad, Presidente del Primer Congreso Médieo celebrado en Cuba, Secretario de Instrucción Pública en 1898, ete., y roeio de Mérito y Presidente de honor de la Liga Agraria de Cuba.

Muy amplios eran sus conocimientos en ciencia agronómica.

A título de euriosidad agregaré que el historiador J. de la Pezuela eita un Dn. Franeiseo de Zayas que en 156S despachó el Gobierno General de Cuba por delegación del Adelantado Menéndez de Aviles. Aeaso ¿ de ese Franeiseo de Zayas procederá la deseendeneia cubana que figuró tan brillantemente en las letras y en la política en el siglo XIX?

Zayas y Jiménez (Juan Bruno).—Notable niédieo y filántropo de Matanzas. Naeió en 15 de Octubre de 1S2:»í y falleeió en 5 de Julio de 1885.

Ha sido un hombre bueno y generoso, popularísimo en la Habana, eu donde eu-raba gratuitamente a muchos menesterosos.

Eseribió algunos trabajos de medicina y en 1872 imprimió a sus expensas otro buen trabajo de M. P. Braidwood. sobre higiene de los niños.

Hubo otro Juan Bruno Zayas y Alfonso, valiente brigadier del E. L. y médico también. Este último Juan Bruno Zayas falleeió en 1896 y era natural de la Habana y hermano del Dr. Alfredo Zayas ex-eandidato a la Presidencia de la República.

Ximeno (Alberto de)—Ingeniero mataneero n. en 1853: quien se distinguió mueho en París de euya Escuela Central fué alumno notable, ocupando el tereer lugar. Eseribió una obra importante sobre Ferrocarriles que fué premiada.

Hoy radica en la Habana.

JUVENTUD  INTELECTUAL MATANCERA

Por cuan riguroso yo quiera ser cu tai selección, (para no caer en el vicio tan generalizado en los países americanos de habla española de exagerar extremadamente los méritos de las personas dignas de mención por algún concepto), creo, sin embargo, que bien merece una nota especial, la juventud que se distingue por su cultura y por su talento.

La patria puede ,con razón, fundar esperanzas lisonjeras en el porvenir de los jóvenes que ya han dado muestras inequívocas de poseer un cerebro bien acondicionado para  producir intelectuaimente.

Sin duda los que yo cito para que su nombre y sus trabajos sean más conoci-dos y más apreciados, no han alcanzado la celebridad de un Heredia, o de un Torralbas, o de un Guiteras, o de un Carlos de la Torre, o de un White, pero nada más probable que del grupo surja más tard * algún cubano, digno de veras del epíteto de ilustre que se prodiga tan generosamente en la América Latina.

Yo no condivido la opinión de los que creen en la decadencia mental del hombre después de los cuarenta años.

Muy al contrario, porque la historia nos muestra a menudo que los hombres más talentosos producen obras más trascendentales y vigorosas en la segunda mitad

de su vida, cuando su cerebro ha llegado a la madurez.

Y otros hay, cuya producción intelectual es siquiera igual a la de su juventud: Víctor Hugo, Ibsen, Sehopenhaüer, Verdi, Tolstoi son otros tantos ejemplos de mis aseveraciones.

¿Y Emilio Blanchct, en Matanzas?

Tengamos pues confianza en la juventud culta que surge con nuevos y brillantes ideales, y viendo los males que aquejan a la patria de hoy, ya vislumbra la redención moral del mañana, inspirándose en las doctrinas purísimas del gran educador José de la Luz Caballero, y del apóstol Martí

l Habéis leído, lectores, la Revista Horizontes de los estudiantes de la Universidad?

Esa Revista es, (repitiendo una frase de la ilustre escritora Aurelia Castillo de (jonzález) una bandera de esperanza.

Con esa misma fé, con esa misma esperanza en su actuación futura, yo dedico este capítulo a la juventud selecta de la Provincia de Matanzas.

Poeta tierno, inspirado y melaneó-cólieo es Mariano Albaladejo, nacido en Matanzas dos años más tarde que Agustín Acosta.

Alba lacle jo labora en silencio, y por su deeidida adversión a los certámenes, su nombre no es aiin suficientemente conoei-do. Es sin embargo un «alioso elemento intelectual.

El doctor Albaladejo empezó a hacer versos siendo un adolescente, y «Cuba y América», «El Fígaro» y «Azul y Rojo» acogieron muchas de sus primeras rimas.

Más tarde escribió también algunas para «Bohemia», y revistas europeas tan leídas como «Hojas Selectas» y «El Diluvio» reprodujeron composiciones poéticas de nuestro biografiado.

Este año se publieará una eolección de ellas con el título Bajo la tarde gris y acaso otra, Prados Lejanos. Algunos periódicos importantes han dado a conocer a sus lectores varias primicias de esos libros, comentándolas con entusiasmo.

Y el próximo año Albaladejo piensa publicar otro tomo bajo el título sugestivo El alma taciturna de la aldea.

Nosotros deseamos que un rayo de sol disipe las brumas que aeaso entristecen el alma de nuestro distinguido amigo el poeta Albaladejo.

Francisco Caraballo Sotolongo, nacido en Noviembre de 1891. es ya una de las columnas más sólidas de la intelectualidad matancera, a pesar de sus pocos años de edad.

Siempre sobresaliente en todos sus esludios, obtuvo además los premios más codiciados en las oposiciones celebradas en la Universidad de la Habana: premios en Derecho Penal, Administrativo, Mercantil, Procesal, Hacienda Pública, etc., ete. y el Premio Extraordinario en la Academia de Derecho por el voto de la Facultad reunida en pleno, fungiendo de Decano el inolvidable Dr. González Lanuza!

El Colegio de Abogados de la Habana premió la monografía de Caraballo Soto-

longo, «¿Debe suprimirse el Consejo de Familia en nuestra legislación?», euando nuestro biografiado tenía sólo 19 años! En otro Certamen del mismo Colegio le fué premiado otro trabajo sobre servidumbre de medianería, y el Primer Congreso Jurídico Nacional elogió al talentoso y joven abogado, Secretario de la Sección 8a. aceptando por base la de su obra El Contrato de opción y el futuro Código Civil Cubano.

L’Alliance Francaise laureó dos vece-? a Caraballo, y en los Juegos Florales de Saneti Spíritus obtuvo medalla de oro por su obra sobre el Feminismo.

Caraballo Sotolongo es también buen orador y varios de sus Discursos, impregnados de ideas profundas y modernas han sido muy celebrados ya en el Primer Congreso Jurídico Nacional, ya cuando asistió romo Delegado de Honor al Primer Congreso Obrero Nacional, etc.

Laboró acth’a y útilmente por la Fundación Luz Caballero, de Matanzas; por la Asociación Cívica Cubana, en unión del Dr. Vitier; por la reforma universitaria: por la creación de códigos cubanos, por la educación de la niñez, etc.

Para completar el bosquejo de ia personalidad de Caraballo Sotolongo, agregaremos que a los 21 años escribió su obra El imperialismo Norte-Americano la qiv mereció un prólogo notable del Dr. Antonio S de Bustamante, y que costeara la edición el Dr. Raimundo Cabrera.

Otras obras del talentoso abogado son:

El Derecho Penal científico y reformas penales que no deben olvidarse (dedicado a su maestro el Dr. González La-nuza).

José Martí, poeta, pensador y revolucionario (trabajo que contiene 800 pensamientos seleccionados de las obras del Apóstol).

Amemos la Vida (El optimismo creador).

Dr. Francisco Caraballo Sotolongo

Fernando Ués.

Francisco Llés.

El Diario de la Mujer.

La República de Cuba optimista (Cubanos Ilustres).

Esta última obra está en preparación ■ así como varias otras de diferente índole.

Bustamante, José de Armas, José E. Rodó, J. M. Dihigo, G. di Zéndegui, Manuel Sanguily, Enrique J. Varona, Rafael Montoro, J. Santos Fernández, Aniceto Valdivia, Emilio Blanchet y varios intelectuales más, tanto cubanos como extranjeros, han vertido frases muy halagadoras ni juzgar el talento del joven abogado y escritor ‘jQ’iftfctncero.

Le dedicamos estas líneas augurándole un porvenir siempre más lisonjero

El señor Arturo Echemendía doctor en filosofía y letras, nació en S. Antonio de las Cabezas (Matanzas) el año de 1880.

Es Secretario del Instituto de Matanzas, y Catedrático de la Sección de Letras del Curso Preparatorio desde 1912, habiendo obtenido su cátedra por oposición.

Es un hombre modesto, cuyos trabajos permanecen casi siempre inéditos.

Por desgracia en Cuba el dar a luz la producción intelectual es un lujo, que no está al alcance de todos: los políticos muy raras veces apoyan o se interesan por li bros que no hagan la apología de sus méritos. Casi siempre ellos leen solamente los últimos!

Hay excepciones honrosas; muy pocas’

Además no hay editores ni librero?. Los últimos en Cuba casi siempre pertenecen a la categoría de simples revendedores in conscientes que igualmente venden un libro como si vendiesen un producto alimenticio. Ni ayudan al autor ni saben se leccionar, ni se interesan a las obras qu-venden. Y cuando se trata de obras cubanas, las reciben en comisión!

La tesis de la Universidad del Dr. Echc-mendía sobre la obra de Lucrecio De re-rum Natura reveló el talento de nuestro biografiado, y se publicó en la Revista de la Facultad de Letras y Cieneias.

En colaboración con el culto D. Raúl Miranda (que fué en 1909 dignísimo inspector escolar de la Provincia de Matanzas) escribió un interesante folleto de problemas pedagógicos Alrededor de la Escuela: colaboró también en periódicos locales y dio Cursos de Converencias en las Escuelas de Verano, que so abrían, ante nórmente, de Julio a fines de Agosto de a da año.

Arturo Echemendía es lnwW/re de valer, que puede producir mucho mas, y que debe publicar los trabajos a que se dedica.

Fernando Lies, el Director del mejor diario de Matanzas, El Jején, es también un miembro distinguido de esa juventud intelectual matancera a que se refiere este Capítulo.

Poeta fino, y de una modestia no infe rior a su inteligencia, es de sentirse que acaso su ruta lo lleve hacia la política. En se campo hallará Llés la fortuna, pero quién sabe si encontrará menores satisfacciones morales al no poder ya escribir versos, y al conocer de cerca toda la prosa de ese ambiente.

Su hermano Francisco, poeta también, y además maestro, colabora con Fernando Llés.

Han editado tres libros de composiciones poéticas: Crepúsculos, Sol de Invierno y Limoneros en flor.

Fernando Llés escribe también en prosa, y colabora en varias Revistas. Sus artículos son en general de índole literaria y filosófica y reveladores de su talento, y de su cultura.

En preparación: A orillas del Pireo (versos).

Miguel A. Macau, joven abogado nacido en Matanzas en primero de Enero de 18S6. es un apasionado de la poesía y de Jas letras cu general.

Empezó a escribir en los periódicos locales desde la edad de veinte años, pero su primer trabajo serio fué la tragedia La justicia en la inconsciencia representada por primera vez en Matanzas en 1909.

Escribió después algunos monólogos y onfereneias.

Dos libros de versos Flores del Trópico y Lírica Saturnal fueron también bien acogidos por la crítica.

En 1914, su comedia El triunfo de la vida en dos actos y. en prosa, fué premia da en los Juegos Florales de Oriente. Por fin en 1916 su hermoso trabajo en verso Paz perdida obtuvo la flor natural en los Juegos Florales de la Asociación de la Prensa en Santiago de Cuba. Recomenda mas su lectura a nuestros lectores.

En la actualidad Macan tiene en prcparacióii dos obras para el teatro: La borracha y Nihilismo Lírico.

Siendo el de Macau uii talento joven y capaz de muchos otros esfuerzos vigoro

Dr. Miguel A. Macau.

Marcos (Fernando L.) Escribió varios tomos de poesías y novelas. Es matancero y contemporáneo de M. Alvaladejo.

Sus obras: Vibraciones, El Gladiador, La Gruta, etc.

(Citas de Trelles).

Otra personalidad distinguida de la nueva generación lo es el culto Dr. D. Salvador Massip.

Massip ha nacido el 19 de Abril de 1891 en Puerta de la Güira a inmediaciones de Artemisa; pero desde que ha fijado su residencia en Matanzas, se ha de tal manera identificado con los demás intelectuales de esta Provincia, que me parecería fuera de lugar incluir su nombre eutre los de Pinar del Río exclusivamente.

En 1912 se recibió de doctor en peda gogía en la Universidad de la Habana, y ese mismo año, supo ganarse, por oposición, la plaza de ayudante de Antropología, permaneciendo 4 años al lado del Dr. Montano.

Amante del estudio, no se conformó Massip con el doctorado en pedagogía, sino que obtuvo en 1915 el de filosofía y Letras.

Representó a los estudiantes cubanos en el Tercer Congreso Internacional de Estudiantes Americanos, (Lima (Perú) Julio de 1912), visitando después los principales centros intelectuales de Chile y Argentina.

En la Universidad de La Plata oyó las lecciones del famoso pedagogo argentino Prof. Víctor Mercante.

Colaboró con el Dr. Padró y el Dr. Aguayo en la notable Revista de la Educación, uno de los esfuerzos más bien logrados en Cuba en pro de la juventud escolar (1911-12-13).

El gran pedagogo Alfredo M. Aguayo tuvo siempre especial cariño y predilección para nuestro distinguido amigo. El año de 1916 ganó, por oposición tambien, la cátedra de Geografía e Historia en el Instituto de Matanzas, siendo notable que los triunfos eu vez de enorgullecerá, le empujan hacia nuevos esfuerzos y nuevos estudios. El Dr. Massip cubrió eu el Instituto de Matanzas la vacante dejada por el iuolviciable Dr. Blanchet.

En 1917 frecuentó el Curso de Geografía Física eu la Universidad de Columbia (E. U.) siendo su maestro el famoso pro fesor Douglas Wilsou Johnson. De tal manera le consideraron en ese Centro de Cultura, que, sin requisitos, le admitieron en calidad de Socio en la American Geo-graphical Society.

El Dr. Salvador Massip. a pesar de su juventud ha producido muchos y valiosos trabajo?, originales unos, y otros traducidos de idiomas extranjeros, contribuyendo así muy eficazmente, a la cultura de la juventud de Matanzas y de Cuba en general.

Entre ellos, unos 25 de pedagogía y otros 20 aproximadamente, de geografía.

Los últimos han sido publicados por la Revista del Prof. Arturo Diaz Alrededor de la Escuela.

Hace poco Massip dio en la Academia Militar, en el Morro, unas interesantes Conferencias sobre las relaciones entre la ideografía y la guerra europea. De ellas **e ocupó mucho la prensa de la Habana, tributando al culto conferencista el merecido encomio.

Massip, en el estudio de la geografía física es ya un verdadero especialista, y marcará siu duda en Cuba nuevos derroteros en ese ramo científico.

Víctor M. Rodríguez otro campeón de la juventud intelectual matancera es poco conocido Es un joven estudioso, que vale mucho, y muy modesto.

Colabora con el Dr. Carlos de la Torre en calidad de ayudante, y el sabio le profesa mucho aprecio, lo que es título suficiente para poderlo considerar entre lot^ que valen.

El Doctor Víctor M. Rodríguez acaba de ser nombrado Catedrático Auxiliar de la Universidad de la Habana.

Salom íDiwaldo) es otro de los jóvenes y brillantes intelectuales matanceros.

Es abogado y funcionario público en Europa, ya que pertenece al Cuerpo Consular.

Sus versos son iuspirados y armoniosos y han sido publicados por «El Fíe-aro», por «Letras» y otras revistas.

Algunas de sus mejores composiciones: Apiádate de mí, José Martí, Antonio Maceo, Al pié de la Reja, Madre mía, Yo te haré sollozar, Ansia suprema, Una noche en París, No me dejes, etc.

Salom nació en Matanzas el 22 de Julio de 1879.

Villar-Buceta (María).—Poetisa por talento natural y por intuición. Nació en Pedro Betancourt (antiguamente Corral Falso) hace 19 años, pero escribe versos tan profundos que el crítico más inteligente podría atribuirlos a un cerebro llegado a su completa madurez. María Villar desde la edad de las muñecas, lia sido la madre de sus hermanitos huérfanos y la mujer hacendosa de la casa. Por le tanto, descuidó su instrucción, y naaie sabe explicarse cómo pudo formar su cultura, sin pensar involuntariamente a la pluralidad de las existencias. ¿Será el alma de la joven poetisa un alma mil veces transformada, y ya próxima al estado perfecto?

María Villar Buceta escribe bien en verso y bien en prosa. Hay quien la ere* excesivamente tímida y modesta porque a veces ha rehusado invitaciones y ofrecimientos referentes a su colaboración en revistas importantes.

Pero lo que se atribuye a timidez es acaso la confianza que la poetisa abriga de producir algo mejor siempre mejor: ella detesta las medianías: quiere su lugar en la cúspide y llegará a ella sin duda.

A veces alguna revista ha publicado sin ordeu cronológico versos escritos en épocas muy diferentes de su vida poética, y tal cosa uo ha gustado a María Villar.

Entonces ha recogido sus alas, herida.

Ella aspira al progreso: conocimiento de la vida que parecería deber revelarse sólo ahora a su alma!

¿Y por qué misterio de intuición, esta joven que no ha salido de su pueblo es tan sutilmente psicóloga, y sabe escribir versos tan llenos y robustos, y armoniosos ?

Los que no creen en la existencia real de María Villar Buceta andan muy equivocados. Para cerciorarme que no’ se tratara de bigotes conquistadores, yo he idogurarse que se haya detenido en su marcha ascendente, o que haya dado un paso hacia atrás.

He leído su hermoso Tríptico: Ascensión, Canto de Redención y Psiquis. Además: Sed de Vida, Unanimismo, Arcano, Nostalgias, Crepúsculo en Otoño, Noche de Carnaval y por fin su Samaritana.

Qué poesía vibrante en sus ritmos sonoros ! qué profundidad de conceptos! qué

a Pedro Betancourt y pudo convencerme de su personalidad femenina y talentosa, enteramente diferente de la que podrían soñar o figurarse poetas y admiradores.

Con ella he pasado ratos intelectuales agradabilísimos.

Aquí van unos versos de María Villar Buceta. Sed de Vida prueba lo asentado sobre la vigorosa poetisa cubana.

SED DE VIDA

Es indudable, oh alma!, que quisimos vivir la Vida muy de prisa: ese fué nuestro error fundamental… Un loco afán, una insaciable sed de vida, turbó nuestra razóu, y nos lanzamos a conquistar la formidable cumbre donde se asienta la Verdad que, absorta, con una enorme turbación de nupcias, •sc nos dio toda… Y la Verdad fué nuestra !

Inaccesibles sobre nuestra cumbre —tal un águila erguida sobre un risco— las primicias del triunfo disfrutamos; y ella, la huraña, fué como hembra proa la voracidad de nuestros besos… Desde entonces, oh alma!… desde entonces tuvimos los secretos de la Vida, nuestra duda trocóse en certidumbre, y nuestra certidumbre en desencanto ¡ a la tristeza de ignorarlo todo siguió el dolor de la sabiduría! Y fué nuestro dolor sin esperanza!

Quien nada espera nada cree; pero «•prendimos la Ciencia de la Vida en la desolación de nuestro triunfo! Hemos llegado. .. ! Hemos llegado?. ..

Acaso hemos tergiversado nuestro oculto sentido de la Vida. . . En tu tristeza vi la consumación del sacrificio y tu impotencia ante lo irremediable… Oh mariposa que en tu propio fuego quemaste el polvo de oro de tus alas: tú y yo sí comprendemos la tortura de Prometeo atado a ingente roca! Con nuestras manos, cual si fueran buitres nos arrancamos todos nuestros sueños: borramos todo inútil espejismo que decorara nuestra perspectiva interior ¡ mas la cumbre noy dio en cambio su facultad de dominarlo todo y ver todas las cosas de la tierra como a vista de pájaro

Y ahora… Ahora iremos por todos los caminos on nuestra fortaleza por escudo; liaremos florecer en cada yermo una como ficción de primavera; habrá la floración de una sonrisa comprensiva y piadosa en nuestros labios para todos los débiles de alma «ie quedan rezagados en su ruta: v para aquellos (pie a nosotros lleguen conscientes de su fuerza, les daremos nuestras manos, en son de bienvenida!

Otros todavía, entre los jóvenes matanceros, pueden dar a la patria la flor de su talento que hoy dormita soñolienta en al-irunos, o no se abre aún eon toda su lozanía en otros.

Los Sres. Horacio Díaz Pardo, Mario Luque y Félix L. Campuzano, abogados los tres, están en el primer caso; el Dr. Miguel A. Caballero, Secretario del Gobierno Provincial, Jorge Casáis y Lloren te, Joaquín Cataneo, Julio Seijas,- Jorge Antonio Trelles y Tosca (que acaba de ob

tener el primer premio del Certamen del Centenario de Cienfuegos eon su Bibliografía Cienfueguera) están en el segund).

De ellos la cultura cubana espera una contribución más abundante, ya que la juventud intelectual es para la patria una legítima y fundada esperanza.

El periódico El Estudiante en estos últimos 12 años fué la palestra literaria en’ que se formó el movimiento intelectual de la juventud matancera.

LA PROVINCIA Dt MATANZAS Y LAS LUCHAS POR LA INDEPENDENCIA

DE CUBA

La juventud cubana habíase, toda ella, estremecido, al glorioso Grito de Yara y en la Provincia de Matanzas había también encontrado eco el llamamiento de-Céspedes.

Las conspiraciones se habían iniciado en Matanzas, en Cárdenas y en los principales centros de la Provincia en donde quedaban varios de los hombres que habían secundado los planes de Narciso López en 1850 y 1851.

No hay que olvidar cine a raíz de la ocupación de Cárdenas, en Matanzas se aguardaba ansiosamente la llegada de López para efectuar un levantamiento ge neral. Fué cuando Juan Arnao recibió sus graves heridas al inte?»»tar, con un pequeño grupo de valientes, apoderarse de un depósito de armas.

Y Arnao y muchos otros todavía, no eran más que los descendientes de los conspiradores de 1823, que tan activos y tan perseguidos habían sido en Matanzas.

Hubo después la malograda conspiración de Pintó, en la que se vieron comprometidos matanceros distinguidos como los patriotas José Francisco Lamadrid, los Gener, Pedro Hernández Morejón, etc.

Por fin eu 1868 J. Bellido de Luna intentó propagar la insurrección de Céspedes a la provincia de Matanzas, pero fracasó. Faltaban muchos de los principales conspiradores, desterrados o huidos todos ellos, y el mismo Bellido de Luna fué aprehendido, y Tello Lámar pagó con su vida su amor a la causa cubana. Siguieron entonces persecuciones y fusilamientos a granel los que no impidieron a los patriotas de Matanzas cí ayudar ocultamente los planes de la .Imita Revolucionaria.

¡ Cuántos han quedado relegados en el olvido de esos patriotas cubanos que en aquel entonces trocaron la vida agradable de hombres acomodados, por la pobreza y el destierro!

Entre muchos otros, D. Ricardo Mat-hieu, condueño del ingenio de S. Juan, fué-uno de los comprometido? en el levantamiento de Bellido de Luna.

Al fracasar el movimiento, Mathieu tuvo que huir a los E. U., y cuando regresó, ya todos sus bienes habían sido confiscados por el Gobierno!

Toda su descendencia siguió apegada í la causa cubana y dos de sus hijos, Ricardo y José tomaron parte eu la segunda guerra. El último murió eu ella, siendo Se cretario del entonces Coronel del E. L. Cosme de la Tómente.

Ejemplos eomo el que acabo de relatar se cuentan por centenares en la Historia de la independencia de Cuba.

Allá por 1S71 y 72 se reunían en Pueblo Nuevo (Tirry esquina a Merced) Tomás Santamarina que ocupaba un puesto en el Ferrocarril de Matanzas; Diego Marehena, farmacéutico de Pueblo Nue vo; Carlos Parquet; Manuel Serrat, y Gabriel Osuna meeánieos; Alfredo Carnot, hoy Senador; Antonio Barnet, hermano de los doctores Barnet tan apreciados en Cuba; Marcelino Rodríguez y otros

A veees se reunían en la habitación de Santamarina, siempre para conspirar, recolectar armas, ropa y dinero, enviar gente a la revolución etc., escogitando medios a cual más nuevo, cambiando los puntos de reunión, y modificando las palabras secretas para que se identificaran entre sí los conspiradores.

Durante varios años las remesas de armas y de dinero fueron periódicamente mantenidas, y el Sr. Luis Dulzaides cita la labor de un Club por él presidido, labor muy efectiva y eonstsnte, que dirigía 1 General Roloff desde la manigua en 1876.

Después de la Paz del Zanjón, todavía ■-■e intentó organizar algún movimiento en la provincia de Matanzas, pero las noticias de la próxima autonomía para Cuba, hicieron abandonar todo ulterior proyecto, hasta la última guerra de independencia Es maravillosa la entereza eon que se sacrificaba por Cuba esa heroica juventud representada por muchachos, a veees casi niños, que debían sentir por la vida »ase apego instintivo propio de la edad, y que sin embargo arrostraban impávidos mil peligros, mil sufrimientos, y la perspectiva de morir en el garrote o fusila dos en easo de eaer eu las manos del gobierno.

José Ramón Guiteras y Gener, matan .cero, hijo de D. Antonio Guiteras, Director del famoso Colegio La Empresa, fué une-de esos jóvenes heroicos que desafiaron lo muerte para libertar la patria.

Encarcelado por sus trabajos revolucionarios, volvió a ellos tan pronto eomo pu do, y aprehendido por segunda vez. f¡ué condenado a muerte. :

La muerte del hijo amargó cruelmente los años que el atribulado padre vivió todavía alejado de la patria.

La carta que ese joven eseribió a la madre algunas horas antes de morir, a pesar de la amargura y triste ternura que encierra para la infeliz autora de sus días, refleja el vigor y la entereza de esa noble alma de patriota.

José Ramón Guiteras y Gener tenía entonces 17 años de edad!

Así rezaba la carta, textualmente:

•’Puerto Príncipe, Junio 11 de 1870.

«Ainantísima mamá:

Estos son los últimos renglones que te dirige tu hijo que en sus últimos momentos solo piensa en tí; son las dos de ia madrugada de hoy domingo y a las siete debo ser pasado por las armas ¡cuántas cosas vienen en tropel a mi imaginación en estos últimos instantes que me quedan de vida! Tú, madre mía de mi corazón, tú, serás mi último pensamiento, mi última idea, y lo que más siento al morir es que la muerte me sorprenda tan lejos de tí. sin poder abrazarte antes y sin poder hablar unas cuantas palabras contigo de quien estoy separado hace tanto tiempo. Mi corazón está tranquilo y estoy resignado a la suerte que me ha cabido: después de un día de agitación me siento muy cansado y voy a dormir unas cuantas horas para hallarme más fuerte en mi último trance. Adiós madre mía, abraza en mi nombre a mi padre, a mis queridas tías y tíos a quienes tengo muy presentes y a todas las personas que me quieren y so acuerdan de mí, y a tí qué más podré decirte idolatrada mamát

A mis pobres hermanos, a los que quiero mucho dales un apretadísimo abrazo y hazles recordar siempre a sa hermano desde el más grande hasta el más pequeño. Adiós por siempre otra vez, mamá.. Adiós: recibe el último apretado abrazo de tu idolatrado hijo»

José.»

Pero i qué más pudiéramos añadir sobre el entusiasmo patriótico, inspirado por altos y puros ideales de libertad, que hacía latir los corazones cubanos de aquella época, dándoles fuerzas para sufrir los dolores más atroces, para no doblegarse ante los sacrificios más sublimes?

La carta del patriota José Francisco Lamadriz a Benigno Gener, que publicamos a continuación,

sintetiza, en nuestro concepto, el heroismo de aquellas alma¿ elevadas honra y orgullo de Cuba y de Matanzas. •

«New York, Agosto 18 de 1871.

«Queridísimo Benigno.»

«Si en tanto tiempo no te he escrito, «no por eso has dejado de ser ni un ins-«tante un hermano querido de mi corazón. Hoy, con el alma desgarrada, nece-«sito salvar la distancia que nos separa «y estrecharte entre mis brazos, para decirte: «Benigno, he perdido mis dos hi-«jos; el dolor de los dolores, el más acer-«vo, el más cruel de los dolores anonada mi espíritu.

«Ambrosillo y Domingo, almas en que «se albergaron las virtudes más puras, «hijos de mis entrañas, que tan amplia y «generosamente correspondieron a todos «mis afanes, han perecido.

«Murieron como buenos, combatiendo por

«la libertad de su patria, por la dicha y «el porvenir de su famiba, por la felici-«dad de sus hermanos, por el bien y los «derechos imprescriptibles de la humanidad.

«Será un consuelo el que yo, en medio «de esta amargura, sienta, sí lo siento «querido Benigno, satisfacción, orgullo, «al recordar la gloria de mis hijos itímo-» lados, llenos de fé y de entusiasmo a tan «sagrados principios?

«Uno era tu ahijado; él fué digno de «tí y de todos los buenos.

«No tengo tiempo ahora para darte los «detalles de sus muertes.

«La de Ambrosillo ocurrió desde Octu-«bre o Noviembre del año pasado, pero «a mi noticia llegaron las dos juntas. «Atraído a una emboscada que le prepararon los enemigos sucumbió vendiendo «su vida muy cara, sumamente cara.

«El parte oficial de la acción en que ca-«yó Dominguito se publicará mañana y te «lo mandaré.’ Acción brillantísima, acción «que revive a la patria, cuya noticia lle-«gó aquí a llenar de júbilo todos los co-«razones. ¡Cuánto le ha costado al mío!

«De Mónica y Rosarito qué voy a de-» cirte? contémplalas tú.

«Yo sigo incansable trabajando por «nuestra causa. Mis hijos, al morir cum-«pliendo con su deber, me ordenan que «yo cumpla con el mío. La suerte de la «revolución va a cambiar, los negs. aquí «a tomar una marcha ordenada y entusiasta. Aguilera y Rn. Céspedes han ve-«nido a encargarse de la dirección.

«Te escribiré más largo: ahora ni sé lo «que te digo.

«A tu madre la Nene, Josefita, Maria-«na, tus hijos, Plácido, todos, reciban en «su seno las lágrimas que no puedo contener, que burlando la firmeza del hom-«bre, denuncian al padre infortunado.

«Tuyo amant.—José.

La calma era sol») aparente en toda la isla. Se conspiraba doquiera, y en Matanzas, acaso, más que en otras provincias.

En 18S6 se creó el Círculo de la Juventud Liberal de Matanzas, que tuvo su órgano oficial.

Mucho sirvió ese Círculo para revivir las esperanzas en el porvenir de la patria. Radicaba en el actual edificio del Instituto.

Mario Lámar, José y Miguel Iribarren, Carlos Jorge Trelles, Nicolás Ileredia, Manuel F. Alfonso, Federico Maza, los hermanos Joaquín y Saúl Al.xina, F. Sorondo y muchos otros, hacían en el Círculo labor separatista.

Hablaron en el Circuí. Sauguily, X. Heredia, el Dr. Valdés Domínguez y otros, entusiasmando a los oyerl. El Gobierno, después de una conmemoración netameute revolucionaria, de los estudiantes fusilados en 1871, disolvió el Círculo.

Allá por el año de 189:? el doctor en filosofía y letras y abogado, I). Mateo Fiol era catedrático del Instituto de Matan zas, y sus lecciones impregnadas de ideas de libertad y de independencia, enardecía u las ánimos de aquella juventud entusiasta.

Las logias masónicas tuvieron en la preparación de las almas cubanas a los futuros sacrificios, una participación muy activa.

Se fundó en 1890 la Lwgia Libertad, y en 1892 la Logia El Salvador y la denominada Puritanos que procedía de la Logia Armonía fundada en 1889 por -losé V. Prim.

Maestros de El Salvador y de la Logia Puritanos eran respectivamente el Dr. Mateo I. Fiol, y D. Juan Ramos Almeida.

Por fin el 27 de Noviembre de 1892 en la uotaría del Ldo. Núñez de Villavicen-cio se reunieron el ya citado Mateo Fiol, Pedro Duarte y Pastor Moinelo, deseosos de hacer algo efectivo por la patria y convencidos que el Partido Autonomista no podría salvarla.

Surgieron así los Caballeros de la Lux, organización revolucionaria en su fondo, aunque con apariencia de una simple Lo gia Masónica.

Pertenecían a ella elementos cubanos y alguuos españoles; pero, cuando se trataba de labores políticas procuraban reunirse en los días y horas impropias para que acudiese también el elemento español.

La Logia sostenía el Colegio La Lux, otro de los medios para ocultar la intensa labor revolucionaria de sus adeptos.

La Logia estaba sitúa*!a en la casa denominada del Cura, en la calle de Manzano (hoy Maceo) esquina a Jovellanos.

Sin embargo las labores más trascendentales solamente se emprendieron más tarde en la Logia Caballeros de la Noche, que surgió a la sombra de la primera.

En esta última se admitieron los patrio tas de absoluta confianza, y la admisión estaba subordinada a pruebas y requisitos que sería prolijo describir en este Capítulo.

Fiol, que conocía la organización de los Carbonarios italianos, la aplicó a los trabajos de conspiración que se iniciaban en aquella fecha, y de esa primera reunión en que los tres cubanos habían jurado so lemnemente luchar por sus ideales hasta triunfar o perecer, salieron las dos palabras misteriosas:

España debe morir en nuestra patria!

La conspiración progresó, adquirió fuerza y adeptos. Un primer. núcleo, de diez reunió a los tres ya mencionados, al médico Francisco Plá, a Tomás F. López. al ingeniero Emilio Domínguez, a Gabriel Ferrer. a Pío D. Campuzano, a Bernardo del Junco, a José D. Amieva

Los diez conspiradores dieron origen a otros tantos grupos de diez también, y así

General Dr. Eusebio Hernández

LAMINA XXXIII

Dr. Félix de Vera

Dr. Pedro Cartaya sucesivamente de diez en diez se tejió una red de revolucionarios en toda la Provincia.

Cada grupo de diez elegía un Jefe cu su seno, y de él recibía instrucciones.

Los diez que componían el primer grupo integraban el Consejo Supremo de la Logia. 

Al iniciarse lili nuevo atibado, lo recibía el Consejo Supremo y los compañeros del grupo al que tendría que pertenecer.

Todos, cubiertos eon capuchas negras que permitían solamente el relampaguear de los ojos de los conspiradores cuya mano derecha empuñaba un afilado puñal.

Concluida la iniciación, se descubrían solamente los que pertenecían al grupo del iniciado, quien se veía, por consecuencia, en la imposibilidad de conocer a los demás compañeros.

Por lo tanto la policía no podía fácilmente descubrir los hilos de las conspiraciones, aún cuando lograra a veces un triunfo parcial sobre uno u otro de los grupos, en el caso de eventuales delaciones.

Y el éxito general iio se veía nunca comprometido.

Cientos de jóvenes habíanse afiliado a las Logias, y los Saúl Alsiua, Orencio No-darse. Juan Peña y Delgado, Julián Gallo, Julio Santamarina, Manuel Olivera. Alfredo Pié, Gerardo Domenech, Cosme de la Tórnente, etc., etc., eran de los más entusiastas.

Al último de ellos el Dr. Fiol confió la comisión de hacer en la Habana la misma labor revolucionaria, cuando los estudios universitarios lo obligaron a marcharse para la Capital.

Muchos eran los medios de que se valían los conspiradores para arbitrarse recursos, y entre otros, crearon una rifa, cuyos boletos se vendían entre los mismos españoles, quienes jamás se hubieran figurado de contribuir así a la realización de los ideales cubanos.

El dinero se remitía a José Martí.

Cuando la organización de las fuerzas ocultas de la revolución estuvo concluida, llegó a Matanzas el Delegado de Martí Sr. Gerardo Castellanos.

El informe de Castellanos a Martí fue muy favorable, y consecuencia del misino fueron los tres nombramientos de Delegados firmados por el Caudillo.

T’no era para el Dr. Alfredo Carnot quien no lo aceptó por bailarse en víspera de embarcarsc para

Europa. En su lugar lo aceptó el ing. Emilio Domínguez.

El segundo nombramiento fué para el Dr Fiol y el tercero para el Gen. Pedro E. Betancourt.

El Dr. Juan Gualberto Gómez fué nombrado Delegado General del Partido Revolucionario Cubano en toda la isla.

El entonces Coronel Dr. Manuel San-guily publicaba en la Habana por aquella época sus Hojas Literarias, (pie contribuían a acrecentar el amor a la liberad entre esa juventud cubana: sin embargo el señor Sanguily no tenía fé en un éxito inmediato o próximo.

De Matanzas salió una Comisión para entrevistarlo y pedirle la autorización de servirse de su nombre como una bandera para reunir nuevos y numerosos adeptos a la causa.

Sanguily, asegura el Dr. Fiol, intentó disuadir a la Comisión de sus propósitos, considerando no maduros los acontecimientos para preparar una nueva revolución : pero, temiendo pudiese ser desastrosa la impresión de la negativa de San-iruily en el ánimo de los conspiradores, la Comisión aparentó encontrarse muy satisfecha eon la entrevista tenida en la Habana, relatando a la juventud impaciente lo acontecido, de un modo contrario a la \ crdad.

Sin embargo Manuel Sanguily al estaliar la revolución se trasladó a los Estados Unidos, y se puso inmediatamente a las órdenes del Partido Revolucionario Cubano, afirmando una vez más su antigua fama de siucero y probado patriota.

D. Tomás F. López (pie mucho hizo por la causa de Cuba, goza en recordar los acontecimientos de aquella época, y sus ojos lanzan chispas de alegría al relatar los.

Ha regresado a su escuela, como Atti-lio Rególo a su campo, después de haber laborado activamente en pro de su Cuba: nada ha pedido al presupuesto y sigue viviendo de su trabajo como su señor padre y varios de sus hijos, dedicados, como él. al magisterio.

Y lo mismo hizo Fiol, y Duarte y Cas tellanos viviendo todos ellos modestamente, mientras varios de los que se han sa criticado menos, o (pie han sido adversarios de las aspiraciones cubauas, disfru tan hoy de pingües eanongías.

Qué ironía!

El primer Comité Revolucionario, des pues de la paciente labor de las Logias, fué integrado por el ing. Emilio Domínguez, Presidente: Pedro Duarte, Vice-Prc sidente: Dr. General Pedro E. Betancourt Tesorero: D. Tomás F. López, Secretario: y vocales los señores Dr. Mateo Fiol. Pío D. Campuzano, Gerardo Domenech y creo que «Güilo» Bolaños.

En una finca del Sr. Bolaños se fundó un Sub-Comité Revolucionario, a fines del año 1394.

El primer comisionado del Comité de Matanzas a los Estados Unidos fué D. Ge rardo Domenech, una de las figuras más puras y más simpáticas de ese movimiento: el segundo fué Emilio Domínguez y el tercero Pedro E. Betancourt. Su objeto era conferenciar con Martí, de quien al-

gunos revolucionarios pretendían aclarar la conducta cuando el apresamiento de los barcos que debían traer a los cubanos víveres y pertrechos de guerra.

Los hechos pudieron convencer también a los ]jocos que dudaban de la pureza sin mácula del gran patricio: sin embargo ese fracaso hizo que Matanzas ostentara por algún tiempo la más completa tranquilidad que sin embargo era más apa rente que real.

Emilio Domínguez había entonces renunciado la Presidencia del Comité, sus tituyéndole el Dr. Pedro E. Betancourt.

El Club Revolucionario de Occidente, verdadero punto de partida de las conspiraciones de Matanzas, además de las personas que hemos ya mencionado, reunió \ varios veteranos de la guerra de 1868. y contó entre sus filas otros elementos valiosos eomo al Sr. Juan Gualberto Gómez, al General Dr. Pedro E. Betancourt, almas del Club, los dos, a José M. Bolaños, a D. Joaquín Pedroso que más tarde se levantó en Jagüey, al Dr. Martín Marr?ro hoy Jefe Superior de Sanidad del Ejército Nacional, Manuel Serrat, a López Coloma, a los Schweyer, etc.

Las conspiraciones se extendieron en Colón, en Cárdenas, en Jagüey Graude, en Alacranes, en Unión de Reyes y en otros puntos, donde se formaban otros tantos grupos.

Maní mandó al Dr. Pedro E. Betancourt, al mexicano D. Maclovio de San Cristóbal, que más tarde combatió en las filas del Ejército Cubano de Oriente. Murió hace algunos años.

En la casa del general aludido fabricaba D. Maclovio la dinamita, cuyas materias primas eran proporeiouadas por D. Manuel Sobrado, farmacéutico, de Perico.

E. Gato fué también uno de los comisionados de Martí, en Cuba.

Este y otros trabajos secretos eran eonocidos por muy pocos conspiradores, figurando siempre cutre los que más al tanto estaban de la labor revolucionaria J. üualberto Gómez, E. Domínguez, Gerardo Domenech, Mateo Piol, el citado Dr. Pedro ES. Betancourt y Tomás I.  López.

Manuel García debía ser el Jefe Militar de la Zona de Matanzas: lo que desagradaba a varios patriotas, debido a sus antecedentes.

García fué muerto en los primeros días del Movimiento de Ibarra a raíz del secuestro de un couocido capitalista. El importe del rescate fué versado íutegramen-te a la Caja Revolucionaria por ese hombre que a pesar de su mala reputación demostró ser un patriota convencido de la bondad de la causa que defendía.

El movimiento revolucionario debía es tallar el 24 de Febrero, aprovechando las fiestas del Carnaval para tomar la ciudad de Matanzas, (a. 1895).

El General Betancourt me informó que Juan Gualberto Gómez le había entrega do tres órdenes de levantamiento: una para J. M. Aguirre que murió de neumonía más tarde; otra para el General Francisco Carrillo, hoy Gobernador de las Villas: y la última para Julio Sanguily.

¡Y qué de astucias para ocultar documentos secretos de tamaña importancia!

Me contó Betaueourt que uua vez estuvo fumando, muy lentamente, un puro ei. el que se ocultaba uno de esos nombramientos !

Según Pedro Duarte y otros. «1 fracaso de Ibarra se debió a la ausencia de D. Julio Sanguily, quien no pudo ponerse al frente del movimiento eu el momento esperado por haber sido aprehendido en la Habana. Duarte asegura que todo estaba listo desde hacía tiempo, y más que 400 hombres estaban dispuestos para realizar con atrevimiento los actos preparados eon

mucha anticipación por los conspiradores.

Las fuerzas revolucionarias (según el General P. E. Betancourt) debían haberse encontrado en el Ingenio Ibarra a la una de la tarde, para operar, ya reunidas, h la hora del crepúsculo.

Cuando el Dr. Pedro E. Betancourt llegó a la cita en compañía de Pedro Ace-vedo, el lugar estaba lleno (1< españoles: apenas si ios dos lograron no verse aprehendidos en esos instantes.

Betaueourt y Aecvcdo fueron en busca de la partida de López Coloma sin encontrarla, y por fin el primero, por motivos que sería prolijo enumerar, tuvo que pasar entre los cañaverales unos tres días.

Por la intervención de familiares suyos, el Gobernador Civil D. Celso Golmayo había ofrecido no detenerlo a su regreso a Matanzas, pero lo detuvo el General Prats Gobernador Militar.

Matanzas había sido declarada en estado de sitio.

Del Castillo de San Severino fué remitido a Madrid más tarde, pero le cupo la suerte que fuese su cárcel la capital es pañola, en vez de verse recluido en una infecta mazmorra.

Eu 10 de Junio de 1895 en combinación con el General Calixto García pudo huir para Fraucia y después de haber desempeñado en París y en Suiza algunas comisiones que le encomendara el mismo General García, pudo embarcarse para New York, poniéndose n las órdenes de la Junta Revolucionaria.

Al cabo de varios fracasos debidos ya a naufragios, ya a apresamientos de las expediciones, ai inteutar el regreso a Cuba, pudo por fin lograr desembarcar de1 vapor Bermuda eu la uoche del 24 al 25 de Marzo de 1896. allá por Marabí, ^crea de Baracoa.

En esa expedición llegó también a Cuba el Dr. Cosme de la Torriente, que avisado en tiempo por uno de sus familiares había podido marcharse para el extranjero.

Julio Sanguily después del fracaso de Ibarra habría encontrado la muerte, y debió el no haber sido fusilado a su ciudadanía norte-americana.

D. Juan G.ualberto (íómez, Delegado de Martí fué uno de los pocos que pudieron eombatir en el malogrado movimiento de Ibarra. Después del fracaso, lo aprehendieron en la Habana, y a pesar de habérsele prometido la inmunidad fué depor tado a Ceuta, de donde logró también fugarse más tarde.

Mateo Fiol, más afortunado, logró salir para los E. U. antes de verse aprehendido; Duarte para Cayo Hueso y allí su easa fué siempre abierta para los c mi grados cubanos.

El día 4 de Abril de 1895 el Capitán General Calleja suspendió con un Decreto la labor de todas las logias, que como se dijo, eran de hecho otros tantos een-tros de conspiraciones.

A mediados del año D. Tomás Estrada Palma mandó a D. José Manuel Govín a Matanzas para reorganizar las fuerzas morales y efectivas de la revolución en-cargaudo de ello a los ciudadanos

Carlos Manuel Trelles y Domingo Lecuona

Se formó por tanto un nuevo Comité del que fueron miembros, además de las personas mencionadas los Sres. Dr. Julio Ortiz Coffigny, D. Nicolás Heredia y D. José González Hamos.

El Comité pudo trabajar hasta Enero de 1896, cuando, descubierta su labor revolucionaria por el Gobierno, se dictó orden de aprehensión en contra de los des delegados de Estrada Palma, señores C. M. Trelles y Domingo Lecuona.

En Octubre de 1S95 la Junta Revolucionaria de Matanzas ilamó al General D. Eduardo García, pinareño, pero activo conspirador en la provincia de Matanzas, para que se pusiera al fren le de un nuevo levantamiento.

En efecto el nuevo levantamiento tuvo lugar el 24 de Noviembre (1) en el Ingenio de la Luz, pero nos aseguró el Oral. García, «pie algunas semanas K¿és tarde ya se habían presentado a las autoridades españolas varios de los jefes que hoy ostentan altos grados.

Algunos, más tarde, con una mejor oi-ganización, volvieron a combatir.

García reorganizó sus fuerzas nuevamente, en las fincas Manjuarí y El Cierve y )a Junta Revolucionaria de Matanzas proporcionó otras armas y municiones por conducto de Lucas Rodríguez, más tarde Teniente Coronel del E. L.

A mediados de Noviembre de 1895 se incorporó el General Clemente Dantin, y a fines del mismo mes el Dr. Manuel F. Alfonso, General también, llamado más tarde por el mismo Maceo para curar los heridos de la batalla de Maltiempo.

Antes del año 1895, no hubo en Carde ñas verdaderas conspiraciones organizadas para provocar la revolución.

Sí había conspiradores, afiliados a Clubs revolucionarios de Matanzas y de la Ha baña: pero su labor no podía ser muy efectiva ya que carecían de un centro local de reunión, limitándose a apoyar pía tónicamente los ideales cubanos.

Sin embargo Cárdenas desde ¿lites de la guerra tenía en la Habana una Dele «ración, a cargo del abogado José Saez Medina, cuya señora era también una patriota muy entusiasta.

Los primeros vecinos que en 1895 iniciaron seriamente los trabajos revolucionarios en Cárdenas, fueron el médico Joaquín Otazo y Díaz, el abogado Ernesto

Dato del Dr. Alfredo Hernández Hu-guet.

Castro y Lajoneliére; otro médico, el Dr. Lucas Alvarez Cerice, el Sr. Fraiik La rué y algunos patriotas más.

Ese Comité recibió al Dr. Francisco Domínguez Roldan cuando se afilió a la Revolucióu.

Los patriotas de Cárdenas piestaron, después de 1895, grandes servicios a la causa de Cuba, ya que allí acudían elementos activos de varios puntos del país. ba$ta de la Habana. El Comité los distribuía con relativa facilidad.

Estando en acción el Comité de Cárdenas, llegaron a esa ciudad Alfredo Herrera, pardo y ex-jefe de Camisetas Rojas (Bomberos) y un fulano Alberto Escalante, quienes con el pretexto de inaugura »• un circo, se hicieron de uiucbas relaciones hasta conocer todos los hilos de las «nnspiraeiones..

Entonces denunciaron a los comprometidos en ellas.

El Dr. Otazo logró salir del país: el Dr. Castro y Lajonchérc se incorporó a las Idas insurrectas hasta que las enfermedades contraídas en la campaña le obliga ron a refugiarse en los Estados Unidos: A’varez Cericé también tomó pane en tolla la guerra por la independencia; y Lame, aprehendido, evitó ser condenado a muerte por la ciudadanía francesa que Había conservado.

Después de estos acontecimientos, el Sr. D. Samuel Tolón y Casado recibió el nombramiento de Delegado de la Junta Revolucionaria de New York hasta su expulsión del país. Tolón era ciudadano de lew E. U.

Lo sustituyó el abogado Benito José Rodríguez Maribona. hoy Presidente de la Audiencia de Santa Clara, quien tampoco duró mucho tiempo en su cargo, ya que. denunciado, fué recluido cu la cárcel local.

Le sucedió entonces el ingeniero D. Alberto de Rojas y Cruzat, hermano del General Carlos M. de Rojas que ya estaba operando por el territorio de Cárdenas.

El Sr. A. de Rojas fué también encarcelado e incomunicado, fungiendo como Delegado durante ese tiempo, Du. Octavio Argudín y Núñez de Villavicencio Sin embargo el señor de Rojas pudo poco después continuar sus trabajos, por haber sido puesto en libertad debido al cambio de política del Gobierno Español por la pre sióu norte-americana.

Argudín se incorporó a las filas revolucionarias y fué el último Teniente Gobernador de Cárdenas,

de la insurrección.

El señor D. Oscar M. de Rojas eonside ra que aun cuando los asuntos y los ideales revolucionarios estuviesen en las manos de uu grupo de patriotas entusiastas, no hubo en Cárdenas un verdadero Comité Revolucionario organizado.

El Dr. Francisco Domínguez Roldan asienta lo contrario: pero según nuestro modo de ver la discrepancia existe solamente en la aplicación más o menos ex-tricta de la palabra «Comité.»

En todas las esferas sociales de Cárdenas había elementos que secundaban los esfuerzos de los patriotas que dirigían los asuntos de la Revolución, y el citarlos sería exponerse a involuntarias omisiones o injusticias.

Cuando Máximo Gómez, y Maceo quisieron dar principio a la ardua labor de la invasión, sus fuerzas contaban también con un regular número de matanceros, llegados a Cuba en expediciones arriesgadas para reanudar la tarea que se habían impuesto cuando el grito de Ibarra.

La invasión de la Provincia de Matanzas empezó cruzando los insurrectos el río llanábana en un lugar denominado Ha-banilla, bajo el mando del mismo Maceo.

General Francisco Pérez, Gorouel en aquel entonces, desempeñó un papel muy importante en la sangrienta acción de Cayo Espino, días antes de la invasión.

Los españoles defendían enérgicamente los llanos de Colón para impedir a. los cubanos que los cruzaran cortando alguna de las líneas ferrocarrileras que salían de esa ciudad.

Máximo Gómez y Antonio Maceo pro curaban no dar a eouocer sus intenciones y ya parecían caer sobre Cárdenas, ya sobre Colón, ya evitar el combare. Mientras tanto los insurrectos lo quemaban todo.

Martínez Campos, con 1500 nombres, sa lió de Colón rumbo a Jovellanos para batirlos y se dividieron entonces en tres grupos las fuerzas cubanas para marchar so bre Coliseo.

Maceo y Gómez que accidentalmente habían perdido el contacto, pudieron volverse a reunir en la mañana oteí 23 de Diciembre de 1895, ignoro si casualmente o por la habilidad de los jefes, en las afueras de Coliseo.

Maceo atacó por la tarde: la batalla fué muy reñida, y aunque Martínez Cam pos pretendiera haberla gauado. si fué victoria la suya, fué victoria de Pirro.

Grandes fueron las fiérdidas de los españoles en Coliseo.

Después los insurrectos dirigiéronse hacia el Sur, continuando a destruir los campos de caña en los términos de Bolondrón, Sabanilla, Unión, Pedro Betancourt (entonces se llamaba Corral Falso) hasta llegar en territorio de Jagüey Grande.

Lacret Morlot por el Norte amenazaba Cárdenas.

Simulando por fin retirarle sobre las Villas se dirigieron los insurrectos rumbo a Calimete.

Era el alba del día 29 de Diciembre de 1895.

El General Miró Argcuter, entonces Jefe de E. M. de Maceo, en sus Crónicas, nos cuenta un episodio grandiosamente trágico de aquellos momentos.

Un Consejo de Guerra juzgaba a un soldado culpable de haber abusado de una mujer y lo condenaba a la última pena. Mientras, las tropas del Gobierno habían empezado a atacar el campo insurrecto, y los proyectiles llegaban en donde Máximo Gómez, Maceo, y otros miembros del Consejo cumplían con su triste deber de mantenedores de la disciplina militar.

Y el Consejo de Guerra, impávido llevó a cabo su tarea, y después cada uno tomó el lugar que le correspondía en el combate.

El Gen. Serafín Sánchez atacó con brío irresistible a los españoles que disponían de fuerzas superiores.

Varias fases tuvo la batalla, y de ambas partes hubo pérdidas importantes, pero los insurrectos no fueron copados.

Después del combate de Calimete, Máximo Gómez y Maceo dieron sus heridos al General Eduardo García para llevarlo* a Manjuarí. Allí formó su brigada Sur •» cuyo frente hizo toda la campaña.

A sus órdenes estaban el General Dan-tin. el teniente coronel Ortega apodado «Sanguily» y el Corouel Aguila.

El Coronel Roque (que poco más tarde fué ascendido a General de Brigada) hacía tiempo que se había incorporado con dos escuadrones.

En Cárdenas, por la propaganda de los Rojas, patriotas muy ardientes, aumentaban continuamente las fuerzas de Lacret Morlot.

Maceo, después de una rápida campaña por las provincias de la Habana y de Pinar del Río, volvió para la de Matanzas, v tuvieron entonces lugar las acciones de La Perla en las alturas de Limonar cerca del Ingenio Julia, en 25 de Febrero de 1896 y después las de Diana y de Río de Auras el 7 y S de Marzo respectivamente.

Los movimientos tácticos se sucedían rápidamente: Máximo Gómez el 8 de Marzo se unía otra vez a Maceo en las llanuras de Colón, y poco después el primero se dirigía hacia las Villas, y el segundo se encontraba de nuevo en Occidente.

Silverio Sánchez Figueras acompañó a Maceo en su campaña por la Habana hasta el trágico día de su muerte.

El Gen. Lacret Morlot poco después de que desembarcara la famosa expedición de Calixto García, era todavía Jefe del Distrito de Matanzas.

Por aquel entonces había desembarcado la expedición del Coronel Ricardo Trujillo en Camacho, por Varadero; y para impedir que de ella se apoderaran las tro pas españolas, el Gen. Lacret dio en 24 de Junio de 1896 el combate de La Josefa que fué bastante encarnizado: a inmediaciones del Ingenio Limones.

Algunos días después, el 3 de Julio se efectuó la batalla de Jicarita, una de las más importantes de la última guerra.

Las tropas españolas estaban mandadas por el Teniente Coronel Brualla y Gil.

Se cuenta que el General Lacret Morlot retó al Jefe español para que aceptara el combate en esos momentos cu que abundaban armas y parque en el campo insurrecto.

Tomaron parte en la batalla de Jicarita el General Eduardo García con su brigada Sur: el Gen. Roque, el Gen. Clemente Gómez, los Coroneles y Tentes. Coroneles y Comandantes Clemente Dantin. P. Vidal, R. M. Ortega (Sanguily), Guillermo Acevedo, Pío Domínguez, Reynoso, Oliva, José de la Torriente, Aguila, Arseno, dominicano, Alfredo Gould, E. A. del Junco, etc.

El General Manuel F. Alfonso tenía a su cargo la Sanidad.

Los españoles trataban de apoderarse de las municiones que las tropas cubanas traían en gran cantidad, y el Gen. Lacrei

Dato del Cor. Guillermo Schweyer y del Cor. Leandro de la Torriente. Morlot había dado instrucciones al Gene ral García para prevenir el ataque.

Así lo hizo el General García, y atendiendo sus acertadas disposiciones, el Co ronel D. Pío Domínguez rompió el fuego en avanzada en el camino de Cristina: el Teniente Coronel Ortega («Sanguily») y el Gen. Dantin en Chaviano cubrían el camino de Zapata a Bolondrón: las fuerzas de Sanabria cubrían el camino de Maya-rí (1) a El Ciervo: las del Gen. Roque y del Coronel del Junco en la puerta de Jicarita, el escuadrón del entonces comíin-dante Aguila, el Coronel Guillermo Acevedo, Ten. Coronel Arseno (que resultó gravemente herido) y la misma escolta de 40 hombres del Genera! Lacret Morlot, combatieron hasta la retirada de los españoles, bajo el mando del mismo General García.

El combate se generalizó a las 9 de la mañana y se sostuvo hasta la una y media, cuando a cubanos y españoles se habían agotado las municiones.

De los dos lados se recibió más parque y la batalla reanudóse hasta el obscurecer, cuando la columna española se guareció en Bolondrón.

Habitualmente el Gen. Eduardo García, eon Pedro Vidal y Clemente Dantin operaba por el Sur de la. Provincia de Matanzas; José Roque por el Norte, estando incorporado a las fuerzas de Maceo; Lacret Morlot, con Alfredo Gould (el Ingle-sito), Robau y R. M. Ortega, etc., operaba por el centro: el Gen. Clemente Gómez y Scverino Cepero habían recibido las fuerzas levantadas por J. D. Amieva: el tuerto Matos tenía a su cargo la vigilancia de la península de Zapata; y Silverio Sánchez, durante el tiempo en que Maceo había vuelto a la provincia de Matanzas operaba por Corral Falso.

El Gobierno español reclutaba guerrilleros entre los criminales de Limonar. ¿O Manjuarí?

Ortiz tenía como A’. Vresidente al Dr. Adolfo Lecuona, al Dr. Alberto Sehweyer romo Secretario y como Vocales a D. José Muñoz, D. Diego Mareliena, Antonio Zanetti, D. Antonio Blanco y algunos más.

Fué el último Comité creado por D. Tomás Estrada Palma eomo Delegado que ora de la Junta General Revolucionaria, en New York.

A fines de 1898 las Autoridades Americanas ofrecieron el Gobierno y lu Alcaldía de Matanzas a

varios distinguidos cubanos que no quisieron aceptarlas mientras no estuviese arriada la bandera española.

Por fin el Dr. Eduardo Díaz y el Dr. Alfredo Caruot aceptaron respectivamente los cargos de Gobernador y de Alcalde.

Largo sería euumerar a todos los matanceros que se han distinguido en la guerra última; nos limitamos a citar en el capítulo correspondiente los nombres más conocidos.

Sin embargo debemos advertir que muchos héroes olvidados y obscuros serían dignos de una mención especial, si nuestra obra tratara solamente la parte histórica en vez de estar dedicada principalmente a la evolución eultural de la Provincia.

Además es costumbre mencionar casi siempre a los (pie caen en el campo de batalla y no a los que a veces encuentran er esa vida azarosa y de privaciones la enfermedad que mina y destruye después su juventud o su existencia ¡Cuántos cubanos abandonaron entonces sus hogares y las comodidades, para irse a sufrir en la manigua desafiando la muerte, y en ella hallaron la enfermedad que los lleco al sepulcro sin obtener siquiera la satisfacción de morir como héroes, aunque fie hecho no lo hayan sido menos (pie los demás. Entre estos últimos podemos citar al doctor eu cirugía dental D. Jaime Recasens Garrido que encontró la muerte por enfermedad contraída en el servicio, según testimonio del eminente patriota Cor. Fernando Fi-gueredo. Como oficial cubano que era, a pesar de estar autorizado a regresar a la Habana debido a las malas condiciones de su salud, quiso esperar que olí patria fuese independiente para morir en el terruño.

Otros hubo que ayudaron la labor revolucionaria de otros modos no menos arriesgados (pie combatiendo en la manigua.

Nos referimos a los nombres ignorados de los Blanco. Arcneibia, Gregorio Real, etc., y de otros muchos, que corriendo continuos y positivos peligros trasladaban en sus boteeitos costeros pertrechos, medicina y víveres para ios insurrectos, o procuraban reunir municiones y armas con medios a cual más audaz c inteligente.

En Cárdenas una vez suspendidas las hostilidades se organizó una agrupación con el título de Junta Patriótica, presidí da por el Sr. Joaquín de Rojas, pidre del General Carlos M. de R. y de Alberto y Osear M. de Rojas.

La Junta tuvo por finalidad el sostenimiento y auxilio de las tropas libertado ras y el mantenimiento de las doctriñas de la Revolución en la Paz, y obraba de acuerdo eon los Jefes Militares, nombrando el personal de la Administración Civil.

Xota. Los lectores encontrarán en el Suplemento de esta obra una colección de Vistas que no se ha podido ya publicar en el texto, a pesar del interés que encierran.

PATRIOTAS

(APUNTES  PARA LA  HISTORIA  DE LA PROVINCIA  DE MATANZAS)

Aún considerando incompleto este elenco de patriotas, (matanceros por haber nacido en la provincia de Matanzas, o por adopción, habiendo en ella conspirado u operado) es indiscutible que muchos de los apuntes reunidos a fuer de paciencia y a veces de mortificaciones, podrán ser útiles al historiador que quiera dedicarse a escribir la historia de esta porción interesante del territorio nacional.

Hubiéramos podido acaso ampliar más estos datos, pero no siempre es posible tratar con patriotas como los Torriente, Alfonso, Betancourt, Olivera, Diago, ete. Otros hay que tal parece concedan con una entrevista una gracia suprema, olvidando muy seguido que si se tiene derecho de avaluar debidamente el tiempo propio, no se debe considerar elemento de ningún valor el tiempo ajeno.

Si supiesen los lectores el número de cartas escritas inútilmente, las citas olvidadas por los que las habían fijado, los pasos cien veces repetidos sin lograr el fin deseado, y hasta las palabras duras de los necios… 1

Así como está, constituye un esfuerza este Capítulo erizado de obstáculos y dt espinas!

Acevedo (Guillermo) y Acevedo (Pedro).—[Hermanos, naturales de Matanzas, el primero General y el segundo Coronel del E. L. Antes conspiraron por la libertad de Cuba y más tarde combatieron por ella en el Distrito de Matanzas. (Segunda guerra.)

Aguila (Rafael).—Coronel del E. L. hoy Alcalde de Colón. Combatió a las órdenes del Gral. Pedro E. Betancourt (Brigada Oeste) durante la segunda guerra y se distinguió siempre por su valor. Al terminar la guerra era Jefe de la Brigada de Colón.

Fué herido en la batalla de Jicaritas.

Alfonso (Manuel F.)—Médico y patriota distinguido. Nació en el Central «María» propiedad de sus padres, en 1868.. (Corral Falso, hoy Pedro Betancourt.)

Acudió al llamamiento de la patria eu 1895, uniéndose a las fuerzas insurrectas mandadas por Máximo Gómez y Maceo.

En 1896 fué Jefe de Sanidad Militar del 5o. Cuerpo de Ejército. Más tarde el General Gómez le permitió pasar al arma de Caballería con el mismo grado de Coronel de que estaba investido en la Sanidad.

En 1897 fué electo Representante a las Cámaras Revolucionarias de la Yaya (Ca-magüey), y cuando se disolvieron, volvió a prestar servicio en la manigua como Jefe de E. M. del General Lacret Morlot, cuando mandaba la brigada de la Trocha.

Comisionado por el Gobierno, salió al extranjero en un bote y trajo, de New York, una expedición al puerto de Bañes, con todo éxito, el 26 de Mayo de 1898.

Más tarde fué nombrado Sub-Inspeetor de las fuerzas del 6o. Cuerpo, dando siempre pruebas en todos los cargos que desempeñó de un valor sereno, y de un gran amor a la patria y a la causa cubana.

El Dr. Alfonso es todo un caballero, y no pertenece al grupo de patriotas usu reros que piden a la patria un tipo de interés muy elevado por los servicios prestados : lia cumplido c.on su deber y no hace alarde de ello.

Hoy es Inspector General de los Establecimientos Penales de la República.

Nos sentimos muy honrados con la amistad del distinguido Doctor Manuel F. Alfonso.

Alsina y Espinosa (Joaquín).—-Distinguido patriota matancero, fallecido recientemente (en 1919) en Costa Rica.

Era también un caballero correctísimo y dotado de buena cultura literaria.

Fué conspirador activo y dio a Cuba su eficaz cooperación y su dinero.

Desde cuando era estudiante el Sr. Alsina demostraba sus ideas netamente separatistas, lo que le acarreó enemistades a granel y la antipatía del elemento español voluntario.

En los Estados Unidos se puso al servicio de la Junta Revolucionaria Cubana, y de su peculio costeó muchos trabajos de propaganda revolucionaria, y una expedición que llegó a Cuba con todo éxito.

Nunca quiso recibir ni grados ni sueldo.

Después de la guerra fué Jefe de Despacho de la Cámara de Representantes, y más tarde ingresó en la carrera consular, cubriendo puestos elevados eu Mérida de Yucatán, en Madrid, en Barcelona, etc., hasta recibir el nombramiento de Encargado de Negocios de Cuba cir Costa Rica.

Alsina y Espinosa (Saúl).—Otro miembro de la distinguida familia Alsina que tanto amor ha demostrado a la patria.

El Sr. Saúl Alsina, coronel del E. L. nació en Matanzas en 24 de Febrero de 1868.

•Su labor de conspirador en las Logias matanceras «La Libertad», «Caballero? de la Luz», etc., y en el Círculo de la Ju ventud Liberal, fué siempre ardiente.

Hacía propaganda en el campo, reunía dinero, armas y municiones, y contribuía en fin activamente a la preparación de la revolución.

Después del 24 de Febrero de 1895, salió para los E. U. para no verse aprehendido, pero regresó a Cuba a mediados del mismo año con la expedición de los Ge-‘ nerales Roloff y Serafín Sánchez que desembarcó en Sancti Spíritus.

Se unieron entonces a Máximo Gómez combatiendo con las fuerzas del Generalísimo en Las Villas, Oriente y Camagüey.

Los principales combates de los muchos en que tomó parte el Coronel Alsina fueron : En las Villas:

Taguaseo, Río Hondo. Toma del fuerte de Pelayo, Los Pasitos, etc.. Combatió también con Maceo, en el Río Cauto, en el ataque a Sagua de Tána-mo, en la encarnizada acción de Camagüey «México»‘; en Arroyo Blanco con el Gen .José Miguel Gómez y en la toma de Guáymaro eon Calixto García.

A prineipio de su vida revolucionaria estuvo eon Roloff en calidad de Jefe de Despacho del 4o. Cuerpo de Ejército, y por el año de 1897, cuando el primero era Secretario de Guerra eu la manigua, el Coronel Saúl Alsina era Jefe de Despacho de la misma Secretaría.

Los cargos mencionados no eran nunca obstáeulo para que tuviesen a menudo que batirse eomo todos los demás insurrectos.

En la actualidad el Coronel Alsina es Contador de •la Aduan, y radica cu la Capital de Cuba.

Alio y Bermudez (Lorenzo).—Xaeió en 5 de Enero de 1805 en Matanzas, y falleció en 1854 en New York.

Abogado y orador notable, hombre muy culto, sincero abolicionista y patriota es .clareeido que conspiró por la libertad de su país.

En New York se publicaron algunos de sus trabajos sobre la esclavitud: allí ayudó a la preparación de las expediciones de Narciso López.

A Matanzas fué útil eon varios provectos a favor de la población.

Amieva (José Dolores).—Conspiró y combatió por la causa de Cuba en la se-yunda guerra. (Véase Cap. Matanzas y las luchas por la Independencia de Cuba).

Por un disgusto que tuvo eon el Genera1. Máximo Gómez, su obra no pudo ser tan eficaz eomo él hubiera deseado.

Alvarez (Felino).—Tte. Coronel del E. L.: muy valiente. En 1896 sustituyó en el mando a Clotilde García, después de ha ber sacado su cadáver bajo una lluvia de proyectiles enemigos.

Por el Sur de Matanzas lo sorprendió una guerrilla española cuando ya los ca-

ballos cansados, no podían dar paso. Alvarez y los suyos se apearon entonces y murieron casi todos combatiendo valerosamente.

En aquel entonces Alvarez había recibido la comisión de atravesar los llanos del centro de la Provincia acompañando a unos delegados que de las Villas se dirigían para la Habana a conferenciar eon Maceo.

Y ya no lograron verlo. El Caudillo ha bía muerto. En la finca Santa Rosa, (Contreras) fué en donde murió Alvarez. Alvarez y Cerice (Lucas).—¡Médico de Cárdenas.

En 1895 empezó con el Dr. Joaquín Ota-zo, el Dr. Ernesto Castro. F. Larue etc. ae ti va labor revolucionaria, hasta que denunciado al Gobierno, se sumó a las filas de la revolución, combatiendo por los ideales cubanos.

Argudín y Núñez de Villavicencio (Octavio).—Patriota de Cárdenas. Sustituyó por 1897, como Delegado de la Junta Revolucionaria de N Y. al Sr. Alberto de Rojas, durante el tiempo en que estuvo en la cárcel por su labor revolucionaria

Después se sumó a las filas de la Revolución y fué el último Teniente Gobernador de Cárdenas.

Arnao (Juan).—Sostenedor del ideal de independencia cubana, Juan Arnao ha sido uno de los valientes expedicionarios que acompañaron a Narciso López. En el movimiento de Yara figuró también, como Capitán, en el Batallón de Goieouría «Cazadores de Hatuey». (1869).

Siguió conspirando después de la paz fiel Zanjón, y emigrado a los Estados Unidos, publicó en New York su Historia Política de Cuba. (1877).

En esa obra trata de los movimientos revolucionarios de Narciso López. Manuel de la Cruz hizo de ella un juicio muy favorable. La de Juan Arnao fué la primera san gre cubana que se derramó por Cuba, habiendo resultado gravemente herido el c de Octubre de 1850, al intentar recoger armas escondidas por otros conspiradores.

Nació en Limonar (Matanzas) el 17 de Septiembre de 1812 y murió el 6 de Mar zo de 1901.

Calcagno dice que nació cu 1S17: otros aseguran que en 1807 y C. M. Trelles en 1S0S.

Juan Arnao fué también poeta y periodista distinguido.

En New York publicó un trabajo sobre historia política cubana, e hizo activa labor revolucionaria, regresando a Cuba, ya muy anciano, después de consumada la independencia que había sido el ideal de toda su vida.

Arnao (Ramón Ignacio). Nació en Limonar en 1819 y murió en 1887.

Escritor fogoso y satírico, polígloto y patriota ilustre. Tradujo al castellano varios importantes trabajos escritos en otros idiomas, y colaboró en buenas revistas y periódicos: El Siglo, La Revista Habanera, etc. El Correo Habanero publicó en 1863 sus Apuntes de Viaje considerados por Manuel de la Cruz como obra interesante.

Fué uno de los más tenaces conspiradores, habiendo tomado parte en la primera expedición de Narciso López.

Hecho prisionero, fué deportado a Ceuta en 1850, permaneciendo allá tres años. En 1S56 peleó en Nicaragua a las órdenes del Gen. Goieouría, relatando más tarde esa campaña.

Por fin, la revolución de 186S lo obligó a salir del país otra vez y lo eneontrames el año de 1872 en Nueva York dirigiendo el periódico político La Revolución de Cuba y en 1875 El Pueblo. Colaboró primero con Néstor Ponce de León en la redacción de La Revolución y siguí’ publicándola más tarde él solo con el nombre La Revolución de Cuba.

En 1879 escribía en la famosa Revista de Cuba de José Antonio Cortina.

Ramón Ignacio y Juan Arnao fueron dos muy hermosas figuras de la Historia de la Independencia Cubana, y los dos convencidos abolicionistas.

Bellido de Luna (Juan).—Citado por Calcagno como matancero y uno de los más tenaces conspiradores cubanos. Escoto asegura que era natural de Regla.

En 1S4S tuvo que emigrar a los E. U. y amnistiado en 1850 volvió a conspirar.

El año de 1869 cuando se preparaba a salir para unirse a las fuerzas insurrectas de Camagiicy fué detenido y remitido a España.

Allá vivió de sus trabajos periodísticos, hasta lograr ir a New York en donde continuó su vida de conspirador irreductible. En esa ciudad fundó el periódico La In dependencia en 1873 y lo dirigió.

En 1888 publicó «La Anexión de Cuba a los E. U.» en la que sostenía su tesis en contra la de Trujillo.

Betancourt (Luis Victoriano y Federi-eo).—Hermanos, hijos de D. José Victoriano, y patriotas distinguidos. (Véase Cap. Literatos, Poetas, ete.)

Betancourt (Pedro E.)—Mayor Genera! del E. L. natural de Ceiba Mocha (7 de Mayo de 1858).

Es una de las figuras más prominentes de la historia re\’olucionaria de Matanzas a la que está íntimamente ligado, tanto que en su honor una población de la provincia lleva su nombre. (Véase Capitule La Provincia de Matanzas y las luchas, etc.)

El General Betancourt es un patriota sincero cuya actuación ha sido muy útil a la patria y muy celebrada siempre.

Es médieo alópata de la Escuela de Medicina de Madrid y de Peusylvania.

Ejerció su profesión en Matanzas, durante 10 años, con magnífico éxito, habiendo sido también uno de los primeros conspiradores en su provincia natal.

Empezó sil carrera militar con el gra do de Teniente Coronel, alcanzando el de Mayor General por los servicios prestados en la última guerra de independencia. (Véase el Capítulo correspondiente.)

De 1899 a 1902 fué Gobernador de la Provincia (y ojala lo fuese otra vez) y en 1900 Miembro de la Constituyente.

Después de 1902 fué Senador por Matanzas.

Fué siempre Presidente del Centro rU-Vetcranos de Matanzas y es Miembro del Snprcmo Consejo Nacional de A’eteranos de Cuba.

Tomó participación en una infinidad de encuentros, grandes y pequeños: entre ellos eu la acción de la Magdalena (5 de Agosto de 1896) : en el combate del Purgatorio (3 de Diciembre de 1896); en el del Infierno (7 de Febrero de 1S97) y en el del Mogote (27 de Abril de 1898).

En la acción de la Magdalena fué gravemente herido el General Betancourt. y otras veces ligeramente.

Bien puede decirse que el General Be tancourt fué el alma de la revolución en la provincia de Matanzas. Varias vece.; las fuerzas que allí operaban estaban dispersas, y muy pocas en buenas condiciones de combate por carecer de elementos y de oficiales.

Martínez Campos había dado por pacificada la aludida provincia, y sin embargo el Gen. Betancourt, reducido a veces a una pequeña escolta, continuaba, siempre tenaz y animoso a reunir núcleos de combatientes acá y acullá, para caer im-

provisamente sobre alguna guerrilla enemiga, y empezar el día siguiente su difícil e ingrata labor revolucionaria.

La frase peculiar del Gen. Betancourt era «Mientras haya un sólo hombre que pueda combatir, seguirá viva la revolución en Matanzas»!

Con hombres de esta talla moral i cómo hubieran podido perecer los ideales de los patriotas cubanos?

Boissier (Carlos Alberto).—(1877-1897) Poeta y patriota matancero. Tomó participación en varias expediciones arriesgadas y falleeió en Pinar del Río de una fiebre contraída por servir a la causa de Cuba.

Bolaños (José Ma.)—Gral. del E. L. conocido bajo el apodo de Chema Bolaños.

Conspirador activo y valiente soldado, prestó grandes servicios a la causa cubana. Era natural de una finca agrícola en los límites de la Provincia de Matanzas y de la Habana. Varios miembros de la familia Bolaños se distinguieron como patriotas. Bravo y Sentiés (Miguel).—(n. 1834 en Cárdenas y murió en 1881). Médieo distinguido y ardiente patriota.

Tomó parte en la insurrección de Yara y fué deportado en 1869. Eu 1873 fué Secretario de Estado y el año siguiente Jefe de Sanidad.

Con el Dr. Henry Dumont, francés, colaboró en varios trabajos científicos.

Fué también muy entusiasta por la Instrucción Pública en su ciudad natal.

Escribió «Revolución Cubana», «Deportación a Fernando Póo», cuadro terrible que pinta con colores muy vivos los sufrimientos físicos y morales de los deportados.

Fué el primer patriota que ayudó con dinero la revolución de 1895 en Ja provincia de Matanzas. Prestó a la causa cubana muchos servicios aprontando fondos y dando también su obra personal en varias ocasiones.

Murió el año de 1901. en Enero a la •edad de 43 años.

Campuzano y Lamadrid (Pío D.) Patriota matancero, hijo del profesor de La Empresa que citamos entre los Beneméritos de la I. P. en Matanzas.

Pío D. Campuzano, orador fogoso y periodista, fué uno de los primeros conspiradores matanceros cuando se preparaba la segunda guerra por la independencia cubana.

Cardenal (Teodoro). Distinguido abogado matancero, hoy radicado en la ciudad de la Habana.

Nació en la ciudad de los dos Ríos en 1865. Emigrado durante la última guerra por la independencia de Cuba, trabajó activamente por ella en el Comité Cubano de París (1896-1898) con los Dres. Betan-ces, J. B. Puyans, Domingo Figarola Caneda, Dr. Gróso, Dr. Ezequiel García En-señat, Ventura, señoritas Barbarrosa, Nicolás (Colín) de Cárdenas etc., etc.

Carnot (Alfredo) Senador por Matan zas y patriota. Es Doctor en Cirugía Dental.

Conspiró por la libertad de Cuba cuan-de la primera guerra, siendo muy joven, y en los años anteriores a la segunda.

(Véase Capítulo: «Matanzas y las luchas etc.)

Cartaya (Elíseo).—Nació por el año de 1858 en Matanzas.

Prestó buenos servicios a la causa de Cuba organizando y acompañando expediciones para surtir de armas, parque y víveres a los revolucionarios. lia sido ayudante del Gen. Emilio Núñez y acabó la guerra con el grado de Comandante del E. L. Vino por último a Cuba con el Ejército expedicionario de los Estados Unidos en 1898.

Casanova de Villa verde (Emilia).—Culta y entusiasta patriota de Cárdenas, esposa del novelista D. Cirilo Villavcrdc.

Hizo mucho por la causa de su patria y combatió siempre al Gobierno Español con varonil entereza.

Tuvo que emigrar a los Estados Unidos por sus ideas revolucionarias, y allá fue muy útil a los refugiados cubanos, comprometidos en los movimientos insurreccionales de Agüero y de López.

A fines del año 1869 escribió a Garibal-di con motivo de la insurrección de C. M. de Céspedes, y en 31 de Enero de 1870, el famoso general italiano, de su isla solitaria. Caprera, dirigía a la patriota cubana la carta siguiente:

Mi querida Señora:

«Con toda mi alma he estado con Uds. «desde el principio de su gloriosa revolución.

«No es sólo España quien pelea por libertad en casa y quiere esclavizar a los «demás pueblos fuera. Pero yo estaré to»da la vida con los oprimidos, sean reyes «o naciones los opresores.

«De Ud. afectísimo

G. Caribaldi.

La patriota Emilia Casanova nació en 18 de Enero de 1832. No pude encontrar el dato exacto de su fallecimiento.

Castro y Lajonchére (Ernesto).—Abogado y patriota de Cárdenas. Fué de los primeros conspiradores que en 1895 trabajaron por los ideales cubanos en esa «dudad. Denunciado a las autoridades españolas, el Sr. Castro se ineorporó inmediatamente a las filas insurrectas, hasta que enfermedades contraídas en la campaña, le obligaron a marcharse a los E. 1′. en busca de alivio.

Casuso y Roque (Gabriel).—Médico y patriota (Véase su Biografía en el Capítulo dedicado a la Ciencia).

Dantin (Clemente).—Valiente General del E. L. que combatió en territorio de la Provincia de Matanzas a Iris órdenes del General Pedro E. Betancourt y del (ien. Eduardo García. (2a. guerra).

Se levantó en Mayo de 1895.

Era un mestizo de clase humilde, cuyo verdadero apellido era Valdés.

Era natural de Candelaria.

Delgado (Joaquín María). Nació en Matanzas por el año 1822 y murió en 1888 en Alemania (Aquisgrana).

Distinguido patriota que hizo mucho por la causa de Cuba, sufriendo la deportación a España.

Delgado costeó la impresión de la Historia de Cuba de su amigo Pedro J. Guiteras.

El Gobierno Español lo condenó a muerte por el decidido apoyo prestado por él a la organización de expediciones, compra de armas, etc., pero Delgado permaneció en los E. U. hasta la época de la enfermedad que lo llevó al sepulcro.

(Citas de M. Trelles Pro Patria página 34.)

Delgado (Ricardo).—Sobrino del anterior, ingeniero.

Naeió en Matanzas el 6 de Enero de 1867 y murió en Diciembre de 1897 combatiendo contra fuerzas españolas que lo sorprendieron ya herido.

Combatió a las órdenes de Maceo, distinguiéndose siempre por su heroico va-

lor y realizando muy atrevidas hazañas.

Cita de C. M. Trelles Pro Patria página 34.

Diago y de Cárdenas (Fernando).— Coronel del E. L.: pertenece a una familia distinguida de la Habana.

Interrumpió su carrera de derecho para lanzarse a la revolución, incorporándose en Noviembre de 1895 a las fuerzas del Gen. Serafín Sánchez en la Provincia de Santa Clara, con las que lomó parte en varios combates.

Más tarde, cuando el General Máximo Gómez dispuso que los varios elementos de las fuerzas cubanas pasaran a Occidente o a Oriente según fueran naturales de ésta o aquella parte de la Isla, el Sr. Diago había decidido marcharse para la Habana para unirse a las fuerzas del General José M. Aguirre.

Pero, a su paso por la Prov. de Matanzas, por Abril de 1896, encontró al General Pedro E. Betancourt en los días en que se libraba un combate.

Betaueourt le propuso se quedara como Primer Ayudante y Diago aceptó, operando entonces en la Provincia de Matanzas hasta el término de la campaña. Fué también Jefe de Estado Mayor interino del Gen. Betancourt hasta la llegada del Dr. Rossell Malpica, a quien ese puesto había sido prometido con anterioridad.

Después de la muerte de Rosell-Malpi-ca el Coronel Diago lo sustituyó como titular en la Jefatura de E. M. hasta el fin de la guerra, asistiendo a todos los combates, entre ellos el del Purgatorio que fué muy importante para el resultado definitivo de la campaña de Matanzas.

El Coronel Diago ganó todos sus ascensos en riguroso escalafóu por acciones de guerra, demostrando siempre intrepidez y habilidad no comunes.

LAMINA XXXIV

Domenech y Gener (Gerardo M.)—Uua de las figuras más hermosas de la historia de la independencia cubana! Nació eu Jovellauos el 27 de Mayo de 1S67, de una familia ilustre de patriotas y de héroes, que no pudo darle la instruecióu que su inteligencia requería, debido al malestar económico producido eu todas las clases sociales por los acontecimientos políticos.

Empezó a conspirar en Cayo Hueso, y después en Matanzas en donde el uombre de Gerardo Domenech está unido con los de los primeros conspiradores.

Prestó grandes servicios a ia causa eu-baua, desempeñando comisiones arriesgadas conduciendo armas, documentos importantes, víveres, dinero, etc.. de un lado a otro de la provincia, y dando siempre prueba de uu valor noble» y sereno. En la noche del 23 al 24 de Febrero de 1895 se fué, solo, a recoger en la Estación de Bcnavides una cantidad de armas y municiones, lleváudolas hasta el lugar Ó2 la cita.

En 1895 desempeñó una misión delicada en New York, con la Delegación Cubana, y al querer dejar los E. TJ., lo intentó tres veees inútilmente, lográndolo solamente en la cuarta vez. Vino con la expedición que desembarcó en Nuevitas el día 19 de Marzo de 1S96, incorporándose eu seguida con las fuerzas revolucionarias del Gen. Rodríguez (Mayia).

Eran solamente 8 hombres, que tenían grandes dificultades que veneei para desembarcar las armas y pertrechos que iraíau. Domenech, verdadero atleta, desembarcó eon un cañón, a cuestas, llevándolo de la playa hasta la selva.

Fué después Ayudante del General D. Francisco Carrillo, pero al necesitar Mayia formar una columua volante, Gerardo quiso ser de ella, mandando un batallóu de infantería.

Fué herido eu Mabugina, finalizando el 1896, y combatiendo con fuerzas superiores en número. La bala entró por el pecho y salió por la médula de la columna vertebral, quedando herido de gra vedad y con parálisis en las piernas.

Así, tendido siempre y casi inmóvil, con 12 hombres que él dirigía, y que lo transportaban por la manigua, eu una camilla improvisada, el heroico Domenech soportó toda la campaña de «Weyler, careciendo de medicinas, y a veces de agua, de alimentos y de morfina, para calmar sus atroces sufrimientos. Aquel puñado de valientes lo arrastraba por veredas y breñales, esquivando la persecución continua entre bejucos y espinas, hasta llevarlo a lugar seguro.

Pasó después a curarse en el extrauje-ro, pero la herida y los sufrimientos habían convertido al atleta en un anciano encanecido prematuramente.

Fué en Febrero de 1S9S que una noble cubana, la Srta. Ana Mercedes Gener, cuyo amor por Domenech se había acrecentado admirando sus virtudes de patriota y de soldado, se casó con el inválido para convertirse en devota enfermera durante 1S años.

El Comandante Domenech falleció el día 30 de Noviembre de 1916. José Martí, el General Carrillo, Flor Crombet, José María Rodríguez (Mayia), José Franeiseo Lamadriz y muchos otros patriotas ilustres, tuvieron por Domenech particular aprecio, según pude ver por numerosas cartas que su señora viuda conserva eomo valiosas reliquias.

De uua carta del Comandante Domenech a su primo Juan Guiteras, fechada del 14 de Nov. de 1897, extractamos algunos párrafos que pueden dar una idea de cuánto sufrió el heroico patriota después de su atroz herida.

«Con el alma  más adolorida que mi cuerpo ulcerado y paralítico, lastimado «por decepciones y tristezas que me han «atormentado por largo tiempo, pero «siempre resignado a morir en mi puesto «por mi honor y por la patria, huyendo «de monte en monte en hamacas de cás-«cara de majagua, sin medicinas ni ali-«mentos, comiendo caballo asado y jutía «sin sal, hambriento a veces, con agudísi-«mos dolores… Así me he sostenido un «año, ocho días, de cruentos martirios. Fui «atravesado por el pecho por una bala «que me interesó la médula espinal, el 2 «de Noviembre del próximo pasado año. «Caí con mi remington en la mano y en «la línea de fuego…

Ingeniero Emilio Domínguez.

Domínguez (Emilio).—Ingeniero civil, natural de Matanzas, y distinguido patriota.

Naeió el día 9 de Enero de 1839 y falleció el 7 de Noviembre de 1913.

Empezó a conspirar desde la primera guerra y tomó parte en la expedición del Lilian que fracasó en 1869, embarrancando en un cayo.

Dos años antes que estallara la segunda guerra conspiró nuevamente (1) con los Domenech, Pedro E. Betancourt, P. Moi-nelo, Tomás F. López, Pedro Duarte, Juan Gualberto Gómez, etc. Se reunían en la calle de Daoiz, en la casa mareada con el número 57. El ingeniero Domínguez fué uno de los Delegados nombrados por Martí en la Provincia de Matanzas.

Salió para Filadelfia en 1895 regresando a Cuba el mes de Marzo de 1896 con ia expedición de Calixto García.

Apresado en Agosto de 1897, fué encerrado en el Castillo de San Severino, en donde sufrió también varios días de durísimo encierro en un calabozo, su digna esposa, la señora Pilar González.

El Sr. Domínguez ha sido un patriota muy firme en sus convicciones y muy honrado en todos sus actos político-revolucionarios.

Domínguez Roldan (Francisco).—El ac-í jal Secretario de Instrucción Pública no es solamente un eminente radiólogo sino un patriota distinguido cuya actuación en la última guerra por la Independencia de Cuba merece señalarse.

Nació en la Habana en 1864 el día 15 de Febrero. Entró en la Revolución en Febrero de 1S96 por Cárdenas, y reunido a la Junta Revolucionaria local salió de esa ciudad llevando una documentación importante. Acampóse en Recreo, y después fué a visitar al General Gómez, herido, incorporándose a sus fuerzas.

Poco permaneció a su lado, habiendo sele confiado el encargo de organizar fuer-

Véase Capítulo: Matanzas y las Lucha* por la Independencia.

El Dr. Domínguez Roldan recibió al Corresponsal del The Journal, de X. Y. Mr. G. Frintz a quien incorporó eon las fuerzas del Gen. Gómez.

El periodista norte-americano escribió después esa serie de artículos interesan íes que formaron la obra En marcha con Gómez.

Nombrado Gobernador de Occidente ‘Pinar del Río, Habana y Matanzas) prestó grandes servicios organizando hospitales de campaña y prefecturas, nombrando Jos Tenientes Gobernadores de Distrito, y curando al mismo tiempo a los heridos.

Estableció el Hospital principal cerca de Ceiba Mocha en un monte llamado La Cámara.

Su organización no llegó hasta la provincia de Pinar del Río, debido a ulte riores disposiciones  del  Gobierno insurrecto.

El Coronel Domínguez Roldan operó primero con el Gen. Carlos M. Rojas, con quien estuvo en Ojo de Agua en el Valle de Guamacaro, y en el ingenio Julia. Des pues con Lacret Morlot mucho tiempo, contribuyendo a sacar varias expediciones, la de Trujillo y la de Collazo que equivocadamente había desembarcado en Varadero en vez que en La Cámara provocando así el ataque de las tropas españolas que guarnecían ese lugar.

Por último operó con el Gen. Betancourt quien se complace muchísimo recordando la labor del Cor. Domínguez Roldan y ayudó al Coronel Enrique Armando del Junco y al General Clemente Gómez curándoles también sus heridos.

Cuando al General Mario G. Menocal se confirió el nombramiento de Jefe del 5o. Cuerpo, el Coronel Domínguez Roldan lo recibió acompañándolo hasta el ingenio Averhoff.

Domínguez   (Pío). Teniente Coronel del E. L. que operó en territorio de la provincia de Matanzas, asistiendo a encuentros muy importantes, entre ellos a la famosa acción de Jicarita.

Duarte (Pedro).—Natural de Matanzas (29 de Junio de 1S55).

Fué uno de los conspiradores más convencidos, y persiguió’ sólo el ideal de la patria independiente. Tomó parte en la organización de la expedición del Virginiu cuya tripulación fué hecha prisionera y fusilada en gran parte en Santiago de Cuba el año de 1S73.

Desde entonces sirvió siempre con igual amor la causa de Cuba, y fué uno de los primeros conspiradores en Matanzas (a. 1892). (Véase el Capítulo «Matanzas y las luchas por la independencia de Cuba.»)

En 1895, al estallar la guerra, Martí lo mandó a Tampa en donde fué nombrado Presidente del Consejo del Partido Revolucionario Cubano, hasta que terminó la guerra.

Hoy el Sr. Duarte vive modestamente en la Habana, tan desinteresado como en aquellos años en que servía a la patria.

Escobar (Loreto).—Icfc de la Escolta del General Pedro E. Betancourt en la úl-TÍma guerra por Cuba Libre.

Mandó también por algún tiempo el Regimiento Betances y a su muerte le sustituyó en el mando el Coronel Guillermo Sehweyer y Hernández.

Citamos su nombre en este Capítulo por su extraordinario valor.

Murió combatiendo heroicamente.

Estrampes (Francisco).—Nació en Matanzas el 4 de Diciembre de 1827 según la partida de bautismo descubierta por J. A. Escoto. (1) Su padre era francés. En el acta de bautismo no se menciona la D’ que hoy usan sus descendientes al escribir el apellido.

Conspirador indomable, organizó en 1852 la intentona llamada de la Vuelta Abajo, V en 1854 desembarcó en Baracoa con tres compañeros para provocar un levantamiento. Delatado, fué aprehendido y murió valientemente en el vil garrote el 31 de Marzo de 1855.

Francisco Estrampes era hombre culto t se había educado en Francia y en la Habana.

Fiol (Mateo T.)—Nació en 9 de Diciembre de 1861 en la Habana, pero pasando casi toda su vida en Matanzas, de cuyo Instituto de Segunda Enseñanza fué Catedrático de 1882 a 1895; después, y por oposición, de 1901 hasta la época actual…

Prestó grandes servicios a la causa de la libertad cubana, actuando casi siempre con los patriotas de Matanzas. (Véase Capítulo: «Matanzas y las luchas por etc.)

En 1891 fundó una asociación secreta para preparar el movimiento revoluciona-lío separatista: fué la que en 1893 recibió al emisario de Martí, Cor. G. Castellanos.

Desembarcó en Oriente con el General Calixto García (a. 1896) del que fué Secretario, pero después de siete meses, su salud quebrantada lo obligó a abandonar el teatro de la guerra, marchándose para el extranjero.

De 1893 a 1895 fundó y dirigió varios periódicos políticos de propaganda revolucionaria : «El Autonomista’:; «Libertad»; «El Sol»; «La Bandera.»

Escribió también algunas obras de filosofía y otras de instrucción moral y cívica, y en 10 de Junio de 1906, se puso en escena un drama de Mateo Fiol, titulado «La Redención del Obrero» en el que interpretó el papel del protagonista él Comandante Enrique Recio, Gobernador electo de Camagüey.

Mateo I. Fiol es doctor en leyes y en Filosofía y Letras.

Fortún y Govin (Luis).—Nació en 6 de Agosto de 1860 en la ciudad de Matanzas, y falleció el 21 de Mayo de 1914.

Patriota distinguido, llevó a cabo una labor revolucionaria digna del mayor encomio, que le valió el destierro en México.

Permaneció en Yucatán hasta la conclusión de la guerra, y también allá el Dr. Fortún nunca escatimó su ayuda pecuniaria y personal a los proscriptos cubano.

A su regreso, el Gobierno Interventor 1.») nombró Magistrado de la Audiencia en Matanzas, habiendo, antes, formado I «arte de la Junta Patriótica presidida por el Dr. Julio Ortiz Coffigny.

En 1899 fué nombrado Presidente del Partido Republicano Federal, y en ocasión de las elecciones generales la Asamblea Nacional lo nombró Senador con los Sres. Generales Betancourt, Sanguily, y Méndez Capote; cargo que volvió a ocupar de 1908 a 1913.

García (Clotilde). Coronel del E. L.. de origen humilde, y muy intrépido. Combatió en la última guerra a las órdenes del General Lacret Morlot, operando en la Provincia de Matanzas. Murió combatiendo valerosamente en 1896.

Encontrando una guerrilla española que había matado a su hermano, Clotilde García la atacó al machete con su brío irresistible, persiguiéndola hasta dentro del pueblo de S. José de los Ramos, en donde cayó.

Felino Alvarez, no menos valiente, sacó su cadáver y lo sustituyó en el mando de ese bizarro regimiento que llevó después el nombre de su primer jefe, el heroico Clotilde García.

Lacret Morlot acostumbraba apodar García «el ideal para vanguardia.»

García (Eduardo).—General de División del E. L. natural de S. Cristóbal de !os Pinos, en 1863 (Provincia de Piuar del Río.)

Hijo de un conspirador y revolucionario muy atrevido (el padre del Gen. García fué compañero de Narciso López en 1850) y emparentado con el famoso Padre Doval, nuestro biografiado prestó eminentes servicios a la causa de la. libertad cubana.

Se radicó en 1881 en la provincia de Matanzas y empezó a conspirar por Alacranes, desde el año de 1892 en activa correspondencia con el Cor. Julio Sanguily y con el Dr. Alfredo Hernández, hoy Ma gistrado.

El Sr. Hernández vivía en el ingenio «‘El Carmen» en Sabanilla, en donde se reunían el mismo D. Julio Sanguily y otros revolucionarios para sus planes de conspiración, que no siempre estaban en estrecha relación con los de los conspiradores de Matanzas.

El Gen. García combatió valientemen te en toda la segunda guerra de la independencia cubana, tomando parte en las acciones de Coliseo, Triunfana (Calimete) Jicarita, en la toma de Cabezas, de Bolón drón, etc.

Una vez lograda la emancipación de su país, el General Eduardo García se dedicó a los uegoeios agrícolas.

García Menocal y Deop (Mario).—El Hon. Sr. Presidente de la República per tenece también a la

heroica falange matancera, habiendo nacido en el Ingenio Australia (Térmiuo de Jagüey Grande) el 17 de Diciembre de 1866.

Sus padres fueron el Sr. Gabriel García Menocal y Menocal y la Sra. Narcisa Deop y Menocal.

El Sr. General Mario G. Menocal cursó en los Estados Unidos los estudios preparatorios, ingresando el año de 1884 en la

Universidad de Cornell, de la que salió en 1888 con el título de Ingeniero.

Tan pronto como terminó sus estudios, fué nombrado Miembro de la Comisión Técnica para el estudio del Canal de Nicaragua, de la que era Jefe el notable ingeniero Aniceto Menocal, tío suyo, a quien mencionamos en el Capítulo La Evolución de la Ciencia.

Regresó a Cuba por el año de 1892, y cuando estalló la Revolución de 1895, el Sr. Gral. Mario G. Menocal se encontraba trabajando en su carrera.

Ese mismo año, el día 5 de Junio, se incorporó como simple soldado a las fuerzas del Generalísimo Máximo Gómez, pero sus notables dotes militares y sus conocimientos técnicos le merecieron rápidos ascensos, tanto que en Septiembre de 1895 al constituirse el Gobierno Revolucionario presidido por el Marqués de Santa Lucía, obtuvo el grado de Teniente Coronel del E. L. y el nombramiento de Subsecretario interino de la Guerra.

Máximo Gómez, Calixto García, Antonio Maceo, Alejandro Rodríguez, todos los jefes en fin que pudieron conocer y apreciar sus brillantes cualidades de militar sereno, prudente y valiente cuando se presentaba la oportunidad de serlo, tuvieron alabanzas para nuestro biografiado.

El General Mario G. Menocal prestó eminentes servicios en la organización de las fuerzas con que Camagüey contribuyó al atrevido plan de la invasión, y más tarde, en 1896, el Gen. Calixto García lo nombró su Jefe de Estado Mayor en la campaña de Oriente.

Tuvo por tanto a su cargo una parte importantísima en el ataque y en la toma de Guaímaro, en las acciones de Hierba de Guinea, La Piedra, Aguada, Casco-rro, Guamo, Loma de Hierro y en otras muchas.

Algunas, como el ataque a Guamo, al fuerte de la Loma de Hierro, etc., fueron dirigidas persona luiente por el mismo señor Gral. Mario O. Menocal.

En Agosto de 1897, después de haber combatido en Jiguaní, Moscones, Caña don de Sama y en otras acciones, se distinguió mucho en el ataque a Victoria de las Tunas en donde salió herido.

Su capacidad militar y su valor lo elevaron pronto hasta el grado de General de División.

Sin embargo por haber logrado atravesar esa extensa zona llena de enemigos, casi sin pérdidas de hombres, el Gobierno Cubano le otorgó el grado de Mayor General eon el que concluyó su arriesgada y al mismo tiempo afortunada vida de insurrecto.

El prestigio conquistado en los campos de batalla al redimir a su patria, fué poderosísimo ‘ factor para que el pueblo

General Mario G. Menocal. General Calixto García. Coronel Francisco Domínguez Roldan.

bró Jefe del so. Cuerpo (que comprendía Jas provincias de la Habana y de Matanzas), disponiendo que pasara a Occidente.

Para efectuar esta operación y pasar la trocha de Júcaro, el General tuvo que vencer serias dificultades, pero la guerra ya se acercaba a su fin, y ya ni tuvo oportunidad de operar en la Provincia de Matanzas.

Los hermanos del General Mario G. Menocal, señores:

Gustavo García Menocal, Teniente Coronel del E. L.

LA MINA XXXV

D. Joaquín de Rojas V Cachurro Benigno Cener y Junco Justo Gener y Junco

Pablo García Menocal, Coronel del E. L. Tomás C. García Menocal, Corouel del E. L., combatieron casi siempre a sus órdenes sin desmentir jamás su abolengo de patriotas.

Gener y Junco (Justo). Hermano del anterior. Se le considera matancero, aunque na-«ido en New York en 6 de Julio de 1830 deludo al cambio casual de domicilio de la familia Gener. Falleeió en Matanzas eu 29 de Diciembre de 1913.

También Justo Gener fué ún gran patriota y ayudó constantemente a su hermano Benigno en sus trabajos revolucionarios por la libertad de Cuba, sufriendo como toda la familia Gener, muchas persecuciones por su acendrado amor a la patria.

En 1895, al estallar el movimiento de Ibarra, Justo Gener fué aprehendido.

Con su hermano Plácido (n en 31 de Enero de 1829 y fallecido en 24 de Enero de 1S90) viajó mucho en su juventud, permaneciendo algún tiempo en Italia.

Allá los hermanos Gener conocieron a Garibaldi, a Mazzini y a otros conspiradores, llegando hasta ayudar la causa de la Unidad Italiana con la llevada de documentos comprometedores de Genova a Ñapóles!

Justo y Plácido Gener, ingenieros los dos, escribieron trabajos sobre motores de vapor.

Gener y Junco (Benigno).—Naeió el 8 de Julio de 1819 en Matanzas, y falleeió el 12 de Diciembre de 1890.

Cubano ilustre cuya vida, fortuna y talento estuvieron dedicados a la patria y al ideal de su emancipación.

El despotismo de Fernando VII había obligado al padre D. Tomás Gener a refugiarse en los Estados

Unidos. Por consecuencia. Benigno Gener principió en New York sus estudios universitarios, terminándolos en la Habana a la muerte del padre. Sin embargo no quiso recibirse de abogado a pesar de haber cursado todos los años de estudio que la ley le exigía para presentarse a los exámenes, para no jurar fidelidad al Gobierno de España.

Cuando la conspiración de 1844 Benigno Gener quiso salvar a Plácido, (1) dandolé aviso en tiempo para que huyera, pero no quiso el poeta, convencido que no existiesen eargos suficientes para ser condenado a muerte.

Durante los trabajos revolucionarios de Narciso López, estuvo siempre en relación eon los conspiradores, siendo por ese motivo reducido a prisión, y pueslo más tarde en libertad por D. José de lk Concha. También resultó complicado en la conspiración de R. Pintó y deportado por dos años a Cádiz.

Conspiró otra vez en 1868, y a principio de ese año, los voluntarios españoles, que le consideraban muy poco adicto a la causa de España, tirotearon su casa, con grave riesgo para él y su familia.

En otra ocasión, aprehendido en la Habana, rehusó la libertad que le concedía el Rey, porque no se libertaba también a sius compañeros, acusados igualmente de conspirar.

Cuando fué aprehendido su hijo Tomás, Benigno Gener se marchó para Cádiz, que dándose después en Ceuta por algún tiempo con la familia.

Tuvo la desgracia de perder a su hija Rosa, en España. Fué cuando su hijo To-utáfl se retiró de la revolución para no abandonar ya a sus padres agobiados por el dolor.

Regresó a Matanzas en 1882.

Tanto sufrió Benigno Gener ya por sus penas íntimas ya por las de la patria, que murió como un mártir, pareciéndole todavía no haber cumplido con su deber.

Era un alma noble, buena y caritativa: todos querían a Benigno Gener.

Escribió trabajos de Agricultura, que se publicaron en los Anales de Fomento, y fué el primer Vice-Presidente de la Jimia Jurisdiccional de Agricultura, Indus-iria y Comercio.

Creó con Domingo Del Monte la primera Biblioteca de Matanzas.

Era hombre culto y conocía bien los idiomas francés e inglés.

Gómez y Díaz (Clemente).—El general Clemente Gómez es una de las figuras más puras de la historia de la independencia cubana.

Nació en Pedro Betancourt el 7 de Febrero de 1867 y falleció el día 4 de Diciembre de 1917.

Se levantó en armas el 24 de Diciembre de 1895 en la finca La Sirena, en Jagüey Grande y empezó su carrera militar con el grado de subteniente, alcanzando por fin el de General de Brigada del Ejército Libertador, y cubriendo más tarde el de Teniente Coronel en el Ejército Nacional. Dio pruebas de su bravura en las acciones de Jicarita, de Madamita, de Carnario-ca, de Río del Aura, etc., combatiendo a las órdenes de «Mayia». de Maceo y de otros Jefes no menos distinguidos, hasta que en 27 de Julio de 1897 se hizo cargo de la Brigada Norte No. 4, de Matanzas.

El General Clemente Gómez fué el primer Alcalde cubano de Jovellanos, en cuyo puesto perduró varios años hasta que Máximo Gómez lo llamó para ocupar el puesto de Comandante Alistador de la Guardia Rural.

El General C. Gómez merece una nota especial por su honradez acrisolada y su desprendimiento. La revolución no fué para él el peldaño para alcanzar la fortuna.

El Presidente honrado por excelencia, D. Tomás Estrada Palma reconoció con un telegrama (1906) la honradez de éste modesto pero muy digno, servidor de la causa cubana.

Gómez y Ferrer (Juan Gualberto).— (Véase su Biografía en el Capítulo «Literatos, Políticos, etc.»)

Fué Delegado de Martí en la provincia de Matanzas el año de 1895 y más tar«ie Delegado del Partido Revolucionario Cu baño en toda la isla.

Tuvo una participación muy importante en la Independencia de Cuba.

En la Cabecera del Término de Sabanilla, me aseguraron que aún cuando Don Juan Gualberto figure como natural de Santa Ana por haber sido bautizado en esa Iglesia, naeió efectiva mente en el Ingenio Vellocino que pertenece a la primera fie las eitadas poblaciones.

González y Torres (Plutarco)N. cu 1822 en Corral Nuevo (Matanzas) y murió en 22 de Octubre de 1898. Muchos fueron sus ‘trabajos revolucionarios: en las conspiraciones de N. López, J. Agüero y de Isidoro Armenteros, viéndose obligado a refugiarse en los E. U. Volvió a Cuba en 1858 y euaudo estalló el movimiento de Yara regresó a los E. U. en donde fué muy útil a la causa de Cuba eomo miembro de la Junta Revolucionaria en N. York durante la guerra de los diez años.

Sobre el caso del vapor Virginius escribió un vibrante artículo en el que transcribió otro del Transatlantic Magazine, de Londres: el artículo en cuestión, publicado por The New York Herald, fué atribuido a Plutarco González por Vidal Morales. Escribió también trabajos en inglés para la

Enciclopedia Británica.

Su hijo Rafael murió por la causa cubana.

González (Tomás).—Conspirador que en 1825 firmó en México el Manifiesto de la Junta Cubana por la libertad de Cuba. Se supone sea el mismo citado por Vidal Morales por haberse dirigido con otros cubanos a Colombia para solicitar la ayuda de Bolívar. (1823).

González y Rnfin (Ambrosio José).— Nació en 1S18 eu Matanzas y murió en New York en 1893. Era hijo del educador del mismo nombre y apellido y padre del actual Ministro de los E. U. en Cuba. Conspiró mucho por la libertad de Cuba, y con Narciso López, Cirilo Villaverde, Juan Manuel Maeias, ete., formó parte de la primera Junta Cubana en N. Y. en 1849. Trabajó con gran empeño en la expedición de N. López en 1850 y fué herido. Trelles diee que fué el primer cubano herido en combate con tropas españolas. (Pro Patria p. 31). El Gobierno lo condenó a muerte en rebeldía, y González ya se quedó en los E. U. en donde formó familia, tomando parte eomo Coronel en la Guerra de Secesión. (Part del Sur.)

Gould (Alfredo).—»El Inglesito». Valiente Coronel del E. L. nacido cerca de La Unión de padre norte-amerieano. Combatió a las órdenes del Gen. J.Lacret Morlot operando en el Distritc de Matanzas.

Fué herido en varias acciones.

Hombre de valor legendario, ofrendó su vida a la libertad de Cuba en San’ Nicolás a inmediaciones del ingenio del Jobo.

Murió heroicamente.

Guiteras y Gener (José Ramón).—Joven patriota hijo de D. Antonio Guiteras: Murió fusilado en 12 de Junio de 1870 por haber tomado parte activa en dos expediciones para combatir en Cuba, y a pesar de su juventud (17 años) demostró ser un héroe. (Véase Cap.: Matanzas y las luchas por la Independencia Cubana).

Guiteras (Juan).—(Véase su biografía en el Capítulo Matanzas y la Ciencia).

Buen patriota así eomo eminente hombre de ciencia. Escribió The United States and Cuba sobre la intervención de los E. U. en las Colonias Hispano-Ameriea-nas.

Tradujo al inglés la obra de Gonzalo de Quesada Free Cuba. En todas las ocasiones demostró siempre su amor a Cuba y a la causa de su independencia laborando por ella.

Tomó parte activa en la campaña de Santiago de Cuba, como Comandante Médico Militar del Ejército norte-americano mandado por el Gen. Shafter.

Hernández Madruga (Manuel).—Conspirador en 1823. Fué uno de los Diputados Cubanos que firmaron en México el Manifiesto de la Junta por la Libertad de Cuba en 1825. Como José Teurbe Tolón fué condenado a muerte en rebeldía por estar complicado en la conspiración del Aguila Negra (1831).

Acogióse al indulto en 1832 falleciendo en Matanzas poco después.

(Cita de Trelles—Pro Patria—p. 29). Hernández (José Elias).—JEx-alcalde de Matanzas, complicado en la Conspiración de Narciso López.

Falleeió en Nassau en 1STS. (Véase Capítulo Filántropos). Hernández (Juan José).—Conspirador incansable que tomó parte muy activa en la conspiración de los Soles de Bolívar. «1823). Batallador y orador fogoso, el Dr. Hernández fué uno de los miembros prominentes de la Soeiedad Secreta Caballeros Racionales. Era muy amigo de José Teurbe Tolón.

Su hijo José Manuel (1806-1856) fué buen patriota también y conspiró con N. López, siendo uno de los cinco cubanos que tomaron participación en la expedición del vapor Creóle en 1850. Murió en Nicaragua. (Tita de Trelles—Pro Patria -pág. 31).

Hernández Morejón (Pedro).—Nació el 23 de Octubre de 1810 en la ciudad de Matanzas, y falleció en la misma el 12 de Junio de 1873.

Ha sido uno de los hombres públicos más distinguidos y cultos de Matanzas: buen abogado y patriota.

Hizo en Madrid sus estudios de derecho radicándose después en su ciudad natal. Fué hombre de capital y de empresa: uno de los iniciadores de la línea férrea de Sabanilla, del Teatro Estebau (hoy Sauto), y de varias otras empresas que-favorecieron a Matanzas.

Ocupó también cargos públicos (Juez de Paz, Concejal, etc.) y fué durante mucho tiempo Presidente del Liceo, a cuyo-esplendor prestó activo concurso: su generosidad nunca se desmintió.

Tomó participación directa eu las principales conspiraciones de su época por la libertad de Cuba ■. en la de López y de Pintó contribuyendo eon su capital al llamado Empréstito Patriótico (New York a. 1554) suscrito por Gaspar Cisneros Betancourt como Presidente, Porfirio Valiente Secretario y Goicouria como Tesorero.

Cuando los reformistas creyeron en la próxima concesión de libertades a Cuba por el Gobierno de España, D. Pedro Hernández Morejón con otros distinguidos cubanos, contribuyó a la fundación del periódico La América que tenía por objeto hacer presión en Madrid para obtener las codiciadas reformas.

En 1S68 regresó a Matanzas de Sara-toga (E. U.) en donde se encontraba por razones de salud, y con su propaganda y dinero contribuyó al programa político de Céspedes, demostrando siempre gran amor a la causa de Cuba.

Hernández Huguet (Alfredo).—Hijo de Don Pedro Hernández Morejón.

El magistrado a quien nos referimos^ nació en Matanzas el año de 1S50 recibiéndole de Licenciado en Derecho en 1872 en Sevilla.

En esa ciudad (en donde también se dedicó a labores periodísticas) fundó por iniciativa de Rafael M. de Labra una» Sociedad abolicionista que sirvió a poner de relieve sus aspiraciones de libertad e independencia ; aspiraciones que mantuvo y defendió con tesón al regresar a su patria al terminar el mismo año de 1872.

El Ldo. Hernández conspiró activamente por la cansa de Cuba; trabajó por ella en la prensa y sostuvo con sus recursos la revolución iniciada  en Yara.

Por fin, en 1S76, asociado a los curas de Cabezas y de Santa Ana y a algunos otros patriotas intentó sublevar la provincia de Matanzas, fracasando en sus propósitos.

Fué con otros compañeros condenado a la pena de muerte, logrando embarcarse clandestinamente para los E. U. en donde permaneció hasta después de la Paz del Zanjón, continuando, mientras, sn labor revolucionaria en New York.

El Ldo. Alfredo Hernández, además de artículos en la prensa, escribió algunas obras que han quedado inéditas.

En la revolución de 1895, el Dr. Alfredo Hernández prestó su concurso personal en varias intentonas de levantamientos en Unión, Bolondrón y Sabanilla, y por fin contribuyó activamente al levantamiento de la Bermeja, que culminó en reunión del ingenio «La Luz» en donde de acuerdo con la Junta Revolucionaria de Matanzas, se nombró Jefe a Eduardo García y como segundo a Eustaquio Pérez.

El Dr. Alfredo Hernández en esa y otras ocasiones ayudó eficazmente la causa cubana reuniendo y distribuyendo armas y pertrechos.

También conspiró en la Habana, con José A. González Lanuza, Alfredo Zayas, Hubert de Blanck, y otros, viéndose en unión de ellos aprehendido y después expulsado como que era ciudadano norteamericano.

En los E. U. el Dr. Alfredo Hernández siguió prestando servicios a la causa de su país, a las órdenes de la Delegación Revolucionaria Cubana, levantando fondos, cooperando en reunir expediciones, y formando ambiente favorable a Cuba eon artículos y conferencias

En el Congreso Internacional de la Cruz Roja (Viena, Septiembre de 1897) el Dr. Alfredo Hernández denunció eon una enérgica y detallada exposición de los hechos, las violaciones del Tratado de Ginebra que se realizaban desgraciadamente en Cuba, durante la última guerra, por parte del Gobierno de España.

Hernández y Pérez (Ensebio).—La actuación del General D. Ensebio Hernández en las campañas pro Cuba Libre es muy interesante no solamente porque se refiere a tan prestigiosa personalidad sino bajo el punto de vista histórico.

En 1S79 pasó de Madrid a Santiago de Cuba para autorizar la revolución con un documento firmado por los Coroneles Mayia Rodríguez, Pedro Martínez Frcyre y Flor Crorabet, no conformes eon la Paz del Zanjón.

De Santiago pasó a las V illas y a la Habana como enviado del General Moneada apoyado por Maceo y Quintín Banderas.

En las Villas secundaban !a sublevación los Generales Francisco Camilo, Angel Maestre y Emilio Núñez.

En 1880 salió para N. York con instrucciones para el Gen. Calixto García, Jefe de la «Guerra Chiquita»; y ese mismo año preparó con el General Roloff y, el entonces Coronel J. M. Aguirre, una expedición en Kingston (Jamaica) para auxiliar a los sublevados en Cuba.

Fracasada la llamada guerra chiquita, Hernández de acuerdo con los planes de víóniez, Maceo y Roloff pasó a Honduras que había sido escogido como centro de nuevos trabajos revolucionarios.

En 1884 desempeñó con Flor Crombet una misión en Guatemala, cuyo Presidente era entonces D. Rufino Barrios; y después otra en New York y por último en París.

Después de varias labores revolucionarias en los E. U. y en Jamaica, culminadas en el fracaso, por haber sido encarcelado el Gen. Gómez, el Gral. Hernández se quedó en Europa algún tiempo perfec donándose en sus estudios favoritos.

El General hubiera deseado continuar los trabajos revolucionarios en New York en donde estaba radicado, pero habiendo el apóstol Martí tomado la dirección de ellos, creyó oportuno trasladarse a la Habana, lo que realizó en 1894, abandonándolo todo en 1895″ para regresar a N. Y. .a la disposición de la Junta Revolucionaria Cubana.

Salió de N. Y. en la tercera expedición, con Calixto García .El vapor Bermuda atracó en Marabí cerca de Baracoa.

Antes de incorporarse al E. M. del Gral. M. Gómez, el Gen. Hernández tomó parte en varios combates durante la marcha de Baracoa a Camagüey.

Operó en Camagüey y Las Villas con el grado de Coronel del E  L. y con el Gen. Gómez asistió a los combates de Sa ratoga (tres días completos) j de la Trocha.

En Junio de 1896 desempeñó por alirún tiempo la Cartera de Relaciones Exteriores, en la manigua, pero pronto prefirió la vida del ejército combatiente, ejerciendo eomo médico, en muy pocas ocasión.

Y entonces tomó participación en las acciones importantes de «El Faro» y sitio de Cascorro, en cargas al macbete en la Trocha, y en combates menores en las Villas.

En ese mismo territorio, durante la campaña de Weyler combatió en Santa Teresa, en la Deseada, en Juan Criollo, en Buena Vista, en la toma de Mayajigua, en Las Delicias, etc.

En Julio de 1897 fué elegido Representante a la Asamblea de La Yaya, por las Provincias de Pinar del Río y de Las Villas.

Poco antes que se reuniera la Asamblea, el Dr. Hernández pasó a Oriente, y asistió con las fuerzas del Gral. Calixto García al victorioso combate de Las Tunas que culminó en el apresamiento de toda la guarnición española.

Cuando la guerra entre los E. U. y España, el Dr. Hernández regresó a New York, volviendo con su familia a Cuba una vez terminada la guerra.

Fué entonces Presidente del Partido Unión Democrática, y disuelto ese partido, presidió el Liberal histórico.

Hoy es Jefe de una fracción del Partido Liberal, que ya lo ha postulado para la Presidencia de la República.

El Dr. Eusebio Hernández es un patriota sincero y un ciudadano ejemplar para quien profesamos singular estimación.

Jones (Guillermo R.)—El Senador por Matanzas y natural de Oriente, doctor Guillermo R. Jones se afilió a la revolución muy joven, y por su misma juventud no figuró en principio como otros que tenían grados elevados.

Era capitán del E. L.

Hoy su bufete de abogado en la ciudad de Cárdenas es uno de los más acreditados de la Provincia de Matanzas.

Junco y de la Cruz Muñoz (Enrique Armando del).—Coronel del Ejército Libertador: nació en la

Habana el 23 de Agosto de 1873 y pereció combatiendo valientemente eu una emboscada (en los límites de las provincias de Matanzas y de Santa Clara) el 14 de Julio de 1897, según informa su señor padre.

Cuando murió estaba propuesto por el General Lacret para el asceuso a General de Brigada.

Formaba la vanguardia del General ‘Mayia» Rodríguez que venía de las Villas para sustituir a Maceo en el mando, poco tiempo después de haber caído el caudillo.

Enrique A. del Junco perteneció a la juventud heroica que abandonó estudios y dulzuras de la vida acomodada para hacer libre la patria.

Se incorporó antes de haberse recibido de Bachiller en las fuerzas del General José Roque, y operó en territorio de la provincia de Matanzas, distinguiéndose siempre por su valor y su habilidad como Jefe Lacret Morlot (José). General de División del E. L. muy hábil, culto y valiente. Operó bastante tiempo en territorio de la Prov. de Matanzas. (Véase Cultura Cubana, Vol. I, p. 180). Había nacido cu Hongolosongo (Oriente).

La batalla de Jicarita (3 de Julio de 1896) fué la acción más importante que él dirigió, venciendo las tropas del Gobierno, ya que, a pesar de una indisposición pasajera, había dado todas las acertadas disposiciones que eran del caso 3 iniciado el combate brillantemente.

Lacret Morlot tomó paiücipaeión en mnchos combates en territorio de Matanzas, cuya campaña hizo desde la invasión en 1895 hasta que Máximo Gómez lo trasladó a la zona Oriental en 1897. En la guerra anterior había sido Ayudante de A. Maceo, que lo quería y estimaba mucho.

Era célebre su frase: «Todo por Cuba» que brotaba muy a menudo de sus labios al hablar de algo que a la guerra se refiriese.

Lacret Morlot, patriota sincero dio todo por la libertad de Cuba, y después de haber contribuido tanto a obtenerla, cayó en la pobreza.

Falleció en la Habana en 24 de Diciembre de 1904.

Lamadriz y del Junco (José Franeiseo).—-Abogado y patriota matancero que dié toda su fortuna por la causa de Cuba.

Pasó en los E. U. especialmente en Cayo Hueso luengos años, auxiliando a los patriotas cubanos. Dos de sus hijos, Ambrosio y Domingo, murieron por la independencia de Cuba en la guerra de 1868, y él sufrió muchas persecuciones por sus ideas de libertad. En N. V. fué V. Presidente de la Junta Revolucionaria y trabajó muchísimo, siempre por la libertad de su país.

Nació en Matanzas en 1814 y murió en Ciyo Hueso en 1892.

(Véase el Capítulo: Matanzas y las luchas etc.)

Lámar (Melitón).—Patriota matancero nacido en el año de 1798. Fué . complicado en la conspiración de los Soles de Bolívar en 1823, viéndose obligado a escapar para los E. U.: después fué a México y Colombia en donde fué nombrado Comandante de la nave de guerra «Bolívar.» No sé en dónde murió.

Su sobrino Eleuterio (Tello Lámar y Valera) fué fusilado el 24 de Diciembre de 1869 por sus aspiraciones a la libertad de Cuba. Había nacido en Matanzas el año 1833.

Murió con gran entereza, y la Patria lo venera entre sus mártires.

(Citas de C. M. Trelles—Pro Patria— pág. 29).

Lecuona y Mádan (Adolfo).—Es actualmente el Jefe de Sanidad de Matanzas.

Nombrado oficialmente V. P. de la Junta Revolucionaria de Matanzas en 1897, por los grandes servicios prestados a la cansa de Cuba, desde antes que estallara la guerra por la Independencia, demostró siempre mayor apego al bien de la patria que a los cargos públicos. De él se cuentan varios rasgos de civismo que le enaltecen y le valieron ser encarcelado.

El Dr. Lecuona nació en Matanzas el 20 de Julio de 1862. Lecuona y Mádan (Domingo).—Hermano del anterior y Coronel del E. L. Nació en 21 de Mayo de 1863. Como patriota, operando por Pinar del Río, prestó servicios a la causa cubana, que le fueron premiados más tarde con cargos públicos importantes y lucrativos; entre ellos el de Alcalde y después Gobernador de Matanzas, cargos que ocupó durarte 10 años.

Hoy es Representante a la Cámara. Con Trelles reorganizó en 1895 las fuerzas revolucionarias en Matanzas por mandato de Tomás Estrada Palma.

López Coloma (Antonio).—Patriota nía-lancero. Era de profesión, telegrafista.

En 24 de Febrero de 1895 inició sin éxito el movimiento revolución!rio en Matanzas. (Véase Capítulo: «Matanzas y las Guerras por la Independencia de Cuba»). Aprehendido el 28 de Febrero de 1895, estuvo encerrado largo tiempo en un calabozo siendo al eabo fusilado en la Cabana el 26 de Noviembre de 1896. Era natural de la jurisdicción de Matanzas (Sabanilla del Encoieendador) habiendo nacido por el año de 1859.

López (Tomás F.)—Patrióla y cubano inmaculado, que conspiró activamente liara preparar la segunda revolución que culminó en la independencia de la Isla. (Véase el Capítulo correspondiente). Sufrió también la prisión por los ideales que perseguía. Nació en Matanzas en 21 de Diciembre de 1852. Se recibió de Bachiller en Artes y después de Maestro Normal, y al magisterio dedicó noble y proficuamente (para la niñez) su vida laboriosa y digna.

Escribió también algunos libros didácticos: «Elementos de Gramática»; «Elementos de Moral» etc., y colaboró en varios periódicos locales.

En la actualidad es Director de la Es-enela de Varones anexa a la Escuela Normal de Matanzas.

Macias (Juan Manuel).—iNació en Matanzas por el año 1824 o 1825, y murió en 1892.

Amigo y ayudante de Nareiso López, fué eon él miembro de la primera Junta Cubana en N. York (1849). Tomó participación en la expedición de López a Cár-deuas y el Gobierno lo condenó a muerte en rebeldía.

En 1852 volvió a trabajar con la Junta Cubana de N. York y fué redactor del periódico «Verdad.» Propagó en E. U. y en Europa sus ideas de emancipación de Cuba escribiendo trabajos en inglés: Cuba in Revolution, The Cuban Question in England, etc. Extractó discursos de españoles notables sobre la cuestión cubana eu las Cortes, y reunió datos históricos sobre las revoluciones de su país. En N. Y. dirigió «La voz de América»; y «La Estrella de Cuba» (1866 y 1872) Era autonomista y abolicionista y un patriota sincero. En los E. U. formó también La Liga C ubana-Americana.

Mádan (Cristóbal).—Habanero distinguido que residió por muchos años en el extranjero y en Matanzas en donde figuró bastante.

Escribió trabajos interesantes sobre el libre cambin, cu español y en inglés; sobre la abolición de la esclavitud, etc.

Se encontró complicado en todas las conspiraciones de Narciso López y en New York perteneció a la Junta Revolucionaria Cubana.

Vidal Morales lo cita.

Madruga (Miguel).Fué uno de los conspiradores más entusiastas en la época de los Soles de Bolívar y de los Caballeros Racionales. Era muy amigo del Ldo. José Teurbe Tolón y del Dr. Juan José Hernández, sus compañeros de conspiración.

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