La mejorana

Written by Libre Online

2 de mayo de 2023

Por Pedro Baeza Flores (1956)

Los lectores recuerdan bien las circunstancias del desembarco en Playitas, las incidencias, la arriesgada travesía. Cuando desembarcó Martí en tierra cubana no había en su alma la menor sombra de rencor hacia la carta de Collazo, escrita tres años antes, puesto que Collazo era un convencido del valor personal de Martí y ya, ante los hechos mismos, había rogado a Martí que volviera hacia territorio norteamericano para preparar las nuevas expediciones. 

Era, también, criterio de Máximo Gómez. También Martí sabía que hacía falta afuera, la organización de la asistencia humana y material a la lucha entablada ya desde el 24 de febrero. 

Parece ser que, en la conversación final de Montecristi, aseguró Martí a Máximo Gómez que él saldría del territorio de la lucha, una vez enfrentados los primeros combates y asegurado, en el centro, el gobierno civil de la República.

Todo eso volvió a plantearse en la célebre reunión de La Mejorana, ante Antonio Maceo y Máximo Gómez. Observemos los hechos: Maceo propone: “Una junta de Generales con mando, por sus representantes, y una Secretaría General”. Martí pregunta si en esa Secretaría General estará representada la patria y todos los oficios de ella. 

En esa reunión surge la proposición de Martí. “Me depondré ante los representantes que se reúnan para elegir Gobierno”. No hay rencor después de la Mejorana. No hay resentimiento, desencanto, de parte de Martí, que pudiera ser otro argumento de los que piensan en su “suicidio”.

No es un hombre que desea morir sino vivir. ¡Martí y Maceo se abrazan fraternales en aquella revista donde Maceo grita ante sus hombres un “Viva el General Martí!”, y todos los soldados corean el viva. En La Mejorana le ha dicho Maceo: “Lo quiero menos de lo que lo quería” y eso no significa resentimiento sino lucha por un mismo ideal con argumentos distintos: la vieja pugna de la reunión de 1884 entre el mando civil y el mando militar. Pero los hombres se han puesto de acuerdo y se abrazan, tan amigos como siempre, en aquella revista de las tropas, después de “La Mejorana”. “¡Qué lleno de triunfo y de esperanza Antonio Maceo…!”, escribe José Martí emocionado.

Martí deseaba, ardientemente, llegar hasta el Centro, donde sería organizada civilmente la República en armas. Lo deseaba, porque él era el organizador civil y parece que había sido ese el acuerdo de La Mejorana. Era una cita imperiosa a la que deseaba, anhelaba, llegar con vida.

Hay en esa misma carta de Martí una observación: “Hoy salimos con escasa escolta del campamento de Quintín Banderas”. Es como el temor de no llegar con vida hasta el centro, donde su presencia es necesaria. Pero no es desear morir, sino al contrario: burlar a la muerte, para llegar a la importante reunión.

Temas similares…

0 comentarios

Enviar un comentario